viernes, 11 de agosto de 2017

LA MANCHA DEL GRIEGO de Graciela Rost, Cap 2 Epi 5

Episodio 5

TAN LEJOS

  Todos los trámites para la herencia estaban iniciados, hasta el esperma para la inseminación de Fedra. Xander asistió a una reunión directiva en las empresas que heredara de su padre Andreas, más que nada informativa. Tenía curiosidad por saber de qué vivía.
  Todo estaba regulado para que él cobrara sin hacer nada, sólo por ser el hijo de Sifakis. Le explicaron que cada mes le liquidaban a él las ganancias que le correspondían, previo pagar sus gastos de mantenimiento e impuesto de las propiedades, lo restante, era enviado por cheque a la embajada. La misma administración se ocupaba de todo.
  Preguntó cuál sería su capital en las industrias y la respuesta lo dejó azorado. Vendiendo su parte de las industrias, viviría sin trabajar un par de vidas.
  Pero no vendería. Eso era de su padre y no lo tocaría. Le dieron las llaves de una caja de seguridad de un banco para que viera su contenido. También era de su padre y, nunca había sido abierta. Fue a ver de qué se trataba, tenía curiosidad.
  Era evidente que su madre huyo de Grecia cuando su padre murió. La caja contenía bonos y unos cuantos miles de euros. Sacó el contenido. Le mandaría la mitad del dinero a Ada para que lo guardara y consultaría sobre los bonos.
  Cuando le dijeron el valor de los bonos, decidió abrir una caja propia de seguridad en el banco para guardarlos. Pensó que su madre había renunciado a todo, por recobrar el amor de su vida. En ese momento, el habría hecho lo mismo, solo que no sabía si su amor era correspondido en la misma medida a como él amaba a Ada.
  Caminó sin rumbo por las calles de Mykonos.
  Antes de entrar a su casa, recordó que su prima y concubina lo estarían esperando. Vivirían, por un tiempo, en ese lugar. Cuando entró, las mujeres estaban cocinando, más por placer que por necesidad. Se las veía muy felices. Las besó a ambas y lo abrazaron, cada una de un lado.
  _ Hace menos de un mes, estaba estudiando filosofía en la universidad, apurado para terminar y asegurarse un trabajo digno. Jugaba en un buen seleccionado de básquet; tenía muchos amigos y una mujer a la que amaba. Paree que el futuro me está jugando una mala pasada -comentó Xander-
_ Igual para nosotras. Pero, no podemos abandonar a toda la familia a su suerte. No te preocupes por mantener o manejar las empresas, hay gente dedicada a eso. Nosotros no tenemos que hacer nada, sólo cobrar y ver dónde dormiremos cada día -le respondió Fedra-
   Fedra estaba acostumbrada a esa vida, su padre era también industrial y socio de las empresas de Andreas.
  Mila, nuevamente lo acosaba sexualmente. No era su tipo, pero tampoco era fea; tenía buena figura y rasgos delicados; a diferencia de su prima, que era más alta y corpulenta que, aunque hermosa, tenía un rostro más rígido y un estilo más clásico.
  Su temor, más bien, era que Fedra sintiera celos y tuvieran problemas por alguien que no le interesaba en absoluto.
  Todo lo contrario, parecía que Fedra disfrutaba que su pareja jugara con él. Xander se dejaba besar y trepar por Mila, no había mucho más por hacer, salvo salir de la casa. Él ya estaba organizando mentalmente su viaje para reencontrarse con Ada.

  Ada no dejaba de llorar. Reunida con sus amigas, Martín y Lucas, les contaba la situación en la que se encontraba Xander. Ella les confió que, algo malo presintió cuando él debió viajar. Estaba segura de que, la situación en Grecia haría que Xander la abandonara para siempre. Martín intervino diciendo que estaba seguro de que, nada en el mundo haría que su amigo la abandonara. Ada lo miró incrédula. Lloraba sintiendo íntimamente una desgarradora soledad.

   Pasaron dos meses desde que Xander había llegado a Mykonos. Ese día, Fedra y Mila regresaban contentas a la casa con una gran noticia.
 _ ¡Seremos madres! -anunció Fedra-
   Xander, entró en la cuenta que eso lo hacía a él padre. Se sintió aterrado. Lo bueno, era que el tema había terminado.
_ ¡Qué bien! Pronto regresaré a casa -dijo feliz Xander-
  _ Lo dudo primo, la que está embarazada es Mila. Yo aún no lo he logrado -le explicó Fedra-
   Xander se sentó en un sillón, se sentía muy mareado. Eso no era lo mismo, con ella había tenido sólo sexo y no había ningún acuerdo, ni nada.
   ¿Cómo se lo explicaría a Ada? Aún no se atrevía a contarle sobre esa parte del testamento, cuando solo se trataría de una inseminación. No sabía cómo le diría que tuvo sexo con Mila y un hijo en camino.  Sintió que todo su mundo se derrumbaba.
   Xander decidió que debía hablar con Ada antes de ir a verla. Tenía que decirle lo que estaba pasando. Se comunicó, como cada noche. Ada, ni bien lo vio en la pantalla le preguntó cuándo iría.
_ Seguramente, en pocas semanas, pero hay algo que debes saber.
   Ada, se acomodó para escucharlo. Él le contó lo que faltaba de la cláusula respecto de un embarazo de su prima. Ella lo escuchaba con los ojos llenos de lágrimas.
_ Por favor Ada, escúchame sin llora, porque si no, no tendré coraje de habar.
_ Te escucho Xander.
  Él le contó de la pareja de Fedra y que habían tenido sexo. Ada no se sorprendió; él tenía sexo con cuanta mujer se le cruzara. Le dijo que era evidente que, al ser lesbianas no tenían un cuidado anticonceptivo y que Mila había quedado embarazada de él.
  Ada no logró contener las lágrimas, tapó su rostro con ambas manos. Xander no sabía cómo consolarla sin abrazarla.
_ La pareja entre Fedra y Mila, es muy estable y ella quieren tener un hijo. Te aseguro que yo quedo fuera de esa ecuación.
  El problema interior de Xander, era que en realidad, él no sabía que tan fuera estaría, una vez que viera a sus hijos.
_ ¿Me comprendes bien Ada?
  Ella asentía con la cabeza.
_ Te necesito a mi lado. Iré a buscarte.
 _ No Xander. Yo te extraño y espero que vengas a verme, pero no viajaré contigo.
 _ No entiendo Ada ¿Por qué no quieres acompañarme?
 _ Te pido que cuando regreses tengas bien claras las cosas en tu cabeza. Debes saber que vas a hacer con tu vida, porque la mía está muy ligada a la tuya y necesito saber si es tiempo de desprenderme de ti.
 _ Por favor Ada, no hagas esto. Espérame. En unas semanas estaré allí. Por favor Ada, no tomes decisiones apresuradas.
 _ No lo haré. Te espero y hablamos.
Cuando ella cortó la comunicación, Xander se sintió desesperado, estaba a punto de perder a Ada. Decidió hacer los trámites para viajar lo antes posible.

_ Viajaré por unas semanas a América y luego regresaré a continuar cumpliendo con mi parte del trato -anunció Xander a Fedra-
_ No te vayas, sin dejar bien complacida a Mila -respondió con firmeza Fedra-
_ ¿Qué pasa contigo? Yo no tengo nada que ver con Mila. No soy su consolador.
Fedra le dio una cachetada.
_ ¡No seas un niño desagradecido! -le gritó Fedra-
_ ¡Te equivocas si crees que haré lo que tú quieras, solo porque tu edad, hace que parezcas mi madre!
  Nuevamente le sonó otro golpe en la cara. Él la tomó de los brazos y la empujó golpeándola contra la pared. Ella se abalanzó sobre él, golpeándole el pecho e insultándolo. Él la abrazó con fuerza.
_ Perdóname Fedra, no debí golpearte…  Recuerda que soy tu marido, solamente en los papeles. No tienes derechos personales sobre mí, para exigirme nada.
Fedra tomó la cabeza de Xander y lo besó en la boca.
_ ¡Basta, deja esto! Ya no hagas nada más Fedra.
  Fedra metió una mano en su pantalón, envolviendo su sexo. Xander peleaba con ella intentando alejarla, mientras ella que lo empujaba hasta el sillón. Fedra le desabrochó el jean; lo besaba en los labios mientras abría sus piernas para recibirlo. Él la penetró con furia y enojo. Ella gritó de dolor… era su primera vez con un hombre… Xander no podía creer lo que pasaba, ni tampoco detenerse. Era tarde, estaba teniendo sexo con ella sin ningún control. Los gritos hicieron que Mila llegara y los viera. Ella se sentó a su lado, besando a uno y al otro alternativamente. Por más de una hora Xander tuvo sexo con ambas mujeres. La revolución hormonal tuvo más poder que cualquier sentido y nada de sentido común.
  Xander se sentó en el sillón, supo que Fedra acababa de manipularlo. Ellas no querían que él se fuera. Fedra incluso, tuvo sexo con él, siendo su primer hombre. Estaban tejiendo una telaraña a su entrono de la que él quería escapar. Se dio cuenta que escapar del todo, ya no era posible. Estaba casado con Fedra, era su esposa ante la ley. Mila sería madre de su hijo.  No solo había caído en su telaraña, ambas ya estaban chupando su vida.
_ Tengo otras cosas que hacer -aseguró Xander poniéndose de pie con total decisión-
  Se dio una ducha, preparó una valija. Compro su pasaje vía internet para el día siguiente y se aseguró de tener lugar en el ferri por la mañana. Escuchaba a las mujeres jugar en la cocina mientras preparaban algo de comer. Pensó en sus amigos, Martín seguro lo envidiaría y querría estar en su lugar, Lucas hasta lo felicitaría. Pero él, sólo quería regresar con Ada.
  Por la mañana sólo tomó un café. Entró a la habitación de Fedra para avisarle que se marcharía por unas semanas. Ella se levantó para no despertar a Mila y fue con él hasta la cocina.
_ Ve tranquilo, nosotras te alcanzaremos la semana entrante -dijo con seguridad Fedra-
_ No hagan eso. No se metan en este viaje, es privado.
_ Hable con Leónidas, mi padre, sobre tu viaje y me dijo que debíamos cubrir las apariencias, permaneciendo a tu lado. Tú no te preocupes porque reservaremos un hotel para nosotras.
  Xander asintió, no había mucho que él, pudiera hacer al respecto, durante ese año toda la familia estaría metida en sus vidas.

  Durante su vuelo, lejos de todo, pensó cómo arreglaría su vida. Repasaba todo lo acontecido y no encontraba soluciones que le dieran libertad. Tenía que completar el año con Fedra, cumpliendo los compromisos con la familia Sifakis.
  En el aeropuerto vio a Martín que lo esperaba. Estaba realmente feliz, al fin un rostro conocido y sinceramente amigable.
  En el auto, mientras se dirigían a la ciudad, Xander le contó todo lo que había pasado en esos dos meses. También que sólo estaría unas semanas y que Fedra llegaría tras él. Martín lo escuchaba con tristeza, él siempre supo que estaba enamorado de Ada y cómo, todo eso complicaba su vida.
  Al llegar a casa, Ada lo abrazó colgándose de su cuello. Xander tiró todo para sostenerla. La besó en toda la cara deteniéndose en los labios. Ella lloraba, estaba muy demacrada y más delgada que cuando la dejó.
_ Deja todo atrás Xander, no regreses a Grecia -le rogó Ada-
_ No puedo hacerlo, aunque quisiera. Necesito que comprendas que casi unas centenas de personas dependen de completar esta cláusula del testamento. Dame tiempo Ada. Solo se tratará de un año.
  Ada se soltó de él y no respondió. Sacó de la heladera una bandeja con masitas, para acompañar el café. Mantuvieron los tres una charla sobre las novedades de la ciudad y sus amigos. Luego Martín se marchó para dejarlos solos.
  Xander tomó a Ada en sus brazos, la besó en los labios, necesitaba de ella y de su amor. Ada también necesitaba de él.
  Fueron juntos a la habitación, todo cuanto él quería, lo tenía en sus brazos. Hicieron el amor con desesperación. No había nada más en el mundo que ellos y lo que sentían. Xander separó la cara del cuello de Ada para mirarla a los ojos, estaba por decir “te amo” cuando ella cubrió su boca con los dedos para impedirlo.
_ Tú necesitas saber lo que tengo que decirte -pidió Xander-
_ Ya es tarde -dijo Ada-
_ Me prometiste que no tomarías decisiones -replicó Xander-
_ Las decisiones, las has tomado tú. No hay retorno posible al punto dónde habíamos quedado antes de que te fueras. Todo ha cambiado. ¿No entiendes que no hay sentimientos posibles que te hagan salir de la ecuación de tu hijo?
  Xander se sentó en la cama y lloró. Ella le pasó la mano por su espalda.
_ Ven conmigo a Grecia, Ada.
_ Sería poco digno de mi parte. Tú, no necesitas más mujeres a tu lado. Yo debo pensar en cómo vivir una vida normal. Sin ti.
  Ada tenía razón, él no podía forzarla a estar a su lado en esas condiciones. Xander reflexionaba en todo lo injusto que estaba siendo con ella.
_ Vivamos estas semanas como una bella despedida, con la alegría que siempre nos da estar juntos. Sólo esto pido para mí -dijo Ada mirándolo a los ojos-
  Pasaron el resto del día y la noche en la cama, incluso comieron en la cama comida comprada que les entregaban en la puerta.
_ Pase lo que pase, debes prometerme que continuarás recibiendo dinero que te envíe.
_ Bien Xander, lo guardaré para alguna emergencia.
_ Todo lo mío es tuyo, Ada.
  Ada sonrió meneando la cabeza. Había mucho de incredulidad en su gesto.
  La primera semana pasó entre reuniones con amigos; escapadas al mar con Ada; horas sin dormir haciendo el amor y procurar que ella, recuperase peso. Al finalizar la semana, su teléfono sonó.  Fedra estaba ya en el hotel. Ambos quedaron sentados en silencio. La magia se había roto.
   Xander le pidió a Ada que lo acompañara para presentarle a su prima. Ada fue de muy mala gana. Una vez en el hotel, entraron a la suite de las chicas que los abrazaron a ambos.
  Hablaban solo en griego, pero Ada les entendía pese a no hablarlo. Se sentaron todos en los sillones, mientras recibían un servicio al cuarto. Mila sirvió en pequeños platos individuales los canapés y al llegar a Xander, lo besó apasionadamente en la boca.
_ Todo va bien con nuestro niño -le dijo Mila-
  Ada se sintió muy incómoda y Fedra le llamó la atención a Mila, que rápidamente se sentó a su lado. Cuando se despedían para irse, Fedra le pidió que él regresara más tarde porque recibirían una llamada de Leónidas.
  Una vez en el departamento, Ada estaba muy desanimada, le pidió que la dejara sola porque necesitaba dormir. Xander la besó y regresó al hotel para esperar la llamada.
  Xander entró furioso a la suite.
_ ¿Tienes algún problema mental, Mila? -preguntó Xander-
 _ ¡Cálmate por favor Xander! Es que Mila no tiene inconvenientes en compartirte y no pensó que ella lo tuviera -le explicaba Fedra-
_ ¿Compartirme? No puede compartir lo que no le pertenece. ¿Acaso debo repetir que no soy objeto de ustedes? -dijo aún con más enfado Xander-
  Fedra se acercó a abrazarlo y acariciarle el cabello, mientras le pedía que se calmara.
_ Te recuerdo que mientras estamos fuera de Grecia, yo no asisto al tratamiento de inseminación. Deberás realizar tu trabajo, en la forma tradicional -dijo fríamente Fedra-
_ Que te quede claro que no haré nada más que lo estipulado. Has con ello lo que quieras -dijo Xander firmemente-
_ Hablas así porque estás enojado, pero yo haré que ese enojo se disipe -le aseguró Fedra-
 _ Olvídalo, no haré nada que no tenga deseos de hacer.
_ Veo que olvidas que, te encuentras casado y con un compromiso que durará todo un año -dijo Fedra-
Mila se acercó a ellos, colocando cada una de sus manos en los sexos de ambos. Fedra tomó del cabello a Xander, guiándolo hasta su boca, mientras Mila desprendía su jean.
_ Xander… solo es sexo. Estoy ovulando… Nadie te reclama amor -le dijo Fedra al oído-
  Los tres caminaron hasta la cama, sin dejar de tocarse. Xander nuevamente se encontraba en un juego que no buscaba. Las mujeres lo excitaban al punto, de sentirse hechizado por ellas. Tenía sexo con una y otra. Ellas aún jugaban con su cuerpo cuando el cansancio lo venció quedándose dormido.
   El teléfono nunca sonó, había sido un engaño. Recordó por un momento el rostro de Fedra, por primera vez en éxtasis teniendo sexo con él. Pensó que la situación se estaba complicando aún más. 
  Xander se duchó antes de vestirse. Ada no entendería lo que pasó esa noche y ciertamente, él no pretendía que lo hiciera.  Lo mejor que él podía hacer, era regresar a Grecia. Quedarse con ellas en América, sólo lastimaría más a Ada.
 
Entró al departamento sin hacer ruido, caminó hasta su cuarto para volver a poner las cosas en la maleta. Se sentó en su cama, estaba agotado en todo sentido. Ada entró y se sentó a su lado.
_ Es mejor que te vayas Xander. Debo reiniciar mi vida sin ti y cuanto antes lo haga mejor.
_ Permaneceré en contacto, como siempre -dijo Xander-
_ Mejor, solo una vez a la semana -replicó Ada-
  Xander la abrazó llorando como un niño.  Ada lloró con él.


 MAÑANA CONTINUARÁ CON EL INICIO DEL CAPÍTULO 3...

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