(Y OTRAS INCOHERENCIAS OFICIALES)
Como es de público conocimiento, la semana pasada, mas precisamente en el momento mas crucial de la toma en el Parque Indoamericano, arribaba a nuestro país la misión del Fondo Monetario Internacional.
Si bien la hipotética función colaboracionista en la elaboración de un nuevo índice de precios al consumidor que armonizara los criterios entre la Nación y las provincias aún parece no haberse concluido, frente a tan obvia falsificación llevada a cabo durante tantos años por la nueva gestión del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, hubiera sido esperable al menos algún indicio de avance.
Sin embargo, el INDEC vuelve hoy a informar una inflación para el último mes de noviembre de un 50 % inferior a lo calculado por las consultoras privadas.
El hecho podría leerse como una medida de “no innovar” en el marco de las negociaciones llevadas a cabo para lograr un acuerdo con el Club de París.
También puede ser una medida de “no innovar” porque los hechos de violencia de los últimos días y que aún se siguen produciendo (por estas horas continúan las tomas de terrenos), se multiplicarían, probablemente al humilde, muy pero muy humilde entender del gobierno nacional, cuya precariedad para interpretar la realidad parece haberse incrementado con el correr del tiempo.
Un ministro de economía negociando una deuda con el Club de París que no resuelve nada para la gente, para el pueblo y uno se sigue preguntando ¿Justo ahora? ¿Por qué?
Una primera mandataria con actitudes que no requieren un vasto conocimiento en ciencias médicas como para advertirlas, pasando del rol de viuda inconsolable vestida y maquillada para la ocasión a la ironía y la simulación en medio de discursos huecos, de intenciones vacías, de apariencias y mas apariencias, proyectando su propia realidad que muy lejos está de ser la de la mayoría.
Un jefe de gabinete muy bueno para mostrar siempre lo que no es, haciendo el papel de elocuente. Lo triste es que siga suponiendo que convence a alguien. Ministros que no existen, ministros que mienten, ministros con bajo perfil funcionales a los delirios del régimen. Funcionarios encabezando instituciones gubernamentales sosteniendo el gran espectáculo ilusionista.
Este es el modelo K, en connivencia con organismos internacionales como el FMI que prometió la mas absoluta reserva sobre cuestiones que ya entendimos todos como son y como están. Oposición y justicia ¿cómplices o incompetentes? Un pueblo que ha acentuado sus diferencias, que ha exacerbado exasperación, violencia, como producto de la proyección hecha desde el máximo poder de la Nación.
¿Puede un régimen desequilibrado, delictual, lleno de odio y persecución a todo el que piense diferente, en cuyas filas tampoco hay coordinación por ser producto de un rejunte a conveniencia llamado “transversalidad”, garantizar la paz, el bienestar, la justicia, la seguridad en la Nación ? No parece muy difícil responder a esta pregunta. Por estas horas, se están concretando nuevas tomas, mientras en paralelo, facciones sindicales y organizaciones sociales, inclusive las que hasta hace días se mostraban encolumnadas detrás del gobierno nacional, están protagonizando inusitados hechos de violencia.
Y esto, según dicen algunos “recién empieza”.
Nidia G. Osimani
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