viernes, 11 de febrero de 2011

¿OTRO CEGETAZO? de Enrique Garcia Mansilla

"La palabras: ARGENTINO e IGNORANTE se escriben con las mismas letras
. Luchemos para que no se transformen en sinónimos." Domingo Faustino Sarmiento.


Releía por estos días un libro escrito por el Dr. Carlos Garcia Martínez, editado por Editorial Sudamericana en junio de 1982 y contiene algunos conceptos que quisiera recordar en esta nota, se titula “Borrón y Cuenta Nueva “.

Hoy, que el Gobierno ha finalmente descubierto las causas de la inflación atribuyéndole a las Consultoras privadas sus efectos, nos da la sensación de que estamos más tranquilos y que el 10.9% está más cerca de la verdad que el 25% o más calculado, por los economistas independientes sin que sepamos con que metodología.(sic Moreno).

Es por ello, y en virtud del índice de precios del INDEC que los trabajadores del gremio petrolero están pensando en un 40% de aumento de salarios, la Unión Obrera Metalúrgica en un 30% o más, los docentes un 35%, Moyano solicitando una modificación al mínimo no imponible de ganancias y, esto recién comienza.

Si el Gobierno tiene razón, ¿Dónde quedan las afirmaciones de Moreno, Boudou y De Vido?, no me van a venir a contar ahora que lo que la CGT está haciendo es lo mismo que le hicieron a Isabel Martínez de Perón cuando Rodrigo tuvo que hacer estallar la bomba de la realidad de la inflación “cero” de Gelbard y tuvo que devaluar un 100% el tipo de cambio y solo incrementar un 38% los salarios, ya que si mal no recuerdo, durante todo el periodo peronista de la época nunca funcionaron la paritarias.

Garcia Martínez escribe: “Se acostumbra denominar como “Rodrigazo” a las medidas adoptadas por aquel ministro. Sería mucho más exacto y ajustado a la verdad histórica decir que fue un “cegetazo” el desencadenante de una feroz escalada inflacionaria…escalada llamada a golpear de manera tan terrible los órganos vitales de la economía nacional que a partir de ese momento nace un fenómeno enteramente nuevo, total y absolutamente desconocido para la Argentina: surge la inflación-estampida y su marca terrible esta de un modo u otro en todos los hechos de significación que desde entonces se iban a suceder, todos ellos de un contenido hondamente dramático”

Si bien eran otros momentos, otras circunstancias y otra la problemática del país, hoy podemos tomar esta frase de Garcia Martínez y ponderarla en la realidad de las cifras que hoy no solo se manejan en la argentina sino en la economía mundial.

La Presidente de Brasil asumió y puso como punto central de su gestión la reducción inflacionaria que, de 4,5% se había disparado al 5,9% y fue enfática y firme en su mensaje al país en esos términos y no por casualidad. Sabe la Presidente del Brasil que todo el esfuerzo que se viene haciendo para mejorar las condiciones de sus ciudadanos e incorporarlos a clases más elevadas, esto es la movilidad social, es necesario que la inflación este bajo control para que no se produzca el fenómeno a la inversa y el crecimiento de su Nación derrame sobre los ciudadanos la posibilidad de mayor empleo, mayores niveles de inversión y por ende que ese crecimiento se transforme en desarrollo y no en un mero hecho estadístico.

Como ya lo he escrito antes, el Presidente Francés en un memorable discurso al inicio de la crisis internacional expreso:” El miedo es sufrimiento. El miedo impide emprender, el miedo impide implicarse. Cuando se tiene miedo, no se tienen sueños; cuando se tiene miedo, uno no piensa en el futuro. Hoy, el miedo es la principal amenaza para la economía” y este discurso fue dicho en el contexto de que era obligación de los líderes de las Naciones de decir la verdad a sus ciudadanos.

La verdad hoy aquí en nuestro país es que la inflación es alta, grave y recurrente, destruye empleo, aleja la inversión, empobrece a la gente, inutiliza los planes sociales que se conciben para palear la pobreza y la indigencia, ahuyenta el ahorro, hace imposible el crédito, acorta la visión y por lo tanto no podemos planificar y conculca cualquier esfuerzo.

La sociedad no necesita del INDEC ni de los economistas privados, todos, absolutamente todos, no importa en qué segmento de la sociedad vivamos, cada vez que tenemos que efectuar un pago, vemos que debemos poner cada vez más dinero por exactamente los mismos productos, sean estos alimentos, medicamentos u otros bienes más significativos.

El ANSES, el Banco de la Nación y el Banco Central, cada uno a su manera contribuye a dibujar un superávit fiscal que ya hace tiempo ha dejado de ser genuino y, “gracias a la soja, que nos ha dado tanto” y alguna alquimia Moreniana con las importaciones seguimos mostrando un superávit comercial, cada vez más chico.

Piense conmigo, ciudadano de a pie, si hubiera más producción, habría mayores precios o menores, pues aquí está el eje del problema, enervamos la demanda con inyección monetaria y la contrapartida, mayores productos no existe, porque ante la inseguridad jurídica y las declaraciones absurdas de nuestros gobernantes nadie, absolutamente nadie va a invertir en bienes de capital y mucho menos si no hay crédito disponible o el que hay es para los amigos.

¿Estaremos frente a una nueva oportunidad perdida?, según “Ricardito” Alfonsín va a ser mas difícil no crecer que crecer, aunque el no pueda decir como lo haría y si lo dijera, no nos olvidemos que es radical y salvo con Alvear, nunca la economía ha sido el fuerte de este añoso partido payador.

Llenos de inseguridad, agobiados por el narcotráfico, asfixiados por la inflación, con una dispersión política grave, nos enfrentaremos a este año electoral en donde deberemos elegir por la continuidad de este pseudo modelo y un cambio que todavía no nos es explicado, mientras tanto, los “gordos” de la CGT ya sea por medio de las paritarias sin piso y sin techo, se aprestan a dar la batalla por los ingresos y los empresarios ronronean cerca del poder para que CFK intente ponerles un límite a las aspiraciones laborales.

Esperemos que la clase política tome nota y los actores sociales mediten sus reclamos ya que “angustia, mas especulación mas aniquilamientos del futuro, forman el trió de potentísimas raíces psicológicas que como larva ardiente emergió del volcán de la gran inflación cuando entro en erupción” al decir del Dr. Garcia Martínez.


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