jueves, 3 de agosto de 2017

LA MANCHA DEL GRIEGO de Graciela Rost Cap 1 Epi 5

Episodio 5

Nuevos Años – NUEVOS RETOS

 Cada verano Bruno y Diana se preguntaban, cómo organizar el año siguiente, para que los chicos se aceptaran con afecto. Por más ideas que aportaban, nada resultaba bien. Esa vez, decidieron dejarlo librado al azar. Ambos recordaron que, ante la adversidad, Xander no dudó en salvar la vida de Ada en el mar. Ese era el mejor signo del destino por el que sabían que, entre ellos, tarde o temprano se defenderían entre sí. Habría que ser pacientes.
 La calma familiar la seguían otorgando las redes sociales, donde los chicos se peleaban a gusto y sin hacer intervenir a los mayores. Los padres preferían no averiguar lo que se decían. Podían entrever como iban las cosas, cuando uno de ellos regresaba enfadado o no quería comer o hablaba en griego, como en el caso de Xander.

 Pasaron las vacaciones, todo un nuevo ciclo escolar y llegaban los quince años de Ada. Acontecimiento esperado por todas las chicas para poner fecha y hora a la madurez.
 Bruno y Diana contrataron un salón y gente especializada en fiestas de quince. Todo listo: la decoración, las mesas, la torta, las cintas, la música, fotógrafo, el vestido. Todo estaba en orden, con dos personas ocupándose de la recepción de invitados, en la puerta del salón. La lista había sido confeccionada por Ada, sólo permitió que Xander invitara a sus tres amigos, porque su padre la obligó. Si por ella hubiera sido, ni Xander hubiera estado invitado.
 La fiesta se desarrolló en divertida calma. Las chicas habían sacado sus cintas, la torta ya estaba cortada y servida, sólo quedaban los jóvenes divirtiéndose y bailando sin parar.
 Luego de la media noche, cuando los padres estaban estirados en las sillas, cabeceando y bostezando. Aparecieron una centena de jóvenes con botellas de cervezas en las manos, invadiendo la fiesta. Eran todos alumnos del mismo colegio que se habían invitado por facebook. 
 Bruno y Diana no sabían qué hacer, todos parecían muy felices, también Ada y Xander.  Pero, los nuevos aportaban alcohol, cosa que no estaba prevista en absoluto en la diversión juvenil. Se miraron mientras se incorporaban lentamente de las sillas y decidieron dejarlos continuar, vigilándolos más atentamente para que no hubiera desmanes o excesos.
 La fiesta tomó otra temperatura. Los chicos entraban y salían del salón. Había grupos verdaderamente alcoholizados. A las cuatro de la mañana, los padres decidieron pedir ayuda a la policía, porque temieron que afuera del salón, alguien pudiera estar distribuyendo drogas a los jóvenes.
 Uno de los desaparecidos era Xander. No lo encontraron por ningún rincón del salón, ni en los baños. Al encontrarse con Lucas, él le aseguró que no se preocuparan porque Xander y Martín habían salido con unas chicas. Diana miró a Bruno preocupada.
_ ¿Para qué salieron con las chicas, si la fiesta está aquí dentro?
 Bruno la miró con ternura; ella se asombró al darse cuenta de cuánto su hijo había crecido. Bruno por las dudas se puso más atento, ya no le quitó la vista de encima a su hija.
 Luego de esa noche, decidieron que ya no habría más fiestas para nadie. Que salieran a divertirse con los amigos, pero ellos no organizarían más ni una parrillada para jóvenes.

 Bruno decidió tener una conversación con Xander de hombre a hombre. Le explicó del uso del condón, de los embarazos, las enfermedades de trasmisión sexual, la responsabilidad de ser hombre y al terminar le pidió un favor…
_ Necesito que estés atento a que Ada no sea acosada por jóvenes mal intencionados.
_ Eso no pasará si yo estoy presente -le aseguró Xander secamente-
 Bruno se alegró de escuchar esas palabras.  El muchacho, había madurado mucho para su corta edad.

 CARÁCTER Y HORMONAS

 La pareja, pese a ser muy joven aún, había decidido no tener hijos propios. El conflicto diario que generaban cada uno de sus hijos, los había acobardado al respecto y ambos sentían que la cuota como padres estaba ampliamente cubierta.
 Los chicos habían llegado a los dieciséis con vida, sin matarse uno al otro y eso les resultaba bastante satisfactorio para los padres. Con los jóvenes en el secundario, entre entrenamientos, estudio y amigos, hacían que sus vidas parecieran más independientes. Los deportes los mantenían lejos de las drogas y el alcohol. Los amigos compartían los mismos deportes y principios que ellos. Eso les sumaba tranquilidad a los padres. Todo lo que les preocupaba, era ese odio visceral que parecía no desaparecer de las miradas de los chicos, cuando se cruzaban.

 Si bien Javier no los acompañaba en lo deportivo, siempre permanecía cerca del grupo. Lucas ya no entrenaba en el equipo local, pero sí en el del colegio. Martín y Xander pasaban juntos casi todo el día compartiendo todas las actividades, incluso saliendo con las novias casuales que se presentaban. En esos acontecimientos, hacían que las chicas llevaran dos amigas más para que pudieran salir los cuatro amigos juntos.
 En las salidas nocturnas, se encontraban con Ada, Mara y Cloe que salían, a su vez, con sus propios amigos. Uno de ellos, muy interesado en Ada, no la dejaba sola. Se lo notaba más insistente de lo normal. Pero, como Ada no se quejaba ni lo echaba, sus amigas no se metían entre ellos. Esa noche, todos compartían el mismo “antro”.
 Cloe, se había enamorado de Xander, pero no se lo confesó a Ada porque tenía miedo de que no quisiera ser más su amiga. Siempre estaba atenta a los lugares donde él concurriría, para incitar a las chicas a ir a ese sitio. Los amigos de Xander le hicieron notar como lo miraba Cloe. Si bien a él le gustaba físicamente, el hecho que fuera tan amiga de Ada hacía que prefiriera no acercarse a ella.
 El amigo “acosador” de Ada, la tenía acorralada con sus brazos contra la barra, ella trataba de escurrirse de él, pero el joven había tomado de más y estaba más insistente que otros días. Las chicas le pidieron que se alejara de ellas, pero cuando lo empujaron, se acercaron los amigos del chico y las corrieron armando una barrera entre ellas y Ada.
 Xander, dese lejos, observaba la escena que se formaba alrededor de Ada.
 _ Tendré que ir a sacar a Ada de problemas -comentó Xander a sus amigos-
_ Te acompañaremos. No vas a poder solo contra cuatro -se ofrecieron decididos los chicos-
 Xander se acercó al joven tocándole con dos dedos el hombro. El chico dio vuelta la cara para mirarlo y Xander le atinó una trompada en la nariz; tomó del brazo a Ada y la arrastró con él. Sus amigos iniciaron una pelea con el otro grupo de chicos, mientras Xander peleaba con el acosador de Ada durante la carrera a la puerta. Cuando los patovicas se aceraban, Xander tomó a Ada fuertemente de la mano apurando su paso; Cloe y Mara los siguieron mientras Javier, Martín y Lucas avanzaban con ellos, sacándose a golpes al resto de jóvenes que los perseguían.
 Una vez que los siete se encontraban en la puerta, ellos tomaron a las chicas de las manos para correr a toda velocidad. Cuando ya se estaban a dos calles del lugar, los chicos se dieron cuenta que habían olvidado a sus ocasionales novias adentro del bailable. No podían regresar, los patovicas no les permitirían entrar y el grupo de chicos podría estar esperándolos en cualquier sitio.
 Continuaron caminando. Los varones hablaban nerviosos de los golpes dados y recibidos. Las tres chicas, iban a su lado en silencio, como masticando interiormente toda esa nueva experiencia.
_ Mejor no les digamos nada a nuestros padre -le pidió Ada a Xander-
 Él estuvo de acuerdo. El único problema sería explicar porque el ojo le había quedado así de negro. Los siete llegaron esa madrugada caminando hasta la casa de los chicos, quedándose en la cocina y tomando una jarra de té helado.
_ ¿Por qué aguantaste tanto tiempo a ese pesado?
_ A ti no te importa lo que yo haga.
_ Mira Ada, si no sabes cómo frenar a un tipo, te vas a meter en problemas y no siempre estaré ahí para defenderte.
_ ¡Nadie te pidió que me defiendas de nada! Tú, eres un metido que solo buscas peleas -le respondió desafiante Ada, parada frente a él-
 _ Misó… -le respondió él, sacudiendo la cabeza muy enfadado-
 _ También te odio, imbécil -respondió Ada en castellano-
_ Si siguen odiándose tanto, les auguro un matrimonio prolongado -les dijo Mara riéndose-
 Ambos la miraron muy serios.
_ ¡No digas estupideces Mara! -le gritó Ada-

NOCHE SIN FIN

 La mañana los encontró a todos los varones durmiendo sobre colchones en el suelo de la habitación de Xander y a las chicas amontonadas en la cama de Ada.
 Los chicos despertaban comentando los dolores físicos que tenían por los golpes, haciendo gala de sus heridas de guerra. Se les notaban las marcas y eso hacía que fuera imposible ocultar a los padres la noche de pelea que habían tenido. El riesgo que corrían era el castigo de no dejarlos salir y eso complicaría sus vidas sexuales. Entre ellos se codeaban, recordando a las chicas con las que habían estado y dejaron olvidadas en el antro. Estaban seguros de que luego de semejante desplante, no les prestarían más atención.
 Martín les comunicó que se equivocaban, acababa de recibir un mensaje de la chica que había estado con él, preguntándole cómo estaban todos. Rieron entusiasmados y se agolparon alrededor del celular. Xander prendió la notebook, para ver si se decía algo de la pelea en facebook. No solo se hablaba de la pelea. También, eran invitados a pelear en terreno neutral, por el grupo de chicos con los que se habían golpeado.
 Se miraron preocupados, debían responder, pero ninguno tenía el mínimo deseo de pelear con nadie. Lo dejaron pendiente, mientras pensaban qué responderían.
 Las chicas vieron lo mismo que ellos. Ada comentó sonriente que tal vez, esa fuera la forma de sacarse de encima a Xander. Sus amigas coincidieron en que, pese a lo que ella había dicho en la noche, la realidad era que los chicos las habían salvado de un problema y ahora el problema lo tenían ellos.
 Diana entró al cuarto de su hijo y se encontró con el panorama de Xander con un ojo negro y el resto de jóvenes también visiblemente golpeados.
_ ¡Díganme ya mismo que ha pasado! -les gritó muy preocupada-
_ Échai éna próvlima -respondió Xander-
_ ¡Ya veo que tienes un problema, en el ojo! Y otro conmigo hasta que me expliques que pasó -respondió enojada Diana-
 Los amigos, se rieron por la respuesta de Diana y por los nervios que tenían.
_ Mitéra, te pido que no te enojes -dijo intuyendo que ya era tarde para eso-
_ ¿Cómo es posible que uno chicos bien educados se golpeen de esa forma? ¿Con quienes pelearon así?
 Xander le estiró la notebook para que viera las caras de sus contrincantes.
_ ¡Válgame Dios! ¡Los invitan a seguir peleando! -gritó Diana-
Bruno entró al cuarto alertado por los gritos de su mujer. Vio la escena de los jóvenes golpeados y el facebook de Xander.
_ ¿Quién inició esta pelea? -preguntó Bruno-
 Xander levantó la mano _ Sólo yo, ellos me ayudaron a salir -dijo tratando de desvincular a sus amigos-
_ Quiero saber ya mismo la razón de esa pelea -exigió Bruno-
Xander quedó callado.
_ Fue culpa de Ada, Xander solo quiso defenderla -dijo Javier-
 Xander lo miró con desaprobación, él había prometido a Ada que no diría nada.
 Bruno golpeó la puerta de su hija y la abrió sin esperar respuesta. Les dijo a las muchachas que fueran a reunirse al cuarto de Xander.
 Las chicas comentaron que efectivamente un chico acosaba a Ada y Xander lo golpeó, le relataron todo lo que había pasado con lujo de detalles. Bruno le dijo a Xander que la respuesta que daría a esa solicitud de pelea debía ser que no golpearía a nadie, y que los retaran duelo con un partido de básquet.
_ Si decimos eso quedaremos como cobardes… -se quejaban los chicos todos a la vez-
_ Tal vez yo podría solucionarlo si me comunico directamente con quien inició el problema -sugirió Ada-
_ Bueno. Inténtalo. Pero de ninguna manera permitiré más peleas a los golpes -concluyó Bruno-
 Los padres se retiraron de la habitación sumamente preocupados, hasta pensaron en levantar una denuncia. Temían por lo que esa pandilla, pudiera hacerles a los chicos.
_ Javier, no debiste haber dicho nada -dijo Xander-
_ Es verdad, toda la culpa fue de Ada, por hacerse la bonita delante de cualquier borracho -respondió Javier-
_ Lo que te pasa a ti, es que sangras por la herida porque yo ni te registro -le espetó orgullosa Ada-
 En pocos segundos, la habitación de Xander se había convertido en un nuevo griterío. Las chicas defendían a Ada y los chicos a Javier.
 Xander se puso de pie, tomó a Ada de un brazo y la arrojó contra la pared. Poniéndole luego la mano abierta en el pecho le dijo: _ No te acerque más a mí. “Min prosengisi” -le repitió en griego totalmente fastidiado-
 Ada salió llorando del cuarto. Era la primera vez que Xander la maltrataba realmente y la había asustado. Las chicas corrieron tras ella a consolarla. Xander cerró su puerta dando un golpe. Ella tomó esa actitud de Xander como una nueva guerra declarada. No podía permitir que Xander se atreviera a maltratarla de esa manera.
 Tal como había prometido a su padre, por mensaje privado de facebook se comunicó con chico que la había molestado y le dijo que los amigos levantaran la invitación a pelear que le hicieron a Xander y su grupo, que si no lo hacía ella lo acusaría de acosador por la misma red social, etiquetando su cara a todos los contactos que tenía.
 El chico le pidió disculpas, adujo que estaba borracho y que él solo quería que ella le prestara atención. Ada le respondió que nunca le prestaría atención a un acosador y menos aún, a quien se juntara con pandilleros que buscan pleitos. Una hora más tarde, la invitación a pelear había sido levantada de la red social.
 Ada y las chicas bajaron a decirle a Bruno que ya estaba solucionado y le mostraron que había desaparecido la invitación a pelear. Les avisó que se irían a la casa de Cloe y luego salieron.
 Diana se desplomó aliviada en un sillón.
 Los chicos vieron que la invitación ya no estaba y golpearon sus manos en el aire, en señal de triunfo. Xander seguía enojado, no lograba sacarse de encima la bronca que le ocasionaba Ada con sus arranques histéricos.


CONTINUARÁ MAÑANA...
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