viernes, 4 de marzo de 2011

El peor veneno. Por Alfredo Leuco

Hay una verdad irrefutable: la droga tiene un poder destructivo feroz. Es una bomba de fragmentación en el corazón de cualquier país. Es el peor veneno que puede circular por las venas abiertas de una sociedad. Quema las cabezas de los más pobres que consumen paco como un viaje de ida al delito y a la degradación como personas. 

Prostituye las relaciones económicas de los sectores de mayores recursos que utilizan la cocaína para evadirse y el lavado de dinero para evadir. Les otorga a los narcotraficantes un poder fenomenal para corromper políticos, jueces y policías. Es cuando el crimen se convierte en organizado y cuando las muertes empiezan a multiplicarse. 

Unir a todos los argentinos detrás del combate integral contra el consumo y el tráfico de drogas podría ser una maravillosa epopeya de todos sin distinción de camisetas partidarias. Extirpar la droga y a los jefes criminales que la manejan va a hacer más libres y mas sanos a nuestros hijos y mas transparente a nuestra comunidad. No parece que los gobiernos se lo tomen como una verdadera política de estado. Y lo digo por todos los gobiernos. 

Por los de Cristina Fernández, Mauricio Macri o Daniel Scioli y también por los socialistas de Santa Fe o por los de varias provincias radicales o donde gobiernan partidos vecinales. No existe suficiente conciencia de la magnitud del enemigo. Es un monstruo grande y pisa fuerte. Y por eso debemos pedirle a Dios que no nos sea indiferente. No estamos las familias argentinas ni las autoridades alertas y movilizadas contra la droga que es la principal dinamita de la convivencia pacífica y los lazos solidarios. Hay que atacar a fondo y con la fuerza de todos. Empezar por los jefes, por supuesto. 

Apuntar a encarcelar a los que lucran con la miseria ajena y la salud de la población. Algo estamos haciendo mal. Tenemos la guardia baja. Estamos mirando para otro lado. Si no las cifras no serían tan alarmantes. Hay complicidades que castigar y una conciencia que fomentar. ¿Cómo es posible que solo durante el año pasado hayan pasado por nuestra bendita Argentina 70 toneladas de cocaína? ¿Escuchó bien? Lo viene diciendo el noticiero desde la mañana. 70 toneladas de veneno que se transporta en barco o en aviones. Durante un tiempo nos dormimos en los laureles de que éramos un país de tránsito y de que aquí ni se fabricaba ni se consumía demasiado. Eso ya es el pasado. 

Hay 600 mil consumidores de cocaína entre nosotros. Y al gobierno no se le escapa la tortuga. Se les escapa un avión a España con 944 kilos de cocaína. Es intolerable tanta incapacidad. Ya somos el segundo mercado de cocaína en Sudamérica después de Brasil. ¿Que estamos esperando? ¿Qué pronto descubran un cartel de Buenos Aires como hay en Colombia o en México? Nos falta de todo. Mas radares, mas controles, coordinación entre policías y gendarmes, jueces expertos y honestos, ministros de Salud y de Defensa que trabajen juntos y una sociedad participando en todo lo que pueda.

Hay un ejército de fantasmas degradados por la marginalidad y el maldito paco que forman 180 mil argentinos. ¿Escuchó bien? 180 mil argentinos casi todos pobres de toda pobreza y casi todos pibes están fabricando su propia muerte con esas pipas asesinas. El humo les tritura las neuronas. 

En seis meses se convierten en monstruos con un lejano parecido a los seres humanos. Es un genocidio silencioso. Un crimen de lesa humanidad. Ojalá estos gritos no queden en el desierto. Ojalá estas plegarias sean atendidas. Para que cada día haya menos droga y menos drogadictos en nuestro país. Para que abandonemos semejante oscuridad. Antes de que sea demasiado tarde para lágrimas. ¿Por que no nos organizamos como sociedad con el estado a la cabeza y matemos a la droga antes de que la droga nos mate a nosotros. ?



fuente: http://www.continental.com.ar/blog.aspx?id=1434694

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