sábado, 19 de agosto de 2017

LA MANCHA DEL GRIEGO de Graciela Rost (completo)


CAPÍTULO 1 completo

jueves, 17 de agosto de 2017

LA MANCHA DEL GRIEGO de Graciela Rost. Cap 3 Epi 6

Episodio 6

LA MANCHA

  Ada llevaba cinco meses de embarazo.
  Xander estaba enredado en su propia madeja sin encontrar el hilo para desovillarse. En esos meses solo había conseguido incrementar la fortuna suya y la de Evan, abriendo sucursales en distintos países de muchas de las empresas. Los dos años de viajes por el mundo, lo habían cargado de conocimiento y experiencia.
  Lucas, le hizo ver una forma de desvincularse de parte de su patrimonio. Ese mismo día, reunieron al satélite y a los gerentes de las industrias, que había heredado de su padre. Les informaron que las industrias cambiarían de dueño. Ada Vitale, sería la nueva propietaria de todas las empresas y dependencias de las industrias que fueran de Andreas Sifakis. Sin consultarlo con ella y, siendo que todo el poder sobre esos bienes era propio y exclusivo, decidió traspasarlos a la madre de sus hijos que, salvo para Lucas, era una absoluta desconocida. Muchos creyeron que el muchacho estaba fuera de sus cabales.
  Esa noche, Xander se comunicó con Ada para avisarle que viajaría a verla. Llegaría en un par de días. Ada y los niños, gritaban de alegría del otro lado de la pantalla por la noticia; les pidió que no fueran a recibirlo, porque él iría directamente a la casa. Xander esperaba que esa alegría durara, luego que Ada se enterarse de lo que había hecho.
  Dejó a Lucas legalmente a cargo, mientras viajaba a América con Ares y Christo, sus amigos y seguridad personal que, tal como lo acostumbraban, vestían de jean y remera al igual que él, salvo que, sumaban a sus vestimentas chalecos para cubrir sus armas.

  Llegan los tres a la casa en una furgoneta negra. Seguridad abrió el portón y, al bajar, Ada los vio por la ventana. Corrió hacia Xander abrazándolo. Su prominente vientre los separaba gratamente. Él le tocaba la panza con las dos manos. Ella lo miraba con orgullo de madre y mujer enamorada, una conjunción perfecta que la gratificaba profundamente. Ella pudo ver su amor duplicado en los ojos de Xander.
  Los niños corrieron hacia las piernas de su padre apretándolo con fuerza. Él caminó hacia la casa con ellos a cuestas y de la mano de Ada. Sus compañeros de viaje le avisaron que visitarían el caserón acompañados por la nana.
_ ¿Llevas bien tu vida pese a las medidas de seguridad? -preguntó Xander-
_ Los de seguridad, se cuidan de mantenerse siempre ocultos en las calles o en el consultorio, permitiéndome llevar una vida normal, casi desapercibida para el resto de la gente. Attis está bien integrado en su jardín y es un niño muy listo y, Evan, siente celos de la panza, pero lo estamos solucionando ya que la ecografía mostró que se trataría de una niña.
  Xander se emocionó ante la noticia de una hija mujer, a esa altura, pensaba que solo podría engendrar varones.
  Xander llamó a la nana para que llevara a los niños, debía hablar con Ada. Como preámbulo le dijo que todo cuanto hacía era por una cuestión de seguridad para sus hijos. Ada asintió. Le explicó sobre el satélite de administración y los resultados que arrojó; también, de las nuevas empresas y emprendimientos. Ada asintió. Le dijo que era su obligación hacer crecer el patrimonio de sus hijos, pero también cuidarlos de las consecuencias. Ada nuevamente asintió …Entonces, sacó un sobre de su mochila y se lo entregó en las manos. Estaba escrito todo en griego y Xander se lo tradujo. Le informaba que ella, era la nueva dueña de las industrias Sifakis. Ada se quedó muy seria, esa vez no asintió, miraba los papeles tratando de encontrarle algún sentido.
_ Entiende Ada. No puedo mantener la unificación de las empresas, sin convertirme, en la primera fortuna del país. Tu sabes que esa situación nos pone a todos en riesgo. Por eso, tú debes ser la propietaria de la fortuna que me heredó mi padre. De esta forma seguirá siendo de los niños, sin una vinculación aparente. Ada… te aseguro que es sólo un trámite. El satélite, seguirá administrando todo. Solamente debes firmar el poder que se encuentra adjunto.
 _ Firmaré todos estos papeles, puedes quedarte tranquilo. Pero te aclaro que no estoy de acuerdo en que hayas hecho esto sin consultarlo primero conmigo. ¿Acaso, no eran importantes para ti las objeciones que pudiera yo tener al respecto?
_ No te enojes Ada. Debes entender mi desesperación por lograr una vida normal y a tu lado. Nada será como antes, los supe cuando asumí la conducción del grupo Satélite. Esto es lo más cerca que he estado, en años, de estar nuevamente a tu lado. Esto es lo único que me importa en la vida. No puedo deshacerme de lo que es de Evan, ya que se trata de la herencia de mi hijo, pero sí, de todo el resto. Esto es lo que tengo planeado hacer, en forma moderada y segura.
_ Creo que no tuviste en cuenta que figurar en los papeles de las empresas Sifakis, me ha sacado del anonimato, que tan bien mantenía ocultos a los pequeños. Temo que, lejos de protegerlos a todos, hayas cometido el error de exponerlos. ¡Por qué no me consultaste! -le gritó Ada-
  Xander bajó su cabeza.
_ Justamente por esta razón no lo hice. Sabía que te enojarías. Para mi descargo, te digo que, lo hice para asumir mi realidad y mantenerme dentro de ella, sin enloquecer. Ahora te pido que, tú también la asumas, no podemos seguir ocultándonos bajo las piedras. Tarde o temprano los niños crecerán y se encontrarían ellos, con todo el problema sin solucionar. Como me pasó a mí, cuando mi madre salió corriendo de Grecia dejando todo atrás.

  A diferencia de todas y cada una de las veces que se encontraban en esos años, esa vez sólo discutieron. Los dos sentían que tenían razón y pelearon por ello.
_ Ya no peleemos. Te necesito conmigo, no en mi contra.
Pero ella, estaba enfurecida con él.
_ ¡Acabas de poner en riesgo a nuestros hijos! -gritó Ada-
_ ¡¿Acaso tu sabes realmente lo que es poner a un hijo en riesgo?! ¡Yo sí lo se Ada, mi vida se mueve en torno al riesgo de mis hijos, Thanos fue mi maestro y soy capaz de dar mi vida por mantenerlos vivos! -gritó Xander, como algo que salía directo desde sus entrañas-
  Ada se dio cuenta que todas las decisiones de Xander se basaban en el dolor jamás superado por la muerte de su hijo. Se dio cuenta del peso, que la herencia de Evan significaba para él, sin poder desprenderse de ella. Entendió la necesidad de dividir las cargas para soportarlo. 
  Ada se acercó a él y lo abrazó.
_ Todo estará bien, ya lo verás -le aseguró Ada-
  Xander la besó con desesperación. La amaba tanto que lloraba por el temor que le provocaba que ella lo despreciara por lo que había hecho. Ada le repetía una y otra vez que todo estaría bien, aun así, el no dejaba de llorar. Ella tomó su mano y subió con él hasta su cuarto.
_ Señor Sifakis, prepárese porque esta mujer le hará el amor. 
  Ada lo amó con ternura infinita, necesitaba brindarle consuelo, sabía cuánto él lo necesitaba. Xander le pedía que lo perdonara. Le prometía que nunca más tomaría decisiones sin consultarlas con ella. Le pidió que no lo soltara. Ada no tenía pensado alejarse de él ni soltarlo, menos aún, dejar de amarlo; aun sabiendo que él seguiría tomando decisiones inconsultas. Enfrentarían juntos lo que viniera.
  Xander, antes de marcharse, le aseguró a Ada que regresaría antes de que se cumplirán los nueve meses, para estar a su lado en el parto. Esa vez, la despedida guardaba la secreta ilusión de un reencuentro definitivo.

  Una vez en Grecia, Lucas lo puso al tanto de las novedades, todas por demás buenas, respecto al funcionamiento de las nuevas empresas y sucursales. Las visitas sorpresa implementadas por Lucas y realizadas por cualquiera del grupo satélite, hacía que todo estuviera siempre en orden. En todo ese tiempo, Xander había logrado no sentirse atrapado por las empresas, sino que él estaba en control de ellas.

  A un par de meses de su llegada, se comunicó Martín para avisarle que Ada debía permanecer en reposo porque había tenido algunas complicaciones, que, si bien no era nada grave, no podía andar con normalidad hasta que se cumpliera la fecha de parto.
  Xander se desesperó, quiso viajar inmediatamente, pero lo convencieron de que primero dejara todo arreglado, para estar fuera varios meses y permanecer así más tiempo con Ada y los niños.
  Todo quedó arreglado en menos de un mes, e incluso había mandado a instalar, en la mansión, un centro de comunicación directa con el grupo satélite.

  Antes de subir a su avión, pasó a visitar la tumba de Thanos. Le pidió a su hijo que lo ayudara a ser fuerte y tener sabiduría para no cometer errores. Lloró abrazado al frío mármol. Tenía mucho miedo que algo malo le pasara a Ada.
  Nuevamente su avión aterrizó en América. Sentía prisa y ansiedad. Necesitaba estar al lado de Ada tanto como necesitaba respirar. Llegó a la casa subiendo directamente a su cuarto. Se arrodilló a su lado y le tomó las manos. Ada estaba algo débil, le faltaba un mineral en el organismo y eso la debilitaba. Ella intentaba tranquilizarlo, pero él no lo lograba. Le dijo que se ocuparía que nada malo le pasara a ninguna de ellas.
  Xander habló con el médico. Le preguntó que necesitaba para que ellas estuvieran bien. Le aclaró que, de ser necesario, instalaría una clínica dentro de la casa para que su mujer y su hija estuvieran bien. El médico se dio cuenta que hablaba en serio y decidieron instalar un servicio de internación domiciliaria, pero con aparatología de primer nivel.
  Cada noche, Xander dormía a su lado sosteniendo su mano para sentir si se despertaba. Cada día ella estaba mejor, se recuperaba mientras se acercaba la fecha de parto.
  Los niños entraban a la habitación con dibujos hechos por ellos: la familia compuesta por papá, mamá ellos dos y la beba por nacer que la dibujaban como la panza de Ada. También grandes y pequeños garabatos de Evan, que entregaba a su madre con orgullo.
  El día esperado llegó al fin. El médico decidió trasladarla a la clínica por si hiciera falta practicar una cesárea. Xander estaba a su lado, mientras nacía Delfina por parto natural. Lloraron ambos embargados de dicha con la niña en brazos. Ambas, estaban muy sanas y fuertes.
  La nana, llevó esa tare a los niños para que conocieran a su nueva hermanita. Un par de días después, ambas regresaban a la casa.
  Xander no quería separarse de ellas, necesitaba tiempo a su lado para cargar energías a su vida. No quería permanecer más tiempo separado de los suyos y el nacimiento de Delfina le daba una nueva oportunidad para distribuir su patrimonio.
  Se ubicó en el centro de comunicación para mantener una reunión con el grupo satélite. Les avisó que enviaría por medio de la Embajada, los documentos de traspaso de la naviera a nombre de Delfina Sifakis Vitale, designando como apoderado general a Lucas Martínez. Lucas, le dijo que estaba loco si pensaba que se haría cargo de la naviera. Xander, le explicó que con que firmara un poder para que el satélite lo administrara sería suficiente para que todo siguiera igual, tal como lo hizo Ada con las industrias. Lucas al ver la cara de expectante preocupación de Xander, le dijo que sí, que sería un orgullo para él representar a su hija. Lucas, estaba muy emocionado por la confianza que Xander depositaba en él.
  Nuevamente, él realizó todo esto sin conversarlo con Ada; pensó que ya tendrían tiempo para pelear por eso también. Así se hicieron los trámites, quedando en poder de Xander solamente el patrimonio de Evan y una parte de las otras empresas heredadas de Teodoro. 
  Pensó que le quedaba por conseguir lo más difícil de todo, pero no se movería de América hasta lograrlo.

Xander miraba extasiado como Ada amamantaba a Delfina. La imagen lo serenaba al punto de olvidar sus más profundos pesares.
_ Yo necesito de tu amor, para seguir viviendo. Los quiero a mi lado, como una familia normal. Quiero volver a estar contigo día y noche como lo hicimos hasta los veinte años; también pelear… y amigarme. Necesito llorar con tus tristezas y reír con tu risa. Sin ti no estoy vivo, solo existo.
  Ada lo miraba llena de amor.
_ Cásate conmigo y vivamos juntos en Grecia -le propuso Xander-
_ ¿Tu esposa? Y ¿En Grecia? -repitió Ada-
  Él la miró con desesperación mientras los ojos se le humedecían.
_ Tendría que aprender a hablar griego, aunque lo entiendo bastante bien y eso podría ser medio punto a tu favor.
  Xander entendió que ella se burlaba.
_ ¡Claro que me voy contigo al fin del mundo, no voy a seguir criando tus hijos sola!
  Xander las abrazó, por un momento había llegado a pensar que todo se desmoronaría, pero no fue así, ella también deseaba estar a su lado.
  Decidieron que se casarían antes de viajar, para hacerlo con sus amigos y que luego también se casarían en Grecia junto a la multitud familiar.

  Un mes más tarde, la mansión se llenó de luces y gente. El casamiento civil se realizó en la casa. La ceremonia fue simple, pese a que el embajador y personal de la embajada estaban presentes para apoyar al magnate griego Sifakis.
  Las amigas de Ada la felicitaron por llevarse al más codiciado de los chicos de la liga de básquet. Xander hizo llevar miles de platos para la fiesta. Esa noche, todos ellos rompieron platos al mejor estilo griego.

  Se llevaban a cabo los preparativos para partir, quedando la mansión a cargo del grupo de seguridad. Ada se despidió de sus inseparables amigas. Les hizo prometer que la visitarían en Grecia. Las tres lloraron al despedirse abrazadas.
  Los tres niños, los dos guardias, Martín, Ada y Xander partieron con destino a Grecia. A su llegada, Xander era un empresario más del montón, nadie se fijaba en él. Eso era todo cuanto él necesitaba, para sentirse tranquilo con su nueva familia.

  La noche en la playa de Mykonos, los cobijaba con el resplandor de una enorme luna. Ada y Xander, abrazados, hacían planes para el futuro de sus hijos.

  Los niños crecieron en esas playas de la isla. Xander y Ada lograron mejorar el sueño de amor, que alguna vez uniera a sus padres.



FIN

miércoles, 16 de agosto de 2017

LA MANCHA DEL GRIEGO de Graciela Rost. Cap 3 Epi 5

Episodio 5

UN LUGAR EN EL MUNDO

  Xander y Lucas armaron dos mochilas en las que portaban solo lo necesario para cambiarse un par de veces. Si bien no lograron escapar de la protección de la naviera, los guardias vestían informales como ellos. A simple vista eran solo cuatro jóvenes turistas.
  Viajaron en avión, recorriendo distintos países de Europa. El interior de cada país lo andaban en trenes o autos de alquiler. Hicieron un crucero, desde Nápoles hasta Marsella. En trenes y barcos hasta Egipto para luego llegar a Arabia donde decidieron pasar varios meses. Xander fue tomando nota de las actividades más productivas en Arabia Saudí: telecomunicaciones, sectores financieros y petroquímicos. En cambio, Lucas, llegó a desesperarse por la falta de alcohol. ¡Hasta la cerveza era ilegal! Intentaron imaginarse a Ada y las chicas viviendo allí, con riguroso abaya andando por las calles de Arabia. Coincidieron que ellas nunca se adaptarían a un lugar así.
  Tomaban fotografías que enviaban, por mail, a sus familias. Algunas noches, hablaban en conferencia con ellos, contándole las curiosidades de los lugares que visitaban.
*****
  Entretanto, la vida de Ada se había transformado en una alegre experiencia de niños, que la convirtieron en madre. Para no estar tanto tiempo sobre ellos, en el gran caserón, había decidido trabajar de su profesión fuera de casa, algunos días de la semana. El dolor que le causaba su amor de mujer se matizaba con nuevos retos profesionales y los juegos de los hijos de Xander. Ellos eran lo más importante de su vida.
*****
  Por el Mar de Arabia los muchachos llegaron a Mumbai, en la India y luego de varios meses en Nueva Delhi, tomaron un vuelo a Pekin, China. Estaban asombrados por las costumbres del lugar. Como primera medida, debieron hacerse análisis de sangre, sólo para tener una visa de ingreso. Notaron que la gente, en los lugares de venta callejera, eran culturalmente timadores. La gente parecía desesperada por conseguir dinero fácil, pero, más llamativo aún, era que no se registraban robos.
  Se dieron cuenta inmediatamente que no tenían como acceder a redes sociales. _ ¡Pero si este es el país que más fabrica celulares y tablets! -dijo Christos, uno de los guardaespaldas-
  Decidieron recorrer el país por avión, uniéndose a contingentes turísticos. Era muy difícil moverse en forma independiente debido al idioma y las costumbres del lugar.
  A esa altura, llevaban más de un año viajando. Esa semana, viajarían desde Shangay a Tokyo, donde tenían reservaciones en un hotel para pasar una temporada en ese lugar. De cada capital y por medio de la embajada griega de cada país, enviaban regalos para los niños.
  Un mes más tarde, viajaron a Moscú dónde permanecieron otro mes recorriéndolo. Para luego hacer un camino por Siberia, cruzando el Estrecho de Bering hasta Alaska y luego Canadá. Cada semana, cuando el país donde se encontraban se lo permitía, Xander se comunicaba por web con Ada y los niños, como también, con la familia de Lucas y los guardaespaldas. Les enviaban a todos, muchas fotografías de los sitios que visitaban.

  Los casi dos años que llevaban juntos, hizo que Xander, Lucas, los guardias Ares y Christos se hicieran muy buenos amigos.   Si bien, los guardias siempre estaban atentos a su trabajo, compartían habitaciones, viajes, experiencias… cada uno solía aportar algo del idioma que más conocía en los sitios a los que iban. Todos se habían dejado crecer la barba y el pelo. Si no hubiera sido por, lo doradas de las tarjetas de Xander, no hubieran podido parar en la mayoría de los hoteles en los que pretendían entrar.
  Se habían establecido en Vancouver por demasiado tiempo, sabían que debían partir, pero estaban cansados y esa ciudad canadiense les ofrecía un buen nivel de vida. Decidieron que, al llegar a Los Ángeles, California, harían que sus familias viajaran por turnos para encontrarse con ellos.

  Una vez instalados en California, cada uno de los guardias hizo viajar a su familiar más cercano, en ambos casos se trataba de sus padres. Todos disfrutaban de esas emotivas visitas.
  Con los padres de Lucas, llegó Martín. ¡Los chicos, al fin habían logrado estar los tres juntos! La alegría fue inmensa. Luego de tantos años, lograban unirse lejos de los dos países que mantenían la vida de ellos en vilo. Los padres de Lucas estaban preocupados por su aspecto, pero los relatos de su hijo hacían que se alegraran por todas las bellas experiencias vividas.
  Martín, les contó que Ada vivía para los niños y Attis había sido inscripto en un jardín privado ese año. Evan era un torbellino que disfrutaba del caserón más que Ada. Ella hacía una vida bastante normal. Había puesto un consultorio en la zona céntrica, donde atendía como psicóloga cada día, cinco horas por la tarde. Ejercía su profesión, además de criar a los niños, que hablaban correctamente los dos idiomas, tal como él había pedido.
  Una vez que Martín y los padres de Lucas se fueron, llegaría Ada con los dos niños. Los cuatro esperaban a los pequeños herederos Sifakis, pero Xander, más que nada en el mundo, quería tener a Ada entre sus brazos.
  Cuando los vio llegar no le alcanzaban los brazos para asirlos. Lloraba por la emoción que lo desbordaba. Sus pequeños no lo olvidaban, Ada se ocupaba que fuera así y ellos esperaban abrazarlo tanto como él a ellos. Xander les hablaba en griego y ellos le respondían con alegría en sus rostros. Christos y Ares alzaron a los niños, que también les hablaban en griego. Ada y Xander quedaron solos, hundidos en un prolongado abrazo.
  Una vez, que todos estaban ubicados en el hotel, no esperaron más para estar juntos. Habían sido dos largos años de esperarse y extrañarse. El deseo era, en ellos, el único sentimiento de amor que les arrebataba el alma. Se desvistieron con apuro, se besaron torpemente, las caricias les sonrojaban la piel; sus sexos no esperaron escusas para unirse. No midieron sus gemidos, ni los jadeos intensos; dejaron que sus corazones saltaran de sus pechos en cada latido. Con gritos y temblores, con estallidos de tanta pasión acumulada y desoída por tanto tiempo de espera. La mañana los encontró rendidos, uno ante el cuerpo del otro.
  Al día siguiente, viajaron todos a Santa Mónica, para que los niños disfrutaran de las playas. Ocuparon una suite en el hotel para pasar unos días. Ada y Xander vivían una especie de noviazgo, que siempre les resultó inverosímil. Sus destinos parecían rectas paralelas. Torpemente separados por circunstancias ajenas a ellos. Ya no planificaban nada, solamente vivían el momento. Esos días decidieron ser novios y amantes.

  Luego de una semana, Ada partía con los niños. Nuevamente la soledad invadía a Xander.
  Habló con Lucas sobre regresar a Grecia, necesitaba tomar el control de su vida y tenía que encontrar la manera, que eso sucediera lo antes posible. Cada año, su vida se volvía más vacía, crecía el sinsentido. La partida de Ada, lo hacía sentir realmente miserable.
  Bajaron del ferri, como si fueran turistas recién llegados a Mykonos, nadie los reconocía.
  Entraron a la casa de Xander, soltaron sus mochilas y los cuatro quedaron mirando al techo en absoluto silencio. En medio de tanto silencio… se sintió, creciente, el llanto de Xander. Era un llanto cansado, doblegado por la resignación. Cansado de perder en su vida todo cuanto amaba. Miró a sus compañeros y les preguntó retóricamente:
_ ¿Qué hice mal? ¿Cuál fue mi error? ¿Qué sigue ahora?
  Los amigos caminaron hacia él y se sentaron a su alrededor. Todos conocían los más oscuros secretos y dolores del alma de Xander. Llevaban juntos mucho tiempo y entendían ese profundo dolor que portaba, sin descargarlo nunca en nadie. Se quedaron a su lado escuchando sus razones, que eran muchas.
  De la naviera habían enviado dos nuevos guardias para reemplazar a Ares y Christos permitiendo así, que ellos fueran con sus familias por un tiempo.
_ ¿¡La Naviera es de mi propiedad o ella es mi dueña!? -gritó Xader enojado por como dispusieron de Ares y Christos-
  Xander se puso de pie, tomó las llaves del auto y fue directo a la Naviera.
  Casi no lo dejaron entrar, por su aspecto no lo habían reconocido. En ese instante, tuvo un nuevo ataque de furia en el que insultó a todo el que se le ponía enfrente.
  Su secretaria privada fue corriendo a su encuentro, tratando de calmarlo. Ahí estaba el dueño de la naviera, segunda fortuna más grande del país, vestido de jean rotos, remera manchada y ojotas; con barba y cabello largo de muchos días sin cortar y sin bañarse. Así y todo, su secretaria lo llamó “señor Sifakis”.
_ ¿Quién les dijo que podían cambiar mis guardias a su antojo?
_ Supuse que era lo correcto para ellos -respondió tímidamente la secretaria-
_ ¿Quién le dijo a usted que podía cambiar mi guardia a su antojo?
_ Disculpe señor. Pensé que era lo más correcto para los guardias -respondió asombrada-
_ Pongan la guardia que quieran desde la naviera, pero Christos y Ares, pasarán a ser guardias personales y no de la naviera. ¡Esta es una orden directa! -gritó Xander-
_ Comprendo señor -dijo ella algo incómoda-
  El personal no solo no estaba acostumbrado a verlo, sino que nunca lo habían escuchado dar órdenes sobre nada. La mayoría sintió temor, pues no sabían que esperar de él.
_ ¿Debo tomar nota de algo más señor? -preguntó su secretaria-
_ Entremos a la oficina, quiero ver las novedades de las empresas.
  El Gerente apareció con apuro.
_ No sabía que revisaría la administración de la empresa -se apuró a decir e Gerente-
_ ¿Debo pedirle permiso a alguien para hacer lo que se me antoje con mi empresa? -preguntó Xander cargado de ira-
_ No señor -respondió el Gerente, bajando la cabeza-
  En ese ínterin llegó Lucas, que había tomado la prevención de higienizarse antes de presentarse. Entró con Xander y le pidió a la secretaria que los dejara solos. Se sentó frente a él.
_ ¿Qué pretendes asustando a todo el personal?
_ Necesito saber, quién está manejando toda mi vida.
_ Vayamos a la casa a descansar. Mañana, indagaremos con más calma, todo lo que quieras saber -le pidió Lucas-

  Pasaron dos meses en los que Lucas y Xander concurrían a diario a la naviera, para interiorizarse de todo el manejo de esa y las otras empresas. El celular de Xander sonaba en su bolsillo. Del otro lado Ada le pedía que esa noche se conectara que debía hablar con él de algo importante.
  Por la noche se conectaron a la web sólo ellos, sin los niños.
_ ¿Te encuentras bien Ada? ¿Los niños?
_ Todo está bien Xander. Pero hay algo importante que tienes que saber. Serás nuevamente papá.
  Xander quedó sorprendido, su gesto le iba cambiando de sorpresa a alegría gradualmente, mientras conseguía entender y aceptar lo que Ada le estaba diciendo.
_ ¿¡Seremos padres!? -dijo Xander con alegría y asombro-
  Se sintió bendecido, por primera vez en mucho tiempo. _ Tendremos un hijo del amor Ada. De mi amor por ti -le dijo Xander emocionado-
Ada sonreía mientras se le caían las lágrimas. _ Sí, mi amor, nuestro hijo.
  En un momento, Xander sintió que su vida se iluminaba, se trataba de un deseo callado que se hacía realidad.
  Xander le dijo que todo lo que quería en la vida, era formar una simple familia con ella, ese siempre había sido su único sueño. Xander le prometió que encontraría la forma para que pudieran estar juntos y seguros. Esa noche, les costó despedirse y cerrar la comunicación.

  Lucas ayudó a Xander en un nuevo emprendimiento. Se trataba de hacer un reconocimiento tan intenso de las empresas como para intentar desvincularse, sin afectar la herencia de sus hijos. Esto los llevó, por el contrario, a ver más negocios posibles, basados en los que ya se tenían.
  Xander decidió armar un grupo de trabajo. Desvincularon de la naviera a una de las secretarias, Zoé, que poseía buen conocimiento de idiomas y era una mujer brillante, para convertirla en su secretaria privada. Llamaron a unirse a este grupo, al viejo albacea de Theodoro, Don Cosmos y a Leónidas como representante de los trabajadores de la familia Sifakis. De esa forma armaron su propio satélite de funcionamiento, entre todas y cada una de las empresas. Una vez armada esta unificación de estructura, convocaron una reunión general con las cabezas de cada una de las empresas.
  El grupo, al que ellos mismos llamaron “Satélite”, estaba compuesto solo por cinco personas: Xander, Lucas, Zoé, Cosmos y Leónidas. El segundo nivel eran los Gerentes. De esta forma, la naviera, era solo una empresa más del grupo. Conformaron legalmente la centralización presidencial de todas propiedades empresariales tanto suyas como de Evan (herencia que él manejaba).
  Ciertamente, Xander no estaba seguro de lo que hacía, si esto lo llevaría a la libertad tan esperada, pero al menos sabía dónde estaba parado y eso lo orientaba para hacerse cargo de su vida, bajo nuevas circunstancias. Cosa que, por años, se negó a enfrentar.
  Se llevó a cabo la reunión de gerentes para informarles el nuevo sistema de gestión y control de las empresas a su cargo. Indicándoles que, cualquiera del grupo satélite, estaba en condiciones de tomar decisiones en su ausencia. Si bien, se asombraron de la nueva administración, quedaron conformes de no ser revocados en sus puestos.
  Iniciaba una nueva etapa en la vida de Xander. Él sabía cuál era su verdadero motor, pero, hacia donde se dirigía era un misterio aún para él.


CONTINUARÁ MAÑANA con el episodio final...

martes, 15 de agosto de 2017

IVANA acción y silencio


Luchadora independiente 
Amor incondicional 

Ama a sus hijos como madre leona
si atacas a su cría
se agazapará el tiempo justo 
para soltarte el zarpazo
Nunca te fíes...

Es un sí en la boca, sin siquiera pensarlo
su mano extendida 
No sabés como hace, pero ella siempre puede.
Callada y sigilosa
Te presta atención en silencio, 
te estudia, te entiende.

Pero... cuando habla
mejor que la escuches
será sincera y certera
Si reclama un derecho, prestá atención!
No te aproveches de ella 
ni que te confundan sus silencios...

Desaparecerá de tu vida tan sigilosamente 
que te darás cuenta de su ausencia
cuando ya sea muy tarde
Ella es un SI y un adiós latente y silencioso.


Feliz cumpleaños hija!!
Te amo.

Gracieladas
16/8/2017

LA MANCHA DEL GRIEGO de Graciela Rost. Cap 3 Epi 4

Episodio 4

DIAS EN CASA

  Lucas no salía de su asombro. Por el solo hecho de acompañar a su amigo, su cara aparecía en la televisión y diarios griegos. Del “simpático” del grupo de amigos en una escuela de América, pasó a ser “el misterioso amigo” de Xander Sifakis en Grecia.  Lucas se reía mientras reboleaba diarios por la cabeza de Xander. Les habían dicho que debían esperar a que pasara el furor de los medios y luego estarían más tranquilos.
Ada, se comunicó para contarles que acababa de recibirse de Licenciada en Psicología. Detrás de ella se veían un grupo de amigos y compañeros que festejaban su título. Attis, siempre a su lado, pegado a sus piernas o en brazos. Lucas y Xander la felicitaron. ¡Al fin uno de ellos había alcanzado su meta!
_ ¿Cómo están mis amigos griegos? -preguntó Ada alegremente-
_ Estamos encerrados en la casa, por culpa de los periodistas y la guardia de seguridad que nos metieron -se apresuró a decir Lucas-
_ ¿Qué pasó? -preguntó Ada asustada-
_ Googleá Xander Sifakis y te enteras -contestó sonriendo Lucas-
  Ella usó el buscador y se encontró con noticias de todo el mundo. Xander sonrió por la cara de asombro de Ada.
_ ¿Lucas, que haces en los diarios; sex simbol griego? -dijo Ada-
  El grupo que la rodeaba se fue acercando a la pantalla para ver que causaba tanta admiración de Ada. Comenzaron a reí y a hacer un montón de especulaciones. Les dijeron a los chicos que, se comunicarían al día siguiente, luego que leyeran las novedades en los medios. Se despidieron con el acostumbrado beso de pantalla de Attis.
  Los medios no se tranquilizaban y ellos no querían que se filtraran en sus vidas de América, por lo que decidieron esperar para viajar. Nuevamente Xander, faltaría al cumpleaños de su hijo.

  Un tiempo después, intentó comprar pasajes online para viajar a América, pero no se los confirmaban. Pensaron que se trataba de un error. Xander llamó a la secretaria de la naviera. Le explicaron que ellos no necesitaban pasajes, porque la aerolínea era suya y le sugirió que usara el jet privado del que disponía Teodoro para sus viajes. Xander tenía mucho que aprender respecto a dónde estaba parado.
  El viaje lo organizó directamente su secretaria. Previsto para Xander, Lucas, Evan y su nana; también serían acompañados por dos guardaespaldas de la naviera.

  El avión aterrizó en un área privada. Los guardaespaldas bajaron primero, luego ellos y al final la tripulación. Lucas llamó al celular de Ada para avisarles que saldrían por una puerta diferente. Una vez en la salida, llegó un auto blindado. Xander les pidió que esperaran, porque había gente que los iría a recibir. Cuando Ada y Martín se acercaban, los hombres de seguridad los detuvieron a unos pocos pasos. Xander les dijo enojado, que los dejaran pasar y que mantuvieran cierta distancia ya que no estaban en Grecia.
  Ada corrió con Attis a abrazarlo. El niño gritaba repetidos: “papá”, colgándose de su cuello. Martín abrazó a Lucas, mientras le pedía un resumen de los acontecimientos.
  Xander hizo que la nana, se acercara con Evan. Ada tomó en brazos al pequeño y lo besó con dulzura. El personal de seguridad les indicó que debían transportarse en el auto de la empresa, por lo que Ada con los niños, la nana y Xander se subieron al auto avisando a los amigos que se encontrarían en el departamento de Ada.
  Xander le pidió perdón a Ada por tanto patovica alrededor. La naviera, no lo dejaba dar ni un paso solo fuera de la casa sin protección. Le confió que había esperado que lo dejaran en paz una vez en América, pero no tuvo suerte. Ada cargaba a Evan, mientras Attis iba en brazos de Xander.
_ ¿Te importa si paro nuevamente en tu departamento? Así dejaré el mío, para la nana y los “patovas”.
_ No debes ni pedirlo Xander.
  El auto, había parado en un hotel céntrico. Esa vez, Xander se puso firme y dio la dirección del nuevo destino. Le informaron que, por medidas de seguridad, primero debía registrase en ese Hotel y luego podía ir donde quisiera.
  Bajó corriendo, se registró y salió. No le había dado ni tiempo a bajar del auto a los de seguridad.
  Una vez en la casa, Ada le entregó las llaves del otro departamento para que instalara al personal y acostaran a Evan. Terminado esto, Xander, en presencia de Lucas y Martín, le dijo a Ada que debían pedirle algo de suma importancia.
_ Ada ¿Aceptarías adoptar a Attis, como su mamá?
  Ada saltó de su asiento por la emoción.
_ No es broma ¿verdad?  -se apuró a preguntar Ada-
_ Es muy en serio Ada. Attis no tiene más mamá que tú. Yo paso mucho tiempo fuera, así que, he pensado que lo mejor es regularizar la situación de ustedes dos -respondió Xander-
  Ada se colgó del cuello de Xander para besarlo.
_ Me parece que estás de acuerdo -comentó Xander sonriendo-
_ ¡Claro que sí! Attis es toda mi vida desde hace dos años -dijo emocionada Ada-
  Él abrió un maletín y le entregó un sobre diciéndole que, al día siguiente, irían a la embajada para cerrar el tema.  Xander había llevado el trámite realizado, solo faltaba que ella lo firmara. Martín fue a hablar sobre el tema, pero Xander lo frenó mirándolo severamente.
  Lucas, se había dado cuenta también que algo más pasaba ahí. Attis significaba, como mínimo, la cuarta parte de la fortuna Sifakis. Xander, no quiso que ella hiciera esa relación, por temor a que no aceptara la adopción.
  Esa noche, Xander pidió a la nana que se ocupara de ambos niños en el departamento de Ada, ya que Attis, tenía ahí su dormitorio. Les avisó a los de seguridad, que saldría sin ellos, que descansaran, ya que no había peligros en ese lugar. Él saldría con Ada, a solas.
_ ¿Qué haremos? -preguntó Ada-
_ Aprovecharemos la soledad de la suite del hotel.
  Llegaron al hotel, Xander pidió sus llaves y subieron.
  Xander sonrió al darse cuenta de que se trataba de la suite presidencial. Le confió a Ada que aún no entendía cómo funcionaba el nuevo mundo en el que lo habían metido.
  Ada prendió el jacuzzi. Caminó hasta Xander para desvestirlo, mientras, él lo hacía con ella. Se habían convertido en dos amantes, que compartían sus cuerpos dos veces al año, todo el resto del tiempo se deseaban, se observaban, esperando ese nuevo momento del encuentro.
  No había más secretos, se amaban. Entraron al jacuzzi sólo para hacer el amor. Se miraban uno al otro como redescubriéndose. Recorrían cada parte de sus cuerpos con la mirada. Fueron tantos los meses en que se desearon sin tocarse, que todo cuanto querían era estar unidos. Terminaban y volvían a comenzar en su danza de amor y placer.
  Sonó el teléfono de la suite. Dolía separarse, aunque sólo fuera por un momento. Xander, salió del agua para atender. Del otro lado, uno de sus guardias, le ordenaba a gritos que saliera inmediatamente de la habitación y bajara por las escaleras, que lo encontraría en el trayecto al vestíbulo.
  Xander pidió a Ada que se vistiera enseguida, mientras, el mismo se colocaba su jean; la tomó de la mano, abrió la puerta y miró hacia los dos lados. Corrió con ella hacia las escaleras, pidiéndole que se mantuviera en silencio. Llegaron al hall y vieron al guardia bajar del auto. El hombre, tomó a Xander del brazo y él a Ada. Corrieron dentro del vehículo blindado, que salió a toda velocidad del lugar.
 _ Señor Sifakis, entraron a su departamento y mataron a mi compañero. Yo logré escapar, para ocuparme de usted.
  Ada gritaba exigiendo que le dijeran si los niños estaban bien. El guardia no la entendía. Xander le pidió que le dijera sobre los niños. El hombre respondió que la nana y los niños, no se movieron de dentro del departamento de la señorita. Así se lo habían ordenado, y así lo hizo. Estaban bien y seguros por el momento, pero los trasladarían inmediatamente.
  Xander se dio cuenta que el departamento estaba a su nombre y por eso lo ubicaron. También se dio cuenta que, si no hubieran salido, posiblemente Evan hubiera sido secuestrado.
  Estaba enfurecido, golpeaba los asientos del coche pidiendo que frenaran. El auto se detuvo. Xander, aún estaba descalzo solamente vestía el jean, pero bajó y corrió por la calle a toda velocidad, el coche lo seguía lentamente. Ada lloraba, nunca lo había visto, tan fuera de sí. Luego de cinco calles, el auto se puso a su lado y él subió.
_ No se puede amor mío, nunca se va a poder… -le dijo a Ada mientras la abrazaba con fuerza-

  La policía ya estaba en el lugar cuando llegaron. Xander, sirvió de traductor para su guardia. Ada, entró a su departamento y corrió hasta el cuarto de Attis. Allí estaba la nana despierta, junto a los dos niños dormidos. Ada abrazó a la mujer.
_ Sas efcharistó -le agradeció en su idioma, por haber mantenido a salvo, a los niños-
   Ella escuchó a varias personas en el living hablando en griego. Caminó lentamente para ver de que se trataba. Dos hombres acompañaban al guardia y a Xander; logró reconocer a uno de ellos, era el mismísimo embajador. Les estaban ofreciendo ir a la embajada, como medida de seguridad, Xander se negaba, tenía que haber otra forma de proteger a los suyos. Xander le hizo señas a Ada para que se acercara, le habló del ofrecimiento de la embajada, le explicó que ya no podrían quedarse en el departamento. Ada asintió, todo lo que él le dijera, estaba bien, temía por él y los niños.
  Recogieron una valija para cada uno, las cosas de los niños y algunas fotos y papeles. Subieron a la limosina del embajador con los niños. Una vez en la embajada, les ofrecieron un departamento en uno de los pisos. Allí se instalaron por esa noche.
  Ada y Xander tenían destinada una habitación y la nana con los niños en la otra. No lograron dormir, ambos permanecían en silencio abrazados. Él, tenía muchas decisiones que tomar, todas difíciles.
  Por la mañana, Xander le pidió a Ada que hiciera una lista con las cosas que deseaba sacar del departamento, para que Cloe y Mara se ocuparan de retirarlas. Le mencionó que hablaría con el embajador y luego verían qué debían hacer.
  Luego de tener una conversación muy prolongada con el embajador. Xander salió de la embajada con cuatro escoltas, uno de ellos, su guardia de la naviera. Llegaron a una mansión vacía que revisaron íntegramente con aparatos de alta tecnología. El lugar se caracterizaba por estar rodeado de una muralla de piedra, sistemas de seguridad electrónicos, portón con rejas. Contaba con un gran parque trasero, la casa era de dos plantas, totalmente amueblada. Por demás grande, pero muy segura. Llegó al lugar, una empresa que se ocupaba de la seguridad de la embajada, ellos activarían los circuitos y pondrían personal rotativo para guardias.
  Al regresar a la embajada, habló con Ada.
_ Deberemos tomar decisiones que cambiarán tu vida para siempre. Necesito que vivas en un lugar seguro y anónimo para el resto del mundo. Te voy a pedir, por favor, aceptes adoptar también a Evan, para que pueda dejarlo fuera de Grecia. La embajada, aceptó hacer los trámites, como medida de seguridad para el niño, si tú estás de acuerdo. 
_ Haré todo lo que creas necesario, por la seguridad de los niños y la tuya -respondió Ada, en forma terminante-
_ Sé, que te estoy pidiendo demasiado, pero, por el momento, no veo otra alternativa. He comprado una casa muy segura, para que vivas con los niños y el personal de seguridad necesario. Soy consciente que Lucas, ya no podrá visitarlos, él es un vínculo muy directo conmigo, desde que lo fotografiaron a mi lado. No tienes idea, de lo apenado que estoy, por haber venido a traerte todos estos problemas. Dime ¿estás dispuesta a firmar la adopción y mudarte a la nueva casa?
_ Lo haré Xander. Nunca lamentes haber venido. Yo estoy y estaré a tu lado, aún en los peores momentos, debes recordarlo siempre.

  Terminaron los papeles de adopción. Los niños tenían agregado el apellido de ella y ese sería el que usarían en el país. Xander pensaba que, con Lucas alejado de la casa y si él no volviera a acercarse, ellos estarían seguros. Xander ofreció a la nana la residencia por trabajo en el país, si ella aceptaba quedarse. La nana aceptó con gusto, no tenía más familia en Grecia.
  Llegaron a la mansión. Mara y Cloe estaban en la puerta, Xander les había dado la dirección.
_ ¿Es una broma? -preguntó Mara mirando la casa-
  Ada miró a Xander, él las invitó a pasar para que la recorrieran.
_ ¿Y las llaves? – preguntó Ada-
_ No tiene llaves. Todo es electrónico y con personal de seguridad, al que deberán entregar los nombres, para conformar una lista de personas autorizadas para ingresar. Para salir, el chofer te llevará en el auto blindado, directamente desde el garaje -le detalló Xander-
_ Realmente es necesaria tanta seguridad? -preguntó Ada sorprendida-
_ Uno de mis hombres, murió porque yo pensaba que no era necesaria tanta seguridad.
  Ada les contó a las chicas que se había convertido en mamá legal de dos hermosos varoncitos. Xander se despidió de ellas porque debía ir a hablar personalmente con Lucas. Cuando Xander le explicó a Lucas lo que había pasado y las medidas de seguridad, ambos se sintieron muy mal.
_ Parece que estuviera maldecido y contagio a todo el que se me acerca -dijo Xander a Lucas-
_ Tengo la mejor solución. Mira, estoy a punto de rendir mi tesis y luego me iré a Grecia contigo. Por tu culpa me quedé sin amigos, así que te harás cargo de mi -dijo Lucas con muy buen humor-
  Xander sonrió, ante la feliz ocurrencia de Lucas. Ya estaba en la mira de quien quisiera dañarlo. ¿Qué mejor solución que estar juntos?
_ No fue casual que estudiara griego, estaba en mis planes vivir un tiempo contigo -agregó Lucas-
  Se comunicaron con Ada por web.
_ Es mejor que ya no nos veamos Ada -le explicó Xander-
  Ada lloraba del otro lado de la pantalla abrazada a los niños. Sus dos amigas, Mara y Cloe la acompañaban. Él no quería llorar, necesitaba mucha fortaleza para seguir adelante, abandonando todo cuanto amaba, sin saber cuándo volvería a verlos.
_ Ada, te pido que le permitas a la nana, que hable regularmente en griego con los niños y les enseñe a leer y escribir en mi idioma. Otra cosa, por favor, haz caso al personal de seguridad. El nuevo nexo directo conmigo, será Martín y nosotros, seguiremos comunicados cada semana por la web, como siempre lo hacemos.
  
  Xander se quedó en la ciudad, esperando que Lucas presentara su tesis para viajar juntos. Con Martín, se veían a escondidas. Una de esas veces, Martín le dijo que su prima quería viajar a Grecia para recorrer ese país con su marido y los dos niños, uno de ellos, era un bebe. Le sugirió que los llevara con él, para que lo vieran subir y bajar del avión con niños; de esa forma, nadie notaría que no regresó con Evan.
  Así fue como, la familia de Martín viajó con Lucas y Xander hasta Atenas.
  Todo el dinero, para mantener la estructura seguridad en América, llegaría por medio de la embajada hasta Martín, quien sería, a su vez, el responsable de la administración de todo lo de Xander en ese lugar, incluso lo que llegaba para Ada y los niños.

  Una vez en Mykonos, Lucas y Xander planificaron su nueva vida. Habían decidido no quedarse quietos en un lugar. Pensaron en usar todas las propiedades para vivir en forma nómade y, cuando se terminen, seguir en otros países, hasta conseguir que se olvidaran de él y de sus hijos.

CONTINUARÁ MAÑANA...