jueves, 26 de mayo de 2011

LA MADUREZ DIRIGENCIAL Y SOCIAL AUSENTE


“Sufre con paciencia los defectos y
debilidades de los demás, teniendo
siempre a la vista tu propia miseria,
por la cual también tenéis necesidad
de que los demás te sufran y  compa-
dezcan (León XIII).-

Observando la realidad política socio-económica de nuestro país, con toda sinceridad, la misma no es complicada, podrá ser compleja, están presente todos los grandes problemas que sufre cualquier sociedad, algunos ni tratados, otros enfrentados con medidas instrumentales plausibles muchas, pero sin política permanente y continuada que llegue a una solución sustentable en el tiempo. También tenemos un clima de corrupción degradante y que da mucha vergüenza e indignación, pero que no aparece como algo aislado ya que el mundo sufre una decadencia moral que  observamos en un  recorrido por  otros países. Debemos detenernos en la enumeración, porque sino deberíamos escribir muchas páginas de dolor e indignación, pero todo esto no es difícil de superar si hay presencia de madurez  dirigencial y social. Una aclaración importante, cuando hacemos estos estudios no nos referimos a sectores o parcialidades, por ello no hay enfoque sobre el oficialismo ni oposición gubernamental, hay un enfoque de toda la sociedad, por ello no escapan gremios, clubes deportivos, asociaciones estudiantiles, de docentes, partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales etc.-



                     En primer lugar trataremos de indagar que es madurez, en particular, se  tipifica a una persona como madura a aquella que exhibe una perfección humana.-
El diccionario nos indica, “Crecer en edad y juicio”, “Buen juicio con que el hombre se gobierna” y la psicología  nos indica que la paciencia, templanza, prudencia, sobriedad, reflexión, nunca pueden estar ausente de la persona y de la  sociedad a que se pertenece,  observando además que la caracterizan, el aplomo, la seriedad, la voluntad a encontrar soluciones al problema que se presenta, el saber respetar al otro en su originalidad, pensar en encontrar la armonía de los intereses contrapuesto en la sociedad.-


                    Refiriéndose  a la madurez tanto del ser humano como de la sociedad, yo siempre buceo en lo que decían los maestro del ayer que empezaron a construir un país que ahora  recordamos, que a pesar de sus déficit, tuvo grandes aciertos y encontré esta página  que dice :
*Un día puede ser una perla, un siglo nada*
“No lo olvidemos; el tiempo no es nada; el tiempo no tiene nada .Sólo es lo que nosotros hacemos de él; sólo tiene lo que nosotros le damos. El tiempo está parado: no viene ni va; pero nos espera a nosotros. Nosotros no estamos parados. Caminamos hacia el tiempo. Lo atravesamos y podemos usarlo, perderlo y abusarlo. Del todo libre y sin ninguna coacción, se coloca sobre nuestro camino en la vida, penetra en cada uno de los días de nuestra vida y espera que lo  hagamos con él. Sin embargo, todo cuanto hacemos con él, constituye nuestra  responsabilidad,-

            
                    Allá a la luz de la eternidad, conoceremos lo que hemos hecho del tiempo de nuestra vida, de nuestros años, de nuestros días, de nuestras horas, y lo que hubiéremos podido hacer de él. Entonces conoceremos claramente si los días de nuestra vida se han trocado en perlas, o si toda nuestra existencia se ha hecho una nada”.-

                     * Andad como prudentes, no como necios, recobrando el tiempo; porque los días son malos*  (Efes.%, 16)    (1)


                    Nuestro país necesita de que la sociedad y sus dirigentes, sin perder sus comunes rasgos, su personalidad, sus diferencias y sus notas sobresalientes que los distinguen unos de otros, tenga la capacidad de sentarse y rodear una mesa a tratar problemas fundamentales de nuestro país para encontrar el camino a transitar por todos, sin exclusión alguna, para que a través de una labor permanente y continuada en el tiempo y por el gobierno cualquiera sea su color político se concrete su solución. Esto no es simplemente reunirse, o hablar en voz alta para que todos escuchen y luego no escuchar a nadie, esto es poner toda la voluntad política, la honorabilidad de los distintos movimientos políticos y sociales y la hidalguía, talento, capacidad y honestidad intelectual de la dirigencia en encontrar el mínimo común denominador para concretar políticas de estados.-


                    Por otra parte la sociedad debe acompañar con sobriedad estos esfuerzos, haciendo su exposición de ideas a través de sus representantes o en forma directa por manifestaciones publicas en concentraciones, actos,  no violentas, pacíficas, como ha ocurrido en España, donde no hay autos incendiados, vidrios rotos, o tentativa de asalto al Parlamento o Palacio Real, podrá haber habido actos aislados, que nunca pueden faltar porque en todos los lugares de la tierra está la incapacidad que se manifiesta violentamente.-


                      Este comportamiento, que nos esforzamos en conseguir, individual y social se lo denomina madurez y por cierto está ausente en nuestra querida Argentina. No tendremos soluciones de fondo, sino siempre parciales y a corto plazo sometidas a los vaivenes de los cambios partidarios en la conducción de los gobiernos y en un actuar social cercano al repudio, al odio y alejado de la prudencia, de la templanza y del comportamiento pacifico, que aportando ideas ayuda a construir un consenso. Estamos aburriéndonos del monologo, del discurso y de la gran capacidad de no escuchar al otro, e ignorarlo, al insulto y al menoscabo. Así no habrá soluciones en nuestro país.-


                              Se trabaja entusiastamente y con gran empuje en constituir frentes, alianzas, uniones de partidos o agrupaciones políticas con el criterio cuantitativo para ganar una elección. Nadie exhibe ideas, sí se anuncian titulares de problemas con la leyenda lo vamos a resolver entre todos, manifestación ingenua de quienes no están en lo cualitativo. Si recapacitamos un poco y observamos esos debates políticos que se brindan por televisión entre representantes del pueblo de distintos partidos políticos,  inclusive candidatos o precandidatos, y por ciertos dirigentes del más alto nivel, nos encontramos tristemente con un espectáculo adornados de gritos, alocuciones  grotescas o satíricas pero todas pobrísimas que en vez de ilustrar  traen al oyente, que es pueblo, confusión que lleva a la indignación – bronca dicen otros- o a la indiferencia.-


                               “No olvides que la cuestión social no puede ser resuelta únicamente con leyes del Estado, sino más bien con la confianza mutua y la caridad de hombre a hombre” afirmaban hace tiempo y allá lejos, que puede extenderse  a toda cuestión que le atañe al Estado, y para ello solamente es necesario dirigentes y sociedad madura.

                                 Hagamos el esfuerzo humano todos de ser maduros para tener un país, mi país, tu país, nuestro país, que la patria se merece.  


Luis Agustin J Brasesco

Senador Nacional (1983-1992)
Secretario Convención Nacional  constituyente (1994)
Vicepresidente 1ero.Convención Constituyente de Entre Ríos ( 2008)
                    
  (1) “Tu Compañero de Jornada al Encuentro con Dios       


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