martes, 2 de agosto de 2011

DETERIORO DE LOS DOS PILARES DEL MODELO ECONÓMICO


El superávit gemelo en caída libre


Se habla de “superávit gemelo” cuando éste tiene lugar tanto en lo fiscal como en lo comercial (mayores ingresos en concepto de exportaciones que de importaciones).



Y fue precisamente éste superávit gemelo el que daría sustento al famoso “modelo K”, si el poder político de turno hubiera tenido alguna mínima intención de administrar un país y no de enriquecerse lo mas posible exclusivamente él y sus bandas asociadas.
Hace varios meses, muchos analistas venimos advirtiendo acerca del falaz discurso oficial cuando proclama superávit fiscal y comercial.
Como se explicara infinidad de veces desde este medio, el supuesto superávit es el resultado de una siniestra combinación entrecontabilidad creativa, manipulación de datos, falsificación de la proyección presupuestaria y especulación, en la que el impuesto inflacionario tiene “todo” que ver.
Mientras el gasto público crece cada vez mas en sintonía con la arbitraria interpretación de la teoría keynesiana y otras, manifestada en varios discursos de barricada por la Sra. Cristina Fernández de que“gobernar es gastar”, el resultado primario del sector público nacional luce en franco deterioro si se compara con el mismo período del 2010.
De enero a junio de 2011 el déficit acumulado fue de unos 2.200 millones de pesos, mientras que en el mismo período del año pasado cerró en equilibrio.
A esto se suma el dato de que la “ayudita” del Banco Central para cubrir las falencias del Tesoro, fue más del doble. Mientras en el primer semestre del 2010 fue de unos 1.500 millones de pesos, a igual período de 2011 fue de 3.500 millones de pesos.
El gasto interanual superó el 30%.
Lo interesante del proceso es que sobre los impuestos que verdaderamente sostienen el regresivo sistema tributario, tales como el IVA, Impuesto al Cheque, Impuesto a los Combustibles, Impuestos Internos, y los vinculados a las importaciones, decreció la recaudación.
Los gastos que mas se acentuaron fueron los discrecionales (por fuera del presupuesto), los subsidios (más del 50% interanual),
Asimismo, crecieron las erogaciones inherentes al funcionamiento del aparato estatal (que podrían explicar gran parte de lo que el gobierno gusta llamar “disminución de la desocupación” y “reducción del índice de pobreza”). Pero que no es real, claro. Sin embargo, se mantienen más o menos constantes los gastos en concepto de Asignación Universal por Hijo, salarios, adquisición de bienes, Jubilaciones, Universidades, Fondo Federal Solidario.
Los importes transferidos a las provincias son inferiores a la inflación y crecieron un 9% en el semestre, equilibrando el gasto acelerado en subsidios.
Finalmente cabe señalar que el hecho de estar atravesando un año electoral es un dato que incide de manera muy significativa, ya que cuanto mayor sea la proximidad al mes de octubre, mayor será el gasto público, sobre todo si persiste el resultado comicial que se viene planteando hasta ahora en las diferentes provincias.
El nuevo gobierno, sea éste u otro, no contará decididamente con superávit gemelo, y este escenario solo induce a esperar que las nuevas autoridades que asuman cuenten con equipos verdaderamente capacitados como para salir de este escenario haciendo el menor daño posible a la población. Para esto también habrá que observar cuidadosamente cómo se van desencadenando los acontecimientos a nivel internacional.

Nidia G. Osimani

FUENTE: TRIBUNA

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