(YA LLEGARON POR EL AGUA Y LA TIERRA)
Casi sin que se mosqueara nadie, se anunció hace tres meses que los qataríes vienen por el agua, la tierra y el humus argentino, ese humus que se transforma en pocos meses en granos, aceites, carnes y otro tipo de alimentos. Todo en un marco de un proceso mundial de recesión en donde los “comoditties” siguen el ritmo del proceso global de “agflation” (inflacion de los alimentos).
Se anunció la apertura de la venta de tierras a extranjeros, pero ya a Estados, ello sin que el Congreso dijera “agua va”. Así lo expresó en un acto público, en su momento, la presidente Cristina Fernández Wilhelm, viuda de Kirchner, cuando recibió al ministro saudí de Agricultura, Fahad Abdulrahman Bal Ghunaim. (1)
No ha trascendido, sin embargo, que Qatar, Emirato pérsico de impresionantes recursos petrolíferos, desearía un entendimiento más profundo con la Argentina, que no fuera el tradicional intercambio “petróleo por lo que necesitemos” tan clásico de los países petroleros de la OPEP.
Cuando tengamos la tierra
En concreto, lo que los qataríes quieren es 10.000 km2 de tierras por 99 años, un sistema de “semi-soberanía”, un acuerdo al estilo del Canal de Panamá. Lo que los árabes y qataríes entendieron, al parecer, es que el proceso kirchnerista da para largo, eso parece que les han “vendido”... En Qatar, Arabia Saudí y otros Emiratos, no hay parlamentos, o existen consejos u órganos asesores sometidos por completo a sistemas autoritarios y aún hereditarios. Lo que al parecer se ha dado, es que a esta gente les han vendido “espejos de colores” en el sentido que los acuerdos que se formulen (que podrían incluir negocios con Enarsa) no serán mayormente revisados por el Parlamento argentino.
Ya interviene Qatar (para sorpresa de muchos), y a través de interpósitas sociedades, en el mercado de agronegocios, a través de Adecoagro, pero los Qataríes quieren, siempre respetando las leyes argentinas, poder disponer libremente de la tierra para producción de alimentos en principio, y vaya a saberse qué una vez que estén instalados. (2)
Según el presidente de The Gulf Latinamerican Leaders, además del poderío económico, que también tienen las naciones desarrolladas, los qataríes tienen liquidez. “Qatar tiene una industria pobre y poco diversificada. Invierte en forma estratégica y también algunas veces por capricho en marcas emblemáticas como Ferrari. Se trata de un lugar donde no hay diferencias entre el sector público y el privado. La familia real es a la vez gobierno y empresa" una realidad que asemeja en mucho a Qatar con la Argentina K, en nuestro pobre país también es, a la vez, “Gobierno y empresa...”
La sugestiva “ruta aérea”
Otro dato sugestivo fue el entonces anunciado lanzamiento de la línea “Doha-Sao Paulo-Buenos Aires” de Qatar Airways, un destino para funcionarios, empresarios o excéntricos.
La promoción de esta ruta aérea es uno de los pasos hacia los agro negocios y petro negocios con los cuales los qataríes pretenden instalarse en estas pampas, y que gozará, seguramente, con condiciones exquisitas y de privilegios parecidos o mejores aún con los que gozan las mineras que operan en San Juan y Catamarca.
Africanos colonizados ¿argentinos qatarizados?
Como ya denunciamos en Tribuna de Periodistas (3), a la postre, uno de los poquísimos medios que se atreven a denunciar la entrega del Patrimonio Nacional, este mecanismo de neo-explotación ya fue sondeado por la China neo Comunista (comunista de mercado) y se ha expandido ampliamente en el África, a través de empresas como Pan Américan Energy, que vía la mayor transferencia 2010 al exterior, los hermanos Bulgheroni transfirieron a CNOOC, uno de los gigantes Estatales Chinos.
Así, la Argentina se transforma en el cuarto proveedor de China de petróleo tras Sudán y los árabes. Todo esto mientras no se explora, no se destila para un mercado local con precios inferiores a los países vecinos que manejen costos parecidos, y la aún principal productora y comercializadora, la ex-YPF (hoy Repsol) ha sido entregada a los capitales Británicos disfrazados de Españoles.
Entregando la soberanía
Lo que anima a países como Arabia Saudí, Kuwait o Qatar a realizar negocios con Ucrania o la Argentina es la poca defensa de los recursos que estos países hacen de sus propios recursos. En el caso Argentino, observan como la presidente se rebaja a viajar a Canadá para asegurar los negocios con la empresa Barrick Gold, que está destruyendo (literalmente) la cordillera de los andes y que se lleva el 100% del mineral oro y de otros que nuestro país ni siquiera sabe, todo sin pago de regalías mayores al 3% y con excepciones otorgadas por el “nefasto” amigo de Néstor Carlos Kirchner, el otro Carlos que nos gobernó, a la postre, Menem.
Así, la primera mandataria casi seguramente irá a los confines de Oriente a concretar acuerdos y negocios que no han pasado por el Congreso de la Nación. En definitiva, la Casa de los Representantes del Pueblo Argentino irá tanto para la “petrolera de escritorio” Enarsa, una firma petrolera que no controla ni explora, ni explota ni produce, ni refina una gota de petroleo, salvo por terceros, una fachada inexistente cuyos negocios nadie controla, y seguramente es un foco de purulenta corrupción. De paso, Cristina, quizá le regale parte del territorio argentino a los Qataríes, por 10, 100 años, o para siempre.
Este mecanismo perverso de transferencia de tierras por recursos económicos ha sido denominado por algunas ONG que investigan como “the last land grab”, la última apropiación de la tierra. (4)
Deberíamos preguntarnos si cada vez que la presidente sale del país en un viaje oficial o inoficioso lo hará para asegurar transferencias de patrimonio o soberanía a intereses extranjeros, o por cuestiones personales, como fue su extraño desvío por el Estado de California.
No por nada, el modelo “engaño+tragedia” que nos proponen desde el patíbulo los fanáticos K, esta vez desde el pasquín El Argentino, se viene a alegrar de que sus amos gobernantes hayan conseguido que Qatar adquiera tierras (5) por cientos de millones de dólares... en un país que tiene una población rural inferior a 1910, y miles de menesterosos incalificados para tareas urbanas asaltan los parques o terrenos baldíos, desesperados por un pedazo de tierra.
Total, el Congreso de la Nación, donde “duermen” los representantes del pueblo argentino, nunca le objeta nada. Y encima se enojaban en 2001 porque los puteaban.
José Terenzio
Gracias por la publicación en "gracieladas"... un fuerte y afectuoso saludo!
ResponderEliminarJLT
Es un placer, son mus buenos tus trabajos. Te sigo en Tribuna y facebook.
ResponderEliminarUn beso