Ahora en la Cancillería temen que la crisis por el decomiso de la carga del avión de la Fuerza Aérea norteamericana, derive en una embestida de la administración de Barack Obama para expulsar a la Argentina del G20. La bronca con el embajador Chiaradía y los rumores de un boicot del departamento del Tesoro en el Club de Paris.
En las últimas 24 horas llegó a la Cancillería argentina un mensaje terminante de los Estados Unidos: “Corten este tema”. La crisis diplomática abierta con la carga del avión de la Fuerza Aerea norteamericana, que el propio canciller Héctor Timerman revisó en Ezeiza como si fuera un agente aduanero agotó la paciencia de la administración de Barack Obama.
El canciller se escuda por estas horas del papelón internacional que protagonizo afirmando que fue la propia Cristina Kirchner, quien le pidió que se apersone en el procedimiento aduanero. Sin embargo, todavía en convalecencia por una reciente intervención a la que tuvo que someterse días atrás, Timerman enfrenta una ola creciente de nerviosismo por las posibles derivaciones de la crisis del avión.
Es que si bien en la Casa Rosada afirman tener encuestas que revelan una supuesta adhesión mayoritaria al gobierno por su redescubierto anti imperialismo, en los círculos diplomáticos de más experiencia empezó a circular una versión inquietante: Estados Unidos estaría evaluando comenzar una acción política para desplazar a la Argentina del G20.
Se trata del selecto club de naciones desarrolladas y en vías de desarrollo que se consolidó como el ámbito de discusión amplio para debatir reformas globales, luego de la crisis del 2008. La Argentina obtuvo ese sillón gracias a la política exterior del menemismo de fuerte alineamiento con Estados Unidos. Pero hoy lo disfruta sin rubores Cristina Kirchner, a quien le encanta codearse con los presidentes más poderosos del mundo en las cumbres del G20, que de paso aprovecha para despotricar contra el FMI y la globalización.
“Si de verdad avanza la idea de bajar a la Argentina del G20, Cristina lo mata a Timerman”, comentaban en la Cancillería esta tarde. El problema es que en la cancillería nadie se imagina ahora como hacer salir decorosamente de la escalada que incentivaron. Sin mencionar, que los antecedentes del kirchnerismo indican que cuando abren un conflicto lo estiran mucho más allá de lo razonable.
Incluso, la información que circula por el Palacio San Martín es que la canciller de Alemania, Angela Merkel, apoyaría la iniciativa de expulsar a la Argentina. Markel arrastra varios pleitos con la Argentina por el default de la deuda con el Club de Paris y los juicios que tienen importantes empresas alemanas contra el país en el tribunal internacional del Ciadi. De hecho, en su visita a Alemnia, Cristina tuvo que soportar una reprimenda pública de Merkel por la deuda con el Club de Paris.
Incluso, por estas horas se comenta que ese sería otro flanco que utilizaría Estados Unidos para devolverle a la Argentinas las gentilezas del caso del avión: es posible que el Departamento del Tesoro que venía abogando a favor de Argentina para que se le permita acordar la deuda del Club de Paris sin pasar por la auditoria del FMI, cambie su postura.
Lo cierto es que la primer señal pública en ese sentido apareció hoy en el diario La Nación que entrevistó a James Roberts, experto de la Fundación Heritage, un poderoso think thank republicano, que casualmente afirmó: “La Argentian no merece estar en el G20”.
Para quienes conocen la forma de moverse de la diplomacia norteamericana no se llaman a engaño porque la afirmación haya venido del lado republicano. “Empezaron a instalar el tema y no son tan obvios como Timerman, lo empiezan a tirar desde una fundación del partido opositor”, explicó a LPO una fuente de la Cancillería argentina.
De hecho, Timerman afirmaba que sus supuestos contactos de lujo en el Partido Demócrata le iban a abrir las puertas a Cristina de la administración Obama, que supuestamente iba a mirar con afecto el desplante de Kirchner al republicano George Bush durante la Cumbre de las Américas que se celebró en Mar del Plata. Pero pese a todo sus esfuerzos, lo único que consiguió Timerman fue una breve reunión a solas de menos de 10 minutos, en medio de una de las cumbres del G20.
O bien Washington tiene una memoria institucional o bien estuvo esperando algún tipo de política de parte de Argentina que no se dio. Como sea, Timerman sufrió fuerte el golpe que significó enterarse por los medios que Obama iba a realizar una gira por el Cono Sur en la que visitaría Brasil y Chile únicamente.
El papelón también golpeó fuerte al nuevo embajador en los Estados Unidos, Alfredo Chiaradía. Es que en la Casa Rosada le recriminan que no haya podido anticipar la decisión de Obama, no para modificarla, pero por lo menos para estar preparados.
fuente: http://lapoliticaonline.com/noticias/val/71369/En_la_Cancilleria_temen_que_Estados_Unidos_presione_para_echar_a_la_Argentina_del_G20.html
En las últimas 24 horas llegó a la Cancillería argentina un mensaje terminante de los Estados Unidos: “Corten este tema”. La crisis diplomática abierta con la carga del avión de la Fuerza Aerea norteamericana, que el propio canciller Héctor Timerman revisó en Ezeiza como si fuera un agente aduanero agotó la paciencia de la administración de Barack Obama.
El canciller se escuda por estas horas del papelón internacional que protagonizo afirmando que fue la propia Cristina Kirchner, quien le pidió que se apersone en el procedimiento aduanero. Sin embargo, todavía en convalecencia por una reciente intervención a la que tuvo que someterse días atrás, Timerman enfrenta una ola creciente de nerviosismo por las posibles derivaciones de la crisis del avión.
Es que si bien en la Casa Rosada afirman tener encuestas que revelan una supuesta adhesión mayoritaria al gobierno por su redescubierto anti imperialismo, en los círculos diplomáticos de más experiencia empezó a circular una versión inquietante: Estados Unidos estaría evaluando comenzar una acción política para desplazar a la Argentina del G20.
Se trata del selecto club de naciones desarrolladas y en vías de desarrollo que se consolidó como el ámbito de discusión amplio para debatir reformas globales, luego de la crisis del 2008. La Argentina obtuvo ese sillón gracias a la política exterior del menemismo de fuerte alineamiento con Estados Unidos. Pero hoy lo disfruta sin rubores Cristina Kirchner, a quien le encanta codearse con los presidentes más poderosos del mundo en las cumbres del G20, que de paso aprovecha para despotricar contra el FMI y la globalización.
“Si de verdad avanza la idea de bajar a la Argentina del G20, Cristina lo mata a Timerman”, comentaban en la Cancillería esta tarde. El problema es que en la cancillería nadie se imagina ahora como hacer salir decorosamente de la escalada que incentivaron. Sin mencionar, que los antecedentes del kirchnerismo indican que cuando abren un conflicto lo estiran mucho más allá de lo razonable.
Incluso, la información que circula por el Palacio San Martín es que la canciller de Alemania, Angela Merkel, apoyaría la iniciativa de expulsar a la Argentina. Markel arrastra varios pleitos con la Argentina por el default de la deuda con el Club de Paris y los juicios que tienen importantes empresas alemanas contra el país en el tribunal internacional del Ciadi. De hecho, en su visita a Alemnia, Cristina tuvo que soportar una reprimenda pública de Merkel por la deuda con el Club de Paris.
Incluso, por estas horas se comenta que ese sería otro flanco que utilizaría Estados Unidos para devolverle a la Argentinas las gentilezas del caso del avión: es posible que el Departamento del Tesoro que venía abogando a favor de Argentina para que se le permita acordar la deuda del Club de Paris sin pasar por la auditoria del FMI, cambie su postura.
Lo cierto es que la primer señal pública en ese sentido apareció hoy en el diario La Nación que entrevistó a James Roberts, experto de la Fundación Heritage, un poderoso think thank republicano, que casualmente afirmó: “La Argentian no merece estar en el G20”.
Para quienes conocen la forma de moverse de la diplomacia norteamericana no se llaman a engaño porque la afirmación haya venido del lado republicano. “Empezaron a instalar el tema y no son tan obvios como Timerman, lo empiezan a tirar desde una fundación del partido opositor”, explicó a LPO una fuente de la Cancillería argentina.
De hecho, Timerman afirmaba que sus supuestos contactos de lujo en el Partido Demócrata le iban a abrir las puertas a Cristina de la administración Obama, que supuestamente iba a mirar con afecto el desplante de Kirchner al republicano George Bush durante la Cumbre de las Américas que se celebró en Mar del Plata. Pero pese a todo sus esfuerzos, lo único que consiguió Timerman fue una breve reunión a solas de menos de 10 minutos, en medio de una de las cumbres del G20.
O bien Washington tiene una memoria institucional o bien estuvo esperando algún tipo de política de parte de Argentina que no se dio. Como sea, Timerman sufrió fuerte el golpe que significó enterarse por los medios que Obama iba a realizar una gira por el Cono Sur en la que visitaría Brasil y Chile únicamente.
El papelón también golpeó fuerte al nuevo embajador en los Estados Unidos, Alfredo Chiaradía. Es que en la Casa Rosada le recriminan que no haya podido anticipar la decisión de Obama, no para modificarla, pero por lo menos para estar preparados.
fuente: http://lapoliticaonline.com/noticias/val/71369/En_la_Cancilleria_temen_que_Estados_Unidos_presione_para_echar_a_la_Argentina_del_G20.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario