sábado, 12 de marzo de 2011

KARMA, UNA PREGUNTA Y SU RESPUESTA.


P.- ¿Por qué hay karmas que pueden madurar en esta vida, en un futuro cercano o mucho más lejano?. ¿Se puede saber qué karmas van a madurar en esta vida, en la próxima o en otras?

R.- Eso depende del poder de la acción del karma acumulado. Es muy raro que el resultado sea en esta misma vida pero puede suceder como por ejemplo, con lo que llaman los cinco crímenes de efecto inmediato que son: matar al padre, a la madre, a un bodhisattva, al propio guru, derramar la sangre de un Buda o crear desunión en la Sangha. Son los karmas más pesados que pueden existir. El resultado de estas acciones puede llegar a madurar en esta misma vida. Lo normal, es en una vida en el futuro y lo vamos a ver ahora con “Los Doce Vínculos”. Vamos a ver que el ciclo de los 12 vínculos se puede experimentar, como mínimo, en dos vidas. No se puede experimentar causa y resultado en una vida. El mínimo son dos vidas y el máximo, tres y entre la primera y la segunda, puede haber un espacio de varias vidas.


El método.- La práctica.-

Con respecto al modo de existir del samsara, Nagarjuna dice que los agregados contaminados surgen a raíz del aferramiento al yo y de este aferramiento, llegamos al nacimiento. Como hemos dicho ayer, la base es la ignorancia que se aferra a un yo de una manera equivocada, y a partir de ahí surgen los karmas, acciones que están basados en la ignorancia y la confusión. Una acción, está incluida dentro de ese juego de los Doce Vínculos y va pasando, en un ciclo completo, desde el primero hasta el doceavo, lo que quiere decir que, a raíz de esta acción contaminada, hay nacimiento y que los karmas que se acumulan son causas para nacer una y otra vez en el samsara. Por eso, el Lam-Rim dice que hemos nacido una y otra vez desde tiempo sin principio y sin fin, y que, seguiremos así, si no hacemos nada para cortar este círculo del samsara, si no dejamos de producir las causas para nacer una y otra vez.

Estamos pues como en una cárcel, sin poder escapar, sometidos a su sistema y padeciendo los cuatro sufrimientos generales que son nacer, enfermar, envejecer y morir.

Buda decía que se puede escapar de esta cárcel, de este ciclo de sufrimiento y enseñó métodos para liberarse de esta situación. Uno es el de las Cuatro Nobles Verdades que dio como enseñanzas. Si las estudiamos gradualmente, empezando por el sufrimiento y las ponemos en práctica, resulta ser un método válido para liberarse. Otra manera de presentación es a través de los Doce Vínculos de Interdependencia. Basándonos en los textos, y analizándolos gradualmente, podremos practicar la cesación del sufrimiento.


Hay dos maneras de ver estos Doce Vínculos atendiendo al orden en el que está presentado: desde el sufrimiento y sus causas; otra es tomar el orden inverso que es empezar por el final, es decir, cortar con la causa, y así no habrá más resultado. Si cuando estamos en la cárcel, estamos felices, no hay ninguna razón por la que queramos escaparnos; pero si nos sentimos agotados de sufrir por estar encarcelados, vamos a ir a buscar un método y vamos a ponerlo en práctica:
Por lo tanto, vamos a utilizar el análisis, y la meditación.

 Primero hay insatisfacción: ¿Eso que significa?. Que analizamos los sufrimientos de los reinos inferiores y sus propias experiencias de insatisfacción y de sufrimiento y nos preguntamos por la causa de todo esto. Si no hay causa, no hay método, pero si sí hay una causa, ¿cuál es? ; ¿es permanente o impermanente? : Si es permanente, no hay forma de cortar; si es impermanente, entonces sí existe un método y entonces buscamos este método. Es impermanente. Y la ventaja de la impermanencia es que se puede cortar.

 ¿Y la causa raíz? : la ignorancia. Vamos a estudiar la ignorancia: ¿Es permanente o impermanente?. Igual, si es permanente, no hay método; si es impermanente, sí hay un método para poder abandonarla.

Vamos así en un proceso gradual y analítico. Meditamos con el concepto de la ignorancia, de impermanencia hasta realizarlos de una forma directa. ¿Cómo?. Uno regresa a la base: ¿Qué es la ignorancia?, ¿Es una conciencia? ¿Qué tipo de conciencia es?. Se encuentran en Lo-Rig, (estudios de la conciencia que ya han hecho), hay siete conciencias. ¿Cuál de las siete conciencias será?. ¿Una conciencia equivocada?. ¿Una conciencia que tiene dudas?. ¿O una cognición válida?.

Y ¿qué es una cognición válida? :

Hay dos tipos de cognición: directa o inferencial. La cognición válida ¿es la que no necesita la experiencia directa?. La sabiduría es la que corta o permite abandonar la ignorancia, la raíz del sufrimiento.


Entonces ¿Qué cognición válida? ¿la directa o la inferencial?. Hay que saber que la cognición válida es no-equivocada, no-errónea, por eso corta con la ignorancia. Así vamos analizando qué tipo de conciencia es la ignorancia y cuál es la conciencia, y si es una conciencia, cuál es la otra conciencia que puede cortar con la ignorancia.

Así vamos estudiando, y Gueshela repite otra vez, que el Lo-Rig, el estudio del Lo-Rig es muy útil, que cuando lo estudiaron, pudo parecer algo muy teórico, pero cuando se ve en la práctica, como por ejemplo cuando analizamos cuál es la causa del sufrimiento, nos encontramos otra vez con el Lo-Rig.

Cuando pensamos en las tres primeras cogniciones, es obvio que no son ignorancia; una cognición válida, la manifiesta y la inferencial no están equivocadas. Hay otra que es la subsecuente que es la inmediatamente después de la válida, del primer momento, tampoco es equivocada. Estas tres tienden hacia la sabiduría y no hacia la ignorancia.

Después tenemos las últimas: una es la conciencia acertada que tiene la afirmación correcta sin tener las pruebas: ésta tampoco es la ignorancia pues tiende hacia la verdad; la de las dudas entre la ignorancia y la sabiduría, no es completamente ignorante puesto que tiene una tendencia hacia la sabiduría y la más importante es la última que es la equivocada. En tibetano, se dice logshe. She es saber y, log es opuesto, es lo contrario de saber, de conocer eso es la ignorancia, no hay tendencia hacia la sabiduría. Debido a esta ignorancia uno crea acciones, acciones dan resultados y así seguimos en samsara.

Cuando hablamos de la visión equivocada, la última de las siete conciencias, es la que acepta el opuesto de lo que es el objeto. Hablamos pues del sujeto que entra en relación con el objeto, y el objeto. En este caso, los dos aspectos están totalmente equivocados y la acción resulta equivocada. Esta manera de ver es errónea.

Hay dos tipos de definición para la ignorancia:


 Ver lo opuesto a la realidad del objeto. (última de las conciencias como hemos visto más arriba)
 No ver el objeto (lo vimos en la nota anterior)

La visión errónea de la séptima conciencia del Lo-Rig es mucho más fuerte que la otra, la de no ver el objeto, puesto que ve algo y resulta ser lo opuesto. La otra, es la ignorancia de la confusión que no ve la realidad. Son diferencias sutiles que se hacen en los análisis filosóficos que se llevan a cabo en los monasterios y ese es el valor del estudio de Lo-Rig. El Lo-Rig también estudia la cognición válida que es la conciencia más importante porque es la que permite entender directamente la vacuidad y es la que lleva a la Budeidad.

Ahora bien cuando hablamos de ignorancia, el mayor problema que conlleva es el aferramiento al yo, aferramiento que provoca que vayamos a girar en el ciclo del sufrimiento precisamente por creer en un yo que no existe y aferrarse a esa existencia. Esa es la manera de plantearse la vacuidad de las escuelas Madhyamika y Cittamatra. Después, hay diferencias entre las tres escuelas con respecto al nivel burdo o sutil de esta ignorancia; o según sea el aferramiento al yo o a los fenómenos. Pero las tres están de acuerdo en que el resultado de la ignorancia es el aferramiento a una entidad equivocada.

Por otro lado, para obtener la cognición válida, se requiere un soporte o ayuda, se requieren causas. Por ejemplo, se dice que Buda, antes de lograr la cognición válida de la vacuidad, como cualquier persona, utilizó como soporte la compasión y la práctica de las seis perfecciones. Ese fue su soporte para obtener una experiencia directa de la vacuidad. Por eso hay que meditar una y otra vez en estos conceptos porque eso es lo que va a generar en algún momento la vacuidad, que es la cognición válida. De ahí el valor de estudiar el Lo-Rig y las diferentes mentes, de estudiar, por un lado la ignorancia y por otro lado su opuesto, que es la sabiduría, que es esta cognición válida.


En el texto de Pramanavartika se compara la práctica de meditar una y otra vez con dos ejemplos:

 Cuando ponemos a hervir agua, ésta va evaporándose hasta desaparecer completamente. Así vamos con la mente ignorante. Estudiando, reflexionando y meditando una y otra vez, todas esas dudas van a desaparecer como el agua.

 Cuando queremos saltar, la primera vez que lo hacemos, no nos sale bien; la segunda vez, un poco mejor y después un poco más hasta lograr un gran salto. Así mismo, con la práctica, la reflexión y el estudio, vamos a entender un poco más y otro poco más hasta lograr la cognición válida.

A la hora de practicar podemos reflexionar o meditar sobre los Doce Vínculos incluyendo los tres niveles de intención que vemos en el Lam-Rim:


 Los seres de nivel de intención inferior o inicial.- En este nivel se analizan los sufrimientos de los reinos inferiores por lo que reflexionamos en los sufrimientos que se experimentan en los infiernos y que están relacionados con los Doce Vínculos. Se practica esta meditación de los Doce Vínculos para cerrar las puertas a los reinos inferiores.

 Los seres de nivel intermedio.- Aquí se reflexiona sobre los sufrimientos del samsara en general. Contemplamos nuestros propios sufrimientos e insatisfacciones y generamos así el deseo de acabar con el samsara. Ahora, es cuando es necesario entender el funcionamiento de los Doce Vínculos si queremos liberarnos de estos sufrimientos. Esto lo hacemos por nosotros mismos y debemos ir a la raíz de ellos para cortar con el samsara.

 Los seres del nivel superior.- No solamente observamos nuestro propio sufrimiento y nuestra propia insatisfacción, sino la de todos los seres. Nos damos cuenta de que, tal y como sucede con nosotros, sucede con los demás: Otra vez se aplica la meditación de los Doce Vínculos para generar la compasión y el deseo de que nos liberemos, nosotros y todos los demás seres del sufrimiento. Apoyamos la meditación de los Doce Vínculos con la compasión.

Vemos así, que este método de meditar en los Doce Vínculos, es válido para cualquier persona de cualquier nivel de práctica.

Semilla – Impresión.-

Hemos visto los tres primeros vínculos que son los más difíciles, los más intensos en comparación con el resto, que serán más fáciles de estudiar. Hemos visto que la base es la ignorancia y que, debido a la ignorancia, había acción. Los dos van juntos como dos piernas que nos hacen movernos dentro del samsara. La ignorancia, por sí misma, no es suficiente para lo que experimentamos sino que la acción es la que produce nuestro sufrimiento y el ciclo.

El potencial que queda en nuestra mente (segundo vínculo), cuando hay una acción, es una impresión. En este caso, hay que hacer una diferencia entre la semilla y la impresión. Cuando hablamos de los Doce Vínculos, tradujimos este potencial como una semilla, y hablamos de la impresión que es algo más sutil que queda en la mente.

Los Arhats que se han liberado del sufrimiento han abandonado todos los engaños, y también, las semillas kármicas. Pero aún les quedan las impresiones en el nivel más sutil de la mente. Gueshela da el ejemplo de un vaso que ha contenido alcohol: lavamos el vaso con agua y el alcohol se va pero aún queda el olor. Eso es lo que les ocurre a los Arhats, que han abandonado el alcohol pero aún les queda el olor. Es decir, quedan las impresiones a un nivel más sutil. Los Arhats no han aniquilado las impresiones sutiles de su mente.

Analicemos ahora el camino de los Bodhisattvas. Este camino tiene diez tierras. De la primera tierra a la séptima incluida, son llamadas tierras impuras, todavía quedan las impresiones, igual que con los Arhats. De la octava a la décima ya son tierras puras o los llamados tres niveles puros en los Bodhisattvas. O sea, a partir de la octava, empiezan a deshacerse de las impresiones sutiles.


El ejemplo que se da en los Sutras lleva las palabras de Buda. Se dice que es como cuando lavamos ropa; cuando hay manchas muy fuertes, uno lava una vez y se limpia la capa más superficial, se lava otra vez, y se limpia una capa más sutil. Igual pasa con la mente: primero, las semillas y después las impresiones. Hay que recordar que hasta la séptima tierra no se empiezan a quitar las impresiones.

Cuando uno realiza una acción, quedan dos cosas: la semilla y la impresión. La semilla es el aspecto más burdo que va a quedar en la mente, es el engaño en sí; la impresión toca la mente de una manera más sutil. Por ejemplo, si uno tiene un amigo y se enfada; antes, el amigo se percibía como alguien atractivo, amable; la percepción, pues, del amigo era positiva; ahora, debido al engaño del enfado, cambiamos totalmente la percepción, la mente se perturba por este engaño y se modifica totalmente y ve el mismo objeto de una forma totalmente opuesta. Eso es lo que queda en la mente a nivel de la impresión; Mucho más sutil.



fuente: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=1700748399675&set=a.1695271942767.2095588.1266897973&theater

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