Que todos los seres que existen,
Débiles o fuertes,
Largos, grandes, medianos
Bajos, pequeños o gruesos,
Que todos los seres que existen,
Conocidos o desconocidos,
Cercanos o lejanos,
Nacidos o por nacer,
Que todos los seres sin excepción estén felices.
Que nadie engañe ni desprecie a otra persona en ningún lugar;
Que no desee el daño de los demás con enojo.
Así como una madre protege a su única hija o hijo a costa de su propia vida,
De la misma forma uno debe cultivar un corazón sin límites hacia todos los seres.
Que los pensamientos de amor llenen todo el mundo,
Arriba, abajo y a lo largo;
Sin ninguna obstrucción, sin odio, sin enemistad.
Parada, caminando, sentada o acostada, mientras despierta,
Una debe cultivar esta meditación de amor.
Su vida traerá el cielo a la Tierra.
fuente: http://www.facebook.com/photo.php?fbid=1629526019160&set=a.1629525899157.2090410.1266897973&theater
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