miércoles, 2 de noviembre de 2011

La restricción de compra de dólares no alcanza a funcionarios de AFIP y Aduana



EXCLUSIVO: FUGA DE DIVISAS Y DESIGUALDAD ANTE LA LEY


La restricción en la compra de dólares parece haber llegado para todos y todas… en realidad, para “casi” todos. Si bien el ciudadano de a pie se encuentra cada vez más controlado a la hora de comprar billetes verdes, no ocurre lo mismo con los funcionarios de la AFIP y de la Aduana, con rango de Jefes de Departamento para arriba.
Según fuentes de ambas dependencias, se los puede ver concurrir a la sede central del Banco Nación de Plaza de Mayo a comprar dólares, y cuando el cajero del Banco consulta a la AFIP, rápidamente le dan la autorización para la compra de la verde divisa, dado que el sistema está programado para que los funcionarios con dicho rango pueden eludir los controles que impone la Resolución General 3210 de la AFIP y la Comunicación "A" 5239 del Banco Central (BCRA).  “Mientras tanto, el pato de la boda lo pagamos los empleados de AFIP y Aduana que este año no cobramos aumento de sueldo ni honorarios”, admitió una de las fuentes consultadas con evidente enojo.
Es que, por lo que pudo averiguar Tribuna de Periodistas, Carlos Sueiro, Secretario General del SUPARA —Sindicato de empleados de Aduana— reunió esta semana a los delegados de todo el país para decirles que este año no iba a haber aumento de sueldo para evitar que los empleados ¡se vuelquen a comprar dólares con ese dinero!
En realidad, los fondos que estaban destinados a esos incrementos salariales terminaron financiando parte de la campaña del Frente para la Victoria, de acuerdo a lo denunciado por este sitio oportunamente.
Y si de hipocresía se trata, pocos saben que el referido Sueiro posee junto a su mujer y el funcionario de la AFIP Andrés Vázquez 461 mil dólares depositados en la cuenta bancaria N°140852 de la sucursal radicada en la ciudad de Luxemburgo del “BNP Paribas”, y en la cuenta n°744476, sucursal de la isla de Curazao del “ING Bank NV”, que estásiendo investigado por el Fiscal Federal Federico Delgado, con intervención del juzgado Federal a cargo de Sergio Torres.
Hay que recordar que ese expediente se inició el 12 de julio de 2011, por el requerimiento de Instrucción firmado por el fiscal Delgado y enviado a Torres, quien el 8 de julio de este mismo año recibió una denuncia de la fiscalía de Instrucción n° 49 de la Ciudad de Buenos Aires donde se investigan las actividades realizadas dentro de una “cueva” que era en realidad una sucursal no declarada a las autoridades por el banco parisino. Ese expediente se abrió en el marco de otra investigación en la que un juez federal descubrió que en el piso 27° de Leandro N. Alem 855 —un refinado edificio de oficinas— funcionaba un despacho donde por lo menos 500 clientes transfirieron 250 millones de dólares en operaciones no informadas a las autoridades. Ese caso recayó —después de que media docena de jueces se declararan incompetentes— en una fiscalía de instrucción.
Hace pocos meses se hizo cargo de ese mismo caso el fiscal Sandro Abraldes, quien envió las transferencias de estos funcionarios a la justicia federal, adonde se persiguen los delitos de los funcionarios públicos.
En ese contexto, Delgado analizó la documentación y decidió impulsar la investigación y pedir a Torres que llame a indagatoria a Vázquez, a su hermana, a Sueiro y a su mujer, una ex jueza del fuero laboral llamada María Cruz Juanes Hernández.
El sindicalista es funcionario de la Aduana desde los 70 y ocupa el cargo de secretario de Políticas Económicas y Sociales en el Consejo Directivo de la CGT.

Concluyendo

Como puede verse, la ley funciona solo para aquellos que no tienen poder, para el ciudadano común. Lo mismo ocurre a la hora de restringir la compra de dólares; las limitaciones solamente funcionan para los que se encuentran en la escala más baja de la pirámide social.
Duele decirlo pero es la pura verdad: los funcionarios poderosos tienen privilegios que están fuera de toda regulación oficial, como cuando Néstor Kirchner compró dos millones de dólares en la más absoluta reserva.
¿Cómo puede esperarse que la sociedad dé el ejemplo frente a semejante muestra de barbarie gubernamental? ¿Quién puede arrojar la primera piedra?
La compra de dólares es ya una anécdota, lo verdaderamente relevante es lo que se esconde detrás. La infamia e hipocresía de quienes deciden nuestro destino cada día.

Christian Sanz

FUENTE: TRIBUNA DEL PERIODISTA

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