viernes, 29 de abril de 2011

EL IGNORAR Y HASTA LA INDIFERENCIA COLECTIVA A NUESTRAS INSTITUCONES TIENE SU EXPLICACION


               Estamos llegando al 1 de Mayo con la creencia que solamente es el día del trabajador y nos olvidamos que el 1 de Mayo de 1853, se jura en Santa Fe la Constitución Nacional  que acababa de ser sancionada por el Congreso Constituyente.-

              La  Carta Magna en su texto indica, que la Bandera, el Himno, el Escudo y la Constitución, son símbolos de la patria.-

              No leemos, escuchamos u observamos por televisión que se recuerde el día de la jura de la Constitución, que es la obra jurídica-política por la cual la Nación Argentina se organizó política y jurídicamente como Estado y que es además símbolo de la patria. No hay recordación en la escuelas, no hay recordación en las autoridades y si las hay, pareciera de compromiso porque ni si quiera tienen la difusión y jerarquía que  qué el hecho que se recuerda impone. Quiero hacer una referencia, la Intendencia de la ciudad de Santa Fe, ha planificado la recordación de este hecho histórico.-

              Esta falta de interés que comienza en las propias autoridades, nos da una explicación del porque en nuestra sociedad hay tan poco apego a las instituciones,  a la propia  Constitución, patología, esta, que deteriora el sistema democrático y es determinante del manoseo constante que  sufre la ley de las leyes, más allá de otras motivaciones de gravitante importancia.-

               Frente a este acontecer, quiero trasladar al lector lo que se enseñaba en las escuelas primaria de nuestro país halla por 1912, transcribiendo el prólogo del libro titulado “Como se Ama a la Patria” escrito por Ricardo Levene y que dice;

                                            “ ESTE LIBRO

               Este libro de Moral e Instrucción Cívica Argentina, estudia las relaciones del ciudadano argentino y del Estado, y la organización del gobierno y de la administración de la Nación Argentina.-

               Ha inspirado este trabajo, el pensamiento de influir intensamente en el espíritu del alumno, por la enseñanza de  nuestra tradición, que es nuestro pasado, y por la qué comporta la vida en el seno de una democracia libre, que es nuestro presente y nuestro porvenir.-

               Su primer propósito es educar, Educar con el ejemplo vivo y palpitante, con la visión clara y verdadera de nuestra historia, haciendo resucitar el panorama moral de patriotismo, de virtudes, de honestidad y de sentimiento democrático, que animaron  a los núcleos directivos y a la masa social toda. Para lograr este propósito, de educar  el carácter e inspirar el respeto a las instituciones, ha sido suficiente decir la verdad. Hubo errores de pueblos y de hombres, en nuestro pasado. También se apuntan en este libro, para que su enseñanza sea más fecunda y para destacar los golpes de luz.-

               El plan al cual se ha ajustado este trabajo, obedece a los siguientes principios:
 1º.- Una tendencia eminentemente nacional, es decir, la enunciación y desarrollo de los preceptos de la Moral Cívica han sido orientados en el sentido que marca la línea de nuestra historia, arrancando de las primeras formaciones de la nacionalidad argentina hasta el presente, y fijando la labor que queda por hacer, para alcanzar el triunfo definitivo de las instituciones republicanas.-

2º.-Una vinculación estrecha entre la Moral y la Instrucción cívica, como que esta última traduce en normas imperativas los principios que la primera debe arraigar previamente en el alma del niño, que es el ciudadano de mañana.-

3º.-A cada capítulo acompaña una lectura cívica que es una página selecta, muchas de ellas de autores argentinos, y otras de grandes pensadores, como las páginas de Ihering, Tocqueville, Seneuil, Nordhoff, Jaurés, que hemos incluido para iniciar al niño – mediante la inteligente intervención del maestro- en las grandes ideas que contienen.-

4º.-Tiende también este libro a sugerir por la enseñanza objetiva. Y como se señalan en el texto, corresponde a algunos capítulos una o varias ilustraciones demostrativas.-

               El plan de la Moral Cívica Argentina debe ser metódico y orgánico sí aspira a llenar su alta misión de formación del carácter del ciudadano y de disciplinas morales del hombre, para ser un hombre útil  de la sociedad. De allí, la preferente preocupación del autor, en este punto. El plan debía ser sencillo, sin dejar de ser orgánico, y fácil el método, para ser eficaz.-

               Destinado este trabajo a los alumnos de cuarto, quinto y sexto, grado está escrito con la deliberada intención de dejar margen que la acción y la obra del maestro requieren.-

               El maestro, en efecto, debe intervenir para aclarar, interpretar y desenvolver los conceptos que en el libro se enuncian, que no ha pretendido suplantarle, porque sobre todo en la enseñanza de esta asignatura, él es el alma que infunde calor y vida a las ideas.-

               Estimamos que la intervención del maestro ha de ser particularmente eficaz en las explicaciones de las  lecturas cívicas, cuyo sentido íntimo tendrá que desentrañar. De este modo, acaso pueda realizarse aquella hermosa aspiración de Spencer, de introducir la enseñanza científica en la escuela primaria.-

               Termina cada capítulo con una afirmación inductiva, derivada del pensamiento o de la materia desarrollada en él. Esas afirmaciones son como los principios fundamentales desprendidos de la Moral e Instrucción  Cívica Argentina, y que grabados en el corazón del niño, podrían ser las normas de acción y de conducta del ciudadano.-

                               Ricardo Levene.”

               De la lectura de estas palabras del autor, surge la preocupación en la enseñanza del ayer en formar ciudadanos, lo que desde hace muchos años, está ausente de la escuela de hoy. Si nos tomamos el trabajo  de hablar con los jóvenes que ingresan a la universidad, notaremos el gran  define en el conocimiento de nuestra Constitución, lo que habla a las claras de porque existe esta decadencia institucional en nuestra sociedad.-

               Tenemos una gran falta de idoneidad cívica, si no la recuperámos inútiles van a ser los esfuerzos de tener una democracia plena.-

               He aquí el gran esfuerzo de fondo, que debemos hacer, trabajemos por recuperar la idoneidad cívica y moral, junto a otras necesidades económicas, financieras, laborales, sociales, sanitarias y culturales.-



Luis Agustin J Brasesco 

·        Senador Nacional (1983-1992)
·        Secretario Convención Nacional Constituyente (1994)
·        Vice Presidente 1ero. Convención
·        Constituyente Entre Ríos

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