sábado, 22 de enero de 2011

El Narcoavión deja al descubierto que la ANAC es un colador

El Gobierno argentino no quiere aceptar, todavía, que la cocaína incautada en Barcelona, España, se cargó en la Argentina. Pero ya no puede negar que hay gravísimas fallas en el sistema aeroportuario y que ni la autoridad civil Anac ni la autoridad militar Fuerza Aérea resultan confiables. Hay mucho por corregir en una Administración que ya tuvo varios escándalos similares, comenzando por las valijas y vuelos de la ex Southern Winds.




 De todas las indagaciones ocurridas en enero por el caso Medical Jet, ya es posible extraer conclusiones preliminares, independientes de quién es el responsable directo del narcotráfico.
 
1. La Administración Nacional de Aviación Civil no funciona tal como estaba previsto. Habrá que evaluar si es por deficiencias propias o un déficit en la redacción de sus atribuciones o falta de voluntad política o amateurismo en sus administradores. En cualquier caso, no garantiza que no se repitan escándalos similares.
 
2. La Fuerza Aérea Argentina no es confiable en la administración de sus bases militares. O sea que la larga gestión de Nilda Garré en el Ministerio de Defensa nada aportó en una cuestión tan sensible, que se remonta a aquellos días de Edcadassa a la fecha.
 
3. Siguen los graves problemas de competencia entre la Policía de Seguridad Aeroportuaria y las autoridades aduaneras. Más allá de Medical Jet, es intolerable la rispidez que provoca la propia normativa vigente.
 
4. Hay irregularidades en la estructura de gestión aeroportuaria, que no han sido corregidos pese a que se arrastran desde hace tiempo. Los escándalos ocurren en vano en la Argentina. Y eso revela falta de decisión política.
 
Mientras se investiga en dónde se encargaron los más de 944 kilos de cocaína que le fueron incautadas a 3 pilotos argentinos en Barcelona, España, el jefe civil del aeródromo de Morón, Ricardo Palazón, declaró durante 4 horas ante el juez argentino Hernán Catania, quien sigue el caso (y que no cuenta con acceso a la instrucción que se realiza en España, por el secreto sumarial vigente en el Juzgado europeo).
 
Palazón y deslindó "cualquier responsabilidad" de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en el control de las cargas en los aviones de esa base militar, donde el Bombardier Challenger 604 estuvo entre el 05/11/2010 y el 30/12/2010, al tiempo que remarcó que esa tarea "corresponde a la Fuerza Aérea".
 
Según habría explicado el funcionario, en el aeródromo de Morón no hay Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) ni Aduana. "Sólo llevamos el control técnico y administrativo de los aviones y los pilotos, y les damos el plan de vuelo. La parte del control de las cargas corresponde a la Fuerza Aérea", dijo.
 
Todavía en la Argentina se desconoce dónde fue hallada la droga por la Guardia Civil española: si en la bóveda del avión o en la cabina.
 
El juez Catania prorrogará el secreto de sumario por otros 10 días puesto que vence en las próximas horas, y citaría al jefe militar de la base aérea de Morón.
 
Acerca de este escándalo, algunas lecturas:
 
 
"El jefe civil del aeródromo de Morón, Ricardo Palazón, declaró ayer ante el juez en lo Penal Económico Alejandro Catania y sostuvo que tres de las cuatro entradas de la base estaban en manos de la Fuerza Aérea y que, de hecho, nunca hubo un verdadero traspaso del aeródromo a manos civiles, es decir a la Administración Nacional de Aviación Civil. 

Con la descripción que hizo del funcionamiento del aeródromo, Palazón dejó en claro que si la cocaína que llevó el avión de Gustavo y Eduardo Juliá y Matías Miret se cargó en Morón, quienes debieron advertirlo –sobre todo de noche– fueron los integrantes de la Fuerza Aérea. Palazón confirmó un adelanto exclusivo de Página/12: el Challenger de los hijos de los brigadieres nunca estuvo en ningún hangar. 

La aeronave permaneció estacionada durante casi dos meses en una plataforma ubicada frente a los hangares. Estuvo muy a la vista, incluso de la torre de control, pero por lo que parece los hijos de los brigadieres tenían fácil acceso a la base y pudieron haber cargado el Challenger con la droga. En el juzgado sostienen que, al menos por ahora, no se inclinan en forma definitiva por ninguna de las dos posibilidades: que la cocaína se haya subido al avión en Morón o en Cabo Verde. Lo que va a definir el cuadro es la información que debe llegar, y hasta ahora no llegó, de España.

La audiencia de Palazón con el juez Catania y el secretario letrado Martín Castellano duró nada menos que cuatro horas. Parte del tiempo estuvo dedicado a que el director civil del aeródromo explique cómo son los trámites para aterrizar, estacionar y despegar un avión desde Morón. 

Pero el punto clave tiene que ver con la seguridad, es decir quién debe controlar qué pasa con las aeronaves que utilizan ese aeródromo y con las personas que entran y salen de la base. Palazón explicó que en una de las entradas, la seguridad está a cargo de la empresa USS. La licitación la realizó la ANAC. En verdad, la ANAC no tiene facultades de policía, lo que de hecho implica que esa función estaba en manos de la Fuerza Aérea, aunque la ANAC estuvo encargada de uno de los accesos a través de USS. (...)".
 
 
 
"(...) En la Argentina el caso es investigado por el juez Alejandro Catania ante quien declaró ayer Palazón. Catania y su secretario Martín Castellano le hicieron unas 40 preguntas.

Palazón dio explicaciones acerca de lo que hacía cada uno de los empleados de la ANAC y describió con detalle el predio.
Los investigadores judiciales fueron específicos en cuanto a quién tenía control sobre “el chalet”. Esa construcción de tejas está frente a la llamada Plataforma Norte donde estuvo estacionado el avión durante su estadía en Morón. El control sobre el chalet –según señaló Palazón en Tribunales– lo tiene la Fuerza Aérea.

La jurisdicción de la Fuerza Aérea sobre la construcción más cercana al lugar de estacionamiento del avión matrícula N600AM no es un dato menor para los investigadores . Ni para la gente de la ANAC.

Otro de los puntos destacables de la declaración de Palazón fue el referido a los puestos de vigilancia del predio.
Tres estaban a cargo de la Fuerza Aérea y uno, de la ANAC.

El más cercano a la zona donde estuvo el avión se lo conoce como puesto “Charly” y depende de la ANAC, que había contratado a la empresa de seguridad USS para que lo vigilara. Según fuentes judiciales, en ese puesto solo quedaba registro de hechos novedosos. No se registraba ni personas ni autos que ingresaban al predio. Queda por averiguar si en los puestos de control de la Fuerza Aérea quedó algún registro de la gente que se relacionó con el Challenger de la droga.

Los investigadores judiciales tienen que analizar la información recolectada: mientras esperan que desde España revelen un dato que guarda la computadora del avión. Es fundamental comprobar si el peso del avión era el mismo cuando salió de Buenos Aires que cuando llegó a España. De ser así la droga salió de la Argentina.

Por otra parte, Clarín accedió de fuentes oficiales a un documento firmado el 24 de noviembre pasado por el comodoro Jorge Ayerdi, Jefe de la Base y dirigido a Palazón. Ayerdi, es hermano del brigadier mayor Marcelo Ayerdi, comandante de adiestramiento de la Fuerza Aérea. En ese documento la autoridad de la Fuerza Aérea en Morón le indicó a Palazón como debía ser, desde ese día, el procedimiento de control de acceso al predio de la Base donde funciona el Aeródromo. Se debía controlar la identidad de las personas, el desplazamiento de la gente una vez que ingresara al predio y prevenir accidentes dentro de las instalaciones. En esa carta, en cuyo membrete reza “Fuerza Aérea Argentina, Comando de Operaciones Aéreas, Base Aérea Militar Morón”, Ayerdi le indica a Palazón que el nuevo procedimiento debe ser informado a todo el personal del Aeródromo."
 
 
 
"(...) -¿Sigue diciendo que en el Gobierno son todos delincuentes?
 
-Yo decía que había que dejar de robar por lo menos dos años. Estos no aguantan ni dos meses. Es el gobierno más corrupto de la historia. Y en el tráfico de drogas también tienen que ver. La droga de España salió de un aeropuerto argentino y es responsabilidad del Gobierno.

-Usted está sospechado de tener relación con los traficantes?
 
-Ellos dicen que viajé en el avión de Juliá. Es cierto. Viajé más de 100 veces; no 30, como dijo el perro faldero de Aníbal Fernández. Y hace cuatro años no volé más, porque era más caro. Kirchner hizo en ese avión toda la campaña de 2003 y pagó con fondos de Santa Cruz y en negro.
 
-¿Tuvo relación con Juliá en PAMI?
 
-Ninguna. El que lo designó fue Aníbal Fernández. El era ministro de Duhalde. Yo no.

-¿Juliá le dio fondos en 2005?
 
(Se ríe) -2500 pesos para el PJ de Catamarca. Yo tenía la relación de viajar. Nada más. (...)".
 
 
 
"(...) Según confirmó Clarín mediante fuentes de la Casa Rosada, la estrategia oficial apuntará a la “viejos brigadieres” de la Fuerza Aérea. Es decir, responsabilizar a la vieja estructura del edificio Cóndor de las irregularidades en el vuelo de los Juliá. De esa manera, el Gobierno Nacional quiere evitar que se profundicen las investigaciones en la responsabilidad de la Aduana y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). El primer paso fue pasar a disponibilidad al brigadier Guillermo Juliá, hermano de los detenidos en España, que cumplía tareas en la Jefatura 5 del Estado Mayor Conjunto “para que la Justicia lo pueda investigar”.

Aunque el Gobierno quiere que el problema “se traslade”, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, respaldó a la Fuerza Aérea.

En un acto en la base aérea de El Palomar, el ministro defendió a la fuerza: “No se puede desprestigiar vilmente a las instituciones”, sostuvo Puricelli. “No nos podemos hacer cargo de la vida y obra de las personas en cualquier etapa de la historia de hace 15, 20, 30 años y que nos las enrostren a nuestras Fuerzas Armadas”, agregó el ministro. Según explicaron fuentes oficiales, desde Presidencia se le ordenó al brigadier general de la Fuerza Aérea, Normando Costantino que inicie una “profunda investigación interna”. Además, trascendió que Puricelli realizó un informe previo dónde asegura que la responsabilidad sobre el Challenger en Morón corrió por cuenta de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

El caso de la Aduana y la PSA sería el que más preocupa al Gobierno. Si se comprueba que la droga salió de la Argentina, eso significaría que fallaron los controles en Ezeiza, donde los Juliá hicieron migraciones y los trámites aduaneros.

En el medio de los cortocircuitos entre la ANAC y la Fuerza Aérea, el jueves se dio a conocer que mediante el expediente 12.584/10, el Ministerio de Defensa ordenó que el control de la Base Aérea de Morón dependa de la estructura militar. A través de fuentes oficiales, Clarín accedió a una nota que el 24 de noviembre de 2010 el comodoro Jorge Ayerdi, jefe de la base aérea de Morón, le envió a Ricardo Palazón, jefe de la ANAC en el Aeródromo. En ese texto, Ayerdi lo notifica de las nuevas disposiciones “de cumplimiento obligatorio” en el control y seguridad de la base."


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