Episodio
6
LA
MANCHA
Ada llevaba cinco
meses de embarazo.
Xander estaba enredado
en su propia madeja sin encontrar el hilo para desovillarse. En esos meses solo
había conseguido incrementar la fortuna suya y la de Evan, abriendo sucursales
en distintos países de muchas de las empresas. Los dos años de viajes por el
mundo, lo habían cargado de conocimiento y experiencia.
Lucas, le hizo ver
una forma de desvincularse de parte de su patrimonio. Ese mismo día, reunieron
al satélite y a los gerentes de las industrias, que había heredado de su padre.
Les informaron que las industrias cambiarían de dueño. Ada Vitale, sería la
nueva propietaria de todas las empresas y dependencias de las industrias que
fueran de Andreas Sifakis. Sin consultarlo con ella y, siendo que todo el poder
sobre esos bienes era propio y exclusivo, decidió traspasarlos a la madre de
sus hijos que, salvo para Lucas, era una absoluta desconocida. Muchos creyeron
que el muchacho estaba fuera de sus cabales.
Esa noche, Xander se
comunicó con Ada para avisarle que viajaría a verla. Llegaría en un par de
días. Ada y los niños, gritaban de alegría del otro lado de la pantalla por la
noticia; les pidió que no fueran a recibirlo, porque él iría directamente a la
casa. Xander esperaba que esa alegría durara, luego que Ada se enterarse de lo
que había hecho.
Dejó a Lucas
legalmente a cargo, mientras viajaba a América con Ares y Christo, sus amigos y
seguridad personal que, tal como lo acostumbraban, vestían de jean y remera al
igual que él, salvo que, sumaban a sus vestimentas chalecos para cubrir sus
armas.
Llegan los tres a la
casa en una furgoneta negra. Seguridad abrió el portón y, al bajar, Ada los vio
por la ventana. Corrió hacia Xander abrazándolo. Su prominente vientre los
separaba gratamente. Él le tocaba la panza con las dos manos. Ella lo miraba
con orgullo de madre y mujer enamorada, una conjunción perfecta que la
gratificaba profundamente. Ella pudo ver su amor duplicado en los ojos de
Xander.
Los niños corrieron
hacia las piernas de su padre apretándolo con fuerza. Él caminó hacia la casa
con ellos a cuestas y de la mano de Ada. Sus compañeros de viaje le avisaron
que visitarían el caserón acompañados por la nana.
_ ¿Llevas bien tu vida pese a las medidas de seguridad?
-preguntó Xander-
_ Los de seguridad, se cuidan de mantenerse siempre ocultos
en las calles o en el consultorio, permitiéndome llevar una vida normal, casi
desapercibida para el resto de la gente. Attis está bien integrado en su jardín
y es un niño muy listo y, Evan, siente celos de la panza, pero lo estamos
solucionando ya que la ecografía mostró que se trataría de una niña.
Xander se emocionó
ante la noticia de una hija mujer, a esa altura, pensaba que solo podría
engendrar varones.
Xander llamó a la
nana para que llevara a los niños, debía hablar con Ada. Como preámbulo le dijo
que todo cuanto hacía era por una cuestión de seguridad para sus hijos. Ada
asintió. Le explicó sobre el satélite de administración y los resultados que
arrojó; también, de las nuevas empresas y emprendimientos. Ada asintió. Le dijo
que era su obligación hacer crecer el patrimonio de sus hijos, pero también
cuidarlos de las consecuencias. Ada nuevamente asintió …Entonces, sacó un sobre
de su mochila y se lo entregó en las manos. Estaba escrito todo en griego y
Xander se lo tradujo. Le informaba que ella, era la nueva dueña de las
industrias Sifakis. Ada se quedó muy seria, esa vez no asintió, miraba los
papeles tratando de encontrarle algún sentido.
_ Entiende Ada. No puedo mantener la unificación de las
empresas, sin convertirme, en la primera fortuna del país. Tu sabes que esa
situación nos pone a todos en riesgo. Por eso, tú debes ser la propietaria de
la fortuna que me heredó mi padre. De esta forma seguirá siendo de los niños,
sin una vinculación aparente. Ada… te aseguro que es sólo un trámite. El
satélite, seguirá administrando todo. Solamente debes firmar el poder que se
encuentra adjunto.
_ Firmaré todos estos
papeles, puedes quedarte tranquilo. Pero te aclaro que no estoy de acuerdo en
que hayas hecho esto sin consultarlo primero conmigo. ¿Acaso, no eran
importantes para ti las objeciones que pudiera yo tener al respecto?
_ No te enojes Ada. Debes entender mi desesperación por
lograr una vida normal y a tu lado. Nada será como antes, los supe cuando asumí
la conducción del grupo Satélite. Esto es lo más cerca que he estado, en años,
de estar nuevamente a tu lado. Esto es lo único que me importa en la vida. No
puedo deshacerme de lo que es de Evan, ya que se trata de la herencia de mi
hijo, pero sí, de todo el resto. Esto es lo que tengo planeado hacer, en forma
moderada y segura.
_ Creo que no tuviste en cuenta que figurar en los papeles de
las empresas Sifakis, me ha sacado del anonimato, que tan bien mantenía ocultos
a los pequeños. Temo que, lejos de protegerlos a todos, hayas cometido el error
de exponerlos. ¡Por qué no me consultaste! -le gritó Ada-
Xander bajó su cabeza.
_ Justamente por esta razón no lo hice. Sabía que te
enojarías. Para mi descargo, te digo que, lo hice para asumir mi realidad y
mantenerme dentro de ella, sin enloquecer. Ahora te pido que, tú también la
asumas, no podemos seguir ocultándonos bajo las piedras. Tarde o temprano los
niños crecerán y se encontrarían ellos, con todo el problema sin solucionar.
Como me pasó a mí, cuando mi madre salió corriendo de Grecia dejando todo
atrás.
A diferencia de todas y cada una de las veces
que se encontraban en esos años, esa vez sólo discutieron. Los dos sentían que
tenían razón y pelearon por ello.
_ Ya no peleemos. Te necesito conmigo, no en mi contra.
Pero ella, estaba enfurecida con él.
_ ¡Acabas de poner en riesgo a nuestros hijos! -gritó Ada-
_ ¡¿Acaso tu sabes realmente lo que es poner a un hijo en
riesgo?! ¡Yo sí lo se Ada, mi vida se mueve en torno al riesgo de mis hijos,
Thanos fue mi maestro y soy capaz de dar mi vida por mantenerlos vivos! -gritó
Xander, como algo que salía directo desde sus entrañas-
Ada se dio cuenta que todas las decisiones de
Xander se basaban en el dolor jamás superado por la muerte de su hijo. Se dio
cuenta del peso, que la herencia de Evan significaba para él, sin poder
desprenderse de ella. Entendió la necesidad de dividir las cargas para
soportarlo.
Ada se acercó a él y lo abrazó.
_ Todo estará bien, ya lo verás -le aseguró Ada-
Xander la besó con desesperación. La amaba
tanto que lloraba por el temor que le provocaba que ella lo despreciara por lo
que había hecho. Ada le repetía una y otra vez que todo estaría bien, aun así,
el no dejaba de llorar. Ella tomó su mano y subió con él hasta su cuarto.
_ Señor Sifakis, prepárese porque esta mujer le hará el amor.
Ada lo amó con ternura infinita, necesitaba
brindarle consuelo, sabía cuánto él lo necesitaba. Xander le pedía que lo
perdonara. Le prometía que nunca más tomaría decisiones sin consultarlas con
ella. Le pidió que no lo soltara. Ada no tenía pensado alejarse de él ni
soltarlo, menos aún, dejar de amarlo; aun sabiendo que él seguiría tomando
decisiones inconsultas. Enfrentarían juntos lo que viniera.
Xander, antes de marcharse, le aseguró a Ada
que regresaría antes de que se cumplirán los nueve meses, para estar a su lado
en el parto. Esa vez, la despedida guardaba la secreta ilusión de un
reencuentro definitivo.
Una vez en Grecia, Lucas lo puso al tanto de
las novedades, todas por demás buenas, respecto al funcionamiento de las nuevas
empresas y sucursales. Las visitas sorpresa implementadas por Lucas y
realizadas por cualquiera del grupo satélite, hacía que todo estuviera siempre
en orden. En todo ese tiempo, Xander había logrado no sentirse atrapado por las
empresas, sino que él estaba en control de ellas.
A un par de meses de su llegada, se comunicó
Martín para avisarle que Ada debía permanecer en reposo porque había tenido
algunas complicaciones, que, si bien no era nada grave, no podía andar con
normalidad hasta que se cumpliera la fecha de parto.
Xander se desesperó, quiso viajar inmediatamente,
pero lo convencieron de que primero dejara todo arreglado, para estar fuera
varios meses y permanecer así más tiempo con Ada y los niños.
Todo quedó arreglado en menos de un mes, e
incluso había mandado a instalar, en la mansión, un centro de comunicación
directa con el grupo satélite.
Antes de subir a su avión, pasó a visitar la
tumba de Thanos. Le pidió a su hijo que lo ayudara a ser fuerte y tener
sabiduría para no cometer errores. Lloró abrazado al frío mármol. Tenía mucho
miedo que algo malo le pasara a Ada.
Nuevamente su avión aterrizó en América. Sentía
prisa y ansiedad. Necesitaba estar al lado de Ada tanto como necesitaba
respirar. Llegó a la casa subiendo directamente a su cuarto. Se arrodilló a su
lado y le tomó las manos. Ada estaba algo débil, le faltaba un mineral en el
organismo y eso la debilitaba. Ella intentaba tranquilizarlo, pero él no lo
lograba. Le dijo que se ocuparía que nada malo le pasara a ninguna de ellas.
Xander habló con el médico. Le preguntó que
necesitaba para que ellas estuvieran bien. Le aclaró que, de ser necesario,
instalaría una clínica dentro de la casa para que su mujer y su hija estuvieran
bien. El médico se dio cuenta que hablaba en serio y decidieron instalar un
servicio de internación domiciliaria, pero con aparatología de primer nivel.
Cada noche, Xander dormía a su lado
sosteniendo su mano para sentir si se despertaba. Cada día ella estaba mejor,
se recuperaba mientras se acercaba la fecha de parto.
Los niños entraban a la habitación con dibujos
hechos por ellos: la familia compuesta por papá, mamá ellos dos y la beba por
nacer que la dibujaban como la panza de Ada. También grandes y pequeños
garabatos de Evan, que entregaba a su madre con orgullo.
El día esperado llegó al fin. El médico
decidió trasladarla a la clínica por si hiciera falta practicar una cesárea. Xander
estaba a su lado, mientras nacía Delfina por parto natural. Lloraron ambos
embargados de dicha con la niña en brazos. Ambas, estaban muy sanas y fuertes.
La nana, llevó esa tare a los niños para que
conocieran a su nueva hermanita. Un par de días después, ambas regresaban a la
casa.
Xander no quería separarse de ellas,
necesitaba tiempo a su lado para cargar energías a su vida. No quería
permanecer más tiempo separado de los suyos y el nacimiento de Delfina le daba
una nueva oportunidad para distribuir su patrimonio.
Se ubicó en el centro de comunicación para
mantener una reunión con el grupo satélite. Les avisó que enviaría por medio de
la Embajada, los documentos de traspaso de la naviera a nombre de Delfina
Sifakis Vitale, designando como apoderado general a Lucas Martínez. Lucas, le
dijo que estaba loco si pensaba que se haría cargo de la naviera. Xander, le
explicó que con que firmara un poder para que el satélite lo administrara sería
suficiente para que todo siguiera igual, tal como lo hizo Ada con las
industrias. Lucas al ver la cara de expectante preocupación de Xander, le dijo
que sí, que sería un orgullo para él representar a su hija. Lucas, estaba muy emocionado
por la confianza que Xander depositaba en él.
Nuevamente, él realizó todo esto sin
conversarlo con Ada; pensó que ya tendrían tiempo para pelear por eso también. Así
se hicieron los trámites, quedando en poder de Xander solamente el patrimonio de
Evan y una parte de las otras empresas heredadas de Teodoro.
Pensó que le quedaba por conseguir lo más
difícil de todo, pero no se movería de América hasta lograrlo.
Xander miraba extasiado como Ada amamantaba a Delfina. La
imagen lo serenaba al punto de olvidar sus más profundos pesares.
_ Yo necesito de tu amor, para seguir viviendo. Los quiero a
mi lado, como una familia normal. Quiero volver a estar contigo día y noche
como lo hicimos hasta los veinte años; también pelear… y amigarme. Necesito llorar
con tus tristezas y reír con tu risa. Sin ti no estoy vivo, solo existo.
Ada lo miraba llena de amor.
_ Cásate conmigo y vivamos juntos en Grecia -le propuso
Xander-
_ ¿Tu esposa? Y ¿En Grecia? -repitió Ada-
Él la miró con desesperación mientras los ojos
se le humedecían.
_ Tendría que aprender a hablar griego, aunque lo entiendo bastante
bien y eso podría ser medio punto a tu favor.
Xander entendió que ella se burlaba.
_ ¡Claro que me voy contigo al fin del mundo, no voy a seguir
criando tus hijos sola!
Xander las abrazó, por un momento había
llegado a pensar que todo se desmoronaría, pero no fue así, ella también deseaba
estar a su lado.
Decidieron que se casarían antes de viajar,
para hacerlo con sus amigos y que luego también se casarían en Grecia junto a la
multitud familiar.
Un mes más tarde, la mansión se llenó de luces
y gente. El casamiento civil se realizó en la casa. La ceremonia fue simple,
pese a que el embajador y personal de la embajada estaban presentes para apoyar
al magnate griego Sifakis.
Las amigas de Ada la felicitaron por llevarse
al más codiciado de los chicos de la liga de básquet. Xander hizo llevar miles
de platos para la fiesta. Esa noche, todos ellos rompieron platos al mejor
estilo griego.
Se llevaban a cabo los preparativos para
partir, quedando la mansión a cargo del grupo de seguridad. Ada se despidió de
sus inseparables amigas. Les hizo prometer que la visitarían en Grecia. Las
tres lloraron al despedirse abrazadas.
Los tres niños, los dos guardias, Martín, Ada
y Xander partieron con destino a Grecia. A su llegada, Xander era un empresario
más del montón, nadie se fijaba en él. Eso era todo cuanto él necesitaba, para sentirse
tranquilo con su nueva familia.
La noche en la playa de Mykonos, los cobijaba
con el resplandor de una enorme luna. Ada y Xander, abrazados, hacían planes
para el futuro de sus hijos.
Los niños crecieron en esas playas de la isla.
Xander y Ada lograron mejorar el sueño de amor, que alguna vez uniera a sus
padres.
FIN
MUY BUENO!!!! GRACIAS!!!
ResponderEliminarGracias!! Un abrazo
EliminarHERMOSA TU HISTORIA DE AMOR!!!!!
ResponderEliminarGracias Moni!!
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