sábado, 30 de abril de 2011

Humor Político: Avisos clasificados. Por Alejandro Borensztein




Funebres
Oposición Nacional (qepd) falleció en abril de 2011. Sus amigos de siempre acompañan a todas las fuerzas opositoras en este triste momento y las despiden con amor.
Oposición Nacional (qepd) falleció en abril de 2011. El gobierno nacional, la Presidenta, ministros, secretarios y subsecretarios acompañan a toda la familia opositora en este doloroso momento. No saben cuánto lo lamentamos.

Ayuda Espiritual
Tarotista - Vidente - Amarres - “No me digas nada, yo te diré todo”. Parejas. Conexión con vidas pasadas. Preguntar por Lilita. Elefantitos de la suerte a 20 pesos. Sahumerios gratis.

Sociales
Luis D’Elía saluda a la comunidad judía en estas pascuas y abraza a todos sus miembros con el cariño de siempre. ¡Feliz Pesaj! ¡Jag Sameaj! ¡Shalom! ¡Putos! Francisco de Narváez comunica a familiares y amigos su reciente divorcio de los matrimonios contraídos con Mauricio Macri y Felipe Solá.
Francisco de Narváez y Ricardo Alfonsín participan a Ud. de su casamiento a realizarse el mes entrante en la basílica de Nuestra Señora de la Tarasca.

Licitaciones
La Cancillería de la República Argentina llama a licitación para la adquisición de oficinas. Requisitos: 20 m2 despacho secretaria, 50 m2 despacho ministro, baño, cochera y un mínimo de 1.000 m2 para depósito de ego.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires llama a licitación para la compra de felpudos, alfombras y trapos de piso. Los pliegos de condiciones serán entregados personalmente por el gobernador Scioli, de lunes a viernes de 8 a 17 hs, en portería.
La Secretaría de Comercio llama a licitación para la compra de garrotes, armaduras, guantes de box, protectores bucales, cachiporras, hachas, manoplas, arrancadores de pestañas, rompefalanges y aprietahuevos. Base de la licitación: el mismo valor que la de 2010, pero con el 30% de aumento por la inflación.

Compra/Venta
Dueño vende partido político federal.
Incluye escuditos, foto de Perón y Evita a estrenar y marchita con derechos de autor totalmente al día en SADAIC. Contactar en Lomas de Zamora. Preguntar por la Chiche o el Edu.
Dueño vende o alquila casas, departamentos, barcos, aviones, relojes, cadenitas de oro. Amplia variedad de stock, colores y modelos. Provincia de Córdoba, preguntar por Jaime.
Ventas.
Gobierno Nacional liquida líder sindical con pretensiones presidenciales. Entrega inmediata. Si llamás en las próximas 24 horas, te llevás también un dirigente sindical bancario y uno ferroviario con entrega en 2 o 3 años.
¡Platita ya! Créditos inmediatos a intendentes y gobernadores, para la construcción de rutas, puentes y obras de saneamiento. Sólo se requiere certificado de adhesión al kirchnerismo o declaración jurada de sometimiento. Consultar en Balcarce 50. Código Postal CFK2011.
Urgente.
Por cambio de ramo. Ex candidato a presidente, ahora flamante candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad y cineasta, busca empresa de minería a cielo abierto, que contamine y use mucho cianuro en Capital, preferentemente en Caballito, Flores o Belgrano, lista para ser puteada.
Permuto.
Ecuatoriano desorientado por bruja vidente que me indique el camino a seguir. En Capital, preguntar por Mauri. Por las dudas, también compro sonajeros y cochecito para bebe (nuevo o usado).
Animamos tu fiestita de cumpleaños.
Falange de propaganda mediática kirchnerista te lleva sus mejores videítos y fotos. Cotillón para escraches. Todos los modelos de intelectuales y mediáticos falsos progresistas. De guardia las 24 hs en todos los medios de comunicación públicos y afines.
Candidato a Jefe de Gobierno busca extras para aplausos y bebés para besar. Preguntar por Aníbal Ibarra (después del mediodía).

Extravíos
Se denuncia el extravío completo del cuerpo de la Policía Federal Argentina que estaba bajo el control de la Jefatura de Gabinete. Quien pueda dar pistas sobre su paradero, comunicarse con Aníbal Fernández, y será recompensado con una suculenta pauta publicitaria oficial.
Se denuncia el extravío completo de la pauta publicitaria oficial que estaba bajo el control de la Jefatura de Gabinete. Quien pueda dar pistas sobre su paradero, comunicarse con Aníbal Fernández, y será recompensado… bueno, ya veremos con qué.
Se me extravió valija con 800.000 dólares. Quien pueda dar pistas sobre su paradero comunicarse con Sr. Antonini Wilson en Miami. Sin apuro, porque total esa guita no era para mí.

Rubro 59
Margarita. Busco compañero de fórmula presidencial o provincial. Acepto que él vaya arriba (en la fórmula) y yo abajo, o viceversa. Soy mimosa y atrevida, pero leo a Borges.
Gabriela. Busco compañero de fórmula para la Ciudad de Buenos Aires. Yo siempre arriba (en la fórmula). Canto y toco la guitarra. Pelados abstenerse.
Ocaña. Lubertino. Estenssoro. Giudici. Buscamos compañeros de fórmula. Mimosas y traviesas. Llamanos.

Agradecimientos
Infiltrado ultra K (casi) , con base en página 2 del maldito monopolio, agradece a la Presidenta de la Nación por el reconocimiento al viejo. Inexactitudes históricas al margen, nobleza obliga, gracias por el recuerdo. Los mimos son siempre bienvenidos. Sobre todo en estos tiempos.

fuente: Clarín

LA MAS LLAMATIVA FOTO DE LA BODA REAL !!!



LA NOTA LA DEJO A SU CRITERIO... YO LE MUESTRO LA FOTO QUE ME DEJÓ MI AMIGA ALES.......

YCRT paga en sueldos 600 millones de pesos al año y produce 20


29/04 – 17:00 - Hace mucho tiempo sostuvimos una premisa que nos granjeó antipatías; dijimos: “cuando este modelo se termine cierran la cuenca y tiran la llave”. Hoy el actual Interventor Atanasio Pérez Ozuna dio números escalofriantes, irremontables, que confirman nuestras profundas sospechas de que la población de Río Turbio y 28 de Noviembre sobreviven, exclusivamente, bajo este gobierno nacional.
Le quiero informar a la comunidad que hoy la empresa YCRT gasta 600 millones de pesos al año en sueldos y demás beneficios, mientras que la recaudación es sólo de 20 millones”. Estas palabras las dijo ayer el Interventor de YCRT Atanasio Pérez Ozuna, quien asumió ese rol a finales del año pasado y las reproduce hoy el diario La Opinión Austral.
La revelación de Ozuna es una confesión brutal de que la mina de carbón de Río Turbio es absolutamente insustentable y confirma, una vez más (como hoy la AOMA confirma nuestras críticas y denuncias a la falta de seguridad, cuidado ambiental e inversión de parte de Minera Santa Cruz SA) lo que en algún momento expresamos en una nota de opinión y mereció el enojo de muchos lectores de la cuenca que posteaban ofendidos con nosotros cuando señalamos que el día que el kirchnerismo no esté más en el poder a nivel nacional, los pobladores de la cuenca carbonífera sufrirán las graves consecuencias que implicó sostener un yacimiento que no produce lo que gasta y particularmente la falta de políticas en materia de recursos alternativos para la región.
Ozuna, quien intenta un “renacer” de la empresa, cuestión absolutamente poco creíble, cargó contra las administraciones anteriores y sostuvo “la planificación minera que hoy está en vigencia es la presentada por Daniel Peralta cuando fue interventor, el ingeniero Ángel Garabello pasó sin pena ni gloria por la empresa”, como si YCRT no hubiera estado los últimos 8 años manejada desde la misma oficina de Julio de Vido, desde donde hoy le dieron a Ozuna el papel que tuvieron sus atencesores.
Es aquí donde el Interventor trata de aparecer como el “gran componedor” y llama a los gremios internos del yacimientos “a sentarse, dialogar y buscar la mejor solución a este tipo de problemáticas, porque es absolutamente necesario que pongamos a esta empresa de pie y podamos aumentar los índices de producción”, señala LOA que dijo el Ozuna.
Los dislates del diputado en uso de licencia no se terminaron ahí, pues a continuación añade el diario “Además de estas afirmaciones, Osuna confirmó que en la jornada del lunes se concretaría una reunión con el licenciado Barata, en la que se presentaría la nueva planificación minera, con el objetivo de poder avanzar, garantizar las inversiones y planificar el ingreso de al menos 1.000 trabajadores a partir del mes de diciembre del presente año”.
Es decir, que a la plantilla sobredimensionada que ya tiene el yacimiento, donde los mismos mineros han declarado que “hay más caciques que indios”, con Gerentes, subgerentes, Directores y Jefes con sueldos sobreelevados y más de 2000 trabajadores en relación directa con el yacimientos, se les van a agregar 1.000, lo cual llevaría el gasto funcional de 600 a 1.000 o 1.200 millones por año, sin que nada le asegure al Estado que la producción de carbón, que hoy provee al presupuesto de escasos 20 millones de pesos anuales, logre aumentar en la misma proporción.
La otra gran pregunta que debemos hacernos es ¿Cuántas veces se deberá incrementar la producción para equiparar mínimamente lo que se lleva presupuestariamente YCRT en gasto de personal?. Simple, a los valores actuales, es decir 20 millones de pesos por año, el yacimiento debería producir 30 veces más que en la actualidad. Ozuna, que parece haber llegado a la cuenca con el Maná bajo el brazo, señala como toda una revelación que se va a sentar con el Licenciado Barata para definir una “nueva planificación minera”, cuando no dice, que es el mismo Barata que hace 8 años planifica lo mismo y no ha logrado hacerla rentable, excepto para el sector político, con el ingreso indiscriminado de personal sin ningún tipo de aptitud, algunos provenientes de la provincia de Buenos Aires, arribados de la mano del diputado Edgardo Depetri.
La brutalidad verborragica de Ozuna no terminó allí, dado que el artículo continúa señalando “En relación a Mina 6, otra de las controversias que se generaron en estos días, Osuna expresó que en reuniones mantenidas el año pasado con dirigentes gremiales, los intendentes de la cuenca y diputados, el ingeniero Garabello les habría manifestado que “esa galería era una galería de definición política” y que la información con la que cuenta la intervención en la actualidad indica que en ese sector “hay fallas importantes y que no hay carbón”.
Tal aseveración pone luz sobre lo que tantas veces hemos dicho, en relación a la dificultad que existirá para abastecer a la termousina con carbón de la cuenca, ya que de acuerdo al EIA, realizado por Isolux Corsán, el funcionamiento de la misma demandará una producción cinco veces mayor a la actual.
El nuevo Interventor de YCRT pretende “sincerar” una situación que no es nueva ni novedosa; se encuentra en medio de una contienda gremial interna y pretende trazar una línea imaginaria entre su administración y las anteriores, sin pensar que desnuda una realidad aguda para los habitantes de la cuenca, que hoy ven más que nunca su destino atado, necesariamente, a la preservación de un gobierno nacional que pueda sostener el yacimiento en las condiciones actuales, sabiendo de antemano que cualquier otro gobierno que acceda en la Casa Rosada, difícilmente sostendrá económica y financieramente a un yacimiento deficitario y que se ha convertido en una gerenciadora de empleos políticos. (R. Lasagno/Agencia OPI Santa Cruz)

fuente: OPI Santa Cruz

Sábato: El prólogo original del Nunca Más


Raúl Alfonsín ordenó el procesamiento de las Juntas Militares que gobernaron entre 1976 y 1983, y nombró una comisión para investigar sus crímenes. Presidente del grupo fue designado Ernesto Sábato. Al cabo de 9 meses, esa comisión expidió sus conclusiones, resumidas en el libro Nunca Más, cuyo un prólogo original fue escrito por Sábato:


Por ERNESTO SÁBATO
 
 
Durante la década del '70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda, fenómeno que ha ocurrido en muchos otros países. Así aconteció en Italia, que durante largos años debió sufrir la despiadada acción de las formaciones fascistas, de las Brigadas Rojas y de grupos similares. 
 
Pero esa nación no abandonó en ningún momento los principios del derecho para combatirlo, y lo hizo con absoluta eficacia, mediante los tribunales ordinarios, ofreciendo a los acusados todas las garantías de la defensa en juicio; y en ocasión del secuestro de Aldo Moro, cuando un miembro de los servicios de seguridad le propuso al General Della Chiesa torturar a un detenido que parecía saber mucho, le respondió con palabras memorables: «Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No, en cambio, implantar la tortura».
 
No fue de esta manera en nuestro país: a los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, porque desde el 24 de marzo de 1976 contaron con el poderío y la impunidad del Estado absoluto, secuestrando, torturando y asesinando a miles de seres humanos.
 
Nuestra Comisión no fue instituída para juzgar, pues para eso estan los jueces constitucionales, sino para indagar la suerte de los desaparecidos en el curso de estos años aciagos de la vida nacional. Pero, después de haber recibido varios miles de declaraciones y testimonios, de haber verificado o determinado la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención y de acumular más de cincuenta mil páginas documentales, tenemos la certidumbre de que la dictadura militar produjo la más grande tragedia de nuestra historia, y la más salvaje. Y, si bien debemos esperar de la justicia la palabra definitiva, no podemos callar ante lo que hemos oído, leído y registrado; todo lo cual va mucho más allá de lo que pueda considerarse como delictivo para alcanzar la tenebrosa categoría de los crímenes de lesa humanidad. Con la técnica de la desaparición y sus consecuencias, todos los principios éticos que las grandes religiones y las más elevadas filosofías erigieron a lo largo de milenios de sufrimientos y calamidades fueron pisoteados y bárbaramente desconocidos.
 
Son muchísimos los pronunciamientos sobre los sagrados derechos de la persona a través de la historia y, en nuestro tiempo, desde los que consagró la Revolución Francesa hasta los estipulados en las Cartas Universales de Derechos Humanos y en las grandes encíclicas de este siglo. Todas las naciones civilizadas, incluyendo la nuestra propia, estatuyeron en sus constituciones garantías que jamás pueden suspenderse, ni aun en los más catastróficos estados de emergencia: el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, el derecho a proceso; el derecho a no sufrir condiciones inhumanas de detención, negación de la justicia o ejecución sumaria.
 
De la enorme documentación recogida por nosotros se infiere que los derechos humanos fueron violados en forma orgánica y estatal por la represión de las Fuerzas Armadas. Y no violados de manera esporádica sino sistemática, de manera siempre la misma, con similares secuestros e idénticos tormentos en toda la extensión del territorio. ¿Cómo no atribuirlo a una metodología del terror planificada por los altos mandos? ¿Cómo podrían haber sido cometidos por perversos que actuaban por su sola cuenta bajo un régimen rigurosamente militar, con todos los poderes y medios de información que esto supone? ¿Cómo puede hablarse de «excesos individuales»? De nuestra información surge que esta tecnología del infierno fue llevada a cabo por sádicos pero regimentados ejecutores. Si nuestras inferencias no bastaran, ahí están las palabras de despedida pronunciadas en la Junta Interamericana de Defensa por el jefe de la delegación argentina, General Santiago Omar Riveros, el 24 de enero de 1980: «Hicimos la guerra con la doctrina en la mano, con las órdenes escritas de los Comandos Superiores» . Así, cuando ante el clamor universal por los horrores perpetrados, miembros de la Junta Militar deploraban los «excesos de la represión, inevitables en una guerra sucia» , revelaban una hipócrita tentativa de descargar sobre subalternos independientes los espantos planificados.
 
Los operativos de secuestro manifestaban la precisa organización, a veces en los lugares de trabajo de los señalados, otras en plena calle y a la luz del día, mediante procedimientos ostensibles de las fuerzas de seguridad que ordenaban «zona libre» a las comisarías correspondientes. Cuando la víctima era buscada de noche en su propia casa, comandos armados rodeaban la manzanas y entraban por la fuerza, aterrorizaban a padres y niños, a menudo amordazándolos y obligándolos a presenciar los hechos, se apoderaban de la persona buscada, la golpeaban brutalmente, la encapuchaban y finalmente la arrastraban a los autos o camiones, mientras el resto de comando casi siempre destruía o robaba lo que era transportable. De ahí se partía hacia el antro en cuya puerta podía haber inscriptas las mismas palabras que Dante leyó en los portales del infierno: «Abandonad toda esperanza, los que entrais».
 
De este modo, en nombre de la seguridad nacional, miles y miles de seres humanos, generalmente jóvenes y hasta adolescentes, pasaron a integrar una categoría tétrica y fantasmal: la de los Desaparecidos. Palabra - ¡triste privilegio argentino! - que hoy se escribe en castellano en toda la prensa del mundo.
 
Arrebatados por la fuerza, dejaron de tener presencia civil. ¿Quiénes exactamente los habían secuestrado? ¿Por qué? ¿Dónde estaban? No se tenía respuesta precisa a estos interrogantes: las autoridades no habían oído hablar de ellos, las cárceles no los tenían en sus ¦ldas, la justicia los desconocía y los habeas corpus sólo tenían por contestación el silencio. En torno de ellos crecía un ominoso silencio. Nunca un secuestrador arrestado, jamás un lugar de detención clandestino individualizado, nunca la noticia de una sanción a los culpables de los delitos. Así transcurrían días, semanas, meses, años de incertidumbres y dolor de padres, madres e hijos, todos pendientes de rumores, debatiéndose entre desesperadas expectativas, de gestiones innumerables e inutiles, de ruegos a influyentes, a oficiales de alguna fuerza armada que alguien les recomendaba, a obispos y capellanes, a comisarios. La respuesta era siempre negativa.
 
En cuanto a la sociedad, iba arraigándose la idea de la desprotección, el oscuro temor de que cualquiera, por inocente que fuese, pudiese caer en aquella infinita caza de brujas, apoderándose de unos el miedo sobrecogedor y de otros una tendencia consciente o inconsciente a justificar el horror: «Por algo será», se murmuraba en voz baja, como queriendo así propiciar a los terribles e inescrutables dioses, mirando como apestados a los hijos o padres del desaparecido. Sentimientos sin embargo vacilantes, porque se sabía de tantos que habían sido tragados por aquel abismo sin fondo sin ser culpable de nada; porque la lucha contra los «subversivos», con la tendencia que tiene toda caza de brujas o de endemoniados, se había convertido en una represión demencialmente generalizada, porque el epiteto de subversivo tenía un alcance tan vasto como imprevisible. En el delirio semántico, encabezado por calificaciones como «marxismo-leninismo», «apátridas» , «materialistas y ateos» , «enemigos de los valores occidentales y cristianos» , todo era posible: desde gente que propiciaba una revolución social hasta adolescentes sensibles que iban a villas-miseria para ayudar a sus moradores. Todos caían en la redada: dirigentes sindicales que luchaban por una simple mejora de salarios, muchachos que habían sido miembros de un centro estudiantil, periodistas que no eran adictos a la dictadura, psicólogos y sociólogos por pertenecer a profesiones sospechosas, jóvenes pacifistas, monjas y sacerdotes que habían llevado las enseñanzas de Cristo a barriadas miserables. Y amigos de cualquiera de ellos, y amigos de esosamigos, gente que había sido denunciada por venganza personal y por secuestrados bajo tortura. Todos, en su mayoría inocentes de terrorismo o siquiera de pertenecer a los cuadros combatientes de la guerrilla, porque éstos presentaban batalla y morían en el enfrentamiento o se suicidaban antes de entregarse, y pocos llegaban vivos a manos de los represores.
 
Desde el momento del secuestro, la víctima perdía todos los derechos; privada de toda comunicación con el mundo exterior, confinada en lugares desconocidos, sometida a suplicios infernales, ignorante de su destino mediato o inmediato, susceptible de ser arrojada al río o al mar, con bloques de cemento en sus pies, o reducida a cenizas; seres que sin embargo no eran cosas, sino que conservaban atributos de la criatura humana: la sensibilidad para el tormento, la memoria de su madre o de su hijo o de su mujer, la infinita verguenza por la violación en público; seres no sólo poseídos por esa infinita angustia y ese supremo pavor, sino, y quizás por eso mismo, guardando en algún rincón de su alma alguna descabellada esperanza.
 
De estos desamparados, muchos de ellos apenas adolescentes, de estos abandonados por el mundo hemos podido constatar cerca de nueve mil. Pero tenemos todas las razones para suponer una cifra más alta, porque muchas familias vacilaron en denunciar los secuestros por temor a represalias. Y aun vacilan, por temor a un resurgimiento de estas fuerzas del mal.
 
Con tristeza, con dolor hemos cumplido la misión que nos encomendó en su momento el Presidente Constitucional de la República. Esa labor fue muy ardua, porque debimos recomponer un tenebrosos rompecabezas, después de muchos años de producidos los hechos, cuando se han borrado liberadamente todos los rastros, se ha quemado toda documentación y hasta se han demolido edificios. Hemos tenido que basarnos, pues, en las denuncias de los familiares, en las declaraciones de aquellos que pudieron salir del infierno y aun en los testimonios de represores que por oscuras motivaciones se acercaron a nosotros para decir lo que sabían.
 
En el curso de nuestras indagaciones fuimos insultados y amenazados por los que cometieron los crímenes, quienes lejos de arrepentirse, vuelven a repetir las consabidas razones de «la guerra sucia» , de la salvación de la patria y de sus valores occidentales y cristianos, valores que precisamente fueron arrastrados por ellos entre los muros sangrientos de los antros de represión. Y nos acusan de no propiciar la reconciliación nacional, de activar los odios y resentimientos, de impedir el olvido. Pero no es así: no estamos movidos por el resentimiento ni por el espíritu de venganza; sólo pedimos la verdad y la justicia, tal como por otra parte las han pedido las iglesias de distintas confesiones, entendiendo que no podrá haber reconciliación sino después del arrepentimiento de los culpables y de una justicia que se fundamente en la verdad. Porque, si no, debería echarse por tierra la trascendente misión que el poder judicial tiene en toda comunidad civilizada. Verdad y justicia, por otra parte, que permitirán vivir con honor a los hombres de las fuerzas armadas que son inocentes y que, de no procederse así, correrían el riesgo de ser ensuciados por una incriminación global e injusta. Verdad y justicia que permitirán a esas fuerzas considerarse como auténticas herederas de aquellos ejércitos que, con tanta heroicidad como pobreza, llevaron la libertad a medio continente.
 
Se nos ha acusado, en fin, de denunciar sólo una parte de los hechos sangrientos que sufrió nuestra nación en los últimos tiempos, silenciando los que cometió el terrorismo que precedió a marzo de 1976, y hasta, de alguna manera, hacer de ellos una tortuosa exaltación. Por el contrario, nuestra Comisión ha repudiado siempre aquel terror, y lo repetimos una vez más en estas mismas páginas. Nuestra misión no era la de investigar sus crimenes sino estrictamente la suerte corrida por los desaparecidos, cualesquiera que fueran, proviniesen de uno o de otro lado de la violencia. Los familiares de las víctimas del terrorismo anterior no lo hicieron, seguramente, porque ese terror produjo muertes, no desaparecidos. Por lo demás el pueblo argentino ha podido escuchar y ver cantidad de programas televisivos, y leer infinidad de artículos en diarios y revistas, además de un libro entero publicado por el gobierno militar, que enumeraron, describieron y condenaron minuciosamente los hechos de aquel terrorismo.
 
Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Unicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado.

fuente: U24

El triunfo de la paranoia. Por Jorge Fontevecchia



El discurso de Fontevecchia en la comida de clausura de la Junta de Directores de Adepa.

Texto del discurso ofrecido en la comida de clausura de la Junta de Directores de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) realizada anteayer.
* * *

El paranoico siempre tiene razón. Y la tiene no sólo en su delirio sino en la realidad. El paranoico presume que alguien lo va a atacar y para defenderse lo ataca primero. El atacado, también para defenderse, devuelve la agresión. El paranoico confirma su teoría: querían atacarlo.

No se puede ganar una discusión con un paranoico entrando en su juego. Los medios de comunicación que responden la agresión del Gobierno se están suicidando. Además, en su inmolación, le dan la razón al paranoico, que dice, con lógica: “¿Vieron…?”.

Lo que sucedió con los diarios Clarín y La Nación dañó al periodismo. El primero apoyó por conveniencia y el segundo calló por miedo todos los primeros años del kirchnerismo, cuando el Gobierno no era menos brutal que hoy con el periodismo y siendo muchas conductas de Néstor Kirchner menos republicanas que las de su sucesora. Y recién mucho después se despertaron críticos el día que el Gobierno decidió tratarlos como opositores. Lo que construyó una especularidad grotesca porque, aun en contra de su voluntad, terminaron siendo un espejo del Gobierno. No fueron por sí, fueron por lo que el Gobierno decidió que fueran.

Antes de Kirchner, los medios eran el espejo donde los políticos se miraban, Kirchner hizo que sean los medios los que se miren en el espejo del Gobierno. Kirchner invirtió el espejo. Ese espejo que se nos revela a través de la experiencia psicoanalítica como formador y estructurante del yo. Prácticamente, sólo el ser humano se reconoce frente al espejo, mientras que los animales, ante la prueba del espejo, creen que se trata de otro animal.

No hay forma de hablar, en el sentido real del término, con un paranoico. De convencerlo de algo distinto a lo que piensa. La paranoia está sustentada por una monoidea, muy simple, unívoca, inconmovible, como un disco rayado que vuelve siempre a lo mismo. Pero en su estrechez obtiene su fuerza, porque siempre se puede ejercer más presión sobre un solo clavo.
De un laberinto se sale por arriba. El dilema no se resuelve con el triunfo de uno de los dos que tiran de una cuerda, sino a través de una acción superadora que se sitúe por encima de los polos en tensión. Para que cambie el par de yuxtaposiciones excluyentes, es preciso un movimiento integrador que abandone la dicotomía.

A lo que llaman periodismo militante no se le debe contraponer otra forma de periodismo beligerante, sino periodismo puro, sin aditamentos.

El periodismo adicto no es periodismo. Por favor, reflexionen sobre el significado de la palabra adicto. Etimológicamente, “ad-dictum” se refiere a alguien que no es libre, sino que le dictan qué hacer, que se encuentra a disposición para recibir órdenes, encargos o mandatos y acatarlos, es decir, un dependiente. Por eso se utiliza la palabra adicto a las drogas: un adicto tiene su voluntad dominada por la sustancia o la conducta a la que se somete.

Aquel que es reactivo a los ataques del otro también tiene su conducta dictada por ese otro que se la impone. La libertad es no responder al “dictum” del paranoico para no configurar la conocida circularidad de la locura de a dos.

Bill Gates decía que en el mundo de los altos negocios y la política, lo que podría sintetizarse como el poder, sólo sobrevivirían los paranoicos. Es cierto que entre los grandes revolucionarios mundiales la paranoia, o un grado elevado de ella, está muy presente: Stalin, Mao o Castro. Pero el periodismo cometería un gran error si jugara el juego del poder por el poder, el juego de medios sin fines, o fines que son medios, como el poder, por ejemplo.

Porque el exceso de poder siempre enloquece, toda asimetría de poder engendra patologías: un padre excesivamente severo con sus hijos, un marido violentamente dominante con su esposa, un jefe insensiblemente autoritario con sus conducidos o un duopolio abusador de sus privilegios son ejemplos de cuán enfermiza es la concentración de poder en todos los ámbitos.
 El efecto enloquecedor del poder es para todos, para el que lo sufre pero también para el que lo ejerce. Por eso todos los sistemas ponen límite de tiempo a su ejercicio y divisiones de poder mientras se lo actúa. Y los poderosos nunca deberían olvidar que Hegel explicaba que siempre el esclavo mata al amo. No hay que ser amo si no se quiere ser asesinado.

El autotitulado periodismo militante pago por el Estado cumple no sólo la función de difundir su mensaje, eso hasta se podría alcanzar comprando propaganda, sino también una misión más trascendente. Consciente o inconscientemente, contribuye a destruir la idea de una objetividad posible en el periodismo y, por ende, la idea misma de periodismo puro. Es obvio que un sujeto no es un objeto y que todo lo humano está atravesado por la subjetividad que lo constituye como individuo y, como tal, lo hace único. Por eso todos vemos un mundo parcial y limitado a nuestra cultura y fortuna e influido por nuestros intereses y deseos. Pero el oxímoron de la objetividad de un sujeto no impide que la idea de objetividad sea imprescindible para el periodismo. Una idea, como toda utopía, no implica su realización plena. Es como el deseo, inalcanzable constitutivamente porque siempre es deseo de otra cosa, pero que no por ello deja de ser la fuerza que impulsa la vida. Una idea puede no ser una meta sino un camino. Una dirección que oriente moralmente a una ética profesional posible.

Leyendo esta semana una conferencia que pronunció el filósofo francés Alain Badiou en el simposio “Sobre la idea del comunismo” realizado en la Birkbeck School of Law de Londres, no pude menos que asociar algunos de sus conceptos sobre la idea del comunismo a la idea de objetividad. Dijo Badiou: “Una idea es la posibilidad que tiene un individuo de comprender que su participación en un proceso político singular –o sea, su entrada en un “cuerpo de verdad”– es también, en cierto sentido, una decisión histórica”.

“La condición real de la idea comunista termina en un callejón sin salida; no obstante, se trata de una idea reguladora, sin eficacia real pero capaz de fijar nuestro entendimiento a finalidades razonables.”

“La función de una idea es sostener.” “No se trata de que se realice la idea. Lo importante primero es su existencia.”

“La hipótesis del comunismo –concluye Badiou– continúa siendo la buena hipótesis. No veo ninguna otra. Si tenemos que abandonar esta hipótesis, ya no vale la pena hacer nada en absoluto en el campo de la acción colectiva. Sin el horizonte del comunismo, sin esta idea, no hay nada en el devenir histórico y político que tenga algún interés para un filósofo. Dejemos que cada uno se preocupe por sus propios asuntos y dejémonos de hablar del tema. En ese caso, el hombre de las ratas estaría en lo cierto como lo estarían, dicho sea de paso, varios ex comunistas que o bien corren ávidos tras sus rentas o bien han perdido el coraje. Sin embargo, continuar aferrados a la idea, a la existencia de esta hipótesis, no significa que debamos conservar su primera forma de presentación, que se concentraba en la propiedad y el Estado. En realidad, lo que nos impone como misión, hasta como una obligación filosófica, es contribuir a que la hipótesis pueda desplegarse en un nuevo modo de existencia.”

Así como la hipótesis de un comunismo como búsqueda de aquellos parámetros de igualdad posibles entre los seres humanos le parece a Badiou la única idea digna de un filósofo dedicado a la historia o la política, también la hipótesis de la objetividad me resulta la primera idea digna de un periodista, a menos que quiera convertirse en un cínico.

Lo que no es posible en su perfección también tiene fuerza si se trata de ideas justas. La justicia misma es un ejemplo de esas metas inalcanzables e imprescindibles.

Si se pudiera dejar de lado la idea de objetividad, todo sería mucho más fácil. ¿Para qué esforzarse en obtener datos y confirmarlos? ¿Para qué serían necesarias las costosas redacciones con periodistas especializados en cada materia, para que su llegada a los datos fuera más rápida y directa, si los datos ya no importaran?

Si de verdad no existiera la meta de la objetividad como utopía, ¿para qué serviría la técnica profesional de los periodistas que se enseña en la mayoría de las principales escuelas de periodismo de todo el mundo, donde se la cree necesaria para hallar algunas verdades, aunque sean parciales y limitadas? Entonces, si esa técnica es buena para nada, y si no hacen falta ni redacciones ni especialistas, cualquiera es periodista. Y si todos son periodistas, nadie lo es. Es un escenario ideal para los que descreen de esta profesión. Para “un mundo sin periodistas”, como denunció Verbitsky hace años.

Ser militante partidario, político profesional y funcionario público son profesiones muy respetables, que no tienen por qué tener entre sus fines máximos la búsqueda de alguna objetividad. Encarnan, por el contrario, la necesidad de ver realizada su propia subjetividad, la de una ideología, la de un gobierno, la de un sector de la sociedad.

Pero el periodismo es otra cosa. El periodista pierde su alma, su razón de ser, sin esa esperanza utópica. Lo mismo pasa con otras profesiones. ¿Se imaginan si a los jueces los corroyera la misma desesperanza sobre la objetividad a la hora de dictar sus sentencias?

Por eso, no es casual que el autotitulado periodismo militante despierte mucha más adhesión en los militantes que en los periodistas. En algunos casos, por desconocimiento de las reglas del periodismo, al que confunden con comunicación y profesiones afines a los medios. En otros, porque su pasión es ser militantes, no ser periodistas, y militar con la investidura del periodista siempre aumenta la influencia de su militancia. Pero también están los cínicos que se sienten legitimados por la bella palabra “periodista”, tras la que se esconden para llevar adelante su profesión de siempre: la de mercenarios. Estos últimos trabajarán, cada vez que puedan hacerlo, para cada gobierno de turno. Pero los otros dos grupos están poblados de personas honestas y buenas intenciones, que descubrirán su error en la medida en que el periodismo no responda a paranoia con paranoia.

Por eso les pido –usando el lenguaje del jefe de Gabinete– que sean tibios, que no respondan los ataques como se merecen quienes los agreden sino como se merece la imagen que deseen mantener de ustedes mismos.

Muchas gracias.

Me queda una posdata: El jefe de Gabinete del Gobierno nacional dijo ayer que mi sola participación como orador en la comida de cierre de la Junta de Directores de Adepa –textualmente– “muestra a quién respondo”, refiriéndose tácitamente al duopolio de Clarín y La Nación. Esta institución –como la SIP– es acusada por sus críticos de conservadora. Yo vengo hoy aquí en agradecimiento a que durante la dictadura militar fue Adepa la que denunció mi desaparición en 1979, cuando estuve detenido en El Olimpo; la que reclamó por la clausura de la revista que dirigía en 1982 y lo mismo al año siguiente, cuando la dictadura ordenó mi detención a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Y durante la década menemista fue también Adepa la que reclamó antes que nadie por el esclarecimiento del asesinato de José Luis Cabezas, fotógrafo de Editorial Perfil, por los treinta juicios que Menem y su familia realizaron contra Perfil y por las dos bombas que explotaron en nuestra planta de impresión. Obviamente, durante el kirchnerismo hubo otras manifestaciones de apoyo de Adepa a Perfil, pero quise rescatar las de la dictadura y el menemato porque se hicieron mientras muchos de los que hoy defienden la libertad de expresión no estaban preocupados por el tema. Mi presencia aquí esta noche es en agradecimiento por su apoyo en aquellos años.

Fuente: Perfil

"Por favor, Señora Presidente, páguele a los jubilados en juicio con la ANSeS"


Ricardo López Murphy le envío una carta a Cristina Fernández de Kirchner, reclamándole el pago a los jubilados y pensionados que están en juicio con la ANSeS por no haber actualizado los haberes jubilatorios. López Murphy propuso la posibilidad de vender  las acciones que posee el Estado en las empresas privadas, y con el dinero obtenido, realizar un pago en efectivo a las personas que están inmersas en esta situación.


Carta de Ricardo López Murphy a Cristina Fernández de Kirchner:
 
Sra. Presidente de la Nación Argentina
Dra. Cristina Fernández de Kirchner
Su despacho 

Me dirijo a Ud, con motivo de expresarle mi extrema preocupación por la sanción del Decreto de Necesidad y Urgencia 441/2011, que tiene por objeto incorporar en los directorios de las empresas privadas en las que la ANSeS posee acciones, representantes interventores designados por el gobierno.

Tengo para mí, en un principio, que tal decisión no reviste el carácter de necesidad y urgencia que se le atribuye, ya que bien podría aprovecharse la oportunidad de escuchar todas las voces de los representantes del Congreso, dentro de las atribuciones constitucionales fijadas, en pleno período legislativo.  

Pero más allá de toda otra consideración, me preocupa Sra. Presidente, fundamentalmente que Estado Nacional siga sin tener en cuenta que existe una deuda de esta sociedad para con nuestras personas mayores. 

A la fecha, en Argentina, hay entre 450.000 y 500.000 pensionados y jubilados que tienen juicio contra la ANSeS, requiriendo la debida actualización de sus haberes jubilatorios. Estos jubilados tienen en su mayoría sentencia firme en sus  reclamos, y hasta la Corte Suprema de Justicia ha reclamado el pago de dichas deudas, como consecuencia de sus sentencias. 

No escapa a nuestra preocupación que la mayoría de ellos tiene más de 80 años, es decir, que estas personas no pueden esperar.

Por ello Sra. Presidente, es que no acompaño su decisión política de nombrar representantes del Gobierno en esas empresas privadas, con sueldos elevadísimos, en vez de proponer con el respaldo seguro del resto de la dirigencia política, una solución inmediata para nuestros jubilados. 

En tal caso, cumpliendo con la más republicana de las obligaciones que es aportar ideas desde el lugar de las fuerzas de la oposición, es que le propongo que se estudie la venta de esas acciones privadas, y con lo percibido proceder al inmediato pago en efectivo de los jubilados y pensionados con sentencia en juicio. 

El maltrato a nuestro abuelos, a los más vulnerables y a los más postergados, hace que este decreto, mas allá de violación fragrante de nuestro orden institucional, sea una ofensa a quienes a lo largo de su vida contribuyeron y trabajaron por una Argentina mas equitativa y solidaria.

Aprovecho la oportunidad para saludarla cordialmente. Con respeto.

Ricardo López Murphy.


fuente: U24

Durísimo fallo judicial contra el BCRA por el Banco Oddone

UNA HISTORIA INTERMINABLE


El Banco Central no podrá quedarse con los remanentes de la quiebra del Banco Oddone y el motivo es la suma de las irregularidades cometidas por el propio BCRA en todo el expediente. El fallo judicial corrobora muchas sospechas sobre las intervenciones y quiebras que ordena el BCRA.



El juez en lo Comercial, Fernando Saravia (Juzgado Nº11, Secretaría 22), falló en el expediente 'Banco Oddone S.A. s/quiebra s/incidente de revisión por Banco Oddone s.A. al crédito del Banco Central de la República Argentina.
 
Saravia expuso un escenario de profundas irregularidades cometidas por los funcionarios del Banco Central.
 
Luego de analizar el informe del perito, el juez Saravia señaló:
 
"(...) a) el Banco Central no lleva los libro del Banco Oddone SA en legal forma ya que las operaciones del año 80 fueron rubricadas en el 88 (respuesta punto 1.2  fs. 1188, 1698) y en  muchos de los libros de inventario compulsados existen balances de saldos sin firma, arqueos de caja y tesorería sin rubricar en algunas sucursales, hojas ilegibles, detalles de cuentas sin firma, suscripciones realizadas  en copia (fs. 1999).
 
b) no existe documentación respaldatoria de los asientos de los libros (resp, punto 1.4 fs. 1190) manifestando el experto posteriormente a fs. 1699 que si bien los créditos se encuentran en las F3030, los débitos que originaron los descubiertos deberían constar con documentación original.
 
c) los extractos adjuntados al informe individual de la sindicatura no presentan correlatividad, en algunos casos no exhiben saldos de inicio y saldos finales en cada hoja pertinente, habiéndose  tenido a la vista hojas de extractos bancarios con débitos y créditos con indicación de los códigos que representarían el concepto de los mismos, pero sin la posibilidad del examen de la documentación original de respaldo;  motivo por el cual los
define como faltos de consistencia (resp. punto 1.5 fs. 1190, 1700) poniendo de resalto el perito aquí que todas las copias y los balances consolidados exhibidos se encuentran firmados por funcionarios del BCRA quienes determinarían la existencia de su propio crédito.
 
d) el experto no tuvo a la vista documentación original de remisión de fondos que era implementada a través de las F3030- ya que las que obran reservadas en secretaría son copias carbónicas pero no originales (resp. punto 1.10 fs. 1193/94, fs. 1628) y en cuanto a su aplicación destaca que los que la reflejarían son los débitos bancarios cuyos originales no le fueron exhibidos pues los comprobantes de débito adjuntos en los extractos contables
son copias con firmas que podrían ser originales (resp. Punto 1.11 fs. 2256).
 
e) no le fue exhibida documentación original de los cuales surjan los créditos que el BCRA pretende verificar en la quiebra de Banco Oddone, destacando que si bien los extractos bancarios y las F 3030 coinciden, no hay documentación sobre esos débitos en extractos bancarios de la fallida (resp. preg. 1.15 fs. 1706, 1966). Asimismo, el perito manifiesta que no existe correlación entre las fotocopias de los extractos bancarios presentados en los Anexos 10b y 12 bis ya que si buen puede determinarse por cuentas
aritméticas las operaciones individuales de los extractos bancarios, al no estar correlativos no se puede llegar a determinar los saldos de inicio y finales que establezcan el saldo final global de los extractos N° 134 a 241 (fs.1968).
 
f) el BCRA no ha realizado un inventario inicial al comienzo de su intervención (resp. Pret. 1.13 fs. 1194, 1629).
 
Cabe resaltar que dicha circunstancia ya había sido puesta de manifiesto por el Tribunal en el pronunciamiento dictado a fs. 2505/25 del incidente de rendición de cuentas (expte.  N° 58399). (...)
 
7. Como corolario de todo lo hasta aquí expuesto, RESUELVO: 
 
a) admitir la demanda de revisión iniciada por la fallida y, en consecuencia, declarar inadmisible el crédito oportunamente insinuado por el Banco Central de la República Argentina, 
 
b) declarar que deviene abstracto emitir pronunciamiento en el incidente de revisión promovido por Ernesto Juan Omacini (expte N° 90806) debiendo el Actuario colocar copia certificada de la presente en dichos actuados,
 
c) imponer las costas al BCRA vencido (cpr. 69) y, d) del planteo articulado en fs. 2544/66, pto 4, traslado al BCRA. (...)".
 
 
Resulta impresionante, además, el Memorial presentado por el apoderado de Banco Oddone, Gabriel Flores Argüello, en la apelación presentada en este mes de abril, ante la Cámara Comercial por la denuncia del robo de cajas de documentación que efectuara el BCRA durante la gestión de los jueces Miguel Federico Bargalló y María Cristina O’Reilly y que fuera legitimada por la jueza María Gabriela Vasallo, ahora a cargo del Juzgado Comercial Nro. 24.
 
En el texto se detallan las irregularidades cometidas por el Banco Central:
 
 
"Sr. Juez Nacional en lo Comercial:
Gabriel Flores Argüello, abogado (Mat. Tº31, Fº620), en mi carácter de apoderado de Banco Oddone S.A, con el patrocinio letrado del Dr. Federico Marty (Mat. CPACF Tº 63, Fº 835) .manteniendo el domicilio legal en Avda. Corrientes 456, Piso 12º “123” Capital Federal en los autos caratulados “BANCO ODDONE S.A. s/QUIEBRA s/Incidente Rendición de Cuentas.” (Expte. 58.399), a V.S. digo:
 
Que en legal tiempo y forma vengo a fundar el recurso de apelación concedido por V.S. a fs. 30.051, con fecha 30 de marzo del corriente, contra la resolución de fs. 30.044/46.
 
Que a tal fin paso a reseñar para su consideración por el Superior, los agravios al derecho de mi mandante emergentes de la resolución recurrida.
 
Excelentísima Cámara:
 
Como mejor proceda, vengo a expresar los agravios de mi parte ante la resolución de la Sra. Jueza de Grado en tanto tiene por reconstruida la documental detallada a fs. 1191 y 1632bis con las copias arrimadas por el BCRA y detalladas en el punto 4.b y c del decisorio de fs. 30.044/46, a la vez que desestima la imposición de sanciones previstas por el Art. 45 del CPCCN peticionada por nuestra parte, solicitando desde ya se revoque la misma, desestimando la reconstrucción e imponiendo las sanciones impetradas, con costas. 
Que, como aclaración preliminar, debo expresar a V.E. que resulta imprescindible para la comprensión de la cuestión debatida en esta incidencia, un análisis cronológico de los hechos y las maniobras del BCRA que llevaron a nuestra parte a requerir la reconstrucción de la documental desaparecida, y que, necesariamente es muy extenso para un trámite de reconstrucción. Es que la pérdida o sustracción de la documental advertida tardíamente, no puede entenderse sino como parte de una maniobra defraudatoria contra la fallida, la que resulta desenmascarada en el Incidente de Revisión (Expte. Nº91.142/7).
Que asimismo, en atención a la extensión y complejidad de dicho análisis cronológico, acompaño, para comodidad en el estudio de V.E. copias de diversas piezas citadas en el presente las que se enumeran en el acápite respectivo.
En tal contexto, y sin perjuicio del análisis cronológico que más adelante se explaya, paso a detallar los agravios que suscita a mi parte el fallo recurrido.
"(...) 1.3 La temeridad y malicia del BCRA se encuentra acreditada.
Una vez más, la Magistrada recurre a la arbitrariedad y a la omisión para desestimar la aplicación de sanciones al BCRA. 
 
En efecto, y continuando con la tesitura de considerar esta incidencia como un tema aislado de las demás constancias de esta prolongada quiebra, la Jueza de Grado estima que no corresponde aplicar sanciones al BCRA, pues las circunstancias que rodearon a la pérdida de la documentación “…deben ser ventiladas en otro ámbito”. Es decir, si la Sentenciante considera que existe materia para una investigación penal (como expresa en el Punto 4, último párrafo) resulta contradictorio e inexplicable que no aplique siquiera un apercibimiento o multa en los términos del Art. 45 del CPCCN. 
 
Del análisis cronológico que se detalla más adelante, V.E. podrá apreciar como la actitud asumida por el BCRA en estos autos y las circunstancias de este misterioso extravío de documentación, no pueden sino ser calificada (mínimamente) como maliciosa.
 
La Jueza de Grado -ligeramente- releva de toda responsabilidad en la desaparición de las Cajas al BCRA con el sencillo argumento de que “…no existe constancia alguna del retiro de las cajas por parte del BCRA…” (punto 4 ‘in fine’ de la sentencia), cuando lo llamativo es precisamente, esa falta de esa constancia cuando el Magistrado ordenó al BCRA la custodia y conservación de las mismas (ver Acta del 23/5/94 que luce a fs. 1728). Máxime, cuando insiste el Dr. Bargalló en su resolución de fs. 2505/2526, sobre este compromiso, haciéndole saber nuevamente a la delegación liquidadora que debería cumplir con el mandato impuesto en el mismo plazo (48 hs), que empezaría a correr desde el momento de la notificación de ese decisorio (v. fs. 2526). El Dr. Miguel Angel Cámpora se notificó acerca de la resolución y del mandato impuesto el 11/7/95 (v. fs. 2526 vta.). 
 
Resulta curioso que el Dr. Bargalló no hubiere reiterado esa intimación, cuando (incluso) la sede del Juzgado se mudo desde Diagonal R.S. Peña 1211 a su actual ubicación (Callao 635), por lo que puede asumirse que al tiempo de esa mudanza, las cajas ya no estaban.
 
Desde entonces, no hay más rastros de la documentación.
 
Es por ello que a V.E. solicito revoque también este aspecto del fallo en crisis, aplicando la sanción que estime menester.
2. LA CRONOLOGÍA DE UNA ESTAFA PROCESAL.
Repasando cronológicamente las resoluciones de este incidente y de otros expedientes (en los que siempre se intentara focalizar el mismo objeto procesal), para acreditar el “modus operandi” del ardid desplegado por el BCRA para ocultar su total carencia de documentación, y a fin de no caer en soluciones “genéricas” como la adoptada la Jueza de Grado al resolver esta reconstrucción, ignorando nuestra específica impugnación de las piezas obrantes en la Caja Nº 75.197 (fs. 21.819/22.041) pasamos a exponer lo siguiente:
2.1. El comienzo de la mentira. La metodología de “las fotocopias certificadas por la Delegación Liquidadora”. 
29/9/93 el BCRA, (estando la quiebra en suspenso desde 1984 por orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación), presenta al Juez Comercial Miguel F. Bargalló titular en ese entonces del Juzgado Comercial Nro. 11, Secretaría Nro. 22, ante la acción iniciada por nuestra parte, una supuesta rendición de cuentas luego de no hacerlo durante 13 años de gestión como Síndico Legal de la quiebra. 
Presenta 11 planillas de computación y 7 cajas de documentación, utilizando la encubridora “metodología” de “las copias presuntamente certificadas” por la Delegación liquidadora quedando los supuestos originales, (jamás exhibidos), en poder del BCRA. (vs. 1192 vta.).
En una caja numerada con el Nº 7 (v. Anexo I de fs. 1191) el BCRA dice haber acompañado “certificada” la documentación correspondiente a los adelantos de fondos solicitados por la intervención por disposición de las Circulares 1051/80 y 111/80, bajo el título “Adelantos e intereses BCRA mayo/80 a agosto 80”, además de toda la documentación referente a otros rubros que dice haber aportado a esa sola caja y que ahora pretende reconstruir en base a piezas distribuidas en otras (14) catorce que aporta de manera incompleta, maliciosa y desordenadamente (como en el año 1993) para confundir.
2.2. Las dos caras de un mismo Juez.
7/7/95: El mismo juez, que valientemente intimara en el año 1992 al BCRA para que rindiera cuentas por primera vez en 12 años de gestión, y viendo el escándalo (que sigue existiendo a la fecha) que significaba esa presunta rendición “fabricada” con planillas de computación y (7) siete cajas de documentación desordenada y de dudosa legitimidad, de manera poco feliz resuelve declarar subsanada desde un punto de vista formal la omisión de presentar los informes que prescribe el art. 211 de la ley 19.551 dejando para el futuro el “análisis sustancial” de la cuestión. (v, fs. 2526). 
Se destaca que el cambio de actitud del magistrado fue más que llamativo, sobre todo por la omisión de tratar en su fallo el período de la intervención abril/agosto de 1980 cuando en la intimación del año 1992 había hecho hincapié en ésta cuestión que es el punto de partida para analizar la gestión de la intervención ilegal. (v. fs 528), decisión que cobrara firmeza con el decisorio de fs. 567/570, en el que V.E recalcara la necesidad de tratar ese período como punto de partida para analizar la cuentas. 
Al verse sorprendido y superado por la desprolijidad de la presentación efectuada por el BCRA y en lugar de resolver sobre la aprobación o el rechazo de las mismas el magistrado recurrió a una figura formal y meramente informativa, aplicando un apercibimiento “inocuo” y dilatando hacia el futuro el análisis sustancial de la cuestión al momento de realizarse el informe final.
Dicha sustancia, hoy se está analizando en la causa 6073/03 “BCRA s/Delito de Acción Pública”, y ha quedado en evidencia  en la insinuación de créditos en el principal de esta quiebra (en el año 2006) y finalmente ya ha sido materia de debate en el Incidente de Revisión, donde se terminaría probando el histórico ardid, cuya base fuera justamente este incidente de rendición de cuentas.
En ese fallo se ordenó al BCRA en su parte dispositiva el retiro de las (7) siete Cajas de documentación, ordenándole su custodia y conservación al BCRA. (v. fs. 2526) insistiendo el magistrado sobre el compromiso incumplido de acuerdo al acta del 23/5/94 que luce a fs. 1728, haciéndole saber nuevamente a la delegación liquidadora que debería cumplir con el mandato impuesto en el mismo plazo (48 hs), que empezaría a correr desde el momento de la notificación del decisorio en cuestión. 
El Dr. Miguel Angel Cámpora se notificó acerca de la resolución y del mandato impuesto el 11/7/95 (v. fs. 2526 vta.).
Lo supuestamente aportado en la Caja Nº 7 (entre otra documentación) serían fotocopias “presuntamente certificadas” de supuestos originales de “los formularios 3030” del BCRA, (de acreditación de fondos en cuenta corriente), en virtud de los cuales el BCRA ahora pretende y como único respaldo documental sintetizar todo el procedimiento administrativo, (que nunca cumplió), para justificar su crédito y que no fuera tratado en el fallo de fs 2505/26.
Compulsando V.E la totalidad de los cuerpos de esta rendición de cuentas, constatará que con anterioridad a nuestro pedido de búsqueda de fs. 3917, jamás se menciona en ningún escrito, ni en ninguna resolución a los formularios 3030, que el BCRA dice haber aportado junto a otra documentación, en fotocopias certificadas en una sola caja. El único dato del que VE se podría valer sería del Anexo I de fs 1191, en el que al detallar el contenido de la caja Nº 7, entre otra documentación aportada, solo se expresa genéricamente sin ningún tipo de especificación “Adelantos e intereses BCRA mayo/80 a agosto/80.
Con fecha 16/6/94 al contestar el traslado de la supuesta rendición de cuentas que el BCRA pretendió efectuar en el año 93’ (v fs. 1191/94), justamente nuestra parte recalcó “específicamente” a fs. 1800/3 como “vergonzosa” la presentación efectuada por el BCRA para explicar el período de la intervención haciéndolo en una sola hoja de computación, cuestión que fuera resaltada una vez mas ante V.E al apelar la resolución de fs. 2505/26 que no tratara el período en cuestión. (v. fs. 2561) 
De haber existido la documentación en aquel entonces hubiera sido la primera en compulsarse justamente a los efectos de poder cotejar el punto de partida para poder conciliar la supuesta rendición de cuentas que ensayara el BCRA.a (13) trece años de la arbitraria intervención. (Resuelta a su antojo por la dictadura a los efectos de llevar a cabo su política de saqueo).
Con lo cual yerra la jueza de grado al querer ahora quitarle peso a nuestra impugnación citando una manifestación efectuada por nuestra parte a fs. 1792, que refería a períodos posteriores al de la intervención (31/3/81 al 30/6/81; 30/6/81 al 30/9/81; 30/6/86 al 30/9/86; 31/3/87 al 30/6/87 y finalmente 30/6/91 al 30/9/91). 
Lo que si le quita peso a su pobre resolución, que roza con lo arbitrario es el haber omitido la universalidad de esta quiebra al momento de decidir.
La sentencia en crisis también hace suyo el argumento vertido por Campora a fs.30.025 vta expresando: “… Por otro lado, la existencia de los sellos de la Delegada Liquidadora y del Sub-delegado liquidador en las copias ahora acompañadas no puede ser considerado para determinar que no sean copias de  las oportunamente adjuntadas, pues aparece razonable que el BCRA haya guardado un juego de copias y haya procedido a su firma para efectuar una especie de certificación….”  (el subrayado y resaltado en negrita es nuestro).
Lo razonable a nuestro entender implicaría que el BCRA aportara a esta quiebra, los originales que jamás exhibió y no hacer mención de un “supuesto juego de fotocopias paralelo” (que no ha acompañado y que no tiene ninguna especie de certificación) guardado por “precaución” en archivo.
Esa solución es la que hubiera colocado a los litigantes en igualdad de condiciones a los efectos de hacer valer sus derechos, cuestión que no ocurriera en el año 1993, ya que el BCRA en su desordenada presentación  recurrió (como ya explicáramos) a la metodología de “Las fotocopias certificadas por la Delegación Liquidadora”.
2.3 “Una especie de certificación.”
Advierta V.E. analizando las mas de 20.000 fotocopias aportadas por el BCRA (que por supuesto paga la masa), que el instituto creado por la magistrada y que ha bautizado como “especie de certificación” (en base a fotocopias simples que tan siquiera tienen fecha) en algunas fotocopias no existe, en otras se puede ver una firma y sello de Delegado Liquidador y Subdelegado liquidador (fotocopiado), y en otras solamente una firma al pie (en fotocopia), tal como las aportadas a la Caja Nº 75.197 (v. fs. 21.819/22.041). La Sindicatura Ad-hoc también definió estos simples papeles como “copias certificadas” en su informe final, virando radicalmente su discurso desde la mentira hacia la verdad (gracias a la intimación ordenada por esa Excma. Cámara a fs.29.886) confesando que, en realidad, lo que había tenido a la vista en el acta de del 17/10/06 y finalmente agregara a su informe individual había consistido en “fotocopias simples”. (v. punto 3. Fs. 30.013 vta y 30.014).
O sea, la Magistrada (al igual que la Sindicatura Ad-hoc) no ha tenido a la vista ni siquiera lo que define como “especie de certificación” elaborando su sorprendente y fantasiosa construcción en base a la compulsa de fotocopias simples de cuya lectura tan siquiera se puede apreciar alguna fecha, para poder “especular” en que año se habrían supuestamente rubricado.
Además las supuestas “especies de certificaciones” acompañadas por el BCRA en algunos casos no sabemos si fueron hechas en base a originales o a copias, o un poco de las dos cosas.
Veamos:
Por ejemplo analizando la documental detallada en la Caja ARA 75.195 (fs. 3971/7477) se observa que dentro de las mismas fotocopias aportadas se leen unas desprolijas leyendas que no expresan ni lugar ni fecha de otorgamiento y que no certifican absolutamente nada expresando  “las presentes planillas…constan en planillas originales…que obran en esta ex entidad” (v anillados de fs. 3971/4097; 4239/4377; 4378/4525; 4526/4660; 4661/4886; 5056/5198; 5199/5411; 5412/5560; 6700/6825; 6992/7132). Ahora bien en otros anillados se expresa: “las presentes planillas…constan en copias en esta ex entidad” (v. fs. 4098/4238; 4887/5055; 5561/5699; 6826/6991; 7133/7303; 7304/7477.
A fin de aclarar esta cuestión y la precariedad de las incalificables conclusiones de la jueza de grado, cabe citar el dictamen elaborado por el prestigioso escribano Jaime Giralt Font del 26/1/2005, ante una consulta jurídico notarial acerca de si una fotocopia de un poder certificada por escribano público, tenía la misma validez que el poder original. 
Destaca categóricamente el notario entre sus conclusiones: “…Las fotocopias certificadas de tales documentos no subrogan a los originales en su eficacia ni en su naturaleza. 5.1. De la misma manera en que no se puede viajar al exterior con la exhibición de una fotocopia certificada notarialmente del pasaporte, ni iniciar una ejecución hipotecaria o de un pagaré con la fotocopia certificada de la escritura de hipoteca o del pagaré, tampoco es posible justificar una representación con la fotocopia certificada del documento habilitante.5.2. En la doctrina del dictamen de la Comisión Asesora de Consultas Jurídicas de este Colegio, aprobado por el Consejo Directivo el 28 de mayo de 1986 y publicado en Revista del Notariado 805, pág. 1.629, se expresa: “1) La certificación de fotocopias contiene una declaración del notario estableciendo que la misma es reproducción exacta y gráfica del documento utilizado como original. No convierte a la fotocopia en documento público. No califica al documento fotocopiado ni le confiere autenticidad ni mayor fuerza que la que por sí tenga. 2) Las fotocopias certificadas de documentos habilitantes no reemplazan a éstos, que en sus originales deberán ser presentados al escribano...” (publicado en la Revista del Notariado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Colegio de Escribano de la Ciudad de Buenos Aires; enero-marzo 2005 p. 273-274. año 108 n. 879). (...)".
Fuente U24