No es verdad que Hugo Moyano haya sido un activista de las agrupaciones de la extrema derecha peronista que alimentaron con sus grupos de choque a la tenebrosa Triple A. Son inventos de los zurditos de Mar del Plata.
No es verdad que a Hugo Moyano le hayan descubierto droga. Todo el mundo sabe que Carlos Menem y Eduardo Duhalde se la pusieron para ensuciarlo.
No es verdad que Madonna Quiroz haya sido el chofer del hijo de Hugo Moyano ni que haya disparado varios tiros con su arma en medio de una batalla campal entre gremialistas en San Vicente. Eso fue una edición maliciosa del video que hicieron todos los canales de televisión.
No es verdad que Hugo Moyano sea socio o cómplice en la empresa Covelia. Mienten los dirigentes del sindicato que contaron que iban a apretar a los municipios para que contrataran a Covelia y son conspiradores y fabuladores los intendentes que cuentan con temor y en reserva que si no lo hacían se tenían que comer paros, bloqueos y la basura en la puerta de sus casas.
No es verdad que en el exhorto que envió la justicia suiza se haya nombrado a Hugo Moyano. Ya confirmó el jefe de gabinete Aníbal Fernández que en ese escrito oficial ni si quiera aparece su apellido. Se ve que algun falsificador de documentos o algun agente de la CIA que colabora con la Corte Suprema de Justicia colocó 8 veces el nombre de Hugo Moyano y 6 veces el de su hijo Pablo en el texto original que ayer me mostró Omar Lavieri.
No es verdad que Hugo Moyano y su familia hayan armado un holding que provee de todo al sindicato y a la obra social y que eso signifique que el gremialista este de los dos lados del mostrador. De ninguna manera es cierto que Droguería Urbana haya sido proveedor de medicamentos de su sindicato y mucho menos que esos tres o cuatro miserables troqueles truchos tengan algún tipo de importancia. Son cosas de Graciela Ocaña que como todo el mundo sabe es una mitómana que vive en una mansión y que anda en coches importados disfrutando su fortuna personal.
No es verdad que Hugo Moyano haya utilizado la metodología patotera de bloquear con sus camiones la entrada y salida de fábricas y supermercados. Jamas impidió la salida de algunos diarios y revistas desde los centros de distribución y sin policías a la vista. Ese es un ataque infundado del monopolio Clarín, de su socio menor Perfil, de la oligarquía destituyente de La Nación y de los grupos concentrados de la economía como Techint.
No es verdad que Hugo Moyano tenga una lujosa casa en Parque Leloir ni que disponga de una pequeña gran fortuna. Trabaja desde los 18 años y tuvo una gran capacidad de ahorro y mucha suerte en la vida. Es una suposición de los envidiosos.
No es verdad que la obra social y el sindicato de camioneros hayan aprovechado la información privilegiada en octubre del 2008 para comprar 6 millones de dólares. Son calumnias e injurias de los gorilas de la Coalición Cívica encabezados por Elisa Carrió, otra mitómana.
No es verdad que Hugo Moyano haya sido igual que el gobierno de los Kirchner un gran amigo y aliado de “la escudería Hadad”, como la denomina Horacio Verbitsky. No es verdad que Hugo Moyano casi no salía al aire por ninguna radio salvo por la 10 hasta que se apareció el negocio del club Comunicaciones y chocaron los planetas. Son pamplinas y delirios de los periodistas autodenomiados independientes.
No es verdad que Hugo Moyano y sus amigos hayan amenazado con ir a visitar amablemente a los periodistas y los medios de comunicación que no repitan estas palabras acertadas que estamos planteando nosotros.
Hay que terminar con las mentiras. La única verdad es la realidad y todo el mundo sabe que Hugo Antonio Moyano es una carmelita descalza. Una mezcla de Arturo Illia con Agustín Tosco. Un ejemplo ético que honra la democracia. Un verdadero santo. San Moyano.
fuente: Continental
No es verdad que a Hugo Moyano le hayan descubierto droga. Todo el mundo sabe que Carlos Menem y Eduardo Duhalde se la pusieron para ensuciarlo.
No es verdad que Madonna Quiroz haya sido el chofer del hijo de Hugo Moyano ni que haya disparado varios tiros con su arma en medio de una batalla campal entre gremialistas en San Vicente. Eso fue una edición maliciosa del video que hicieron todos los canales de televisión.
No es verdad que Hugo Moyano sea socio o cómplice en la empresa Covelia. Mienten los dirigentes del sindicato que contaron que iban a apretar a los municipios para que contrataran a Covelia y son conspiradores y fabuladores los intendentes que cuentan con temor y en reserva que si no lo hacían se tenían que comer paros, bloqueos y la basura en la puerta de sus casas.
No es verdad que en el exhorto que envió la justicia suiza se haya nombrado a Hugo Moyano. Ya confirmó el jefe de gabinete Aníbal Fernández que en ese escrito oficial ni si quiera aparece su apellido. Se ve que algun falsificador de documentos o algun agente de la CIA que colabora con la Corte Suprema de Justicia colocó 8 veces el nombre de Hugo Moyano y 6 veces el de su hijo Pablo en el texto original que ayer me mostró Omar Lavieri.
No es verdad que Hugo Moyano y su familia hayan armado un holding que provee de todo al sindicato y a la obra social y que eso signifique que el gremialista este de los dos lados del mostrador. De ninguna manera es cierto que Droguería Urbana haya sido proveedor de medicamentos de su sindicato y mucho menos que esos tres o cuatro miserables troqueles truchos tengan algún tipo de importancia. Son cosas de Graciela Ocaña que como todo el mundo sabe es una mitómana que vive en una mansión y que anda en coches importados disfrutando su fortuna personal.
No es verdad que Hugo Moyano haya utilizado la metodología patotera de bloquear con sus camiones la entrada y salida de fábricas y supermercados. Jamas impidió la salida de algunos diarios y revistas desde los centros de distribución y sin policías a la vista. Ese es un ataque infundado del monopolio Clarín, de su socio menor Perfil, de la oligarquía destituyente de La Nación y de los grupos concentrados de la economía como Techint.
No es verdad que Hugo Moyano tenga una lujosa casa en Parque Leloir ni que disponga de una pequeña gran fortuna. Trabaja desde los 18 años y tuvo una gran capacidad de ahorro y mucha suerte en la vida. Es una suposición de los envidiosos.
No es verdad que la obra social y el sindicato de camioneros hayan aprovechado la información privilegiada en octubre del 2008 para comprar 6 millones de dólares. Son calumnias e injurias de los gorilas de la Coalición Cívica encabezados por Elisa Carrió, otra mitómana.
No es verdad que Hugo Moyano haya sido igual que el gobierno de los Kirchner un gran amigo y aliado de “la escudería Hadad”, como la denomina Horacio Verbitsky. No es verdad que Hugo Moyano casi no salía al aire por ninguna radio salvo por la 10 hasta que se apareció el negocio del club Comunicaciones y chocaron los planetas. Son pamplinas y delirios de los periodistas autodenomiados independientes.
No es verdad que Hugo Moyano y sus amigos hayan amenazado con ir a visitar amablemente a los periodistas y los medios de comunicación que no repitan estas palabras acertadas que estamos planteando nosotros.
Hay que terminar con las mentiras. La única verdad es la realidad y todo el mundo sabe que Hugo Antonio Moyano es una carmelita descalza. Una mezcla de Arturo Illia con Agustín Tosco. Un ejemplo ético que honra la democracia. Un verdadero santo. San Moyano.
fuente: Continental
No hay comentarios:
Publicar un comentario