sábado, 21 de mayo de 2011

Un birrete en la cabeza de la Presidenta. Por Carlos Pagni


Los esfuerzos de Cristina Kirchner por envolver su gestión en una aureola intelectual son conocidos. Sus discursos siempre tienen una pretensión teórica, y ella misma, rodeada de "cuadros técnicos universitarios", se define "hegeliana".
Con la campaña, llegó la hora de conseguir un reconocimiento a ese aporte conceptual.
El Gobierno ha ido a pedir un doctorado honoris causa para su jefa a la universidad más antigua del planeta, la de Bologna. Ya lo dice la marcha oficial: "nunca menos".
Si todo sale bien, la Presidenta compartirá el parnaso con Teresa de Calcuta, Juan Carlos I de España y Louis Pasteur. También con Hebe de Bonafini y Raúl Alfonsín.
Excéntrico como siempre, el kirchnerismo mandó tras el birrete a Julio De Vido, quien buscó el auxilio de Telecom Italia, propietaria de Telecom Argentina.
En vida de Néstor Kirchner, hace apenas un año, De Vido tenía la orden de reemplazar a esos accionistas por un grupo de amigos.
Curiosa flexibilidad. Curioso giro. Propio de intelectuales.

Fuente: La Nación

No hay comentarios:

Publicar un comentario