por JORGE HÉCTOR SANTOS
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Especial para Urgente24). La democracia es el gobierno del pueblo que con la voluntad general legitima al poder estatal por el contrario, la oclocracia es una degeneración de la democracia.
El origen de esta degeneración es una desnaturalización de la voluntad general, que deja de ser general tan pronto como comienza a presentar vicios en sí misma, encarnando los intereses de algunos y no de la población en general.
El origen de esta degeneración es una desnaturalización de la voluntad general, que deja de ser general tan pronto como comienza a presentar vicios en sí misma, encarnando los intereses de algunos y no de la población en general.
Según el filósofo escocés James Mackintosh (1765-1832) la oclocracia es la autoridad de un populacho corrompido y tumultuoso, nunca el gobierno de un pueblo.
Es común que dicha situación pueda estar promovida por la influencia de intereses. Ilustres pensadores como Aristóteles, Pericles, Giovanni Sartori, Juvenal, Shakespeare, Lope de Vega, Ortega y Gasset o Tocqueville han advertido de un permanente peligro para la democracia popular, es decir el interés de los oclócratas que ejercen el poder para hacerla degenerar en oclocracia con el objetivo de mantener dicho poder de forma corrupta, buscando una ilusoria legitimidad en el sector más ignorante de la sociedad, hacia el cual vuelcan todos sus esfuerzos propagandísticos y manipuladores.
En el desarrollo de esta política, sólo se tiene en cuenta de una forma superficial y burda los reales intereses del país, dirigiéndose el objetivo de la conquista y al mantenimiento de un poder personal o de grupo, mediante la acción demagógica en sus múltiples formas.
Para ganar el apoyo popular, los oclócratas emplean el uso de la oratoria, la retórica y el control de la población. La apropiación de los medios de comunicación y de los medios de educación por parte de dichos sectores de poder son puntos clave para quien busca esta estructura de gobierno (la oclocracia), a fin de utilizar la desinformación.
De esta forma, en la oclocracia la legitimidad que otorga el pueblo está corrupta, pasando el poder del campo de los políticos al campo de los demagogos.
Conclusión I
Pasando por el tamiz el análisis del gobierno de los Kirchner -a lo largo de más de 7 años- la democracia de estos años se ha prostituido para caer en una oclocracia.
El progresismo supone:
> Desparramar los frutos del crecimiento.
> Acotar la concentración del poder económico.
> Asegurar la igualdad de oportunidades.
> Proteger al consumidor.
> Socorrer a los más necesitados.
> Brindarle transparencia al presupuesto público.
> Hacer equitativo el sistema impositivo.
> Democratizar las instituciones sindicales.
> También es progresista no tener déficit fiscal o conservar uno bajo y limitar el endeudamiento si se quiere mantener la estabilidad y sostener el crecimiento.
> Y aumentar la calidad de la educación para todos.
> Y atacar la segmentación social. De un lado, familia pobre, salud pobre, educación pobre, trabajo pobre (o ausencia de trabajo), familia cada vez más pobre; del otro lado, la familia rica y una espiral inversa.
Y debería ser progresista hacer funcionar los mercados con políticas que incentiven las capacidades de los sectores productivos y que eleven el valor agregado de la producción.
Y evitar que se detenga la acumulación de capital.
¿Es progresista pensar en un Estado productor de bienes y acumulador de capital?
¿Y promover la dinámica inversora y facilitar la inserción de actores privados en ese proceso?
¿Y agregar más valor a la producción, algo que implica que más gente sea la que lo agregue?
El llamado ‘modelo’ Néstor/Cristina se autodenomina progresista, pero:
> Sostiene haber recuperado el salario real de los trabajadores pero se niega a reconocer y disfraza la realidad de inflación que se ha convertido en la más alta desde el inicio de la Convertibilidad, en 1991. Como se sabe la escalada de precios deteriora el poder de compra de los asalariados.
> Se jacta de haber robustecido el mercado laboral pero el trabajo informal alcanza proporciones muy elevadas, especialmente por la altísima carga fiscal al empleo y el sesgo a favor del interpretativo del derecho laboral, amedrentando al empleador.
> Presume de haber derramado del crecimiento económico a tasas chinas pero no ha mejorado combatido la pobreza, mejorado la educación ni la salud pública, privilegiando la acumulación de la riqueza en pocas manos y haciendo del modelo una fábrica de pobres.
> La famosa transparencia de las cuentas públicas ha sido pisoteada por los Kirchner haciendo de los dineros del Estado y de este mismo una propiedad privada de los mismos con la famosa Kaja que ha servido para poner de rodillas a gobernadores, intendentes y para disparar las sospechas de corrupción a niveles inimaginables.
> El doble discurso del gobierno se ha impuesto en todos órdenes desde reivindicar el federalismo mientras ejecuta una estricta concentración; hasta ser muy crítico del gobierno estadounidense, en especial cuando George W. Bush habitaba la Casa Blanca, entretanto el vínculo era muy amigable, inclusive mucho mejor que en el inicio de la administración Obama. Lo que resulta de una alta hipocresía al engañar una vez más a la población, en especial a los simpatizantes del Frente para la Victoria, a quienes se les aseguraba todo lo contrario.
> La democratización del poder sindical que hace al progresismo resultó todo lo contrario consiguiendo casi al final de la película de Néstor Kirchner tener casi como principal aliado a Hugo Moyano.
Si una de las banderas del progresismo moderno en promover la inversión de capital los Kirchner lo han ahuyentado con la inseguridad jurídica que han extendido a lo largo de sus mandatos donde ni propios ni los ajenos se pueden sentir seguros en un país de una gran inestabilidad en sus reglas.
Conclusión II
Pasando por el tamiz el análisis del gobierno de los Kirchner -a lo largo de más de 7 años- también se llega a la conclusión que el llamado modelo Néstor /Cristina tiene una entidad de 'ladriprogresismo' más de progresismo.
En el 1er. mensaje de fin de año en los 7 años de los Kirchner en el poder, la según fuentes confiables extremadamente deprimida y sin mediación adecuada para su famosa bipolaridad, la presidente en su saludo por cadena nacional, durante 6 minutos hizo gala de una visión errónea de la realidad, la que sostiene ella y sus escasos colaboradores de confianza que la rodean y que consiste en sostener que:
> El año 2010 fue "excepcional" en lo económico.
> Celebrar el nivel de consumo que se había visto en las compras navideñas.
> Recordar de "récord de reservas" en el Banco Central.
> Y creer que todos los argentinos recuerdan a Néstor Kirchner como para tener ganas de “levantar su copa y pensar en él. El tuvo mucho que ver en este país que hoy tenemos todos. Puso mucho de su vida personal, de su vida familiar también, porque en definitiva dedicó su vida a las convicciones, a lo que él creyó, a un mundo mejor".
"Al unísono que la Presidente hablaba de esto, la economía populista daba demostraciones de estrepitoso fracaso en los países aliados de los Kirchner, Venezuela y Bolivia.
La megadevaluación en Venezuela del 65% y la profunda crisis en Bolivia porque el Gobierno admite no poder seguir sosteniendo subsidios en virtud de lo cual aumenta abruptamente el valor del combustible en más de 80%.
En la Argentina de los milagros según la presidente, su gobierno sigue con los manotazos de ahogado para conseguir dinero de donde sea y a como dé lugar para seguir sosteniendo esta farsa que constituyen pruebas más que irrefutables que el modelo K es un rotundo fracaso.
El modelo de Hugo Chávez y Evo Morales es el producto de políticas populistas que esconden lo más miserable de la condición humana en sus propios referentes. Mientras sus líderes viven en la más absoluta opulencia, se dan el gusto de dilapidar a capricho miles de millones que ni siquiera son de ellos, sino fondos públicos, en sus propias tierras siguen muriendo seres humanos por desnutrición, falta de acceso a las condiciones mínimas de salud o higiene, en pleno siglo XXI.
Lo mismo está ocurriendo en la Argentina: el famoso 'modelo' no da para más, todo indica que empezamos un 2011 convulsionado y de tránsito muy difícil, muy lleno de incertidumbre." (dix Nidia Osimani)
Conclusión III
Pasando por el tamiz el análisis del gobierno de los Kirchner -a lo largo de más de 7 años- se llega a la conclusión que la alternativa planteada: si el kirchnerismo es un gobierno de la oclocracia o una expresión del ladriprogresismo, se arriba a que es conjunción de ambas.
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