Prescribió una causa contra Cirigliano
Cerraron un caso por "dádivas" a Jaime
La Cámara Federal cerró ayer la causa que investigaba al empresario Claudio Cirigliano, dueño de Trenes de Buenos Aires (TBA), por "dádivas" entregadas al entonces secretario de Transporte, Ricardo Jaime.
Cirigliano estaba procesado por haberle pagado viajes de placer a Jaime (que debía controlar a TBA), pero la Cámara entendió que el caso prescribió por demoras en el expediente: entre los hechos investigados y el primer llamado a indagatoria pasaron más de dos años, el plazo máximo que permite la ley en un caso de dádivas.
La causa, no obstante, seguirá abierta contra Jaime. Como él siguió siendo funcionario hasta julio de 2009, es desde entonces que empieza a correr el plazo. Esta regla se aplica también contra los que fueron "partícipes" del delito junto a un funcionario que siguió en actividades, pero la Sala I de la Cámara entendió que no fue el caso de Cirigliano. Estrictamente, se trata de dos delitos diferentes y autónomos: uno es entregar las dádivas y otro, recibir, según el Código Penal. Por eso, no fue "partícipe", afirmó el tribunal, que aplica en forma restrictiva las suspensiones a la prescripción.
En este expediente, el ex secretario de Transporte fue procesado por el juez federal Claudio Bonadio en un fallo confirmado el año pasado. Todo indica que en los próximos meses enfrentará, por dádivas, su primer juicio oral.
Los vuelos privados que lo comprometen costaron no menos de $ 644.000 y la mayoría los pagaron empresas ligadas a Cirigliano, según los investigadores. El destino: casi siempre Brasil, en fines de semana o vacaciones.
Cirigliano está al frente de un imperio que recibe millones de pesos en subsidios del Estado. Es la cabeza de un holding que tiene 21 líneas de colectivos en la Capital y ómnibus de larga distancia, además de la concesión de los ferrocarriles Sarmiento y Mitre.
El vínculo con Jaime ya le trajo otras complicaciones a Cirigliano, que el año pasado fue citado como testigo por un avión de 4 millones de dólares que -según la sospecha del juez Norberto Oyarbide- es de Jaime, aunque nunca lo declaró. De acuerdo con un documento secuestrado, Cirigliano habría colaborado para hacer posible la compra del avión. "Claudio sugirió el CH 400", dice el archivo. Tanto en los Tribunales como entre los empresarios del sector dan por sentado que es una referencia al dueño de TBA. El caso del avión es parte del expediente que investiga a Jaime por presunto enriquecimiento ilícito.
En cuanto a las dádivas, él negó siempre haberlas recibido. Dijo que algunos viajes fueron de trabajo y que otros los pagó su hermano Daniel, que vive en Brasil. Ni Bonadio ni la Cámara Federal aceptaron estas explicaciones, que se vieron muy debilitadas cuando salieron a la luz correos de Daniel Jaime, en los que se define como "un pelotudo" que no ve un peso y relata que le pidió a su hermano "por el amor de Dios" que le consiguiera algo
Fuente: La Nación
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