Las computadoras secuestradas en el allanamiento en la empresa Medical Jet no tenían información guardada en sus archivos.
Por Daniel Gallo
Gabriel Di Nicola Una singular sorpresa se llevaron los investigadores que allanaron anteayer las oficinas de Medical Jet: las computadoras secuestradas no tenían el disco rígido.
Once días después del secuestro de 944 kg de cocaína en Barcelona, la requisa judicial en la compañía aérea y en los domicilios de los pilotos involucrados en el contrabando de drogas deja ahora más dudas sobre la empresa que hacía trabajos de flete aéreo.
El Juzgado en lo Penal Económico N° 4, a cargo de Alejandro Catania, analiza los elementos descubiertos en las casas de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, y de Matías Miret (los tres, presos en España), pero sin la posibilidad de hacer peritajes en las desarmadas computadoras comerciales, según informaron a La Nacion investigadores del caso.
De todas maneras, siguen dos pistas firmes para descifrar la forma en que el ilegal cargamento llegó a Barcelona. Se estudian los vuelos realizados por la aeronave Challenger 604, que llegó a la Argentina el 6 de noviembre pasado y que desde diciembre operó en la base aérea militar de Morón. Y un dato hasta ahora desconocido llamó la atención: los hermanos Juliá y Miret no fueron la tripulación que llevó la aeronave de Morón a Ezeiza el 29 de diciembre.
Lejos de restar sospechas sobre los detenidos en España o avalar con ese dato supuestos desconocimientos de la carga transportada, fuentes vinculadas con la causa indicaron que la presencia de otra tripulación en ese corto vuelo sólo apunta a la existencia de una posible banda organizada en varios niveles.
Precisamente, la segunda pista seguida en concreto por la Justicia deriva en uno de los casos más resonantes del narcotráfico en nuestro país: Southern Winds (SW).
Aquellos que están al tanto de este caso afirman que hay relaciones muy fuertes entre esa compañía disuelta tras el hallazgo de valijas con cocaína a bordo y los vuelos de Medical Jet. Los investigadores guardan silencio sobre las menciones directas al escándalo de SW, pero refieren a que allegados a Miret estuvieron bajo sospecha en ese expediente que conmovió a la política local. SW y Medical Jet compartirían, además, destinos de viajes a Bolivia operados con los mismos despachantes de aduana.
Para cargar la droga en el jet de lujo, los sospechosos tuvieron una colaboración invalorable: un especialista en cómo distribuir los 944 kg de cocaína para evitar inconvenientes con el peso. Se trataría de un ingeniero.
La hipótesis fue confirmada ayer a La Nacion por fuentes de la investigación. "La distribución de los panes de cocaína estuvo milimétricamente calculada. No hay dudas de que los sospechosos estuvieron asesorados por un ingeniero".
La presunción que manejan los investigadores y que tratarán de confirmar con el avance de la causa es que la droga fue cargada en Morón antes de que el avión despegara hacia Ezeiza, de donde partió para iniciar su vuelo al aeropuerto de El Prat, en Barcelona.
La hipótesis de los detectives encargados de la investigación es que el ingeniero armó un compartimiento especial para ocultar los estupefacientes para sortear con éxito los controles. "El trabajo sólo se pudo hacer en un galpón donde pudieran estar tranquilos, seguros de que no iban a ser descubiertos."
Un investigador explicó a La Nacion que, casi con seguridad, la droga fue subida al avión por medio de clarks (motoelevadores) y sobre pallets , que soportan de 200 a 250 kg cada uno.
Como informó La Nacion en ediciones anteriores, la logística empleada por los sospechosos indicaría que existieron vuelos previos donde traficaron droga, con éxito. "Seguramente, los embarques anteriores no tuvieron la dimensión del que aterrizó en Barcelona", dijo un investigador.
Ayer, el juez Catania recibió, por medio de la aduana argentina, información enviada desde España de la aduana de Barcelona con datos sobre el cargamento secuestrado. Anoche seguían evaluando el material secuestrado.
LA MODELO COLOMBIANA LLEGA AL JUICIO PRESA- Angie Sanclemente Valencia, la modelo colombiana acusada de integrar un banda de narcotraficantes, llegará presa al juicio oral. Su último intento de ser excarcelada fracasó. Así lo informaron fuentes judiciales. El Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 3 volvió a denegar un pedido de excarcelación formulado por los defensores de la joven, que continuará alojada en el penal de mujeres de Ezeiza. La modelo, de 31 años, está acusada de contrabando agravado de estupefacientes.
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