Con un cinismo gigante el gobierno quiere cubrir en forma constante los hechos de abrumadora corrupción que recaen sobre muchos de sus integrantes e incluye hasta a la misma familia gobernante.
por JORGE HÉCTOR SANTOS
Es imposible admitir que el pueblo argentino se haya resignado a que sus dineros, los que aporta cada vez que compra hasta el más vital alimento, sean robados por quienes fueron votados para que los administren (directa o indirectamente) de la mejor y más honesta forma cumpliendo con todos deberes de funcionarios públicos que deben someterse a los controles legales establecidos para transparentar tan elemental función que juega con sus más sagrados intereses como son la salud, la alimentación, la vivienda, la educación y una vida digna.
El pueblo argentino debe tomar conciencia que la corrupción mata, como mató en Cromañon y en tantos otros casos; que la corrupción es una vil forma de delincuencia que despierta más inseguridad que la que lo enreja en su propia casa y que viola sus derechos humanos más elementales porque postra al sufrimiento a inmensas capas sociales y por lo tanto atenta contra la convivencia de toda la sociedad.
La corrupción instalada en el país no reconoce ideologías políticas, va desde la derecha hasta la izquierda y como se advierte carcome al actual gobierno tildado de falso progresismo. La ausencia de una verdadera oposición ayuda a la oscuridad extrema que existe en el manejo de los dineros del Estado.
Uno de los recientes episodios de esta índole, no será el último, es el escándalo que envuelve a la Fundación de las Madres de la Plaza de Mayo, en la cual saltó a la luz un sistema de subcontratación para desviar fondos, algo que se sabía existía hace tiempo en medios bien informados, del cual no puede estar ajeno el Ejecutivo.
Sergio Schoklender, un elegido de Hebe de Bonafini para administrar el negocio, quien tiene como atributo para haberse desempeñado en ese cargo el haber sido condenado por matar a sus padres, es el responsable de este nuevo acto de robo a los argentinos. ¿Nadie más está involucrado en tal ilícito? ¿Las madres o personajes destacables del elenco de ministros no son corresponsables? Para que nada se resuelva, este nuevo caso recayó a nivel judicial por sorteo en un bolillero que al parecer tiene una sola bola, y con el nombre del mismo juez: Norberto Oyarbide.
Por manos del mencionado juez federal, que proviene de la época de Carlos Menem, pasaron casos que nunca encontraron culpables como las causas por la cuenta en Suiza de Carlos Menem; en la del enriquecimiento ilícito de Armando Gostanian; en la de los medicamentos truchos en el que están involucrados sindicalistas y hasta farmacéuticas narcotraficantes con cuyos fondos se sospecha fue financiada la campaña presidencial de 2007 de Cristina Fernández de Kirchner.
Norberto Oyarbide es el mismo que cerró una investigación por dádivas contra Néstor Kirchner; el que también cerró el abultado incremento patrimonial de Cristina Fernández y Néstor Kirchner; el que sigue sin encontrar pruebas suficientes para detener y procesar al ex secretario de TransporteRicardo Jaime; el que tomó cartas en el famoso caso Skanska.
Así como Néstor Kirchner recurría al uso de los medios de transporte del Estado, entre ellos helicópteros y aviones, cuando ya había dejado de ser presidente, de igual forma Hebe de Bonafini ascendía a los aviones de la empresa Meldoreck,uno de cuyos accionistas es Schoklender, para trasladarse por el territorio nacional con claros fines proselitistas.
Todos abusan del Estado como si fuera dinero propio, todos les roban a los argentinos con una soberbia expresión de impunidad.
De la misma forma que se ha creado un multimedios oficialista, se ha privilegiado a empresas con supuestos amigos testaferros, se dilapida dinero de todos para funciones tan alejadas del gobierno como la transmisión de ‘Fútbol para Todos’, con un claro propósito reeleccionista y tantos etc. como puedan caber en la mentes más perversas y muy proclives a llenar bolsillos privados con dineros que no le pertenecen.
Del presupuesto nacional, en 2010, el 50% de los gastos, $ 18 mil millones se desconoce para qué fin fueron empleados. En 2011 con un presupuesto sin aprobación y que será utilizado mediante DNU el 100%l será de manejado de manera incierta.
La tentación de deshonestos e incapaces funcionarios frente a semejantes fortunas es tan alta como la falta de castigo del que gozan.
No resulta tampoco extraño que se repitan los mismos versos en boca de integrantes del Ejecutivo para inculpar a los medios por difundir actos de corrupción. Se quiere disfrazar de culpable al cartero como se ignora la bestial inflación que carcome el bolsillo de los más desposeídos.
‘Sueños Compartidos’ es el nombre de la fundación que debería haber llevado adelante la construcción de casas para los que necesitan un techo. La corrupción se llevó puesto estos sueños, los hizo añicos, como se hicieron polvo los valores más trascendentales que debe ser honrados para que una sociedad funcione en forma armónica. Nada de todo esto sucedió y sucumbió en otro robo más.
Sería sumamente importante que el argentino tenga en cuenta que mientras no ponga a la corrupción como el principal flagelo a vencer no encontrará solución alguna a sus cuantiosos problemas.
Si en una mesa se discuten temas con ideologías diferentes (que hoy hay que analizar muy finamente porque son muy pequeñas) esta confrontación de ideas será posible siempre y cuando las prioridades de los que participan contemplen en esas disímiles posiciones acciones loables; el diálogo deviene en inviable cuando alguno de los actores considera como único fin acumular riqueza personal robándole al conjunto.
Si el pueblo argentino no castiga con su voto el despojo del que es víctima, privilegiando a aquellos que propongan honestidad por sobre todas las cosas, irremediablemente nunca podrá salir de la calesita de la decadencia en la que da vuelta hace muchos años.
Fuente : U24
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