miércoles, 25 de enero de 2012

La palabra amordazada. Por Santiago Kovadloff


Una vez más la Constitución ha sido burlada. Quienes deberían resguardarla antes que nadie le han vuelto la espalda sin pudor. El oficialismo prueba, con su conducta transgresora, que para sus voceros la ley está supeditada a lo que el poder absoluto exige. Esta brutal antinomia entre política y Constitución puede ser enmascarada, pero no por eso resulta menos letal para la República.
Guillermo Moreno, ese funcionario a salvo de toda mesura, expresa proverbialmente una concepción del poder que haría las delicias del rey Herodes y que, en su ausencia, satisface las aspiraciones principescas de otros mandatarios no menos sedientos de espejos que multipliquen su imagen. La omnipotencia vivida como derecho no conoce otro procedimiento para imponerse que el atropello, ni otro lenguaje para darse a conocer que el de la camorra y el chantaje. Lo más grave, sin embargo, no es que ese infante de marina de los años 50 sea como es y proceda como lo hace. Lo más grave es que el Gobierno encuentre en su figura el emblema de su gestión nacional y popular.
La decisión de poner en los puños del secretario de Comercio todo lo relativo al cumplimiento de la denominada ley de Papel Prensa -por no hablar de otros dominios de los que también se ha enseñoreado- es una elocuente definición de lo que el Gobierno entiende por responsabilidad y eficacia en el desempeño que le compete.
Con el logro de esta tan particular concepción de la libertad expresiva que promueve el Frente para la Victoria no sólo serán afectadas en el acceso al papel las empresas privadas del ramo y ello a favor de un monopolio estatal. Su lamentable incidencia se hará sentir primordialmente sobre la opinión pública. De seguir las cosas como van, muy pronto se la verá subordinada a las imposiciones informativas y analíticas de la realidad que el oficialismo entienda indispensables y excluyentes también en toda la prensa escrita.
La disconformidad con esta conducta sovietizante no implica pretender que el oficialismo prescinda de esa palabra de vocación totalizadora en la que se deleita. Implica recalcar, ante quien quiera oírlo, que ese Frente, procediendo como lo hace, no está dispuesto a admitir otra cosa que lo que él establece. No está dispuesto a admitir como válido el derecho de un amplísimo sector de la sociedad (integrado a su juicio por quienes se agolpan en el círculo dantesco e infernal de las almas reaccionarias, antipopulares y destituyentes) a elegir los medios a través de los cuales desea informarse.
De modo que el veredicto oficial es claro: habrá que asfixiar a la oposición porque la oposición, aun sin partidos que la representen cabalmente, encuentra en la prensa disidente la voz que sí la representa. Esa voz que no es otra que la de los presuntos enemigos del indiscutible sistema democrático en que vivimos. Planteado esto con más delicadeza: habrá papel para quien se avenga a escribir lo que debe. No lo habrá, en cambio, para quien pretenda seguir escribiendo lo que le parezca. "It's your choice", diría el rey Lear.
Para infundir más colorido a esta fiesta de la unanimidad, el Gobierno ha resuelto caratular de terroristas a quienes no acaten sus criterios de verdad o procedan de manera contraria a como él entiende que se debe actuar en el orden público. No hay nada que hacer: la nostalgia entre nosotros no muere y cada tanto el pasado hace sentir su potencia para reinscribirse en el presente. Mejor aún: para devorárselo entero sazonando el plato con algún ingrediente progresista.
¿Qué democracia es ésta en la que vivimos? ¿Qué democracia es ésta si la Constitución Nacional que legitima al Gobierno en el ejercicio de su mandato resulta luego pretextual e inocua para quienes tienen el deber de asegurar su vigencia? ¿Qué democracia es ésta que asienta su despliegue en el desprecio por la diversidad de criterios en el campo de las ideas, en la tergiversación de los índices inflacionarios, en la negación del federalismo, en la inseguridad jurídica, en la tolerancia a la corrupción, en los asesinatos impunes y en la convalidación de un sindicalismo perverso? ¿Qué democracia es ésta que no duda en homologar la indiscutible mayoría de votos que respalda y legitima al partido gobernante con la totalidad de votos emitidos y de los cuales un 46% puso en juego otras opciones que la oficialista en las elecciones de octubre pasado?
Ese pensamiento alternativo tiene derecho a contar, en su frondosa diversidad, con una prensa que lo exprese. ¿Lo tiene? Que nadie se equivoque. El Gobierno estima que no.
Creer como muchos lo hacen que el conflicto generado por el control estatal del papel es un problema que afecta únicamente a la prensa y a quienes de ella y para ella viven puede ser un error fatal para el porvenir de una democracia que no se quiera populista. ¿Cuándo despertarán de su apatía cívica los que sólo parecen reaccionar si cesa el tañido de las monedas en sus bolsillos? La disconformidad no prosperará políticamente si se limita a ser un mohín de disgusto ante lo que pasa o un fugaz estado de ánimo que altera por un segundo el apacible paisaje de las playas y los campos que frecuentamos. O el fruto de una operación contable que arroja un circunstancial saldo negativo. Si las protestas sólo se harán oír cuando las inspiren los pesares económicos de quienes no pasan hambre, bien jaqueado está el porvenir de los valores republicanos.
Varios han sido, en estos últimos meses, los intelectuales europeos que se han manifestado para señalar que la crisis por la que atraviesan las democracias más desarrolladas no es sino consecuencia de la vergonzosa pleitesía que las dirigencias políticas les rinden a los mercados financieros. Supeditada a las imposiciones de esos mercados, la política se vuelve prostibularia. Es mejor que nuestras dirigencias -esas que alzan las banderas de la oposición- no lo olviden. No se trata, obviamente, de dejar el dinero de lado; se trata de no dejarse de lado al reconocer la importancia del dinero. El Gobierno está persuadido de que un significativo sector de la clase media tiene precio. Y las últimas elecciones presidenciales le han probado que algo de razón lo asiste al pensar así. El campo y la industria tendrán que reconsiderar políticamente las consecuencias cívicas de eso que ambos llaman "realismo". Está bien tener los pies en la tierra. Pero la mirada, como propone la insignia latina, debe estar puesta en el horizonte. Sin largo y mediano plazo, no hay política de Estado que tenga porvenir.
Muy pronto se hará oír el estertor de la palabra amordazada. Su mueca de impotencia ha de ser, entonces, la nuestra. El proyecto de coerción sobre la libertad de opinión ya está aprobado. Hemos ingresado en la etapa de los hechos. Y los hechos serán inequívocos. Si no lo advertimos, si no reaccionamos en defensa de la Constitución buscando los caminos que permitan reconstruir una oposición eficaz y cada vez más significativa, el pensamiento uniforme se expandirá de un extremo a otro del país.
Una larga noche caerá entonces sobre la sensibilidad crítica. Y todos nosotros, si no reaccionamos con los recursos que esa Constitución nos brinda y la perseverante tarea que exige la construcción de un frente político suficientemente representativo, terminaremos siendo, por mucho tiempo, seres sólo parecidos a ciudadanos y rigiendo nuestras conductas por principios sólo parecidos a los de la dignidad.
FUENTE:  © La Nacion

sábado, 21 de enero de 2012

La primera batalla de la guerra tecnológica. Por jorge Lanata


El jueves se produjo la primera batalla de la guerra tecnológica mundial: la Casa Blanca, el FBI, el Departamento de Justicia, las discográficas Universal y Warner, entre otros sitios de la Web, fueron hackeados por Anonymous en respuesta al cierre de Megaupload.
En Argentina el tema fue casi inadvertido: la primera plana de los diarios del día siguiente estuvo dedicada a los barrabravas que tomaron por asalto el Hospital Santojanni.
Escribíamos hace unos meses en este diario que la revolución tecnológica dejó atrás a la política y la filosofía: las ciencias se quedaron sin respuesta frente a fenómenos concretos que ya forman arte de la vida cotidiana.
Un grupo de chicos en un garaje de Silicon Valley declaró obsoleto a Marx: la aparición de Internet ha modificado el concepto de propiedad, cambiado la lógica de distribución de los productos, eliminado el concepto de “copia” (¿cómo distinguir, en la era digital, cuál es el original?), y democratizado –como nunca antes, quizá, desde el nacimiento de la imprenta– el concepto de las comunicaciones.
Las redes de intercambio –también llamadas P2P– dieron nacimiento a las preguntas molestas: ¿es legal que, entre amigos, se presten los libros o los discos?
El problema es que esos amigos llegaron a convertirse en miles. Y a los libros les siguieron las películas, y luego las series, primero las viejas y más tarde las que se estrenaban, horas después de su salida al aire por el canal mundial que fuera, subtituladas por grupos de voluntarios que firmaban con nombres de guerra.
Asi como el reloj pasó a ser para las nuevas generaciones un objeto innecesario (los chicos miran la hora en el celular), la gran mayoría del público entre 15 y 35 años mira sus películas y escucha su música por Internet.
Dan por descontado que los asiste el derecho a la cultura, y que no deben pagar por ello.
Lo que comenzó como una desenfadada y romántica postura encontró, también, sus pescadores en río revuelto: muchas de esas páginas se llenaron de banners y se convirtieron en grandes negocios.
Ayer la prensa mundial informaba que Megaupload, por ejemplo, había recaudado 135 millones de euros en ese concepto.
La reacción inicial de algunos gobiernos fue francamente idiota: detener o multar a los consumidores, lucraran o no con ello.
Los políticos aún no entienden la Red: se llenan la boca con algunas palabras del libreto técnico pero le piden a la secretaria que baje sus mails.
Los consumidores, a su vez, sostienen que ya financian la cultura con impuestos directos y que no tienen por qué pagar dos veces.
Los autores, por su parte, viven en el desconcierto, y las industrias no han encontrado aún soluciones creativas de comercialización.
El espíritu anárquico de Internet tampoco ayuda: hace a su identidad y es casi imposible de controlar.
¿Tiene derecho Estados Unidos a convertirse en el celador mundial de la Red?
¿Qué sucederá con experiencias colaborativas como Wikipedia, donde millones de internautas escriben la enciclopedia y la actualizan con un código abierto?
¿Quién es el autor cuando son millones de ellos?
¿Cómo seguirán funcionando los sitios de agregación –como el Huftington Post, por ejemplo–, basados en linkear información de otros medios?
¿De quién son los derechos de los cientos de miles de programas de televisión o películas segmentadas que aparecen en YouTube?
No sirve de mucho dar respuestas viejas a problemas nuevos.
FUENTE: PERFIL

jueves, 19 de enero de 2012

El Gobierno lanza un ataque relámpago. Por Adrián Ventura


La resolución 9/2012 que anteayer dictó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, desnuda la política oficial sobre la prensa libre: el Gobierno no está dispuesto a desperdiciar ni siquiera un día para silenciar a los diarios independientes.
Basta con tomarse el trabajo de leer la resolución que reglamenta la ley 26.736, sancionada el 22 de diciembre último a instancias de la presidenta Cristina Kirchner, para advertir varios aspectos relevantes.
  • La reglamentación fue dictada apenas tres semanas después de sancionada la citada ley. Ni las Fiestas ni la operación de la primera mandataria distrajeron al Gobierno de su objetivo central de acallar las críticas.
  • Hasta ahora, la compra de papel para diarios y su importación eran absolutamente libres. A partir de ahora, en cambio, será una actividad intensamente regulada. Y, para que no quepan dudas, Economía se apresuró a fijar el monto de los cupos para la producción y para la importación de papel para el próximo trimestre.
¿Cómo calculó el Estado los cupos de papel que los diarios necesitan comprar a Papel Prensa o importar? No los consultó ni tampoco hizo un relevamiento. Hubo, otra vez, una decisión política que, más allá de ser discrecional, fue arbitraria o antojadiza. Pero lo más objetable no es si esos cupos satisfacen o no las expectativas de los diarios: lo objetable es el propio establecimiento de cupos para una actividad que debe ser absolutamente libre. La Argentina se dio el lujo de volver al primer gobierno de Juan Domingo Perón, pero lo hace copiando una receta aggiornada por Hugo Chávez al siglo XXI: se debe atacar a la prensa escrita, y también a los cables y a la televisión, para acallar todo resquicio de libertad.
  • La resolución también desnuda que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, pasó a ser el hombre más fuerte del Gobierno. La resolución de Economía le delega a él la atribución de aplicar cupos, reglamentos y sanciones. El mismo hombre que, hace más de un año, ingresó en una asamblea de accionistas de Papel Prensa con guantes de box -al grito de "aquí no se vota"-, corporizando un estilo de gestión bravucón, pasó a ocupar un lugar central del poder.
Esta semana, las petroleras Repsol YPF, Shell, Esso, Oil y Petrobras experimentaron esa misma sensación: sufrieron una embestida del Gobierno por el precio del gasoil, y Sebastián Eskenazi, titular de Repsol, percibió que el centro de gravedad del poder se desplazó desde el ministro de Planificación, Julio De Vido -con quien había tejido un esquema de subsidios al gasoil- hacia Moreno.
Sin embargo, las petroleras realizan una actividad distinta a la prensa: ayer, cuando sus directores se reunieron con el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, una de las petroleras extranjeras amenazó con retirarse si la forzaban a aceptar precios máximos. La reunión se suavizó. En cambio, lo que precisamente busca el Gobierno con la ley de papel para diarios es asfixiar a Papel Prensa, a Clarín, a LA NACION o a cualquier otro medio independiente.
FUENTE: LA NACION

miércoles, 18 de enero de 2012

DE ALGUNA FORMA LO HARÉ. Por Graciela Rost


Mi querido amigo Luis Agustín Brasesco, me ha pedido que escribiera sobre como ha sido mi vida, él cree que la gente no sabe que toda mi vida he sido una mujer de lucha, y si bien no me gusta hablar de mi, solo para darle el gusto, lo haré.

Nada hay muy especial, la mía es una vida como la de miles de mujeres que debimos trabajar y luchar para mantener una familia, mi única consigna ha sido: “de alguna forma haré”.

De jovencita y ya casada trabajé en una clínica, en la que aprendí a facturar prestaciones  médicas, con el tiempo aprendí a auditarlas y también la administración general de una clínica, pasando por todos los servicios, podría decir que comenzando de cero, porque mi primer labor se inició en el archivo de historias clínicas. Pero como todo se aprende y todo se puede perfeccionar pude avanzar.

Cuando me separé de mi primer marido, ya tenía un trabajo estable y un buen ingreso, nunca puse el tiempo como escusa para no hacer mi tarea, cuando eso perjudicó a mis hijos, nos mudamos a un departamento a solo una cuadra de distancia de mi trabajo.

Pasé algunos años dedicándome también a la compra y venta de carne vacuna, compraba en Buenos Aires y vendía en la Patagonia, llegó el día que decidí establecerme y puse en funcionamiento dos frigoríficos, uno en Bahía Blanca como centro de operaciones de compra y otro en Neuquén como centro de venta… Lamentablemente me tocó la época de hiperinflación y yo trabajaba con perecederos. Mas, lo que había conseguido levantar en 3 años, lo perdí en 3 meses.

 Debido a mi amplia experiencia en el área de salud, regresé a trabajar en una prepaga como auditora administrativa de prestadores, como la empresa era a su vez una multinacional, me perfeccionaron en varias áreas y comencé a recorrer zonas, e incluso Capital Federal para capacitar personal a la vez que realizaba mi trabajo de auditoría en esas zonas.

El problema se planteaba con mis hijos, que si bien los cuidaba una empleada “de oro” que tenía, yo pasaba mucho tiempo fuera de la ciudad, pero aún así, como el trabajo era muy bueno y de buenos ingresos me quedé para que los chicos (en ese entonces los 3 mas grandes) pudieran hacer otras actividades además de la escuela.

A los 30 años se me ocurrió probar suerte fuera del país, no fue una buena idea, pese a que rápidamente trabajé vendiendo libros en las ferias de santos en cada pueblo italiano, trabajaba viernes, sábado y domingo; pronto pude acceder a un vehículo y a tener un muy buen pasar, me adapté fácil al idioma… pero extrañaba mucho a mis hijos y a mi país y en casi un año de vivir en Italia solo pensaba en regresar. Todo lo dejé y con solo una valija regresé a la Argentina… a comenzar desde la nada nuevamente. En esa época aprendí que todas mis pertenencias materiales estaban dentro de esa valija, y que aún así me sobraban cosas,  para ser feliz.  Se puede ser feliz sin nada.

Al año y medio de regresar de Italia, nace la mas pequeña de mis hijos, con muchos problemas de salud tanto ella como yo… y debí ocuparme de ella primero y luego de mi. Una época muy difícil y angustiante, pero de la que ambas pudimos salir con el tiempo y la dedicación de cada caso.

Un día, al regresar a casa de noche, y con mi hija menor que tenía 3 años, entran a mi casa 5 muchachones drogados y alcoholizados, uno de ellos armado, para robarme, pese a que les di la cartera me dispararon igual y quedé mucho tiempo lisiada del brazo derecho, ya que se rompió el radio y algunos tendones mas algunos nervios… Luego de un año de rehabilitación y algunas operaciones, retorné a mi trabajo.

Al tiempo decidí que con los conocimientos adquiridos podía tener mi propia empresa de asesoramiento para médicos, clínicas, obras sociales… y fundé mi propia empresa, en la que me fue muy bien, ya que logré un contrato hasta con la subsecretaría de salud de la Prov. De Neuquen como también con las mas importantes clínicas de la ciudad y alrededores.

En ese entonces militaba en el MPN en acción política, pero con la gente de Sapag, (estaba Sobisch como gobernador).  Fui a una cena de cumpleaños de Don Felipe Sapag, a la que había sido invitada, la cena fue cubierta por el periodismo, y ahí se enteraron en la provincia que yo estaba en la cena de Sapag.  En una semana me dieron de baja como prestadora dos clínicas sin darme ninguna explicación y al mes me dieron de baja el contrato de Salud Pública, consultando a una clínica, que continuaba con mis servicios, me explicaron que yo había pasado a una lista negra, y nadie que estuviera relacionado de cualquier forma con el Estado neuquino me daría trabajo.

Me enfermé, me internaron, perdí todo, hasta mis hijos…

Casi me llevó un año salir de mi enfermedad y volver a empezar.

Como siempre y como cada vez, solo que con mas de 40 años de edad, primero conseguí un trabajo en la Caja de Jubilaciones de Profesionales, mas tarde me casé y comencé a construir propiedades para resguardar nuestro futuro, cuando digo construir es literal, porque me ocupé absolutamente de cada compra, albañil, arquitecto, diseño, trámites, acarreé bolsas de cemento y contraté los servicios y máquinas necesarias para la casa principal y los 4 departamentos.

Mientras, cuidaba a mi marido enfermo de Trastorno Afectivo Bipolar, enfermedad que nos consumía a ambos.  Ya hace 3 años que vivimos separados.

Hace un tiempo, debido a problemas económicos de la zona, tuve muchos meses dos departamentos sin alquilar, y desde mi separación ese ha sido el ingreso con que contamos mi hija menor y yo.  Entonces tuve que reinventar un trabajo y una forma de ganarme la vida… comencé vendiendo antigüedades de mi propiedad, ingresé al mercado de la compra venta por Mercado Libre y comencé a descubrir las necesidades de la gente y lo que le gusta comprar, con las antigüedades compré mercadería y así armé mi negocio en red que nos ha permitido vivir este tiempo y que será el que permita que mi hija estudie arquitectura en Mar del Plata.

Puedo decir que nunca bajé los brazos, salvo un par de descansos por enfermedad, pero siempre, desde las cenizas me reinventé.

Nunca fui rica, siempre fui una trabajadora incansable y lo único valioso que portaba era  la educación que me dieron.

Muchos errores de los que aprendí, muchos logros que me hicieron crecer, muchos golpes me enseñaron los límites, pero hasta ahora vivir, en un todo, ha sido una experiencia inagotable.

Espero Luis Agustín, haber cumplido con tus expectativas.

Graciela Rost


Gracias Vai Williams por tu retrato.
Gracias Don Luis Brasesco por su cariño.


Por qué Moreno genera ineficiencia. Por Roberto Cachanosky


La ciencia económica existe por la sencilla razón que los recursos son escasos y las necesidades ilimitadas. Cada uno de las personas que integran una sociedad tiene un ingreso determinado y necesidades que no puede cubrir totalmente con sus ingresos. Dada la restricción presupuestaria tiene que optar entre los bienes que compra y los que deja de comprar.
¿En base a qué criterio asigna cada persona su ingreso? ¿Qué bienes compra y que compras posterga? En base a la teoría del valor subjetiva. Las cosas no valen por sí mismas, sino que tienen valor porque la gente les otorga valor. Al mismo tiempo, esa valoración es subjetiva porque cada persona valora de diferente manera los bienes que se ofrecen en el mercado. Un fanático de River le otorgará escaso valor a una entrada para ver un partido de Boca y viceversa. También es importante resaltar que una misma persona le otorga valor a un determinado bien dependiendo de las circunstancias. El ejemplo típico es el del vaso del agua en el desierto. Una misma persona le otorga más valor a un vaso de agua en el medio del desierto que el valor que le da si está cómodamente sentado en su casa con abundante agua potable.
Además de saber que el valor es subjetivo, también sabemos que cada persona va cambiando la escala de valores sobre los bienes que necesita. Sus prioridades se modifican continuamente. Por ejemplo, una persona que quiere comprarse un automóvil ahorrará hasta que pueda adquirirlo. Una vez que tiene el auto, salvo que sea un fanático de los automóviles, le otorgará menor valor a tener otro auto y le dará más valor a, por ejemplo, un viaje de placer u otra cosa.
Repasando, sabemos que los recursos son escasos y las necesidades son ilimitadas. También sabemos que las cosas no tienen valor por sí mismas sino que se las otorga cada persona de acuerdo a determinadas circunstancias (el vaso de agua en el desierto), y que cada persona va cambiando el valor que le otorga a los bienes y servicios y, encima, que cada persona valora diferente los bienes. Es por esta razón que la economía es la ciencia de la acción humana, y no hay modelo matemático o econométrico que pueda expresar los valores que cada una de los millones de personas que le otorga a los bienes.
Lo que sí sabemos es que ese valor subjetivo que cada persona le otorga a los bienes se traduce en el sistema de precios. Por ejemplo, si una persona paga una determinada cantidad de dinero por un bien es porque valora más el bien que está recibiendo que el dinero que está entregando. Nadie haría un intercambio se le otorgara el mismo valor al dinero que entrega y al bien que recibe. En ese caso estaría en un punto de indiferencia porque valora (subjetivamente) de la misma forma el dinero que tiene y el bien en cuestión. Y, por supuesto, mucho menos esa persona haría el intercambio si valorara más el dinero que tiene que el bien que desea comprar. Solo hay intercambio de bienes en la medida en que lo que entrego tiene, para mí, menos valor que lo que recibo.
Todos los días millones de personas llevan a cabo intercambios. Entregan dinero a cambio de bienes o dejan de comprar bienes porque valoran más el dinero que tiene que el bien que les ofrecen.
El todo poderoso Moreno pretende sustituir, mediante resoluciones y prohibiciones, el complejo sistema de valoraciones subjetivas y cambiantes de los consumidores.
Los millones de transacciones diarias que se llevan a cabo en la economía se basan en la teoría subjetiva del valor. Esas transacciones realizadas de acuerdo a las valoraciones de las personas van conformando la estructura de precios de la economía. Dicho de otra manera, los precios de la economía no son otra cosa que la expresión subjetiva de de millones de personas. Por eso, el sistema de precios es la guía que tiene el empresario para tratar de descubrir dónde hay una necesidad insatisfecha.
Los precios, que expresan las valoraciones subjetivas de las personas, guían al empresario en sus decisiones de inversión, las que, por cierto, pueden ser acertadas o incorrectas. Si el empresario asigna sus recursos productivos y la gente no le compra el producto, pierde. Si acierta gana. La inversión, en una economía competitiva, es, por definición, puro riesgo.
Ahora bien, como decía antes, una persona está dispuesta a entregar dinero a cambio de un determinado bien en la medida que valore más el bien que recibe que el dinero que entrega a cambio. Si la persona tiene que entregar una cantidad de dinero que valora más que el bien que va a recibir, entonces no hace el intercambio. Esto nos lleva a otra conclusión: el empresario no puede poner cualquier precio al producto que vende porque del otro lado hay un consumidor que definirá si el dinero que le pide el empresario por su producto vale menos que lo que va a recibir.
Como el precio depende de las valoraciones subjetivas de cada consumidor, el empresario sabe que los costos de producción en que puede incurrir están acotados por las valoraciones subjetivas del comprador. Dicho de otra forma, es el consumidor el que determina los salarios que puede pagar el empresario, el costo de los insumos, etc. Si el empresario paga cualquier nivel de salarios, de insumos, es muy probable que no venda un solo producto y quiebre. Solo aquél empresario que acierte en descubrir dónde hay una necesidad insatisfecha y establezca una estructura de costos y utilidad que el consumidor esté dispuesto a pagar, es que logrará el éxito económico.
De lo anterior se desprende que, así como no hay empresario que pueda conocer de antemano el valor que cada persona le otorga a los bienes y qué precio está dispuesto a pagar por cada bien, tampoco hay burócrata que pueda conocer los millones de valoraciones subjetivas de cada consumidor y cómo van cambiando esas valoraciones a medida que va satisfaciendo sus necesidades.
El sistema de precios no es otra cosa que la manifestación de millones de personas sobre sus subjetivas valoraciones de los bienes y servicios que hay en la economía y además es dinámico. Cambia todo el tiempo.
Moreno podrá agredir, gritar, apretar e imponer todo lo que quiera, pero lo que no podrá hacer es lograr una economía eficiente
El todo poderoso Moreno pretende sustituir, mediante resoluciones, prohibiciones, cuotas de importación y exportación y demás regulaciones ese complejo sistema de valoraciones subjetivas y cambiantes de los consumidores. Ni aún la computadora más sofisticada podría reemplazar al sistema de precios por la sencilla razón que no hay ecuación matemática que pueda definir una estructura de precios relativos, porque en ese ecuación serían todas variables (las valoraciones subjetivas de los consumidores) y no habría constantes. Dicho de otra manera, no hay modelo matemático que pueda reemplazar la acción humana porque las valoraciones subjetivas de las personas no se pueden incluir en ninguna ecuación. Cuando Moreno establece precios máximos, cuotas, prohibiciones y regulaciones, parte del supuesto que todos los consumidores valoran de la misma forma los bienes y, además, también supone que esas valoraciones son constantes. Es como si para Moreno los consumidores no fuera seres humanos sino simples máquinas que repiten sin pensar cada intercambio.
Por eso, lejos está la economía argentina de alcanzar niveles de eficiencia, si por eficiencia entendemos asignar los recursos productivos para satisfacer las necesidades de los consumidores. Y no puede haber eficiencia porque al establecerse precios máximos, regulaciones y prohibiciones, no hay posibilidad de tener un sistema de precios que exprese las valoraciones subjetivas de los consumidores.
En todo caso la economía argentina producirá aquellos bienes y servicios que, caprichosamente, Moreno decida que hay que producir y los precios a los que hay que vender.
Pero sus decisiones no tienen nada que ver con lo que la gente demanda en base a sus subjetivas valoraciones, porque Moreno las desconoce. Es más, como Moreno desconoce cuánto está dispuesto a pagar cada consumidor por cada bien, también desconoce cuáles son los salarios que puede pagar una empresa, qué precios puede asumir por los insumos, etc.
Moreno no tiene la información necesaria para tomar las decisiones que toma. Se maneja ignorando los deseos de la gente. Solo impone lo que a él le parece que tiene que producirse, que no es necesariamente lo que la gente quiere. Y si fuera lo que la gente quiere, entonces su función no sería necesaria.
Es más, al establecer precios máximos razona al revés porque suma costos, agrega una utilidad "razonable" y establece el precio de venta. El problema es que, como decía antes, los costos de producción dependen de cuánto dinero está dispuesto a pagar el consumidor por cada bien y, en consecuencia, ese precio determina los costos en que puede incurrir la empresa. Ya de partida Moreno refleja un razonamiento contable de la economía y no de la acción humana. Respecto a la utilidad, no es lo mismo la rentabilidad que se le pide a una inversión en un país con reglas de juego estables, que en un país en donde todos los días las reglas cambian.
En síntesis, Moreno podrá agredir, gritar, apretar e imponer todo lo que quiera, pero lo que no podrá hacer es lograr una economía eficiente desde el mismo momento en que pretende imponer sus deseos por encima de millones de consumidores que se manejan con valoraciones subjetivas y cambiantes que nada tienen que ver con sus gritos, aprietes e imposiciones.
fuente: LA NACION


domingo, 15 de enero de 2012

La lucha por la tierra: sepa en detalle el mapa del territorio argentino en manos de extranjeros. Por Patricio Eleisegui

Trasladado a un mapa, el dominio de tierras argentinas por parte del capital foráneo presenta el siguiente detalle:


Casi 30 millones de hectáreas de los mejores territorios son controladas por magnates y empresas externas. Reservas de agua, glaciares, paraísos naturales, campos fértiles y minerales estratégicos permanecen en manos foráneas. Casos emblemáticos. La presencia extranjera, provincia por provincia.



A escasas semanas de anunciado el proyecto del Gobierno que apunta a regular la compra de tierras por parte de extranjeros, los alcances de las inversiones y el posicionamiento estratégico de empresarios y empresas del exterior a lo largo de la geografía argentina comienza, poco a poco, a salir a la luz.
Con el dominio de superficies productivas que, aseguran desde entidades como Federación Agraria Argentina (FAA) se acercan a las 30 millones de hectáreas, el capital foráneo dice presente en 23 provincias del país.
Campos fértiles, zonas selváticas y espacios de naturaleza casi virgen, áreas de glaciares, acuíferos, costas, y hasta buena parte del subsuelo local, son espacios que hoy se destacan por contar con algún tipo de injerencia o estar, directamente, bajo control extranjero.
iProfesional.com ha venido dando cuenta de este fenómeno, que incluye casos emblemáticos como el de la familia Benetton, que ostenta casi 1 millón de hectáreas en Santa Cruz, Río Negro, Chubut, y Neuquén.
También el de Douglas Tompkins, poseedor de unas 350.000 hectáreas en distintas jurisdicciones.
Pero estos son sólo algunos ejemplos de una larga lista que incluye, por ejemplo, al magnate estadounidense Ward Lay, vinculado con la firma Pepsico y con las famosas papas fritas "Lay's", que controla 80.000 hectáreas en Neuquén.
En este marco, el reciente anuncio de la presidenta Cristina Kirchner de enviar al Congreso un proyecto para limitar el avance foráneo, hizo que comiencen a aflorar casos paradigmáticos, a los que tuvo acceso este medio.
Por lo pronto, los primeros relevamientos efectuados por las distintas jurisdicciones dan cuenta de datos sorprendentes:
• Entre Ríos actualmente posee unas 800.000 hectáreas en manos de inversores de Estados Unidos, Holanda, España y Hungría.
• Mendoza, unas 500.000, cuyos titulares son franceses, chilenos, italianos, holandeses, españoles, ingleses, estadounidenses y hasta malayos. ¿Su interés? Básicamente la vitivinicultura.
• En Chubut, los primeros reportes dan cuenta de una cifra similar (500.000 hectáreas).
Otro ejemplo emblemático del poder económico extranjero lo ofrece la incursión del británico Joe Lewis en Río Negro, que tiene bajo su órbita unas 18.000 hectáreas, el control de todos los accesos que conducen al lago Escondido y, además, el emplazamiento de una pista aérea similar a la del aeropuerto de Bariloche.


Radiografía, provincia por provincia


"Agua dulce, alimentos, minería, hidrocarburos y la riqueza turística del país explican este gran interés", afirmó a iProfesional.com Pablo Orsolini, diputado nacional de la UCR por el Chaco y ex vicepresidente de Federación Agraria.
"En la Argentina, en este momento, se están ofreciendo a la venta otras 13 millones de hectáreas. Todas al mejor postor que, por lo general, es gente de afuera. Hay que evitar que este proceso se lleve a cabo", agregó.
Las palabras de Orsolini ganan contundencia si se las traslada al terreno geográfico.
En territorio bonaerense, el grupo italiano Paoletti acumula 13.000 hectáreas. La corporación también es conocida por haberse quedado con la concesión del Hotel Provincial, en Sierra de la Ventana.
"En La Pampa tenemos inversiones extranjeras. En particular, conozco varios casos de españoles", apuntó el gobernador Oscar Mario Jorge.
¿Qué sucede por el lado de Santa Fe? Si bien puede resultar llamativo, una de las provincias que alberga el grueso de las tierras más prósperas de la Argentina carece de un registro de compraventa de campos.
Como bien lo detallan medios santafesinos, "la Dirección de Catastro no cuenta con información sobre qué predios pertenecen a extranjeros. Tampoco el Registro de la Propiedad o el Ministerio de la Producción (provincial)".
Más allá de este vacío, desde Federación Agraria afirmaron a este medio que capitales italianos controlan vastas extensiones de terreno incluyendo, en su haber, unas 30.000 hectáreas operadas por el establecimiento Los Algodonales.
Por el lado de la provincia de Corrientes, en cambio, Tompkins aparece como el mayor propietario de tierras en los Esteros del Iberá, con alrededor de 140.000 hectáreas bajo su poder.
La zona es considerada clave para las próximas décadas no sólo por su biodiversidad, sino también por albergar una de las principales reservas de agua del planeta: el acuífero Guaraní.
En Misiones, la explotación de la madera impulsa el interés comercial de la chilena Alto Paraná, que ya tiene bajo su órbita algo así como el 6% del territorio total de la provincia.


Córdoba, Santiago del Estero, Chaco y Formosa


En cuanto a Córdoba, tampoco cuenta con información precisa y actualizada respecto a la incidencia de los extranjeros.
El caso más resonante en esa zona es, sin dudas, la adquisición de hasta 30.000 hectáreas en cercanías de Río Cuarto por parte de allegados al ex presidente estadounidense George W. Bush.
Al parecer, entre los socios de los Bush se cuentan los empresarios Ronald Krongold, el multimillonario George Soros y los cubanos Fanjul, dueños del imperio azucarero Santo Domingo.
La adquisición de estas tierras respondería al interés de la familia del ex mandatario por exportar agua mineral "Premium".
Córdoba ha sido la provincia elegida por la canadiense Bolland, que ha venido concretando avances en la zona norte, en búsqueda de reservas de "tierras raras", una combinación de minerales vital para el desarrollo de nuevas tecnologías.
En Santiago del Estero, es fuerte la presencia de capitales estadounidenses que dominan grandes superficies dedicadas a la producción agrícola y ganadera.
En Formosa y Chaco, empresas australianas tienen bajo su poder un total de 1,4 millones de hectáreas.

Tucumán, Salta, Jujuy y Catamarca


Hablar de dominio foráneo en Salta es sinónimo de AIG.
Sucede que la firma estadounidense controla el 7% de la superficie de la provincia.
Otra norteamericana, la canadiense Artha Risources, anunció hace poco tiempo que se había hecho del control de unas 55.000 hectáreas en la zona de Cachi.
También en esa zona, una firma australiana posee la titularidad de unas 70.000 hectáreas.
Por el lado de Tucumán, los grandes capitales estadounidenses vuelven a estampar su sello como titulares de las mejores tierras de la provincia.
Ya en Jujuy, se encuentran varias compañías canadienses que, instaladas en zonas de salares, controlan diversas áreas ricas en litio, un mineral sumamente preciado en el mundo, dado que es requerido para la fabricación de baterías para autos, celulares y equipos tecnológicos.
En Catamarca, GCN Combustibles apunta al dominio del oro y uranio. Para ello, controla desde hace varios años unas 700.000 hectáreas en Fiambalá.

La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis


En Mendoza, diversas fuentes periodísticas locales vienen dando cuenta de unas 500.000 hectáreas en manos de inversionistas del exterior.
De esa porción, la mitad pertenece a inversores malayos. La otra, principalmente, es propiedad de empresarios italianos, franceses, españoles e ingleses.
En cuanto a La Rioja, cobró relevancia un hecho del que diera cuenta iProfesional.com: la venta de unas 200.000 hectáreas protegidas, a tan sólo un millón de dólares y vía Internet.
"En esa provincia una firma se quedó con más de 400.000 hectáreas que incluían el pueblo de Jagüe en su interior", había denunciado Orsolini.
Con respecto a San Juan, la presencia foránea se hace visible de la mano de mineras como la canadiense Barrick Gold, que tiene a su cargo los proyectos de oro y plata Veladero y el controvertido Pascua Lama.
Suizos y británicos, a través de Xstrata Copper, explotan cobre y molibdeno a través del proyecto Pachón. La producción, ajustada a una amplia porción de territorio sanjuanino, está destinada a abastecer plantas de refinamiento en Japón, Corea y Taiwán.
En lo que hace a San Luis, la canadiense Wealth Minerals adquirió casi 6.000 hectáreas en cercanías de Rodeo de los Molles, para iniciar la búsqueda de "tierras raras".

Patagonia extranjera


Más allá de los ejemplos enunciados, la Patagonia lidera cualquier nómina respecto del control extranjero de tierras argentinas.
A los casos de Benetton (900.000 hectáreas), Ted Turner (55.000), Tompkins (parte de las 350.000) se suman las del dueño de Pepsico (80.000) que, a través de Alicurá, explota espacios de pesca y cotos de caza.
En Rio Negro hace muy pocos días se conocieron los detalles de la entrega de otras 7.000 hectáreas que el gobierno de Miguel Saiz había otorgado en 2009 a un grupo belga.
Según medios locales, el traspaso se hizo con una particularidad: la zona es de glaciares e incluye en sus márgenes parte del cerro Carreras, desde donde nacen varios de los ríos más importantes de la provincia.
En Chubut, tal como diera cuenta iProfesional.com, la Península de Valdés se ha transformado en el punto de desembarco de inversores ingleses.
"Aunque la avanzada en el lugar la están realizando principalmente inversionistas británicos, también hay incursión de estadounidenses. Es notorio cómo aparecieron en el último tiempo numerosas sociedades anónimas que controlan grandes extensiones de tierras", enfatizó a iProfesional.com Carlos Lorenzo, diputado de la UCR chubutense.
Pero más allá de los nombres, lo que alimenta aún más la preocupación son las 13 millones de hectáreas que hoy se ofrecen a la venta, la mayoría de ellas ubicada en la Patagonia.
Un territorio que, tal como aseguraron a este medio agentes inmobiliarios y legisladores provinciales, alberga un número casi indeterminado de terrenos fiscales. www.ecoportal.net
Patricio Eleisegui


LA OTRA CARA DE LA SEQUÍA EN CÓRDOBA




La sequía de Córdoba no se debe a falta de lluvia, este es solo un factor y aunque parezca mentira, es el menos importante.

Lo que los medios masivos de las corporaciones ocultan, es lo que trataré de develar.

Hay tres factores destacados. En primer lugar a la explotación minera. Desde Salta a Santa Cruz empresas como la Barrick Gold, explotan sin control nuestro recurso minero. Durante toda la década del 90, Gioja siendo diputado, se dedico a crear leyes que hoy lo benefician aunque no al país. Solamente la mina Veladero consume 90 millones de litros de agua por día. Es agua pura, dulce, potable sin tratamiento, que se desperdicia para tratar y transportar minerales. El agua utilizada, queda contaminada con cianuro y mercurio entre otros venenos. La empresa está exenta de impuestos, no paga retensiones, tampoco el agua porque la toma de pozos y encima, el estado nacional debe pagarle por el solo hecho de estar. ¿Imaginan la cantidad de agua que usan desde Salta a Santa Cruz?, va un dato? Córdoba posee ríos subterráneos que se alimentan mayoritariamente de la cordillera catamarqueña, riojana y sanjuanina. Se extraen tantos millones de litros por día, que no llegan a Córdoba por los ríos subterráneos. La mayoría se han secado al igual que los ríos de superficie, alimentados por estos acuíferos. La tierra perdió a tal punto su humedad, que parece un terrón sin vida por este efecto de succión desmedida de agua. ¿Las leyes de Gioja protegen a las corporaciones de posibles demandas de los consumidores por este efecto sequía?. Las demandas deben presentarse ante el CIADI, organismo creado por las mismas corporaciones. Argumentaron que en el tercer mundo los poderes judiciales no son confiables. Hoy, vemos que no es confiable el CIADI que viola la autonomía jurídica de los pueblos y su derecho a litigar en defensa de la vida.

Veamos ahora el segundo factor de importancia. Córdoba es la provincia de Argentina más deforestada, destruyeron el 94% de bosques y monte. Millones de hectáreas de estos bosques sencillamente desaparecieron al ritmo que se cultiva la soja. Estos grandes humedales cumplían la función de drenar al subsuelo millones de litros de agua en cada lluvia. Actuaban como grandes esponjas garantizando que las venas de la tierra estén llenas de su sangre, el agua. Al no existir estos humedales, el agua no es depurada y depositada en el acuífero subterráneo. A esto le agregamos que muchos de los grandes sojeros, extraen agua de perforaciones clandestinas que no son controladas por el estado, porque muchos funcionarios de primer nivel del gobierno de Córdoba son sojeros? sería como escupir para arriba. No solo destruyeron los humedales, sino que secaron la poca agua de corrientes o canales subterráneos.

El otro factor es la falta de lluvia, que sin dudas se debe a las causas de los puntos uno y dos porque al no haber ?filtración? de agua, los vientos aumentan su velocidad y evaporan la poca humedad de la superficie, resecando y quitándole vida a la tierra.

Mi amigo periodista Oscar Dagostino en su mensaje de correo dice ?Cuando hayas cortado el último árbol, contaminado el último río, pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se come?. ¿Se pusieron a pensar en esto?.

Sin embargo, nos quieren hacer creer que los culpables de la sequía y la falta de agua somos nosotros, los consumidores más pobres. Las empresas de gaseosas grandes, por cada botella de dos litros producida, gastan 400 de agua. ¿Por qué los medios no denuncian lo que aquí detallo? Porque son parte y solo se muestra una sola cara de la moneda la que nos culpa a nosotros. La otra queda oculta.

La gente no es culpable. En tal caso, podemos hacernos de la culpa de no haber reclamado a las empresas concesionarias de agua la inversión necesaria, solo se dedicaron a levantar y levantar dinero de los contribuyentes y a pedir aumentos de tarifas ¿esto no es causa suficiente para accionar ante el CIADI?. Años atrás, cuando faltaba lluvia, los ríos de superficie alimentados del subsuelo cordillerano, tenían agua. La sobre explotación minera condeno a muerte los ríos. Las cordilleras son nuestros tanques de agua, si las destruimos, padeceremos la sed. ¿Puede esto ser tipificado como crimen de lesa humanidad?.

¿Y que podemos hacer ante este panorama presentado?, veamos?

Conociendo las causas reales, podremos promover petitorios para salvaguardar la vida por sobre los intereses corporativos. Investigar si las leyes presentadas por políticos como Gioja cuando fue diputado, fueron manipuladas de ex profeso para su beneficio y en desmedro de la Nación y sus habitantes. Verificar si los acuerdos firmados por Menem ante el CIADI, no atentan contra la libertad jurídica argentina beneficiando el abuso corporativo. Corroborar si la prensa favoreció estos acuerdos silenciando la publicación de los mismos en desmedro del pueblo argentino. Comprobar si los medios de difusión de argentina, poseen conexiones o directivos relacionados con estas corporaciones.

Contrastar las leyes, a efectos de verificar si las empresas están habilitadas a envenenar el agua o dañar el medio ambiente. Ninguna ley puede atentar contra el ser humano como hoy sucede.

Estos petitorios deberán ser girados a los gobiernos municipales, provinciales, presidencia y cámaras de diputados y senadores.

Es sabido que la próxima camada de diputados, fue financiada en su mayoría por estas corporaciones y por los medios, por lo que no sería extraño que las sigan favoreciendo a cambio de suntuosas ganancias.

Es necesario actuar de inmediato. El único fin, deberá ser revertir este abuso y reestablecer el equilibrio natural antes que otras provincias padezcan la misma problemática.

A los capitales golondrina no les interesan las naciones y su gente. Solo responden ante el estímulo del dinero sin importar si en el proceso de ganarlo, mueren cientos de miles o contaminan a otros tantos, como es el caso de las mineras y del mercado agroexportador con millones de toneladas de agrotóxicos vertidos a la tierra. La activa participación desde escuelas, centros vecinales, municipios, cooperadoras, comisiones de fomentos, centros de jubilados y todo organismo u organización desde donde te puedas expresar será fundamental para revertir este abuso.

Ya no es la tierra quien nos necesita, es la vida. ¿Cuándo comenzamos?

Un cordial saludo

Alejandro Romero.

Las lluvias estivales en Córdoba y gran parte del cono sur, se originan por evaporación veraniega en el océano pacífico sur, latitud como la de tierra del fuego,45º y 50º.Éste fenómeno cíclico de sequía prolongada ya se vivó en 1986/87/88,es "la niña";en 97/98/99 se dio "El niño",veranos lluviosos...El efecto coriolis (rotación terrestre),trae los vientos cargados de humedad desde el sudoeste lejano, y atraviesan la cordillera que es relativamente baja, en Santa Cruz, Chubut y Neuquén; si te fijas, nuestras tormentas cordobesas siempre llegan desde el sud-sudoeste...
Esto expone como llega el agua de lluvia a esta zona, como es retenida, mantenida o no dentro del subsistema regional, es lo que si explica la nota de Alejandro Romero.

Ver también:

Gracias  Duilio Brunello