miércoles, 2 de febrero de 2011

Lagos contaminados en Bariloche



Uno de los sitios de mayor afluencia turística de la Argentina puede perder su atractivo si no hay cuidado de la naturaleza.





Como ya ha ocurrido en temporadas anteriores, en enero se registraron numerosas quejas por el estado de las aguas en algunos lagos de Bariloche.
Efectivamente, es un tema que preocupa desde hace varios años. Dos temporadas atrás destacamos desde estas columnas que un estudio bacteriológico de rutina había determinado que un sector del lago Moreno tenía casi 200 por ciento más de Escherichia coli de lo permitido. Las muestras, que habían arrojado resultados sorprendentes, habían sido tomadas por el Departamento Provincial de Aguas (DPA), que investigaba la presencia de la bacteria. En ese momento se argumentó que una planta de efluentes cloacales se había desbordado.
Tal vez, el elevado volumen de los barcos de turismo, los desechos de algunos hoteles o la multiplicación de las viviendas han ido modificando la calidad de agua de los lagos.
Lo cierto es que, a 135 años de la llegada del perito Moreno, cuando el padre de los parques nacionales argentinos bebió de las frescas aguas del Nahuel Huapi, los lagos del Sur ya no tienen ni la pureza ni la claridad de otros tiempos.
La majestuosa ciudad de San Carlos de Bariloche se encuentra a orillas del lago Nahuel Huapi, un espejo de agua que junto con montañas y bosques constituyen uno de los lugares más bellos del mundo. Se trata de un sitio que funciona como portal de ingreso al Parque Nacional Nahuel Huapi, uno de los más atractivos de la Argentina.
Sin duda, la preocupación es relevante. Bariloche es uno de los sitios de mayor afluencia turística: hace apenas unos días el ministro de Desarrollo Territorial, Leandro Bertoya, comunicó en conferencia de prensa las estadísticas de ocupación turística en Neuquén, correspondientes a la primera semana de enero de 2011, las que habrían registrado un aumento del 7,74 por ciento respecto del mismo período del año 2010.
Por su parte, el Parque Nacional Nahuel Huapi comenzó un relevamiento de unas 1500 encuestas destinadas a medir la cantidad de visitantes y el grado de satisfacción tanto con el parque como con los servicios que se prestan.
Sin duda, la mayor carga humana permanente y transitoria seguirá en aumento y, aunque el éxito turístico se mide en la cantidad de personas que visitan un lugar, es imprescindible llevar a cabo cambios que permitan un desarrollo sustentable de la ciudad, de modo que sus atractivos no sean dañados por el aumento de la población y del turismo.
Si el crecimiento no es acompañado de un mantenimiento de las condiciones naturales que hacen atractivo el lugar, se percibirá un menoscabo en el nivel de satisfacción de los visitantes y éstos no regresarán ni recomendarán a otros su visita.
Se trata de incorporar una visión estratégica que exige mirar más allá de la coyuntura, y planificar una actividad de escasa raigambre en nuestro país.


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