lunes, 11 de abril de 2011

Urtubey sin K. Por Alfredo Leuco

Juan Manuel Urtubey ganó por paliza. Fue histórica su reelección como gobernador de Salta por más del 57% de los votos. Primera pregunta : ¿Es Urtubey un soldado de la presidenta Kirchner? ¿Se puede considerar una victoria de Cristina? La respuesta es: definitivamente, no. Pero eso no alcanza para explicar quien salió beneficiado con el triunfo de ayer. ¿Es la oposición o el peronismo federal o el antikircherismo quien se puede atribuir el mérito? Y la respuesta es la misma: no, de ninguna manera. Juan Manuel Urtubey es peronista en el más amplio y flexible sentido de la palabra.
 
Tiene 41 años, es brillante desde el punto de vista intelectual, quiere ser presidente de la Nación en el 2015 y por eso juega para Deportivo Urtubey. Es cierto que es muy probable que un alto porcentaje de sus votantes elijan a Cristina el 23 de octubre. Pero es la gran esperanza blanca de los que pretenden una renovación generacional del peronismo. Ese grupo que involucra a Sergio Massa o al intendente Pablo Bruera entre otros jóvenes que no miran ni son mirados con buenos ojos por el kirchnerismo pero, como no comen vidrio, no tienen la menor intención de romper con Cristina por ahora.
 
El momento de mayor enfrentamiento fue durante el conflicto de la 125 cuando Urtubey les advertía a Néstor y Cristina que era una locura enfrentar tan brutalmente al campo, el sector productivo más competitivo de la Argentina. Ya en esa época Juan Manuel tenía buenas relaciones y escuchaba a Alberto Fernández, igual que ahora, igual que Daniel Scioli. El pibe, como lo llaman algunos en Salta, sacó un 10% mas de votos que en el 2007 cuando derrotó al candidato de Juan Carlos Romero. 

Y lo derrotó pese a que los Kirchner, mucho no lo ayudaron. No le tuvieron confianza y Urtubey le ganó igual a quien era poco menos que el dueño de la provincia y heredero de una dinastía feudal muy poderosa. Aquel candidato romerista derrotado fue el mismo candidato kirchnerista apoyado por Julio De Vido y Hugo Moyano que ayer no consiguió ni el 10 % de los votos y se llama Walter Wayar. Paradojas del peronismo. Por eso Urtubey puede argumentar su autonomía del Frente para la Victoria.Ganó con Cristina y no por Cristina. Lucía Corpacci si le debe el triunfo a la presidenta. Y Carlos Eliceche el empate. 

En su formación, Urtubey mezcló la picardía militante de la calle de su tio Julio Mera Figueroa con la formación de excelencia universitaria y el postgrado en Estados Unidos.

Puede ser conservador y católico como su provincia pero también audaz y revolucionario como su generación. Hace de su independencia un culto. Jamás se sumó al alineamiento automático verticalista y por eso la provincia de Salta fue castigada a ser la tercera que menos coparticipación recibió de la Nación.
 
Esta es la explicación de la ausencia de la presidenta en los afiches de campaña y en las propagandas de la tele. El flamante reelecto gobernador agradeció el apoyo de la presidenta, se comprometió a respaldarla si se lanza a la reelección pero dijo que si eso no ocurre, debería convocarse a una interna en el peronismo para elegir candidato. Mas claro hay que echarle agua: Cristina si, pero su dedo, no.

Para que no queden dudas repitió hasta el cansancio, cargado de intención y federalismo que ayer no se eligió delegado del poder central. Su discurso de convertir Salta la linda en Salta la justa y de combatir la pobreza extrema que es estructural en la provincia muestran que sabe donde esta parado.
 
Le hizo un homenaje al gobernador Miguel Ragone secuestrado y desaparecido por la dictadura militar y su vice gobernador pertenece a un partido fundado por un integrante de aquel régimen militar. Memoria sin venganza, dice. Justicia social y también libertad de pensamiento sin autoritarismo ni discurso único parece proponer. Tiene mucho camino por recorrer. Pero está en carrrera. Ahora Urtubey es mucho mas que un gobernador.



Fuente: Continental

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