domingo, 5 de agosto de 2012

Se busca un guionista para “Gobernando por un sueño”. Por Alejandro Borensztein


El guión es todo, Compañera Jefa. Un mal guión hunde cualquier programa y no hay actor, por bueno que sea, que lo salve. Ni siquiera los grandes de la escena nacional, como Norma Aleandro, Luis Brandoni, Oscar Martínez o Usted.
Por eso, en pos de seguir mejorando el “Gobernando por un Sueño” (su programa diario que se emite habitualmente por cadena nacional) sugiero buscar nuevos autores con más experiencia televisiva. El jueves pasado me vi enterito el “Gobernando” que salió en vivo desde la Bolsa de Comercio. Si me permite una crítica constructiva, todavía le falta ritmo. Está largo.
Hubo mucho gráfico. Mucho número. Mucho verso.
Tiene que ser más cortito y los guionistas deberían ser más cuidadosos. Por ejemplo, yo que usted no volvería a decir que los bancos, las empresas y el campo ganaron con el kirchnerismo más guita que nunca. Si los ricos compran cada vez más autos Audi, BMW o 4x4, y los pobres siguen viajando en los mismo trenes de mierda de siempre… ¿qué clase de izquierda somos? Al final van a tener razón esos malditos húngaros, que dicen que somos una banda de falsoprogresistas.
Tampoco seguiría con el cuento de que nosotros pudimos crecer sin hacer ajustes, mientras en Europa discuten recortes. Acá en 2002 se hizo el ajuste más atroz de la historia argentina. Un obrero que ganaba 1.000 pesos/1.000 dólares pasó a ganar 250 dólares y se transformó en un obrero-esclavo sin siquiera la posibilidad de protestar por el miedo a ser un desocupado más. Así reactiva cualquiera, Jefa. Yo no me jactaría tanto de ser tan buen cocinero. Si bien el Compañero Jefe fue el que puso los fideos , deberíamos reconocer que ya le habían dejado el tuco hecho.
Por eso, ya es momento de convocar a autores que escriban una historia más creíble. Si me permite, yo le puedo arrimar algunos que conozco y muy buenos. También hay excelentes autores en Pol-ka, que los podríamos capturar en cuanto entremos a Canal 13 con los descendientes de López Rega.
En lo que me gustaría avivarla un poco Jefa, si me permite, es en la parte comercial, porque me parece que sus asesores no entienden bien el negocio de la tele. Ultimamente usted muestra las tapas de los diarios que insisten con la inseguridad, la inflación, Ciccone y todos esos inventos. Mostrar un producto en cámara (y un diario lo es) se llama PNT (publicidad no tradicional), también conocido como “chivo”. Lo primero que le quiero decir es que eso se cobra y mucho. Si el programa es conducido por un animador de medio pelo (un Lorenzino, por ejemplo), no vale nada. Pero si el chivo lo hace un Tinelli se paga una bocha. Imagínese uno hecho por usted. ¡Fortunas!
Podría garpar el Boden 2015 sin ponerle cepo al dólar, ni manotear las reservas del Banco Central.
Y si hace falta, le agregamos algún chivo más. No le digo la pomada hemorroidal Manzan porque sería un poco raro, pero un chivo de Reumosan me gusta. No sé si da para que aparezca Max Berliner corriendo por atrás suyo, pero podría entrar Menem que también es un jovato vigoroso.
Además combina perfecto porque su elenco está lleno de ex menemistas.
Piénselo.
Lo que mejoró bastante es el equipo de producción. Consiguieron que venga Macri, lo sentaron al lado suyo, y dejaron una silla vacía de distancia para que usted, que es la cabeza del proyecto nacional, no se roce con él que es un invasor del proyecto húngaro.
Lástima que no había un biombo a mano. También fue un acierto encerrar a Boudou en su derpa de Puerto Madero y evitar que venga al acto para que no se cruce con Adelmo, otro conspirador magyar.
Yo sé que el tema de los invitados no es fácil. Me imagino al jefe de protocolo: “En este costado van los aplaudidores del campo popular, en este otro costado van los empresarios del establishment… che, ¿y con Scioli qué hacemos?”… Si quiere, puedo darle muchas sugerencias más. No le voy a cobrar honorarios, por ahora. Pero en cambio le pido un favorcito para un gomía. Resulta que tengo un muchacho amigo que está preso. Lo agarraron robándole 2.000 pesos a una viejita y le dieron 30 años de prisión. En realidad, como la mujer no quería largar la guita, la tuvo que degollar. Pero fue sin querer.
Lo que pasó es que él es uno de esos tipos que usted, en el “Gobernando por un Sueño” del lunes pasado, describió cariñosamente como uno de los maravillosos “apasionados del fútbol que se envuelven en la bandera de su club y se suben al paravalancha, para alentar con fervor al equipo de sus amores” . Así los llama usted. Yo los conocía como las bestias peludas barrabravas. Son matices. El tipo es de la pesada de Chacarita y al pasar por la casa de la difunta observó que en la ventana colgaba una bandera de A-tlanta. Y bueno, vio cómo es esto, una cosa lleva a la otra. Si la gente anda provocando con banderas, después que se no se quejen. La cuestión es que mi amigo se anotó para una de esas salidas temporarias que organiza el kirchnerismo carcelario . El tipo era de la UCeDé y apoyó los indultos, las políticas neoliberales y todas esas cositas (como Boudou, por ejemplo). Ahora se pasó al kirchnerismo (como Boudou, por ejemplo) porque quiere aprovechar el régimen de salidas culturales. Se lo merece. Es tan buen muchacho que antes de asesinar ya quería ser resocializado.
Hay que entenderlo, está agotado de pasar tanto tiempo en la cárcel. Ya lleva casi 3 meses. Al parecer se anotó para tocar candombe en una murga. Pero es una murga uruguaya, así que tiene que ir a Montevideo. Y ya que está, se va a pasar un par de días a Punta del Este. Nada del otro mundo.
El problema es que no puede conseguir los dólares.
Tiene pesos. Más precisamente, 2.000 pesos. ¿Qué se puede hacer? Si usted le pega un telefonazo a Moreno por ahí le permiten comprarlos al cambio oficial. Son 400 dólares. Nada. Yo sé que el tipo es un bandido, pero es un amigo del barrio, arrancamos juntos hace muchos años y yo lo banco. Bueno, qué se lo voy a explicar a usted, ¿no?
Si no es molestia, usted trate de ayudarme con este asunto que yo me ocupo de conseguirle buenos autores. Como le dije al principio, es lo único que no puede fallar. El guión, el libreto, el cuentito, el relato.
Si se cae el relato se cae todo.
Es lo más importante. Tal vez, lo único que tenemos.

FUENTE: CLARÍN

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