Debe de haber varios funcionarios argentinos al borde del colapso. Quien más, quien menos, muchos han tenido contacto con diplomáticos, hombres de negocios, y hasta deportistas y artistas norteamericanos. Cada uno de ellos debe de estar revisando su “disco rígido” cerebral para repasar qué dijo o qué dejó de decir, porque en cualquier momento aquellas revelaciones secretas, muchas veces pronunciadas entre copas de champán en algún lugar elegante, pueden llegar al gran público de la mano del escándalo mundial de la filtración más grande de la historia, conseguida por el sitio Wikileaks y compartida con cinco de los diarios más grandes del mundo: New York Times, El País, Le Monde, The Guardian y Der Spiegel.
Las revelaciones sobre Argentina versan sobre asuntos de los que no se habla demasiado: el equilibrio de la presidenta, la salud del fallecido presidente, el carácter de ambos, el perfil de los ministros con respecto a EEUU, los temores de Cristina y los celos con respecto a Lula, y la incapacidad de negociar o de mantener relaciones externas. En esta nota presentamos un compendio organizado sobre todo lo que dijo la diplomacia norteamericana de los argentinos, según las revelaciones de Wikileaks, de acuerdo a las citas de Clarín, La Nación y Perfil.
De acuerdo a los más de 2.200 cables de la embajada norteamericana al Departamento de Estado, los Kirchner son “paranoicos del poder”, “ácidos”, “impermeables al consejo ajeno” e “ineptos en política exterior”. El estilo K es “errático y caracterizado por la tensión extrema en el corto plazo”. Néstor Kirchner tenía “dos caras”, como el “Dr. Jekyll y Mr. Hide” de Stevenson: una “populista” y otra “pragmática”. Sus “simpatías por la izquierda” estaban “completamente subordinadas a sus intereses políticos y sus ambiciones personales”. Desde Washington se interroga sobre el modo en que la pareja se distribuía las decisiones; también surgen los reclamos de Cristina por la demora de Obama en concederle una entrevista personal y sus celos por la preferencia del Presidente estadounidense por Lula.
En los documentos aparecen referencias a la fluctuante relación bilateral, siempre entre la colaboración y los roces diplomáticos. También informaciones que desnudan la relación que algunos funcionarios y ex funcionarios del Gobierno tendrían con la Embajada. Al actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se lo caracteriza como “el más pro-estadounidense” de la Casa Rosada. En tanto a su antecesor, Sergio Massa, se le adjudica una definición descarnada sobre el ex presidente: “Kirchner no es un genio perverso, es sólo un perverso”.
Estos son los temas argentinos que abarcan los cables:
1) La salud de los Kirchner. En el cable 242255, rotulado como “secreto” y fechado el 31 de diciembre de 2009, con la firma de Hillary Clinton, explica que tiene “un entendimiento mucho más sólido del estilo y la personalidad de Néstor Kirchner” y que necesita “redondear la visión sobre Cristina Fernández” para entender “la dinámica interpersonal en el tándem gobernante”. Para ello, pregunta sobre la “salud y estado mental” de la Presidenta: “¿Cómo controla Cristina Fernández de Kirchner sus nervios y ansiedad? ¿Cómo afecta el estrés su conducta con sus asesores y/o en su proceso de toma de decisiones? ¿Qué medidas toma ella o sus asesores para manejar el estrés? ¿Toma alguna medicación? ¿En qué circunstancias controla ella mejor el estrés? ¿Cómo le afectan las emociones en su proceso de toma de decisiones y cómo se calma cuando está angustiada?”.
Sobre su trabajo, pregunta si ella ve las circunstancias “en blanco y negro o en términos matizados”. “¿Comparte la visión confrontativa de la política de Néstor Kirchner o trata de moderar su estilo político de mano dura?”.
“¿Cómo se dividen el día Cristina y Néstor Kirchner? ¿En qué asuntos Cristina toma la iniciativa y en cuáles lo deja a su esposo?”.
También se pide una actualización sobre la salud de Kirchner. “¿Cómo está sobre su enfermedad gastrointestinal? ¿Está tomando medicamentos? Conocido por su temperamento, ¿está demostrando una tendencia mayor a oscilar entre extremos emocionales? ¿Cuáles son los principales disparadores de sus enojos?”.
2) El estilo K. En junio de 2006, un memo confidencial enviado a Washington describe al “estilo K” como “único” y “errático”. Caracterizado por “la tensión extrema en el corto plazo”; “empleando una retórica de izquierda, populista, Kirchner demuestra en la práctica que sus inclinaciones ideológicas son menos importantes que las necesidades políticas locales”. “Kirchner entiende la necesidad de mantener siempre el control de la situación, tomar decisiones rápidas y definitivas, una lucha constante contra los que percibe como enemigos y una tendencia a responder a los desafíos a través de la confrontación en lugar de la negociación”.
Explica que su colon irritable “tal vez agrava sus emociones y su psicología”. Según los médicos estadounidenses, esa enfermedad “a menudo deriva en una personalidad rígida, con tendencias obsesivo-compulsivas”. De ahí, infiere el cable, “la falta de atención a las largas ceremonias protocolares o los horarios inflexibles, que no permitirían a Kirchner tener un acceso rápido a los baños”.
3) Envidia a Lula por Obama. En enero de este año, la Presidenta recibió a una comitiva de legisladores estadounidenses. La Embajada envió el cable 250579 a Washington dando cuenta del encuentro. En el mismo, según cita el diario El País, “Cristina dice que es difícil entender por qué el presidente Lula ha obtenido una entrevista con el presidente Obama, pese a que Brasil ha votado en contra en el Organismo Internacional de Energía Atómica y a la reunión de Lula con (el presidente iraní, Mahmoud) Ahmadineyad, mientras que se le niega la entrevista a ella, que mantiene una fuerte posición contra Irán en el OIEA y en la lucha contra el terrorismo”.
4) Aníbal pronorteamericano. De acuerdo al cable 242975, Aníbal Fernández le expresó al secretario de Estado adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela, que lamentaba que se perciba que la relación de EE.UU. con Brasil y Chile era mucho más positiva. “Es particularmente doloroso porque la Presidenta siempre apoyó a Obama”, habría dicho Aníbal F. El jefe de Gabinete también es mencionado en otros cables como “uno de los mejores y más continuos interlocutores” de la Embajada, y quien ayudó a bajar las tensiones tras la refriega diplomática que suscitaron las declaraciones de Valenzuela al referirse en su visita a la “inseguridad jurídica” que percibían en la Argentina los empresarios de su país.
5) Ineptitud en política exterior. El cable 215335 reveló en junio del año pasado la sorpresa de los diplomáticos estadounidenses por el viaje infructuoso de Cristina a El Salvador en un intento por aumentar la presión internacional y reponer al destituido presidente de Honduras, Manuel Zelaya. El cable asegura que la Presidenta, en “un audaz gambito diplomático”, viajó en contra de los consejos de la Cancillería que le recomendaba esperar a que hubiera algo “precocinado”. Evalúa que el fracaso de la misión “es otra muestra de la ineptitud de los Kirchner para la política exterior” y sugiere que podría haber sido sólo “un intento por sacar de la tapa de los diarios” la derrota en las legislativas que acababa de sufrir el Gobierno.
6) El mandato. Tras la derrota de 2009, los cables desde Buenos Aires informan que recrudecen los interrogantes sobre “si Cristina llegará al final de su mandato”. La Embajada envía a Washington la opinión de Mario Blejer, que sonaba para conducir el Banco Central. Blejer cree que Kirchner fue el responsable de la crisis con el campo: “Néstor no sabe nada de economía. Para peor, cree que sabe y no escucha a nadie”.
7) “Massita”, el desbocado. En un cable posterior a las elecciones de 2009, se adjunta la opinión del ex jefe de Gabinete Sergio Massa, al que se le adjudica la frase: “Cristina funcionaría mucho mejor sin Néstor”. Según cita el diario Le Monde, Massa caracterizó a Kirchner como un “psicópata, monstruo y cobarde, que en la búsqueda de la confrontación política esconde una profunda inseguridad y un sentimiento de inferioridad”. Massa, después, negó haber hablado en estos términos sobre Néstor Kirchner, y muchos menos ante diplomáticos norteamericanos.
8) La oposición dividida: El gobernador socialista Hermes Binner, su mano derecha Rubén Giustiniani, el diputado Ricardo Alfonsín y la diputada Margarita Stolbizer, y el senador Ernesto Sanz figuran en un documento confidencial de diciembre de 2009 de la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires. El contexto: la polémica que generó una frase sobre las instituciones en el país. Un apartado del cable se titula “la oposición está dividida” ya que “las reacciones” de los dirigentes opositores fue disímil ante una definición del delegado de EEUU para América Latina, Arturo Valenzuela. El funcionario desató una polémica al afirmar que en la Argentina "no hay seguridad jurídica".
La Embajada afirma que Binner, "un posible candidato presidencial", dijo que las apreciaciones de Valenzuela "se aproximan mucho" a las quejas que los dirigentes socialistas habían escuchado de los empresarios. "Giustiniani, que suele coincidir con Binner -advierte el cable- objetó que cualquier funcionario extranjero criticara el país, mientras que el diputado radical Ricardo Alfonsín interpretó a Valenzuela como un elogio a las políticas de Menem de los '90", siguió el archivo.
"Nosotros, los argentinos, sabemos que durante esos años hubo un remate de los activos nacionales. Para nosotros, fue un desastre", reprodujo el registro de la Embajada sobre los dichos de Alfonsín.
"De todos modos, la cabeza del partido racial, el senador Ernesto Sanz (quien se juntó a almorzar con Valenzuela y el vicepresidente Cobos) dijo que 'parece que es necesario que venga un funcionario extranjero para decir esto. Nosotros venimos denunciando el quiebre de reglas y normas desde el Congreso por cuatro o cinco años. Con cada ley los kirchneristas llevaron al país un paso atrás",
El cable también menciona a la titular del GEN. "Desgraciadamente, Valenzuela tiene razón", recuerda la Embajada en boca de Stolbizer, pero luego reseña que la diputada bonaerense cuestionó al delegado de EEUU en la región por "representar al gobierno que sigue pensando que los desastrosos años '90 son un modelo a seguir".
9) Evo el complicado. En el telegrama Nº 168126, del 2 de septiembre de 2008, se explica que la confianza entre Cristina y el secretario de Estado adjunto para Asuntos de América de George Bush, Thomas Shannon, es tan buena que la presidenta aceptó "cooperar con el Gobierno de Estados Unidos en Bolivia".
Dice textual: "CFK afirma que Argentina cooperará con el USG en Bolivia, pero que tenemos que ser cuidadosos para que no parezca que existe una 'operación política' contra el Gobierno, dadas las sospechas de Evo".
“Evo no es una persona fácil, nos confía CFK, haciéndonos notar que Argentina tiene problemas para conseguir que Bolivia le abastezca de gas natural. Todos necesitamos paciencia, nos dijo", relata, de acuerdo al cable, el entonces embajador Wayne.
Poco antes, en junio, explica cómo el Canciller Jorge Taiana, por pedido del embajador de Estados Unidos, trabajó para bajar la tensión en Bolivia respecto a Washington y garantizar la seguridad de la propia embajada en La Paz. "Taiana nos informa de que ha llamado tres veces al viceministro boliviano, Hugo Fernández Araujo, para insistir en esos dos puntos".
10) Bergoglio no existe. En uno de los cables en los que la diplomacia norteamericana habla de Argentina, se refiere a la sucesión de Juan Pablo II. En aquel momento, el Departamento de Estado consideraba al cardenal Jorge Bergoglio como un “papable” norteamericano, pero a la vez le restaba chances por ser representante de los jesuitas. De la misma manera, no consideraban posible la elección de Joseph Ratzinger, quien finalmente fue ungido Papa.
Fuentes: Clarin, La Nación y Perfil
http://www.mdzol.com/mdz/nota/255989-wikileaks-las-diez-peores-cosas-que-dijo-ee-uu-de-cristina-y-el-gobierno/
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