Hoy mi amigo Alejandro Bulacio me invitó a un debate sobre Elisa Carrió y en lineas generales quiero compartir lo que pienso:
Aclaro, antes que nada que soy radical por elección, nueva en política pero muy observadora. Voy a dividir mi análisis por partes.
1- A mi Carrió me gusta, habla muy claramente, muestra formas de salir de los conflictos, arma proyectos y si alguien me preguntara cual sería mi fórmula presidencial sería Alfonsín - Carrió. (ambos nacidos en la cuna radical).
2- No puedo quitar de mi mente la admiración que sentí en su momento por Cristina y Lilita juntas luchando contra el narcotráfico, la corrupción, "llenándome los oídos" de esperanzas de que todo era posible con ellas dos mirando lo que pasaba.... pero una de ellas llegó al poder y me mostró la otra cara, la transformación oportuna de la soberbia y a eso le tengo miedo con Carrió, porque en su carácter nos muestra esa misma soberbia, que estoy segura que no es gratuita, porque sabe de lo que habla.
3- Es una denunciante crónica, le guste a quien le guste, pero también lo es Graciela Ocaña, y no la votaría para administrar el Ejecutivo, está llena de verdades comprobables y ojalá pudiéramos llegar a hacer parte de lo que ella pretende en reformas, pero, aunque suene machista, terminan siendo siempre los hombres, los que tienen el verdadero poder, porque manejan, mucho mas facilmente el idioma de las mafias, los aprietes, el patoterismo...
4- Hay algo de lo que estoy muy segura y es que gane el que gane, tendrá en sus manos un país ingobernable, por lo que mas que un presidente se necesitaría un parlamentarismo pleno y de acción full time, Duhalde, Alfonsín, Carrió, Binner, juntos luchando por UN FIN COMÚN, que sin duda será de reconstrucción, cada uno de ellos aportando sus mejores condiciones y lo mejor y renovador de su gente para un cambio real.
Ni Carrió, ni Alfonsín, ni Binner, ni Duhalde solos podrán hacer nada, si los otros lo dejan solo para que camine hacia el fracaso... y en política, el fracaso del otro, pareciera ser la virtud de algunos.
Graciela Rost
GRACIELADAS
Aclaro, antes que nada que soy radical por elección, nueva en política pero muy observadora. Voy a dividir mi análisis por partes.
1- A mi Carrió me gusta, habla muy claramente, muestra formas de salir de los conflictos, arma proyectos y si alguien me preguntara cual sería mi fórmula presidencial sería Alfonsín - Carrió. (ambos nacidos en la cuna radical).
2- No puedo quitar de mi mente la admiración que sentí en su momento por Cristina y Lilita juntas luchando contra el narcotráfico, la corrupción, "llenándome los oídos" de esperanzas de que todo era posible con ellas dos mirando lo que pasaba.... pero una de ellas llegó al poder y me mostró la otra cara, la transformación oportuna de la soberbia y a eso le tengo miedo con Carrió, porque en su carácter nos muestra esa misma soberbia, que estoy segura que no es gratuita, porque sabe de lo que habla.
3- Es una denunciante crónica, le guste a quien le guste, pero también lo es Graciela Ocaña, y no la votaría para administrar el Ejecutivo, está llena de verdades comprobables y ojalá pudiéramos llegar a hacer parte de lo que ella pretende en reformas, pero, aunque suene machista, terminan siendo siempre los hombres, los que tienen el verdadero poder, porque manejan, mucho mas facilmente el idioma de las mafias, los aprietes, el patoterismo...
4- Hay algo de lo que estoy muy segura y es que gane el que gane, tendrá en sus manos un país ingobernable, por lo que mas que un presidente se necesitaría un parlamentarismo pleno y de acción full time, Duhalde, Alfonsín, Carrió, Binner, juntos luchando por UN FIN COMÚN, que sin duda será de reconstrucción, cada uno de ellos aportando sus mejores condiciones y lo mejor y renovador de su gente para un cambio real.
Ni Carrió, ni Alfonsín, ni Binner, ni Duhalde solos podrán hacer nada, si los otros lo dejan solo para que camine hacia el fracaso... y en política, el fracaso del otro, pareciera ser la virtud de algunos.
Graciela Rost
GRACIELADAS
Muy buen análisis, Gra. Solo, ninguno de los candidatos va a poder gobernar. Este país está desquiciado gracias a una manga de delinkuentes que se han ocupado sistemáticamente de destruir el sistema democrático para terminar en una miserable diktadura
ResponderEliminar"Ni Carrió, ni Alfonsín, ni Binner, ni Duhalde sólos podrán hacer nada, si los otros lo dejan sólo para que camine hacia el fracaso... y en política, el fracaso del otro, pareciera ser la virtud de algunos."
ResponderEliminarTomo tu conclusión, porque es una buena pintura de lo que suele ocurrir.
Pero al contrario que vos, creo que la única garantía incorruptible y con un equipo ya conformado de personas ampliamente calificadas, es precisamente Elisa Carrió. Por favor, no hagas un parangón con la K, insoportable y careta desde siempre.
Alfonsín no me inspira mayor confianza; Binner, a menudo como veleta; Duhalde, peronista con viejas mañas... Mmmm...NO!
La que hoy gobierna, es presidente sólo porque NK la impuso y bien sabemos que era una simple marioneta suya. No llegó para gobernar, más bien para usufructuar las ventajas del poder. Hoy, el país está en caída libre.
Han sido sexo masculino la mayor parte de los gobernantes, y las otras dos, meras viudas de sus respectivos, siendo éstos quienes tenían realmente el poder.
Salvo honrosas excepciones, todos los demás -gobernantes HOMBRES- llevaron al país de un traspié a otro. Hablas de mafias ¿qué hacen?... tranzan. Aprietes... ceden. Tal vez, hablan el mismo idioma y se entienden, pero no corrigen ni subsanan!
Creo ampliamente en la calidad de persona que es Carrió, pues lo ha demostrado a lo largo de muchos años. Tiene el carácter necesario y la capacidad para enfrentar mafias, aprietes y patoteros. Si este país pretende salir del atolladero, mejor será dejar de lado etiquetas pueriles y buscar el PROGRAMA DE GOBIERNO que nos ofrece la Coalición Cívica.
Está tan bueno el anónimo, que me quitaste todos los argumentos. Si me permites, hago mías tus palabras. Elisa es la única que tiene una idea clara y un plan de gobierno, está en nosotros la elección.
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