sábado, 16 de abril de 2011

Los subsidios y el ejemplo de Brasil. Por Carlos Pagni


Hay decisiones administrativas que cobijan pensamientos estratégicos. Dilma Rousseff, en Brasil, acaba de cancelar 40.323 subsidios del exitoso programa de asistencia social Beca Familia. ¿El motivo? Los beneficiarios no cumplieron con la obligación de vacunar y mandar a la escuela a sus hijos.
La izquierda brasileña pretende que la mano del Estado sea inteligente. No hay asistencia social sin inclusión social.
Descubrir al otro ayuda al descubrimiento de uno mismo. Desde hace un año, el equipo de Amado Boudou intenta que los organismos multilaterales de crédito relajen las auditorías sobre varios subsidios a la pobreza. Esos organismos han documentado que el Estado en la Argentina es ciego a la evolución de los beneficiarios de la asistencia. Si bien la Asignación Universal por Hijo premia a quienes cumplen los requisitos sanitarios y escolares, sus sanciones no son tan claras.
Ningún campo refleja mejor el rol que una sociedad le asigna al Estado que el de la batalla contra la pobreza. Brasil inspira la discusión de siempre: caridad o promoción. Mejor dicho: populismo o progresismo.
Fuente: La Nación

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