sábado, 25 de junio de 2011

CONFIRMAN QUE SE MANIPULAN LOS SORTEOS JUDICIALES.



Según informó la agencia DyN, las descripciones figuran en el expediente en el que se investiga si Pedraza, junto con un ex juez, un agente de inteligencia, un empresario ferroviario y un funcionario judicial, impulsó una maniobra para que la Sala Tercera de la Cámara de Casación resultara “sorteada” para resolver los pedidos de excarcelación de siete detenidos por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra.
Si bien los tres funcionarios deslizaron que hay más de una forma de “elegir” qué tribunal intervendrá, uno de ellos explicó que la forma más sencilla la tiene en sus manos el operador de computadora que debe darle ingreso a un expediente.
Según explicó, la elección del tribunal se dará automáticamente cuando “el operador del sistema consigne que la causa ya tiene sala radicada, y cuando se declara ‘conexidad solicitada’, casos en los que directamente se asigna la sala indicada por el operador”.
Así, bastará que un empleado con acceso a las computadoras de sorteos indique que un determinado expediente ya tiene un tribunal asignado (aunque ello no sea cierto) para que la causa quede radicada allí.
El proceso. La información, a la que tuvo acceso DyN, está contenida en las declaraciones testimoniales de los tres funcionarios que trabajan en el área de informática del Consejo de la Magistratura y de la propia Cámara de Casación Penal, cuyos nombres no trascendieron por razones de seguridad.
El pasado 4 de febrero, cuando trascendió la investigación que involucra al ex juez Octavio Aráoz de Lamadrid en el presunto “tráfico de influencias” que menciona a los camaristas de Casación Eduardo Riggi, Mariano González Palazzo y Gustavo Mitchell, el Centro de Información Judicial emitió un comunicado bajo el título “Cómo es el sorteo de causas en la Cámara de Casación Penal”.
Allí, la página -que depende de la Corte Suprema- indicó que “se realiza a través de un sistema que administra el Consejo de la Magistratura y al que no se puede acceder desde el tribunal”.
Los empleados judiciales que declararon como testigos explicaron, sin embargo, que para el sorteo de salas existe un sistema de “bolillero virtual”, que consiste -en el caso de la Casación- en “11 bolilleros diferentes, para cada uno de los rubros o motivos por los que las causas ingresan en la cámara”.
El programa de computación está pensado para “lograr una distribución equitativa de las causas ingresadas entre las distintas salas”, de manera de evitar que una de ellas esté sobrecargada de expedientes mientras otra tiene unos pocos.
El mecanismo es automático, y “cuando ingresa un expediente que debe ser sorteado, el sistema toma las salas que para el rubro del recurso correspondiente tienen la mínima cantidad de expedientes”.
“Cuando las salas disponibles para el sorteo son dos o más, el sistema selecciona una de ellas mediante un algoritmo de generación de números al azar, que escogerá a cualquiera. Si sólo una sala permanece en el ‘bolillero virtual’, la asignación se le efectuará directamente”, explicaron los funcionarios.
La trampa. Esa es una de las formas de “elegir” el tribunal: esperar que la sala escogida quede sola en el “bolillero virtual” y en ese momento ingresar el expediente, aunque para ello -claro está- es necesario que quienes realicen la maniobra conozcan la distribución de los expedientes.
“Todas las personas que tienen acceso al equipo donde están las bases de datos pueden conocer el estado del bolillero”, y esa lista se nutre, entre otros, de “todos o algunos de los empleados del Centro de Cómputos” y del Departamento de Operaciones”.
“Todas esas personas tienen la posibilidad de modificar el estado del bolillero”, refirieron los testigos.
De esa forma se podría manipular un sorteo, pero de las declaraciones se desprende que ello no es estrictamente necesario para elegir qué tribunal debe intervenir.
Fuente: DyN

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