sábado, 11 de mayo de 2013

UN JARDINERO DESTRUYENDO UN JARDÍN. Por Roberto Cachanosky

¿Puede un jardinero crear una planta? No, lo que puede hacer el jardinero es plantar la semilla y luego cuidarla, es decir, regarla, podarla, cuidar que la tierra sea fértil y realizar todas las tareas para que esa planta pueda crecer fuerte y sana.


El Estado es lo mismo, no puede crear riqueza, solo puede plantar la semilla del crecimiento y luego cuidar esa semilla para que la economía crezca. ¿Cómo se planta esa semilla del crecimiento y luego se la cuida? Se planta la semilla del crecimiento teniendo reglas de juego que respeten los derechos de propiedad, una política impositiva que no castigue al que produce, estableciendo las condiciones que permitan desarrollar la capacidad de innovación de la gente, teniendo disciplina monetaria y fiscal, por citar los puntos centrales.
Quién crea riqueza es el sector privado y es función del Estado actuar como el jardinero, cuidando las condiciones institucionales y la disciplina fiscal y monetaria para no entorpecer el crecimiento de la economía.
La política económica del kirchnerismo es justamente la inversa a la del jardinero. En vez de cuidar la planta, hace lo imposible para destruirla. La castiga con impuestos asfixiantes, Moreno le pone todas las trabas posibles a la capacidad de innovación de la gente que produce, desde el Banco Central destruyen la moneda emitiendo pesos a marcha forzada con lo cual impiden el cálculo económico que es lo mismo que decir que se hace imposible calcular la viabilidad de un proyecto de inversión, y el listado sigue.
Es más, el gobierno ha actuado como un jardinero que en vez de cuidar las plantas las destroza. Destrozó el sistema energético, los ahorros de la gente en las AFJP, las rutas, el transporte público y la infraestructura en general. Es como si el jardinero no hubiese regado la planta, le hubiese puesto tierra de mala calidad y la podara incorrectamente.
Ver a los cuatros funcionarios del área económica hacer un discurso político del modelo y justificar el blanqueo respondiendo cosas sin sentido como decir que el dólar marginal no es importante, pero, al mismo tiempo, Moreno se reúne con cambistas para decirles que bajen el blue, muestra el grado de desconfianza que generan en la población. No es casualidad que al otro día de haber anunciado el blanqueo, el blue se disparara a $ 10,50. Y se disparó por dos razones: a) dejaron en evidencia que el gobierno anda muy escaso de dólares y no puede aguantar una corrida cambiaria y b) porque luego de hablar la gente terminó de advertir que el país está a la deriva. Estamos en el medio de una tormenta económica con un piloto que no sabe dónde está babor y dónde estribor.
Es tragicómico que los mismos que pusieron el cepo cambiario y le  dijeron a la gente: vos quédate con los pesos que no valen nada, que yo me quedo con los dólares, ahora le digan a la gente que traiga los dólares que ellos se los van a cuidar. Es casi un chiste de humor negro.
En algún pasaje de su discurso, alguno de los funcionarios dijo que calculaban que había fuera del sistema formal U$S 200.000 millones. Durante el kirchnerismo se fugaron del país U$S 90.000 millones, es decir, casi la mitad de lo que estiman que está fuera del sistema se fugó bajo el actual gobierno y ahora pretenden que vuelvan. Realmente desopilante, porque encima acaban de modificar la justicia para que la gente no tenga defensa frente a los abusos del poder del Estado. ¿Con esas condiciones de defensa de los derechos de propiedad pretenden atraer inversiones desde el exterior?
Es todo tan ridículo que fácilmente se advierte cuál es el verdadero objetivo de este blanqueo ahora llamado exteriorización. No hace falta aclarar mucho más.
Sin duda, este jardinero va a terminar de destruir todo el jardín.


fuente: Tribuna

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