jueves, 14 de abril de 2011

Efectos de un Estado ausente. Por José Scioli


Los problemas que aquejan a la Argentina son, en gran medida, resultado de las falencias del Estado para cumplir sus funciones. Esta no es una realidad nueva, sino que comenzó en la Argentina y en el mundo en la década del 80, cuando el Estado comenzó a dejar de cumplir sus funciones básicas. Naturalmente, la sociedad no es perfecta y lamentablemente muchos de sus miembros actúan sin responsabilidad o delictivamente. Precisamente por eso es necesario un Estado cuya envergadura y capacidad debe ser mayor al Estado mínimo imaginado por muchos teóricos bajo el supuesto de una sociedad que no presenta mayores problemas.
La droga, cuyo mercado de consumo crece incesantemente; el narcotráfico, el mayor territorio en el que se desarrollan mafias y carteles delictivos de alta peligrosidad; la falta de oportunidades (independientemente de cómo cada uno calcule, en sintonía fina, la proporción de personas bajo la línea de pobreza), que es una consecuencia del deterioro de la escuela pública; el avance de las ocupaciones de viviendas y espacios por vías ilegales; la precariedad de los servicios públicos, fuente continua de malestar, protestas y reacciones vandálicas en usuarios exasperados; el desorden y la suciedad en las calles, por la falta de políticas claras de recolección de basura y de ordenamiento del espacio público; esos y muchos otros problemas derivan de un Estado ausente o incapaz. Un ejemplo reciente de la falta de control del Estado es que el avión que cargaba casi mil kilos de droga para llevarlos a España operó en una base aérea del Estado argentino como si fuese tierra de nadie, sin controles, sin permisos, sin aduana. En nuestro país la radarización es escasa. Si los aviones con droga fueran detectados, no habría cómo pararlos porque no tenemos ley de derribo como tienen nuestros vecinos Brasil y Chile.
Desde Unión Celeste y Blanco, hemos presentado en el Congreso Nacional -el ámbito primordial donde deberían discutirse estas materias- un proyecto de ley de radarización que contempla la incorporación urgente de radares hasta que se construyan los nacionales. Y un proyecto de derribo de aeronaves hostiles, que brinde un marco legal a la interceptación de estos aviones que ingresan drogas en el país. 
El autor es dirigente porteño de Unión Celeste y Blanco
fuente: La Nacion

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