martes, 27 de diciembre de 2011

JOAQUIN MORALES SOLA - "LA OFENSIVA DEL GOBIERNO CONTRA LOS MEDIOS" 26-1...


Joaquin Morales Solá - periodista
video columna TN - "la ofensiva del gobierno contra los medios"

lunes, 26 de diciembre de 2011

El laberinto político. Por Santiago Kovadloff


Acaso resulte sorprendente, pero a esta altura de los hechos ya no es inverosímil. Muchos estiman que, por el camino que vamos, una madre, en diciembre del año 2015, podría ungir a su hijo como presidente de la Nación. Los Kirchner no están solos en el afán de construir una dinastía familiar. Los Moyano, en ese sentido, no aspiran a menos aunque, por el momento, se los vea rezagados. La pronunciada agonía de los partidos encuentra, en esta primacía política de la sangre, su diagnóstico más sombrío. Si una hija puede proceder como lo hizo Florencia Kirchner el pasado 23 de octubre y si una viuda puede lo que pudo Cristina Fernández al homologar el nombre de su difunto esposo a los valores supremos del Estado por los cuales decidió jurar como mandataria, es porque ya estamos incursionando en una nueva (o muy vieja) concepción del poder.
También en este sentido el llamado cristinismo se quiere como una etapa superadora del justicialismo. Perón no vaciló en entregarle el poder a su inefable segunda esposa mientras consagraba al pueblo como su único heredero. Un cóctel ciertamente explosivo. Los Kirchner llegaron más lejos y, a lo que todo indica, aún más lejos quisieran llegar.
Ha comenzado por estos días una carrera que se extenderá por los próximos cuatro años. En ella compiten intereses contrapuestos. La oposición debe pelear para ganar protagonismo; el Gobierno, para no perderlo. Dígase lo que se diga, es dentro de sus filas donde el Gobierno encuentra los principales obstáculos que debe superar. Es en sus propias filas donde la Presidenta sitúa los riesgos mayores, aun cuando así no se lo admita. Sobre ex aliados, nuevos aliados, gobernadores de esquivo perfil y subordinados de siempre de dudosa fidelidad, recae la mirada inclemente de su desconfianza crónica. El estrellato ofertado a sus hijos no indica otra cosa. La estrategia, mientras tanto, pretende hacer creer que sus enemigos son externos. "Corporaciones conspirativas" es una de sus flamantes designaciones.
La oposición no sabe cómo dejar atrás su irrelevancia. La fragmentación que la inhabilita debe su vigencia a un modo de interpretar las necesidades del país y el papel de los liderazgos que la arrinconan en la intrascendencia. Nadie, en ella, ha pensado todavía cuál ha sido el aporte efectuado por todos sus dirigentes al desastre común. Al Gobierno, en cambio, lo amenaza su descomunal concentración de poder. Si se embriaga con ella, si profundiza su aislamiento, liquidará una incomparable oportunidad de liderar un proceso de reconstrucción democrática que la República pide a gritos. Y creo, desgraciadamente, que no será otro su rumbo. A lo que todo indica, no estima que su propia suficiencia pueda depararle ninguna frustración. Más aun: la Presidenta, lejos de tener la última palabra, como cabe a su función específica, tiene la única palabra que circula en su entorno. Faltan, entonces, no sólo los aportes que podrían hacerle algunas voces opositoras. Faltan, igualmente, el discernimiento y la sensatez que deberían proveerle, si las oyera, algunas de sus voces más cercanas. Falta, en suma, el aporte invalorable del pensamiento alternativo.
Pareció, hasta hace algún tiempo, que buena parte de ese aporte lo tenía a su cargo Carta Abierta. Hoy se tiene la impresión de que sus redactores han optado por la defensa intransigente de la acción presidencial, lejos ya de aquel espíritu crítico que motivó su origen.
La figura del disidente es una de las más odiadas por la Presidenta. Si se exceptúa la del traidor, no creo que haya otra que le inspire mayor rechazo. En la figura del disidente estalla la autocomplacencia oficial. En ella, encarna la disonancia que enfurece al Poder cuando ese poder lo quiere todo de un solo color. El hechizo del liderazgo hegemónico encuentra en el disidente su límite drástico. Es el lapsus de la lógica totalizadora, el ejercicio autónomo de la reflexión que atormenta al discurso excluyente o único. El poder autoritario necesita terminar con esa práctica para que el mundo vuelva a parecerse a lo que su sed de uniformidad le exige.
Si el fanatismo ha encontrado su lugar en el poder, ¿cómo no habría de encontrarlo la repugnancia al pensamiento crítico que aun subsiste fuera de él? Disentir de ese pensamiento cuando corresponde es el deber lógico del oficialismo y también de la oposición. Pretender silenciarlo, en cambio, buscar su ahogo, es estar decidido a sellar con la impronta de la intolerancia el triunfo del monólogo. Y, dígase de paso, la gran victoria del Gobierno en esta embestida contra el pensamiento crítico es, hasta ahora, la formidable apatía social que, en relación con este asunto, reina entre quienes integran el 46% de un electorado que no lo votó. Ninguno de sus representantes se hace oír al respecto con la contundencia necesaria.
Hay, además de la del disidente, otra figura que el poder no soporta. Es la que representa Moyano. Moyano no es un traidor ni es un disidente. Es el alter ego del oficialismo. Es otra voz del pensamiento único, pero enfrentada ahora a quien se dice su titular. Moyano fue ese aliado que ya no conviene tener. Util hasta ayer; hoy, disfuncional. Ha llegado, pues, la hora de privarlo de legitimidad. El proceso histórico en marcha exige, al parecer, esas alianzas y estos enconos. Moyano, por supuesto, responde con la misma moneda con que le pagan. Pero, en la lucha por el poder, las palabras no suelen ser sino el preámbulo de los hechos. El Gobierno exige subordinación incondicional. Moyano no se muestra dispuesto a retroceder. La prensa es lo que Cristina más odia, pero Moyano representa el poder que más la desvela. Ambos, la Presidenta y el sindicalista, se saben inflexibles en su ambición. Una vez más, el peronismo exhibe las tensiones que genera su división. Una vez más, el país parece depender del curso que tomen esas remotas beligerancias.
Si fuera posible pronunciarse con cierta objetividad, diría que, desde 2001, éste es uno de los momentos más inquietantes de la política argentina. Acaso porque estamos en el umbral de acontecimientos de infrecuente intensidad: un gobierno que se dice peronista enfrentado al sindicalismo; una distancia electoral entre el oficialismo y sus adversarios del 37%, vale decir, como nunca se ha visto; una predilección de la Argentina por el trato con los países políticamente menos evolucionados de América latina y una simultánea reserva en las relaciones con los países más avanzados del subcontinente; casi tres décadas ininterrumpidas de vida democrática y una fragilidad institucional indisimulable.
La Argentina se encuentra en un proceso de declinación muy pronunciado. Si hoy no puede extraer lecciones de un mundo convulsionado por sus contradicciones, podría al menos extraerlas de su propia historia. Pero no. Entre nosotros la proclividad a la repetición del error ejerce una fascinación sin mengua. Lo que se repite cambia de formato, no de contenido. La Constitución es pretextual. Lo es desde hace mucho. La necesidad social de que así no fuera le permitió a Raúl Alfonsín ganar las elecciones de 1983. Pero la imposibilidad de dar sustento en el largo plazo a esa necesidad minó su gestión al poco tiempo de iniciada. Los gobiernos que siguieron al suyo ya concibieron la ley, abiertamente, como un instrumento servil del poder. La declinación cívica de la Argentina se inició en el interior de los partidos políticos cuando empezaron a abandonar su prédica docente y su labor programática para dejarse ganar por un oportunismo perverso. Así es como hoy están pulverizados. Profundizaron esa declinación, ni qué decirlo, los golpes militares. Y los dos últimos gobiernos, al que ahora se suma un tercero, supieron capitalizar los frutos amargos de ese deterioro. Ellos han fortalecido, como sostuvo Natalio Botana, "una democracia sui generis organizada en torno a la hegemonía del Poder Ejecutivo". Vuelve a cobrar vida de este modo un viejo proyecto de liderazgo político asentado en una figura dominante que se postula como equivalente al Estado.
Si supiéramos entender lo que quiso significar Guillermo Jaim Etcheverry con su obra La tragedia educativa, tal vez comprenderíamos que en ella no aspiró a pronunciarse ante todo un experto en la materia. Lo que allí ha hecho Jaim Etcheverry es mostrar, con inusual penetración, que la educación maltrecha que hoy abunda entre nosotros es un síntoma de la pobreza estructural y de la mezquindad ética que imperan en la concepción de la política; pobreza y mezquindad que nos extravían en un laberinto del que, todavía, no sabemos cómo salir.
FUENTE: LA NACIÓN

sábado, 24 de diciembre de 2011

Yo, enviado por Ella para salvar a Europa. Por Carlos M. Reymundo Roberts


Qué bueno estar de vuelta en mi país, con mi gente y ¡en mi columna! Sí, la he recuperado para nuestra causa, venciendo los vanos intentos del gorila que me reemplazó de quedarse definitivamente con ella. Y, como ven, llegué a tiempo para cumplir con el deseo de la señora de que pase Nochebuena con toda su familia. Eso sí, estoy agotado después de una gira por Madrid, París y Berlín. Fui como enviado de Ella para asesorarlos por la crisis del euro. Nadie nos había llamado, pero me mandó igual.
Mi arribo a Madrid fue noticia en los diarios. "Llega un enviado de Cristina Kirchner para dar consejos sobre cómo enfrentar la crisis", decían los titulares de primera plana. Cuando di a conocer los consejos de la Presidenta, la información fue a parar a las páginas de humor. En Europa no entienden nada.
Básicamente, lo que dije allí fue lo siguiente: la primera crisis es la del relato; la historia del colapso del euro la están contando los diarios. Algo tienen que hacer. Qué es eso de que los gobiernos no tienen cadenas de medios. Qué pasa que no hay un solo 6,7,8 en las televisiones públicas; qué pasa que no estatizaron las transmisiones del fútbol; qué corno pasa que no compran periodistas, que no premian ni castigan a nadie con la pauta oficial; cómo no se les ocurrió pinchar teléfonos, intervenir casillas de mails, perseguir a la prensa independiente?
La crisis del relato se manifiesta también en la difusión de cifras. A Merkel y a Sarkozy les expliqué la extraordinaria experiencia del Indec, que está siendo recogida en los libros de historia como un caso único en el que la voluntad de un gobierno es más fuerte que la realidad. El sueño de todo gobernante: la economía subordinada a la política. A los españoles, que tienen 5 millones de desocupados, les dije que empezaran a hablar de una reducción de esa cifra, incluso aunque los desempleados fueran cada vez más. Los gobiernos tenemos la obligación de ser optimistas. El Indec es, antes que nada, un himno de fe y esperanza. Les encantó la historia y me pidieron que les mandáramos a Moreno, pero tuve que explicar que Moreno no podía salir del país por el cierre de fronteras que él mismo había dispuesto.
Otro problema grave es el de los mercados, que con su mal humor permanente son los que están marcando los tiempos y la dirección de esta crisis. El drama allí es que respetan al mercado y se terminan sometiendo a él. Pobres, cuánta inocencia. Les conté lo que habíamos hecho acá para frenar la corrida del dólar (además de pedirles a los Kirchner que por unos días dejaran de comprar). "Muchachos -los apuré-, a ver si me entienden: la policía. ¡Saquen la policía a las calles! Si ustedes no tienen casi inseguridad, ¿qué hacen con los policías? Mándenlos a los bancos, a las casas de cambio, a las bolsas. ¿Y los gendarmes? ¡Aprieten con los gendarmes! ¿No tienen jueces amigos? Paren con ese verso de la seguridad jurídica. ¡Está en peligro el euro!"
Este consejo no fue del todo asimilado. Ya lo dijo la semana pasada Guy Sorman en un artículo publicado en el diario ABC, de Madrid: "Los dirigentes europeos no están escribiendo la historia; la están sufriendo". Sí, la están sufriendo. Les hablé de policías en los mercados y temblaron. Les hablé de manotear las cajas de jubilaciones y les agarró convulsión violenta. Les aconsejé pagar las deudas con reservas y se persignaron. Hablé pestes del FMI y se taparon los oídos.
Otro tema que no supieron manejar es el de las consecuencias políticas de la crisis. En Grecia cayó Papandreu; en Italia, Berlusconi, y en España, Zapatero. Les dije que eso hubiese sido muy fácil de resolver: los ajustes siempre tienen que hacerse después de las elecciones. Nunca antes. Como lo hizo Cristina.
Les confieso que he vuelto de Europa desilusionado. Sus dirigentes no están a la altura de las circunstancias. Y, lo peor, se niegan a seguir nuestros consejos. Eso le dije a la señora cuando me recibió esta semana. Incluso le di una idea: "A mí no me hicieron caso: debería ir usted. En Italia la aman y están recontra agradecidos, porque después de que se reunió con Berlusca en Roma, él se empezó a caer a pedazos. Ahora quieren que usted se vuelva a ver con Sarkozy, con la Merkel. ¡Capaz que los borra a todos, señora! Le reitero, creo que debería ir".
Se quedó pensativa. Ya sabemos: no le gusta que le digan lo que tiene que hacer. Me contestó. "No voy a ir. No quiero quedar asociada a un continente decadente. Esa gente no merece mi tiempo. Prefiero ir a Venezuela. O a Bolivia. Países con futuro. O quedarme acá. Quiero estar cuando les saquemos Papel Prensa a La Nacion y a Clarín y oír cómo chillan. Quiero estar en este festival de leyes que se aprueban en horas y sólo porque yo lo ordeno. Quiero ver arrodillado a Moyano. Quiero ver cómo se doblan los jueces. Quiero asistir al funeral de la oposición. Quiero seguir escuchando cómo me aplauden los empresarios. Quiero ver a Moreno descontrolado poniendo a parir a todos. Quiero...
-Señora -me animé y la interrumpí-. Dígame: ¿quiere estar también para el ajuste? ¿Quiere estar acá cuando suban la luz, el gas, el agua, el transporte, los colegios, la salud? ¿Cuando caiga el consumo, cuando haya despidos, cuando la gente crea que se está pudriendo todo y se vuelque otra vez al dólar?
-Epa -contestó-, no lo había pensado. Me convenciste: viajaré. Creo que en Europa me pueden estar necesitando. Y de paso compro unas carteras.
fuente: LA NACIÓN

Feinmann: "Es muy incómodo adherir al gobierno de dos multimillonarios q...



Esto no lo dijo ningún dirigente opositor, sino un intelectual cercano al Gobierno como el escritor José Pablo Feinmann, durante una entrevista que mantuvo con lanacion.com, en la octava y última entrega del ciclo "Pensar la Argentina que viene"

domingo, 18 de diciembre de 2011

Camporización. Por Pepe Eliaschev


Era previsible, además de inexorable, porque cuando se embriaga de poder, el peronismo se convierte en una batahola tóxica. ¿Qué es el peronismo? Los militantes y cuadros que se han ido abroquelando en el aparato del Estado, bajo la cobija generosa de la Presidenta, ¿son más o son menos peronistas que los incombustibles sindicalistas a quienes expresa Hugo Moyano? Vieja e interminable disquisición, el debate sobre el “ser” del peronismo se sigue encarnando en una catarata de desencuentros que jamás perecen del todo. Mientras los medios de comunicación se hacen la (demasiado fácil) fiesta con el supuestamente infinito internismo de los radicales, lo cierto es que si hay una colectividad política argentina que ha hecho de los empujones interiores su principal manera de vivir su vida, es el justicialismo.
Lo único que Moyano quiso decir, y dijo, el jueves en Huracán, es que ya estaba bien de abuso de poder. Resuelta a arrastrar a sus partidarios a una puja final contra quienes a ella le producen rechazo (estético e ideológico), Cristina Fernández había reiterado, al reasumir el 10 de diciembre, exactamente el mismo ambicioso y pesado desafío del sector del que formaba parte a mediados de 1973. El kirchnerismo ha procedido con una lógica de colonización política territorial que parece calcada de lo que pretendió consumar la llamada “tendencia revolucionaria” entre 1973 y 1974, en vida de Perón. El reclamo de Moyano, al que no conviene tomar demasiado literalmente porque tampoco es irreversible, tiene –sin embargo– un rasgo de poderosa razonabilidad. La noción del vaciamiento del peronismo y su desplazamiento por ideas y –sobre todo– funcionarios que provienen de otras lógicas y aspiran a metas diversas, expresa una realidad que los justicialistas viven como evidente en la realidad actual del país. Tal vez no sucedía de esa manera con Néstor Kirchner, pero hoy es más notorio que nunca que la presidenta Fernández no procura ocultar ideas y planes de impronta muy diferenciada del peronismo. Lo que estalló ahora, o al menos lo que a juicio mío aparece como el rasgo más grave, peligroso y angustiante de la Argentina de diciembre de 2011, es que el gobierno kirchnerista decidió “ir por todo” con una ambición, unas certeza y un desprejuicio que no aceptan comparaciones. Todo quiere decir todo.
El “nunca menos” que ellos diseñaron como consigna central y determinante, expresa cabalmente una voluntad subjetiva de acumulación y personalización de poder verdaderamente llamativa. Hasta Hugo Chávez, en el poder hace doce años, ha procurado, con mediocre éxito es cierto, blindarse detrás de un “partido unificado” que responde al modelo de socialismo nacional que predica y trata de ejecutar el caudillo bolivariano. La Argentina de los Kirchner, en cambio, no deja de ser una comarca poblada por un proyecto político de brutal y solitaria centralidad en el mando.
Debe creer la Presidenta que los antecedentes de hace 38 años siguen siendo valiosos y, sobre todo, fecundos para conquistar y alambrar poder. Lo que este curioso y extravagante fenómeno del camporismo encarna es, así, la versión siglo XXI de la tendencia setentista, entonces convencida de que la movilización militante y el lenguaje de las balas terminarían por intimidar a Perón y disciplinarían a los sindicatos y a los cuadros políticos justicialistas, de impronta esencialmente reformista y negociadora. El kirchnerismo de hoy se convierte de este modo en un jacobinismo vociferante, convencido de que puede deglutir lo tradicional a puro golpe de autoridad.
Haber denominado “la” Cámpora al aparato destinado a expresar las intenciones de gobierno es un acto de fenomenal sinceridad. Perón se valió de Héctor Cámpora, pero no bien advirtió, ya en el verano de 1983, que ese hombre empezaba a responder con mayor disponibilidad a los mandatos de las falanges militantes, antes que a él, lo confinó en la distancia, la suspicacia y el cruel desprecio final. A mediados de 1973, cuando el camporismo no existía, Perón detestaba al hombre de San Andrés de Giles. Aunque el peronismo se apoltrone en la hipocresía de negarlo, a Cámpora lo sacó del poder el mismo Perón, el 13 de julio de 1974. No se le escapa a ningún peronista que tenga por lo menos 50 años, que “camporizar” a un gobierno originariamente justicialista como el de Cristina, ha sido un intento excesivamente brutal de llevarse puesto al peronismo de siempre.
Esta primera factura (vendrán muchas más, y tal vez más costosas) que presentó a cobro en ventanilla el señor Moyano, revela la naturaleza volátil y esencialmente imprevisible de un movimiento, que en su momento de mayor obesidad de poder puro y desnudo, exhibe simultáneamente la temible debilidad de quien, en su voracidad por masticárselo todo, se agota en esa ansia desmedida y produce el despedazamiento de sus propios actores.
El recorrido de las primeras semanas tras el triunfo electoral del 23 de octubre impide ambiguas conclusiones u opacos ocultamientos: la filigrana que subyace en lo actuado y en los planes oficiales trazados para el corto y mediano plazo revelan un acerada (y vociferante) decisión de ocupar y controlar el mayor espacio posible en cualquier fragmento de vida social argentina, de medios de comunicación a universidades, de empresas a tribunales, de colectividades a clubes de fútbol. En ese sentido, el kirchnerismo es un omnívoro desprejuiciado; tanto le apetece dominar al Racing Club de Avellaneda como disciplinar a las orgullosa Techint, seguir deglutiendo radios y canales de TV, como intimidar y neutralizar a una Corte Suprema, cuya independencia y autonomía iniciales ya parecen ir disipándose.
La inminente y gravísima captura de Papel Prensa SA es más de lo mismo, un desorbitado gesto de atropello al sector privado que tendrá tóxicas consecuencias. Si hoy “democratizan” Papel Prensa, ¿por qué no querrían “democratizar” mañana, por ejemplo, a Arcor o a Tenaris? Que sea nada menos que Hugo Moyano el adalid de esta recia interpelación al insaciable proyecto de poder oficial evidencia la taciturna intemperie argentina. Lo peor es que todo esto, aunque parezca mentira, apenas comienza.

FUENTE: PERFIL

Primeras instrucciones kirchneristas 2011-2015. Por Alejandro Borensztein


- 18/12/11
Presidencia de la Nación comunica a los señores funcionarios, al pueblo votante del proyecto nacional y a los fucking húngaros, las nuevas instrucciones para el período presidencial 2011/2015 en las distintas áreas de gobierno.
1. Educación Tal como se anticipó la semana pasada, los nuevos pronombres personales serán los siguientes: yo, tú, Néstor, nosotros, vosotros, ellos . Ejemplo para la conjugación de verbos en tiempo presente: yo distribuyo la riqueza, tu distribuyes la riqueza, Néstordistribuye la riqueza, etc. etc. Conjugación de verbos en tiempo pretérito indefinido: yocombatí al menemismo neoliberal que privatizó YPF, reformó la Constitución solamente para permitir la reelección, decretó los indultos y devastó el empleo; tucombatiste al menemismo neoliberal que privatizó YPF, reformó la Constitución solamente para permitir la reelección, decretó los indultos y devastó el empleo; Néstor combatió al menemis…. bueno, y así sucesivamente.
2. Economía Los empresarios que deseen importar deberán solicitar permiso al Excelentísimo Sr. Secretario de Comercio, Don Guillermo Moreno. El funcionario los atenderá los días lunes, martes y miércolesen el Luna Park de Buenos Aires , avenida Corrientes esquina Bouchard. Adicionalmente, quienes deseen solicitar autorización para aumentar los precios de sus productos deberán concurrir los días viernes, previo paso por el breve curso preparatorio que se dictará en la Escuela Argentina de Fellatio .
Luego del lanzamiento de las monedas de 2 pesos, el Ministerio de Economía anuncia que está en estudio la nueva moneda de 3 pesos,cuyo prócer, obviamente, ya fue definido . Entrará en circulación en cuanto resolvamos cómo se hacen los piloncitos de 10 pesos.
A partir del día de hoy, la palabra monopolio se aplicará únicamentepara señalar al recontrarequetemaldito . Asimismo se informa que las empresas telefónicas no constituyen monopolio alguno y que todos los habitantes del país podrán cambiar libremente de compañía cuando lo deseen. Sólo deberán mudarse de barrio .
La inflación fue, es y será no mayor al 10% anual . Se fija el valor del dólar en 4,30. Asimismo, a partir del día de hoy y durante los meses de enero y febrero, la temperatura no podrá superar los 28 grados Celsius. La temperatura para marzo y abril tendrá un techo de 26 grados Celsius. Cualquier información sobre aumentos de temperaturas o sensaciones térmicas por encima de estos valores serán consideradas manipulaciones mediáticas . Si la humedad supera el 70%, la Ciudad de Buenos Aires será declarada Ciudad Gorila . Con algo menos de humedad, también.
A partir del 1° de enero, todos los productos fabricados en el paísllevarán la frase: “By appointment to Her Majesty”.
3. Política interior Desmentimos categóricamente las maliciosas versiones que pretenden hacer creer que el Gobierno esté preparando una reforma constitucional para habilitar un nuevo mandato presidencial . Jamás lo haremos ni jamás lo hicimos (la del 94 fue obra del neoliberalismo menemista y los extraterrestes que lo conformaron ). La designación de la diputada Diana Conti, propulsora explícita de la re-reelección de la Presidenta, al frente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados es una simple coincidencia . Entregaremos el poder al próximo gobierno surgido del sufragio universal, a menos que haya un clamor popular y que ese clamor popular sea un clamor de la gran puta.
Se declara, por méritos propios y por si quedaba alguna duda, la disolución y liquidación de la UCR. Próximamente, también la del PJ .
Se ordena que, a partir del 1° de enero de 2012, todos los votos del gobernador Scioli pasan a pertenecer al vicegobernador Mariotto . Se decreta que a partir del martes próximo todos los bonaerenses deberán renunciar al cariño y simpatía que tienen por el gobernador Scioli y transferir su cariño y simpatía al vicegobernador Mariotto. Podrán hacerlo voluntariamente por Internet o llamando por teléfono a la nueva Subsecretaría de Popularidad y Carisma de la provincia de Buenos Aires o concurriendo a la sucursal de La Cámpora más cercana a su domicilio.
A partir de las 0.00 hora del día 15 de diciembre de 2011, se decreta que todo lo bueno que hizo Moyano por el kircherismo pasa a ser malísimo , y lo que nos parecía lindo de él, ahora nos parece un asco.
4. Turismo Declárase de interés turístico nacional a la querida ciudad de Choele ChoÉl.
5. Ciencia y Tecnología El CONICET informa que a partir del día de la fecha queda terminantemente prohibido que los científicos de esta institución expresen opiniones o ideas distintas a las posiciones oficiales .
Asimismo se decreta que el Sol gira alrededor de la Tierra, que ésta es el centro del universo, y que Galileo Galilei seguramente es un puto que escribe en el suplemento Ciencia y Tecnología del diario La Nación . A partir del 1° de enero, la línea del Ecuador se trasladará al paralelo 50 Sur, que pasa por la ciudad de El CalafatÉl , y el planeta Venus se denominará planeta Orlando Barone .
Se invita gentilmente a los señores investigadores para que hagan sus mejores esfuerzos para encontrar en el espacio exterior una nueva estrella, y anunciar al mundo su descubrimiento. Luego se la bautizará como estrella “Torneo Clausura” (o algún nombre equivalente). Para colaborar en la tarea, queda aprobada la contratación del especialista HorangÉl .
6. Cultura El Instituto Nacional de Revisionismo Histórico se complace en dar a conocer su primera investigación del pasado reciente. Queda comprobado fehacientemente que durante los juicios a las Juntas en 1985, los fiscales Strassera y Moreno Ocampo, los jueces Arslanian y Gil Lavedra, y los miembros de la CONADEP Ernesto Sabato y Magdalena Ruiz Guiñazú eran, en realidad, Kunkel, Randazzo, Boudou, Insfrán, Ricardo Forster y Orlando Barone , todos ellos disfrazados respectivamente de Strassera, Moreno Ocampo, Arslanian, Gil Lavedra, Sábato y Magdalena Ruiz Guiñazú. Asimismo se descubrió que los otrora menemistas Gioja, O’Donell y Pichetto eran en realidadLanata, Binner y Beatriz Sarlo, disfrazados de Gioja, O’Donell y Pichetto . No hemos encontrado aún las pruebas del pasado peronista del Canciller Timerman porque estamos demasiado atareados escondiendo las pruebas del pasado de Boudou .
7. PromulguesÉl, publiquesÉl y archivesÉl.

FUENTE: CLARÍN... ¡¡ SI CLARÍN ¿Y QUÉ?!!

La alarmante devaluación de la democracia. Por Joaquín Morales Solá


Hay vencedores y vencidos. El texto del proyecto que dispone la eventual confiscación de Papel Prensa y la algarabía de los diputados oficialistas en la noche de la votación tuvieron los trazos de una victoria de barrabravas. El problema de la democracia argentina es que los vencidos no son sólo LA NACION y Clarín, como coreó el kirchnerismo, sino también, fundamentalmente, la libertad de prensa. Un gobierno que controlará la producción nacional de papel para diarios y también las cuotas de importación, según el texto aprobado, se quedará con el dominio absoluto del insumo imprescindible de toda la prensa gráfica y, por lo tanto, de su libertad. No hay otra conclusión más clara y más certera que ésa.
La devaluación democrática ha tenido en los últimos días otros síntomas alarmantes. El diálogo fue abolido por los representantes del Gobierno. Quienes iban a ser condenados a la guillotina, los diarios, no pudieron ejercer su derecho a la defensa. La propia oposición se vio seriamente condicionada en su posibilidad de expresarse.Otros temas, como el presupuesto (la principal ley para el funcionamiento del Estado), los límites a la propiedad extranjera de la tierra o la brutal modificación de la ley que reglamenta el trabajo de los peones rurales, fueron despachados mediante un arrogante trámite exprés.
Una de las principales obligaciones que impone la democracia es el respeto a las minorías. Pero ese dogma es de imposible comprensión por un gobierno que se ha refugiado entre los duros. El ministro de Economía real, en los hechos, es Guillermo Moreno. Un hombre, Juan Manuel Abal Medina, dispuesto a seguir la moderación o la intolerancia con igual convicción, se ha hecho cargo de la Jefatura de Gabinete. Carlos Kunkel, Carlos "Cuto" Moreno, Diana Conti o Marcelo Fuentes son las personas que manejan en realidad el Congreso.
Un dejo de resentimiento, un reflejo siempre vengativo y mucho rencor acumulado guían los pasos de esos legisladores. Cristina Kirchner ha depositado gran parte del poder fáctico del Estado en manos del ala más fanática del kirchnerismo. La Presidenta se encontrará algún día con un conflicto: la historia registra que el fanatismo y los ultras han sido siempre minoritarios en las sociedades democráticas. Han sido, más bien, la causa infalible del fracaso de la política y de las naciones.
Un amplio y riguroso reglamento dictado por dos poderes del Estado para una sola empresa, cuyo producto, el papel para diarios, no falta en el mercado. ¿Qué es eso si no una persecución? El Estado (o el Gobierno, más precisamente) metido en la producción y comercialización de la producción nacional de papel y con amplias facultades para decidir sobre su importación, actualmente sin restricciones y sin aranceles. ¿Qué es esa obsesión sino el presagio de un control sobre lo que se escribirá más que sobre el mercado del papel?
Una increíble condena a un plan de inversión para pagar, según dice el proyecto, falsas acusaciones de delitos de lesa humanidad, que ningún juez probó nunca. ¿Qué es ese barroquismo sino el uso de la noble causa de los derechos humanos para saldar pobres pleitos actuales? Un Congreso que ignora que un artículo explícito y diáfano de la Constitución, el 32, le prohíbe dictar medidas contra la libertad de prensa. ¿Qué es eso sino la victoria de una decisión autoritaria sobre la letra y el espíritu de las instituciones?
Una nube de versiones falsas está tapando el centro de la cuestión. Diarios del interior apoyaban el proyecto oficial, decían los oficialistas. La asociación que agrupa a esos diarios, ADIRA, se pronunció rotundamente en contra del manotazo a un bien imprescindible de la prensa libre. No podía ser de otro modo. Sólo los diarios militantemente oficialistas apoyan el proyecto oficialista.
La Presidenta dijo el viernes que "el Estado generó la primera fábrica de papel para diarios". El Estado promovió, pero no generó nada. Los diarios que tienen actualmente la propiedad mayoritaria de la empresa debieron invertir 200 millones de dólares de la época (casi 700 millones de dólares actuales) para poner en funcionamiento la fábrica de Papel Prensa.

INESPERADOS ALIADOS

El primer fondo para la construcción de esa planta, antes de que se hicieran cargo sus actuales dueños, fue aportado por todos los diarios del país, no sólo por LA NACION y Clarín. El Estado nunca invirtió nada en Papel Prensa. Estamos hablando de los años 70. Cristina Kirchner le reconoció a la dictadura méritos que nunca tuvo. El rencor puede encontrar inesperados aliados.
Sectores de la oposición aprovecharon también el momento para liquidar antiguos resentimientos con la prensa. La política y el periodismo estarán siempre, y forzosamente, encerrados en un clima de tensión. El discurso de Ricardo Alfonsín provocó más nostalgias de su padre, que sabía distinguir con claridad entre la anécdota y las condiciones sustanciales de la democracia. Felipe Solá traspapeló sus recientes discursos republicanos. Mauricio Macri y Hermes Binner (a quienes la mitología política considera los únicos que quedaron con vida después del 23 de octubre) aportaron el silencio, que es el peor aporte cuando los valores más esenciales están irremediablemente heridos. La vida pública exige responsabilidades que van más allá de las comodidades personales o políticas.
La venganza kirchnerista con el periodismo fue ya explícita cuando una comisión del Senado aprobó el proyecto la misma noche que éste había sido sancionado por Diputados. No había ningún apuro más que el de ofrecerle a la Presidenta el regalo de la extrema disciplina. ¿Fue malo? No. La evidencia irrefutable es mejor que el disimulo. ¿De qué serviría el maquillaje de la amabilidad y la cortesía si, en última instancia, el proyecto se aprobará tal como lo quiso la jefa del kirchnerismo? Ya que el agravio a la libertad es un desastre, que lo sea hasta el fondo.

MOYANO, EL ÚNICO LÍMITE

Hugo Moyano es víctima también del diálogo proscripto. El jefe cegetista se ha convertido, con todo, en el único límite real y práctico con el que tropezó Cristina Kirchner desde su victoria. El propio Moyano no sabe por qué lo desterraron después de que el kirchnerismo lo tuviera como el aliado más importante durante ocho años. Moyano fue un engranaje fundamental en la construcción de poder del kirchnerismo.
Sin embargo, en ese caso también la Presidenta tropezará con un enorme conflicto: el peronismo tradicional, joven o viejo, se quedará con Moyano si le dan a elegir entre el jefe de los camioneros o La Cámpora. La corriente camporista está asumiendo formas violentas (incluso contra el inexplicable Daniel Scioli) que sólo son posibles bajo la protección del poder.
La decisión de Moyano de desafiar al cristinismo, de enfrentar a La Cámpora y de renunciar al Partido Justicialista por considerarlo una estructura vacía, ha conmocionado al peronismo. El peronismo siente que desde la CGT están tocando su melodía. Es el mismo combate ideológico de siempre entre la ortodoxia y la izquierda, que el peronismo no superó nunca, aunque esta vez sea sólo una caricatura. Néstor Kirchner solía juntar en un mismo acto a La Cámpora y a la juventud sindical que responde a Moyano. Cristina Kirchner no hará eso; ella cree que tiene por delante la culminación de una revolución inconclusa. ¿Revolución de quién? Parece que la iniciada por su esposo, aunque su marido fue una mezcla de reformador y de pragmático, muy alejado de las revoluciones.
Es probable que el Gobierno esté muy preocupado por el nivel de los aumentos salariales del próximo año, después del tarifazo, de los impuestazos de Scioli y de Macri y del consecuente reacomodamiento de los precios. La solución, en tal caso, consistía en dialogar con Moyano, que comprendió esos problemas muchas veces en los últimos años. Pero ¿cómo llegar a esa instancia cuando se ha impuesto el mesianismo sobre la reflexión o cuando se prefiere mandar antes que convencer?
Hace pocos días se conocieron fotografías de presos políticos torturados y asesinados por la dictadura. Eran crímenes que se sabían por la letra escrita, pero que cobran una dimensión sobrecogedora en las imágenes de esas fotos. Al mismo tiempo, en Tucumán se hallaron los restos de Guillermo Vargas Aignasse, un senador joven y talentoso, que practicó la política y no la violencia, asesinado cruelmente en los primeros días de la última dictadura.
Esos recuerdos amargos del pasado deberían revalorar los casi 30 años de democracia argentina. La política ha preferido, en cambio, llevar la calidad de la democracia a su peor nivel desde 1983. La decadencia democrática acusa a la dirigencia política y social, pero también interpela a una sociedad peligrosamente distraída.
FUENTE: LA NACIÓN

domingo, 11 de diciembre de 2011

HUMOR POLÍTICO: La terna de los Turros 2011. Por Alejandro Borensztein


11/12/11
Los aeropuertos son un lugar apropiado para las ceremonias del Club de los Malos.
Huelen a desesperación humana y a caos. Una especialidad de la casa.
Lo que empieza como un excitante viaje de vacaciones, el CDLM lo puede transformar fácilmente en el infierno tan temido. Demoras, vuelos suspendidos, pasajeros enfurecidos, agresiones a personal de mostrador, equipajes extraviados, niños llorando, y la perfecta fórmula matemática según la cual la cantidad de gente harta, sucia, agotada y hambrienta varada por un vuelo atrasado, es el doble de la cantidad de sillas disponibles para sentarse y esperar. En fin, pasan cosas lindas en un aeropuerto. Una terminal aérea es un verdadero campo de entrenamiento para guachos profesionales , aspirantes a guachos y meritorios del CDLM. Por eso, elegimos allí hacer el evento de entrega de diplomas a los ternados para los Premios Turros 2011 .
La ceremonia se realizó de noche, en el medio de la pista de aterrizaje, a la luz de la luna y las antorchas. Si bien las cenizas no son una invención del CDLM, las usamos como excusa para suspender todos los vuelos y realizar nuestro evento. El griterío de los pasajeros se escuchaba desde la terminal como una banda de sonido perfecta .
“Llevo en mis oídos la más maravillosa música que es la voz del pueblo argentino, puteando” , dijo el CEO del Club en su discurso de apertura.
Los ternados fueron elegidos por un jurado de 10.000 turros de toda la República. Los más destacados hijos de puta de la Patria, sin distinciones sociales, de raza o religión, votaron democráticamente a los mejores del año en el arte de dañar y devastar a los pobres corderitos de Dios que habitan este bendito suelo.
Entre otras, se destacan algunas ternas: Mejor labor oficialista : Moreno, Timerman, gobernador Insfrán y Shocklender (El hombre de Meldorek es número puesto y seguramente postergará por tercer año consecutivo el merecido reconocimiento al Canciller, que fue superado en 2009 por Luis D’Elía y en 2010 por Ricardo Jaime).
Mejor labor opositora : Duhalde, que fue Consejero del Proyecto de Atomización y Pulverización de la Oposición (COPAPO), Alfonsín (COPAPO), Carrió (COPAPO), Solanas (COPAPO), Binner (COPAPO) y Rodríguez Saá (COPAPO).
Mejor labor musical (mayor daño a la música) : Los Wachiturros, Freddy Mercury interpretado por Macri y Amado Boudou interpretado por Amado Boudou.
Mejor labor empresaria: Directivos de marketing bancario (impulsores de la idea de ofrecer promociones bancarias llamando por teléfono a los hogares los sábados a la mañana, a la hora de la cena, o cuando los corderitos hacen dormir a sus bebes); directivos de empresas de ferrocarriles (tuvieron un gran año) y Manteros (tal vez no sean empresarios aún, pero van camino a serlo).
Curiosamente no entraron en estas ternas las empresas de colectivos. En todo premio siempre hay injusticias.
Mejor labor sindical: Sindicatos que piden aumentos arriba del 25% denunciando que hay inflación y emputeciendo al gobierno, a Moreno, al INDEC y a muchos más; Moyano (podría entrar en la categoría anterior pero el gran jurado entendió que merecía una mención propia) y Trapitos (nueva ilegalidad laboral recientemente incorporada).
Acá surge una duda: ¿Qué produce más daño? ¿Un turro que rompe el vidrio del auto para robar o el trapito que lo cuida pero, en recitales y eventos, cobra para permitir estacionar en un lugar de libre estacionamiento? Es un dilema ético sin respuesta. Similar a otro dilema del CDLM: ¿Quién es más guacho? ¿Aquel que estaciona frente al portón del garage de un edificio impidiendo que entren y salgan autos, o el turro que pone caños galvanizados de manera perpendicular al cordón con la excusa de impedir que se estacione, pero con el oculto objetivo de destrozar ruedas de autos, y desintegrar ciclistas que se lo llevan puesto? Respuesta: ambos son necesarios porque un turro es la coartada del otro .
Mientras los jurados deciden, nuestra tarea sigue. Fin de año es un buen momento para probar a los nuevos graduados de la Alta Casa de Estudios del CDLM . Dos de ellos organizaron un pequeño operativo de perturbación política. Uno se infiltró como sastre de Victoria Donda entallando dos centímetros de más su vestido. El otro, se mezcló entre las huestes de La Cámpora que se ubicaban en los palcos para saludar a los nuevos legisladores. Las consecuencias fueron múltiples. En primer lugar, la aparición de dos tetas magníficas, sublimes, inolvidables, posiblemente el mejor aporte del Frente Progresista (nunca tan oportuno el nombre de la agrupación), ya incorporadas a la historia de la política nacional, a menos que el nuevo Instituto Nacional de Revisionismo Histórico (otra genialidad del CDLM)empiece a cuestionarlas . Al mismo tiempo se logró poner en ridículo al conservadurismo nacional con sus habituales reclamos de recato, decoro y otras barbaridades . Y por último, nuestro infiltrado en las filas camporistas logró, incitando con sus cantitos agraviantes y nostálgicos, transformar a un grupo de jóvenes bienintencionados con vocación de gestión, militancia y modernidad en una espléndida manga de barrabravas . Sin duda, la formación académica de nuestros cuadros es cada vez mejor.
Luego de la entrega, los ternados posaron para la foto junto a un aviónde American Airlines demorado por cenizas, sin servicio de catering por la huelga de los que lo proveen, y en bancarrota . Perfecto. Estaban todos. Desde un supermercadista que cobra un 20% más caro si el cliente no compra el día de su promoción bancaria, hasta los dirigentes del gremio de subterráneos con tendinitis, pasando por los talentosos directivos de River que mandaron el club a la B o el jurado de Bailando por un Sueño. Si el Club de los Malos fuera una revista, esta foto sería la tapa de los personajes del año.
Mientras se retiraban, los ternados cantaban: “Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, para todos los corderos, el regalo de papá” .
Este año volamos alto. Más que cualquier avión. Sin resistencias, ni siquiera la del viento. Ya lo dijo Edmund Burke, irlandés nacido en Dublin en 1797, gran turro, padre del conservadurismo británico y miembro fundador del Bad Guy´s Club de Londres : “Lo único necesario para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada”.
Los Premios Turros son prestigiosos.
Representan lo mejor de nosotros . Próximamente, los ganadores.

fuente: Clarín

viernes, 2 de diciembre de 2011

Kovadloff: "El kirchnerismo está amenazado por la autosuficiencia"


En la quinta entrega del ciclo Pensar la Argentina que viene, que comenzó con Beatriz Sarlo y siguió con Ricardo Forster, Juan José Sebreli y Jorge Coscia, el filósofo y ensayista, Santiago Kovadloff aporta su mirada sobre el presente y posible futuro del kirchnerismo

sábado, 26 de noviembre de 2011

Mi mensaje a Cristina: ¡la extrañamos! Por Carlos M. Reymundo Roberts


Todas las semanas me propongo hacer una columna seria, y, humildemente, creo que lo consigo. Es natural, porque el trabajo que me han asignado es llevar el relato del día a día de nuestra revolución, y todas las revoluciones tienen ese halo de cosa entre épica y dramática.
Esta vez, en cambio, me temo que muchos pensarán que estoy bromeando, que me he dejado llevar por la horrible costumbre, tan común en estos tiempos, de leer la realidad desde el prisma del sarcasmo. A los que crean eso les digo que están equivocados: tengo la misma seriedad de siempre, las mismas convicciones, el mismo compromiso.
Lo único que se ha modificado es la realidad. Señores y señoras, todos y todas, entérense: ha ocurrido una verdadera catástrofe. Nos han secuestrado a la Presidenta, no sabemos dónde la tienen y nos están poniendo una burda imitadora, probablemente salida del staff de Tinelli, que físicamente se le parece bastante, pero que cada vez que habla o hace algo mete la pata porque la señora, la verdadera, haría o diría exactamente lo contrario.
Hasta ahora no quise decir nada porque no lo podía creer. Empecé a sospechar cuando ella, compradora compulsiva de dólares, mandó prohibir la compra de dólares. Después me llamó la atención que empezara a destruir el castillo de los subsidios, piedra basal de nuestro modelo, para sustituirlo por un burdo tarifazo que traerá más inflación y más pobreza. Y no les digo nada cuando le cambió bruscamente el objetivo a Aerolíneas Argentinas: de ser una empresa que se proponía perder dos millones de dólares por día, algo que los de La Cámpora, pese a su juventud e inexperiencia, estaban consiguiendo, tenía que pasar a convertirse en la campeona de la austeridad. "Muchachos, olvídense de que es una línea de bandera, de la integración con el mundo, de estar al servicio del pueblo y de todo el verso de estos años. No hay más guita." La última gota fue devolverles el control aéreo a los milicos. Ahí se les fue la mano con la impostura: la señora se hubiera cortado la lengua antes de dar semejante orden.
Fue entonces cuando, perplejo, hice una ronda de llamadas a gente que se supone que sabe. Boudou me confió que él también estaba sorprendido. "No sé, no la reconozco: está más ortodoxa que yo en mis peores épocas", dijo. Después hablé con Timerman, y su respuesta fue que hacía tiempo que no la veía. "No me recibe, no me llama, no me atiende?". No hice una lectura política, sino conspirativa. Abonaba mi teoría del secuestro.
A Aníbal Fernández no hizo falta buscarlo: llamó él. "Che, no sé qué hacer con tanto barquinazo. Es cierto que me le animo a todo, pero? ¿cómo hago para salir a explicar que es blanco todo lo que hasta ahora decíamos que era negro?" Su frase final me comió la cabeza: "¿No te parece que Cristina está irreconocible?"
A Hebe de Bonafini la encontré en un pasillo de la Casa Rosada y muy tímidamente le tiré de la lengua. No hizo falta. Estaba que trinaba. "¿Cuál es el verdadero Sergio Schoklender, el chico bueno que adopté como hijo o el que destruyó mis sueños? ¿Cuál es la verdadera Cristina??"
De esa ronda de conversaciones, la más significativa es la que tuve con De Vido. Fui de frente con mi sospecha de que la Presidenta que estábamos viendo era trucha. Me cortó en seco. "No vuelvas a repetirlo. Esta es la auténtica Cristina: pragmática, realista, peronista, que se fía más de nosotros que de los imberbes de La Cámpora. Todo lo que está haciendo está muy bien. Por fin se dio cuenta de sus errores." Después de cortar no me quedó duda: la tiene secuestrada él.
Macri, al que también llamé, siempre me sorprende por su singular abordaje de los temas. "Es cierto que está muy cambiada, pero más cambié yo, ¿no? Durán Barba me dice que tengo que tratarla con mentalidad de contratista del Estado: me tiene que parecer bien todo lo que hace ella, simplemente porque lo hace ella." Le transmití mis dudas: "Mauricio, ¿y si resulta que no es ella?" Alucinante respuesta, risotada incluida: "¡Todavía estoy tratando de saber quién soy yo!"
Lo más burdo de la patraña de De Vido y sus cómplices fue llevar a la falsa Cristina a la Conferencia de la UIA y hacerle decir todas cosas horribles y contrarias a nuestro credo: mimar a los empresarios, darle la espalda al reparto de ganancias entre los trabajadores (un proyecto que el propio Néstor había alentado), hablar de inflación, ponerlo a parir a Moyano, pedirles a los obreros que trabajen más y protesten menos? ¿Quién en su sano juicio puede creer que nuestra Presidenta, la reina del progresismo, la madre de los pobres, va a estar preocupada por robarse un aplauso en el templo del capital? A los ricachones que la ovacionaron, felices porque esa señora decía todo lo que ellos querían oír, me gustaría gritarles: ¡cayeron en la trampa! ¡Los engañaron!
Les diría también que no se hagan ilusiones. Vamos a desenmascarar a la impostora, vamos a encontrar a la verdadera Presidenta (no se la pueden haber llevado tan lejos) y ella se va a encargar de volver a poner las cosas en su lugar. Dólares para todos, Aerolíneas para todos, subsidios para todos, ganancias para todos.
Mientras tanto, vaya mi mensaje a la señora, donde quiera que esté: "Cristina, la extrañamos".
FUENTE: LA NACION