miércoles, 21 de septiembre de 2011

SINO EDUCAMOS AL SOBERANO… MAL LO VEO de Enrique Garcia Mansilla

Reflexionando estos días de silencio, en los cuales me pareció que cualquiera de las notas que escribiera terminarían siendo más de lo mismo, esto es el reflejo de una realidad degradante de lo que le ocurre a nuestra sociedad, a nuestra clase política y significaba contribuir a la desazón de muchos, a la apatía de tantos y a los temores de otros que necesitaba escudriñar en la información para poder opinar con convicción cierta de las cosas que están ocurriendo en nuestra querida Argentina.

Todos descuentan que las elecciones del próximo 23 de octubre se han transformado en un mero trámite en el que el gobierno alcanzara los votos necesarios para imponerse en una primera vuelta; es muy improbable que luego de lo ocurrido en las primarias de agosto alguno de los opositores pueda concentrar la cantidad de votos necesaria para imponer una segunda instancia de votación, ya que “casas más casas menos” CFK tendrá la mayoría y diferencia necesaria para renovar su mandato por otros cuatro años más.

Han pasado en estas semanas cosas tremendas en la Republica que nos hacen ver con que desaprensión y lejana de la realidad es la forma en que el gobierno administra los negocios de la Nación, no menos desaprensiva es la actitud de la sociedad que bajo la creencia de una transitoria bonanza económica vota sin considerar otros aspectos de la vida institucional de la argentina.

El crimen artero, horrendo y mafioso de Candela Sol Rodriguez pareció que le ponía una bisagra a la sociedad harta de tanta inseguridad paso rápidamente a transformarse en una serie de terror en los medios en donde los expertos periodistas en policiales saben más, opinan mas y conocen más que lo que los propios fiscales e investigadores y todos hemos pasado a conocer criminólogos, psiquiatras judiciales operadores forenses. Hasta ahora en este tema me quedo con las declaraciones del Fiscal General de Moron, el Dr. Nievas Woodgate que se limito a decir “fracaso el sistema”, no es esta expresión nada más que la confirmación que a diario vemos por los canales de noticias o los diarios que, este sistema, este modelo de inclusión, Garantista e indiferente no le da a la seguridad ciudadana la importancia y seriedad que se requiere para controlar el delito, las mafias y el narcotráfico, ya sea porque lo percibe como sensación o está íntimamente asociado a ellos.

¿También fracaso el sistema de seguridad ferroviaria? O simplemente es la actitud inconsciente de un colectivero. Nadie, absolutamente nadie en su sano juicio puede afirmar que nuestro sistema de transporte ferroviario es confiable, sino por el contrario absoluta y totalmente obsoleto en todos los aspectos que se lo evalué, ya se encargo Jaime desde la Secretaria de Transportes de ampliar su decadencia comprando a precios de nuevo chatarra española que hoy duerme pudriéndose en algún galpón ferroviario.

Ni que hablar de la corrupción en la construcción de viviendas con el parricida Shocklender en el medio de la escena y el gobierno intentando demostrar que es un mero mentiroso y psicópata que pretende enlodar la augusta actitud de las Madres de Plaza de Mayo y a su expresión más viva Hebe de Bonafini, ese es el precio que esa asociación deberá pagar por embanderarse con un gobierno en lugar de mantener la presidencia política que una organización como dicha fundación debió haber hecho.

Más de 700 millones de pesos pasaron por esa fundación, otros 500 millones están en danza y, los pobres hombres y mujeres que trabajaban en la fundación y el programa Sueños Compartidos han terminado en la calle o sin sus trabajos sin que se les haya abonado peso alguno y cuyos aportes no han sido realizados como legalmente se debe, sobre todo en una organización cuya subsistencia iba de la mano de los fondos públicos que se entregaban sin pudor alguno a diestra y siniestra. “Cuando vivía Néstor, el arreglaba las demoras, porque estaba en todo” declara este parricida, confirmando lo que hoy es moneda corriente: la corrupción en la obra pública.

Ni que hablar de los prostíbulos de Zaffaroni, que según sus declaraciones ignoraba, lo que este Juez ignora es el decoro, no se puede estar sentado en los estrados del máximo tribunal de justicia del país e ignorar en cómo se dispone su patrimonio.

La justicia en nuestro país esta enturbiada, por estos hechos y por la parcialidad de algunos jueces federales que cajonean causas o arreglan sobreseimiento a gusto y placer del poder o, inculpan a “perejiles” para deslindar responsabilidad de los verdaderos autores.

Nada de esto empaña a la opinión publica en su devoción Cristinista y le volverán a dar, por cuatro años más un cheque en blanco no por hechos substanciales, sino por el plasma a 50 cuotas, los LCD para todos, los automóviles en cuotas, bonificados y con música de regalo, mientras en el país los dólares siguen su fuga, las reservas se seguirán aplicando al pago de la deuda, El ANSES seguirá financiando al estado, y el Banco Centra emitiendo sin descanso y el imaginario colectivo piensa, siente y cree que la crisis internacional no tocara nuestras costas, porque entre otras cosas la inflación no existe y si adecuamos el tipo de cambio, chau al diablo con todo ¿Otro Celestino?

Se anuncian pomposos planes agroalimentarios “con ciencia y tecnología” desde Tecnopolis, mientras los frigoríficos cierran, porque nos hemos dilapidado 10 millones de cabezas en defensa de la mesa de los argentinos y, entre otros males hemos perdido los derechos preferenciales de la Unión Europea que implicaba la Cuota Hilton, ni mencionemos el trigo y otros productos regionales.

Tenemos, según el Gobierno una industria pujante que, pese a estar en el máximo de su capacidad instalada no ha podido superar los índices que tenía en 1994 en plena convertibilidad.

Dijo un Ministro de Economía: “hable con el corazón y me respondieron con el bolsillo”, pues este gobierno debe haber aprendido de esa frase porque pone papel pintado en los bolsillos mientras habla de crecimiento., negando la inflación, que en nada ha modificado la participación de los trabajadores en las proporciones de trabajo legal y negro que históricamente se ha ido generando en el país.

La olla a presión sigue calentándose, no le va a estallar ni a Duhalde, ni a Alfonsín, ni a Binner, por mencionar algunos opositores, le va a estallar a Cristina y, para estos será por culpa de los medios, de Clarín, La Nación, Perfil y sobre todo Magnetto, estos irresponsables que solo tergiversan la verdad de una argentina prospera, pujante y en crecimiento ya que responden a intereses foráneos y a las empresas concentradas: ¡EXPROPIESE! diría el delirante Comandante Chávez.

Se pelaban a los codazos los industriales y empresarios encabezados por de Mendiguren para ser notados en la cena del Día de la Industria, los prebendarlos de siempre, de economías cerradas, altos aranceles, para que nadie les haga competencia y le arruine el negocio.

Un economista argentino, de los mejores, solía decir en plena hiperinflación: “soy optimista, porque hemos de tocar fondo para poder salir criteriosamente”, ¿no se aplicara esto también a la política?

Entre todo este fárrago surrealista en el que vivimos, paso desapercibido un día, un personaje de nuestra historia sobre el cual se monto el progreso de esta tierra que no es otro que Domingo Faustino Sarmiento, emperrado en educar, generar hombres y mujeres con conocimiento para que en lugar de ser conducidos como rebaño clientelar, puedan ser gobernados con la dignidad de ciudadanos.




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