sábado, 5 de noviembre de 2011

La semana fatal de Amado Boudou. Por Carlos M. Reymundo Roberts


Esta semana llamé a Boudou para decirle de todo por la crisis del dólar, y casi terminé haciéndole el aguante. Parece que el pobre no tuvo nada que ver. Me asegura que había pronosticado lo que iba a pasar y la señora no quiso escucharlo. Incluso dice que está bastante dolido con ella, porque no sólo hizo exactamente lo contrario de lo que él había propuesto, sino que le ordenó que pusiera la cara para defender medidas que le parecieron un mamarracho.
El consuelo que tuvo fue que empezaran a recortar subsidios. En el fondo Amado sigue siendo un economista que no come vidrio. Hace años que se desentendió de la economía, pero no a tal punto de creer que los números se reemplazan con política y con magia. A mí me resulta admirable verlo abrazado con las Madres y defender un tarifazo. El tipo tiene una cara de acero inoxidable.
Nuestro diálogo no fue face to face , sino mediante un celular "seguro", es decir, no pinchado, para que pudiéramos chatear tranquilos vía WhatsApp. Me pareció bien, y además a un vicepresidente electo no se le ponen condiciones. Ya con que me responda me siento honrado. ¡Es que estaba ofendidísimo conmigo! Hace dos meses me lo encontré en el Happening de Puerto Madero y cuando lo saludé me dio vuelta la cara. Es lógico: como Aníbal, no había entendido bien una de mis columnas. Cuando se la expliqué, me levantó la veda.
-Mado [así lo llamo desde que militábamos juntos en la Ucedé], con el dólar estuvimos parejitos esta semana: hicimos todo mal -le dije en el primer chat.
Usé el plural para evitar una imputación directa. Igual, me cortó en seco.
-¿Hicimos? Yo no tengo nada que ver. Como siempre, estás totalmente desinformado. Fue Mercedes [Marcó del Pont], asesorada por O'Connell. Ni me hables. Lo de Mercedes es increíble: no entiende nada y además va al frente. Lo peor es que terminó quemándole la cabeza a Cristina. Esto se veía venir hace rato. Lo vimos todos menos ella.
-¿Quién es "ella"? ¿Mercedes o la señora?
-¡Mercedes! Bueno, Cristina tampoco lo vio. Sabés las veces que le dije que había que arreglar con el Club de París.
-¿Qué te contestaba?
-Lo de siempre: "Amado, sos bueno, pero serías mucho mejor si no aplicaras esquemas neoliberales". ¿Qué hizo ahora? Aumentó el gas, la luz y el agua.
-Che, es un ajuste clásico: ¿no le estaremos pegando un tiro al modelo?
-¡Es que el modelo estaba por pegarnos un tiro a nosotros!
-Lo peor es que Redrado está diciendo que él lo había advertido: que con las reservas no se juega. La verdad es que este año ya nos fumamos casi 5000 millones de dólares.
-Pero no es un tema de reservas: teníamos colchón. El problema es que con una inflación del 25%, año electoral, crisis en el mundo, dólar barato y muchos pesos en la calle, era obvio que iba a haber una corrida.
-Ojo, que la señora de eso sabe. Hace años que los Kirchner tienen la mayor parte de sus inversiones en dólares.
En este punto, el chateo con Boudou se interrumpió. Seguramente recibió una llamada. Yo aproveché para googlear "los ahorros en dólares de los Kirchner". Me apareció, entre muchísimo material, una detallada nota de La Nacion que contaba, sobre la base del patrimonio declarado, no sólo los dos millones de dólares que compró Néstor en octubre de 2008 (poquitos días antes de estatizar los fondos de las AFJP, medida que sacudió el mercado de cambios), sino la extraordinaria debilidad del matrimonio por esa moneda. "En 2000 -decía el artículo-, el entonces gobernador y su esposa pusieron en dólares la totalidad de sus ahorros. Un año después, justo antes de la creación del corralito y a las puertas de la devaluación, sacaron todos sus ahorros del país, 1.815.274 dólares, y los depositaron en una cuenta en Estados Unidos. En 2002, con Duhalde en la Presidencia, trajeron sus ahorros de regreso a la Argentina. Tras la devaluación, el valor de los dólares se había multiplicado casi por cuatro."
¿No es extraordinario? Al año siguiente, Kirchner llegó a la Casa Rosada. Al término de su primer año como presidente, sus ahorros en pesos (1.206.608) representaban sólo el 20% del total de sus depósitos (5.848.739). El resto (4.642.131) estaba en dólares. Hasta hoy, la ecuación se mantiene.
-¿Seguimos? -Boudou volvió al chat.
-Sí, dale. Te decía que la Presidenta está colocada mayormente en dólares.
-Ese era Néstor. A ella la guita no le interesa tanto.
-Lo sé, lo sé. Creo que yo tampoco me haría mucho drama si tuviese una fortuna de casi 17 millones de dólares. En cambio, se ve que vos no estás tan familiarizado porque en tu última declaración confundiste pesos con dólares. ¡Qué lindo pícaro!
Tardó cuatro horas en volver a chatear. Es cierto que estuvo ocupado: habló tres veces con la Presidenta, se reunió con banqueros (tragándose el sapo de que se le apareciera Marcó del Pont, lo cual lo obligó a encuadrarse), consultó el mercado y llamó a un par de economistas, según me contó.
-No te molesto más, Mado. Pero sos un amigo y no puedo dejar de preguntártelo: ¿qué hago? Vos me entendés?
Claro que había entendido. Su respuesta fue inmediata.
-Comprá.
fuente: La Nación

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