jueves, 25 de agosto de 2011

Los jueces y las causas que sí importan. Por Adrián Ventura


Reapareció Antonini Wilson, hablando sobre la valija de dólares y Claudio Uberti. La causa de remedios va rumbo a juicio oral. En el caso Schoklender se preparan las indagatorias a fuego lento. Y están pendientes de definiciones los expedientes que rozan a Hugo Moyano. Pero nada preocupa seriamente al Gobierno, que se siente invencible.
En medio de esa modorra judicial, que ningún juez quiere interrumpir, por lo menos hasta octubre, aparece repentinamente Graciela Alfano como supuesta protagonista de una historia siniestra pero taquillera, que tiene todos los ingredientes del éxito: una ex vedette que es estrella del programa de mayor audiencia; una trama de sexo con el más siniestro de los represores militares, Emilio Massera, y un escenario de violaciones de los derechos humanos.
Este nuevo libreto judicial, sin embargo, conlleva dos riesgos: por un lado, podría banalizar la reivindicación de los derechos humanos, y por el otro, puede distraernos de algunos temas centrales:
  • La oposición denunciará hoy ante el juez federal electoral Manuel Blanco que hubo numerosas irregularidades en el escrutinio provisorio. Incluso la Cámara Electoral emitió un comunicado para deslindar la responsabilidad por ese recuento, que está en manos del Ministerio del Interior. Posiblemente el juez Blanco sólo acceda a abrir unas pocas urnas, pero ¿no sería conveniente que, para despejar cualquier duda sobre la transparencia de los comicios del 23 de octubre, el Poder Ejecutivo acepte que la Justicia controle incluso el escrutinio provisional? Por las dudas, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, salió rápidamente a descalificar a la oposición.
  • Tomó estado público la declaración de bienes de la presidenta Cristina Kirchner, cuya evolución patrimonial registró, entre 2003 y 2011, un sorprendente crecimiento del 900 por ciento. ¿Cuántas personas pueden mostrar ese salto? Varios jueces, sin embargo, ya archivaron o sobreseyeron las causas contra los Kirchner.
  • Antonini Wilson sugirió que fueron muchas las valijas con dólares negros que llegaron al país. Pero la causa avanzó muy poco.
  • La denuncia que hizo el ex embajador argentino Eduardo Sadous por una embajada paralela en Venezuela derivó en la indagatoria del propio Sadous y la causa Schoklender parece sumida, por ahora, en un ritmo más lento que el imaginado. Lo que no se ve es lo más importante.


  • FUENTE: LA NACIÓN

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