miércoles, 2 de febrero de 2011

El método para negar la inflación Por Roberto Cachanosky


Tanto el ministro de Economía como el de Planificación insisten en negar que la Argentina esté atravesando un agudo proceso inflacionario. Al respecto acaban de afirmar que hay dispersión de precios. Boudou sostuvo: "Mantengo muy fuerte lo que dije de que la gente tiene que caminar para buscar precios. Dentro del mismo barrio a veces hay lugares que tiene los productos hasta tres veces más caros".
Si la afirmación de Boudou y de De Vido es cierta bueno es recordar que el mercado siempre arbitra.
En primer lugar cabe aclarar que el mercado no es un lugar físico, sino que es un proceso por el que se asignan los recursos productivos de acuerdo a la información disponible que tienen los consumidores, información que no es perfecta. Por eso, no existe la competencia perfecta como se ha planteado en los libros de introducción a la Economía, dado que si todos los productos fueran iguales, si todos los agentes económicos tuvieran exactamente la misma información, etc., entonces la competencia no tendría sentido. Cuando se dice que el mercado es un proceso, lo que se afirma es que el empresario tiene que descubrir qué es negocio; dónde hay una tasa de rentabilidad superior al promedio del mercado. Porque si hay una tasa de rentabilidad superior al promedio del mercado quiere decir que hay una demanda insatisfecha y a esa actividad hay que volcar los recursos productivos. Para eso, sirve el sistema de precios, que por cierto está bastante distorsionado en la Argentina por las intervenciones del Estado y la inflación que genera el BCRA.
Ahora bien, si se entiende para qué sirve el mercado, la afirmación de ambos ministros implica caer en un error que es no advertir que si un mismo producto está tres veces más caro en un lugar que en otro dentro del mismo barrio, alguien se va a encargar de comprar ese producto en el lugar que está barato para venderlo donde está más caro. Esto implica que la mayor demanda en el lugar del precio más bajo lo hará subir hasta que se iguale con el precio del lugar más caro.
Por ejemplo, si Marcó del Pont consigue la palta más barata en el Mercado Central, podría, en sus ratos libres, comprar palta en el Mercado Central y venderla a un precio menor que los comercios de su barrio. Haría un negocio fenomenal porque captaría a todos los clientes.
El arbitraje en el mercado es tan antiguo como la humanidad y lo que les faltaría aclarar a ambos ministros es porqué en la Argentina el arbitraje no funciona como lo ha hecho a lo largo de toda la historia económica mundial.
Explicar el proceso inflacionario que estamos teniendo como un problema de dispersión de precios e ignorar la expansión monetaria primaria (la que hace el BCRA) del 35% anual, lo único que nos hace pensar es que el problema inflacionario tenderá a agravarse, porque dudo que puedan afirmar que la oferta de bienes y servicios está creciendo al mismo ritmo que la impresión de billetes, en la que, por cierto, también hubo problemas de productividad en la Casa de la Moneda.
Por último un punto a considerar que no es menor. Dijo Boudou: "Los precios de los servicios públicos y el transporte no aumentaron" y lo consideró "un mérito de la gestión de este gobierno". Bueno es recordarle al ministro que la gente no está pagando directamente más caro el precio del colectivo, del subte, del tren, del gas o de la energía, pero lo paga indirectamente con el impuesto inflacionario para financiar subsidios que hoy llegan a los $ 45.000 millones anuales. En vez de pagar más caro el boleto de colectivo, paga lo mismo cuando sube al colectivo y el resto lo paga vía el impuesto inflacionario. Esta historia también la conocemos de memoria de la década del 80 cuando las tarifas de las empresas estatales estaban congeladas y el tesoro cubría sus pérdidas vía la emisión monetaria.
En 2006 los subsidios al transporte sumaron $ 1.876 millones. En los primeros 10 meses de 2010 llevaba acumulado subsidios por $ 9.030 millones. Multiplicaron casi por 5 los subsidios.
En 2006 los subsidios a la energía sumaron $ 4.032 millones. En los primeros 10 meses del 2010 acumulaba subsidios por $ 17.896 millones. Multiplicaron por 4,4 los subsidios en este rubro.
Francamente no me parece un logro tener congelado el precio de los colectivos y castigar a la población con un impuesto inflacionario que el Gobierno sistemáticamente se niega a reconocer como un serio problema que hay que resolver.

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