HAY ALGO QUE NO CIERRA
Según esta última, el lugar habría sido "utilizado exclusivamente" por el hermano de Sergio Schoklender, motivo por el cual, según consigna diario La Nación , Bonafini habría solicitado al magistrado que investigue en ese lugar.
"Dicha unidad fue locada por la Fundación que represento y fue utilizado exclusivamente por el co-imputado Pablo Schoklender y personas de su estricta confianza", aseguró Bonafini mediante un comunicado.
Luego aseguró algo que reviste enorme gravedad: "Desde que el mencionado (Schoklender) fuera desvinculado de esta Fundación hemos recibido llamados de personas vinculadas al mismo, requiriendo la llave de la unidad con la supuesta necesidad y urgencia de retirar objetos personales".
Hay que recordar que ayer Bonafini presentó un duro escrito en el acusó a Sergio y Pablo Schoklender de ser "los arquitectos profanos del más doloroso dispositivo de traición" pese a que habían sido recibidos "como hijos".
En esa misma denuncia, aseguró que le fueron sustraídos cheques que autoridades nacionales entregaron a la fundación en pago por las obras y que los "descontaron en cuevas financieras". Según ella, todo ocurrió a sus espaldas y con su "total desconocimiento".
Sin embargo, no solo existen fuertes contradicciones en el discurso de Bonafini sino que hay elementos puntuales que vinculan a empleados de la fundación a su cargo con empresas constructoras hoy denunciadas en el marco del escándalo en ciernes.
En tal sentido, aún nadie explicó debidamente por qué la titular de Madres no remitió los datos que le pidió Oyarbide hace una semana para poder avanzar en el expediente de marras.
Las mismas suspicacias se han generado en el procedimiento judicial que se llevó a cabo hoy ya que, si bien se menciona que la Justicia ha buscado secuestrar documentación y “soportes informáticos que” comprometerían al ex apoderado de Madres, se supone que esos mismos documentos fueron robados el pasado 3 de junio, de acuerdo a una denuncia presentada por la mismísima Hebe.
¿Por qué Oyarbide decidió entonces allanar las oficinas de Madres en lugar de hacer lo suyo en las sedes de las empresas que están a nombre de Sergio Schoklender? ¿Por qué no avanzó aún sobre los domicilios de aquellos que se suponen testaferros del ex apoderado, como el contador Alejandro Abraham Gotkin?
No suena lógico que la Justicia hurgue en lugares donde es improbable encontrar documentación comprometedora, especialmente en el contexto de una denuncia por supuesto hurto a través de camiones blindados llevado a cabo por los hermanos Schoklender.
¿Buscaba Oyarbide evidencia contra estos o en realidad desconfió de la denuncia de Bonafini? Los interrogantes son demasiados y la Justicia aún permanece hermética.
Mientras tanto, las especulaciones intentan llenar todos esos espacios vacíos.
Christian Sanz
fuente: Tribuna
No hay comentarios:
Publicar un comentario