martes, 31 de mayo de 2011

¿Por qué los chinos aman su pena de muerte?

No hay nada que el pueblo chino odie más que un funcionario corrupto. Pero el gobierno debe hacer más para acabar con la corrupción que solamente satisfacer los más bajos instintos de venganza popular. Sin embargo, no esperen que la pena de muerte en China vaya desaparecer pronto. Traducimos para nuestros lectores la mirada de Teng Baio publicada en Worldcrunch.


La noticia suministrada por AP este lunes (30/05) de que China dará pena de muerte en casos relacionados con alimentos reaviva el debate por la pena de muerte.

La Corte Suprema de China exhortó a jueces de todo el país a que emitan sentencias más fuertes, entre ellas la pena de muerte, para acusados en casos relacionados con los escándalos de seguridad alimentaria.

La Corte Suprema del Pueblo indicó a través de un anuncio publicado por internet el viernes (27/05) que las cortes deberían imponer sentencias más severas y multas más elevadas a quienes sean culpables de violar las regulaciones en seguridad alimentaria.

Agregó que las penas de muerte deben otorgarse en casos en los que las víctimas hayan fallecido.

Los tribunales en China ejecutan más personas que en todos los países del mundo juntos. Las nuevas directrices van en contra de los recientes esfuerzos de la principal corte en China para reducir el uso de la pena capital, pero también llegan en medio de una campaña del gobierno para poner orden en el suministro alimentario después de una serie de escándalos relacionados con cuestiones de seguridad.

Todo lo cual nos da pie para el artículo de Teng Baio publicado este 31/05 en Worldcrunch:

"De todos los casos criminales en China, son aquellos que involucran a funcionarios corruptos condenados a muerte los que despiertan el mayor interés. Abundan los mórbidos ejemplos: desde el público animando las recientes sentencias a muerte de los 2 vocales de las alcaldías de Suzhou y Hangzhou, a las ejecuciones del titular de la Agencia Estatal de Alimentos y Medicamentos, del Secretario de Justicia de la ciudad de Chongqing, y del vicepresidente del Comité Permanente del Congreso Nacional del Pueblo.

China es líder mundial en el número de funcionarios corruptos condenados a muerte que son efectivamente ejecutadas cada año. Pero, a juzgar por lo que parece "una demanda popular sin fin” para que se aplique este tipo de castigo y el aumento de la ira popular, pareciera que en realidad esta no es suficiente. Si bien mucha gente es "decapitada", ejecutivos de todos los niveles aún se muestran decididos a desafiar la muerte, tratando de sacar el máximo partido de la corrupción.

Así que uno no puede dejar de preguntarse, ¿hay demasiados ejecuciones en China? ¿O son muy pocas? ¿Qué más debe tenerse en cuenta al considerarse el destino de los funcionarios corruptos -aparte de la ley, las normas internacionales de derechos humanos, y la opinión pública?

Estrictamente hablando, en lo que concierne a funcionarios corruptos, China no tiene "justicia", sino que se basa únicamente en la "ley política". La llamada "doble regulación" (procedimiento especial de investigación del Partido Comunista en la que se les pide a los funcionarios que respondan a las imputaciones de corrupción u otras violaciones) significa que las sentencias son dictadas bajo la dirección del departamento de disciplina del Partido Comunista de China. Asimismo. el código de procedimiento penal es sólo una referencia, al igual que la acusación y el juicio son sólo una apariencia de justicia.
Es casi inaudito que los jueces chinos se ocupan de casos de corrupción en juicios independientes basándose únicamente en el procedimiento judicial, las pruebas presentadas, y la ley. Decidir si se debe acusar a un funcionario corrupto o no, y cómo tratar con él, no es en gran medida el resultado de la promulgación de la ley, sino más bien el resultado de una lucha por el poder político.
Cuando los funcionarios corruptos confiesan sus crímenes ante el tribunal, lo que más a menudo dicen es que habían bajado sus estándares personales y que se alejaron de su pensamiento y de los principios aprendidos durante su formación. A veces se les puede oír añadir que tenían una escasa comprensión de la ley. Un país que se refiere el materialismo como un modelo es, de hecho, un país flotando en el idealismo.Los factores más importantes que dan raíz a la corrupción nunca han sido realmente discutidos ni en los medios de comunicación ni en otros lugares.

Si la educación política es la respuesta a la corrupción rampante, la cantidad de cursos propagandísticos a los que somos constantemente expuestos ya habrían resuelto el problema para ahora. Por tanto, es obvio que la razón de la corrupción está en otra parte, en el hecho de que no hay suficiente control y supervisión sobre el poder público, en la falta de elecciones democráticas y en la escasa libertad de prensa.

El actual nivel de corrupción en China es sistemática y generalizada. Está tan arraigada que los funcionarios honestos son ahora parte de una minoría que corre el riesgo de quedarse atrás. Es un sistema donde la corrupción es la regla y no la excepción, no es una exageración decir que los funcionarios transparentes son las víctimas en un país que carece de democracia o supervisión y que tiene un débil sistema judicial. Esto significa que, no importa cuán grande sea la ira del público, esta no será suficiente para ponerle fin a la corrupción.

Si la ira del público es comprensible, no quiere decir que la pena de muerte sea el remedio adecuado para tratar el problema. Por el contrario, las razones de la abolición de la pena de muerte son numerosas. Una de ellas sería que, como la mayoría de los crímenes, la corrupción tiene una fuerte dimensión social. Los delincuentes no nacen malos, y, en el caso de corrupción, es evidente que los factores sociales juegan un papel importante. Los corruptos son, por supuesto, despreciables, pero la sociedad tiene que aceptar un cierto grado de responsabilidad.

También está claro que la corrupción trae enormes beneficios a muchos funcionarios del gobierno, lo que les hace fieles guardianes de este muy imperfecto sistema. Ellos saben que sólo mediante la defensa de estas prácticas pueden traer riqueza a sus familias y descendientes. El atractivo de la función pública (y sus ventajas implícitas) es tal que la mayoría de los estudiantes universitarios chinos aspiran a convertirse en funcionarios del gobierno. El mecanismo se conoce como "contribuyentes estúpidos, el dinero llega con rapidez".

La pena de muerte también puede ser un instrumento político -las personas que no tienen un protector, o que irritan a sus superiores, o que se ven atrapados en el lado equivocado, por lo general son escogidos como chivo expiatorio. Todo el mundo puede ser víctima: una vez que pierden su posición de equilibrio en la lucha por el poder político, las acusaciones de corrupción y la decadencia son muy propensas a caer sobre usted.
Según el profesor de chino Hu Xing Do, el 99% de los funcionarios corruptos no van a ser detenidos. Los pocos que sean atrapados simplemente serán considerados como poseedores de mala suerte, y aunque su castigo suele ser pesado, el efecto disuasorio sigue siendo mínimo. Además, el cálculo es que incluso si usted es encarcelado durante 10 años por cargos de corrupción, la cantidad total que ha obtenido a través de sobornos es muy superior a lo que podría haber ganado honestamente durante el mismo período.

En un sistema sano, sería imposible que tantos funcionarios gubernamentales pongan sus manos en las astronómicas cantidades de dinero a las que tienen acceso en la actualidad. Si cada persona que trató de tener su mano engrasada fuese llevada a juicio, la corrupción no podría haberse desarrollado tanto. Si los funcionarios sabían que sobornos tan pequeños como 1.000 yuanes podrían arruinarles su carrera, dudarían mucho antes de pasarse de la raya.

China es el líder mundial en ejecuciones, con el 90% de las realizadas en todo el mundo. Hay 24 tipos de delitos violentos en China y 31 tipos no-violentos sujetos a la pena de muerte. Si la mayoría de los países han abolido la pena de muerte, los que todavía la utilizan por lo general sólo la aplican a los delincuentes violentos, como asesinos.

La gente en China odia visceralmente la corrupción y se resisten a una reducción de la pena de muerte. No entienden por qué los funcionarios corruptos deben beneficiarse de normas extranjeras en materia de derechos humanos. Pero la verdad es que los que más se beneficiarían de la supresión de la pena de muerte no serían los funcionarios corruptos ni los delincuentes, sino los débiles y los pobres. Son ellos los que sufren de manera desproporcionada la corrupción y la delincuencia.
Teniendo en cuenta las costumbres chinas y la opinión pública, es obvio que no sería una sabia decisión proponer la idea de la abolición de la pena de muerte para funcionarios corruptos. Los que quieran la abolición de la pena de muerte deben recurrir a los diversos casos no violentos que han despertado una enorme simpatía pública. Internet, por ejemplo, ha jugado un papel muy importante en la movilización de la opinión pública. Cada vez es más difícil para el gobierno ignorar el peso de la opinión pública expresada en línea.

Progresivamente este fenómeno va a cambiar China. Pero por el momento, mi humilde opinión es que el pueblo chino está muy sediento de sangre para renunciar a la pena de muerte como método favorito del Estado para su dulce venganza".



fuente: U24

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