viernes, 1 de abril de 2011

El líder camionero, el doctor Jekyll y Mr. Hyde. Por Fernando Laborda


Néstor Kirchner inició en 2003 su gestión presidencial con amor por la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), con desprecio por los llamados "gordos" del sindicalismo y con un temor reverencial hacia Hugo Moyano. Finalmente, optó por aliarse con este último para garantizarse algo que consideraba imprescindible para gobernar y de lo que careció Fernando de la Rúa: el control de la calle.
Es probable que hoy su sucesora, Cristina Kirchner, esté aplicando igual razonamiento.
En sectores del kirchnerismo se ha atribuido parte de la tragedia personal de su esposo a los disgustos que le generó Moyano en sus últimas horas de vida. Tampoco han faltado en ciertos nichos del oficialismo voces convencidas de que la presencia del titular de la CGT cerca de la Presidenta podría tener un efecto negativo en un año electoral. La imagen de Moyano en la opinión pública no es precisamente favorable.
Sin embargo, en el Gobierno se analiza también que un enfrentamiento con el líder camionero puede resultar peligroso en materia de gobernabilidad. Más de una vez la Presidenta habló de un pacto social. Pero éste fracasó, en buena medida, por la reticencia de Moyano, cuya situación personal ante la Justicia condicionó cualquier acuerdo.
Como en la obra de Robert Louis Stevenson sobre el doctor Jekyll y el señor Hyde, que narra la lucha del ser humano por controlar al monstruo que llevaría dentro, Moyano refleja una curiosa dualidad en su relación con el Gobierno. Dos semanas atrás bramaba de furia y convocaba a un paro con movilización a la Plaza de Mayo. Ahora ensaya un acercamiento, tratando de convencerlo de su funcionalidad, y hoy se reunirá por segunda vez en 48 horas con la Presidenta. En rigor, son dos caras de una misma moneda, dos formas de exhibir poder.
El titular de la CGT puede golpear, pero también negociar con una dosis de flexibilidad, como al acordar un aumento salarial del 24% para los camioneros, cuando antes amenazaba con un piso del 30.
¿Qué busca Moyano a cambio? En los papeles, la suba del mínimo no imponible de Ganancias y el pago de deudas con obras sociales. En el fondo, apoyo político para las causas judiciales en su contra y que le garanticen bancas legislativas. Su reciente frase "La lealtad se paga con más lealtad" resume todo: los favores se pagan con impunidad.
fuente: La Nación

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