miércoles, 23 de marzo de 2011

ABOGADOS QUE DEFENDIERON PERSEGUIDOS, SIN PREGUNTAR COMO PENSABAN

de Luis Agustin J Brasesco


  Esta semana se la ha denominado de la *Memoria* como recordación del genocidio ejecutado por los militares en el poder en nuestro país, para no olvidar la masacre del genocidio , para repudiarlo y  sacar enseñanzas.-

           En esa noche oscura de nuestra historia, no era fácil defender la libertad, la mayoría presa del miedo o de la indiferencia apostaba a no ver, no ayudar, a no ser solidario y fundamentalmente a no quedar mal visto - porque costaba muy caro- por la inteligencia militar. Sin embargo había a lo largo y ancho del país, personas que desafiaron el miedo, que pusieron sus vidas al servicio del derecho y salieron a defender personas que estaban a posposición del P.E.N o de la justicia, a rastrear a los detenidos sin tenerse noticia donde estaban, a ser contención de familias desesperadas porque ignoraban el destino de sus hijos, hermanos,esposos, esposas e hijitos chiquitos diríamos bebes. Sufrieron persecuciones, atentados, algunos quedaron en el camino asesinados, otros tuvimos la suerte de seguir con vida. Digo seguimos porque yo era uno de ellos, quizás el alumno de los abogados mayores, maestro en la defensa de presos políticos, sindicales,sociales, en fin perseguidos por el poder omnimodo de los mandamas, arbitrarios y totalitarios.-

            En una gran orfandad, en Paraná (Entre Ríos) donde un puñado de personas que ejercían la abogcía rebajábamos en este quehacer, recordando  entre otros y perdón por alguna omisión que quede flotando,a los letrados Dr. Eduardo Solari, Dr Francisco Perette,Dr Rodolfo Parente (padre) Dr. Ascua (padre), Dr. Juan Garayalde,Dr. Oscar Gonzales (cariñosamente llamado *moco*) Dr. Coco Haimovich,Juan Antonio Tardelli. Caminamos comisarias, oficinas militares, hablamos hasta con el Tribunal Supremo de las Fuerzas Armadas,Ministro del Interior, buscando justicia. Solos en ese camino, ayudados por anónimo soldados de la libertad,personas humildes que guardamos en un gran secreto sus nombres, que nos hacían llegar informes que nos eran útiles para la tarea en que estábamos empeñados, entre ellos  voy a nombrar a un gran colaborador en mi trabajo  y es el ya fallecido Angel Vivanco, Secretario General del Gremio de Camioneros de Entre Ríos, quien mas de una vez transportó a perseguidos en camión a través de compañeros suyos  a Brasil y denostándolos  en Conventos  religiosos, también a Monseñor  Metz y al  Párroco de la Iglesia del Sagrado Corazon de Jesus  de Paraná, el padre  Diyacobo que socorría a curas muy jovencitos que caian a su parroquia en horas de la noche a pedir auxilio porque lo estaba buscando la fuerzas de seguridad y ahí aparecía Vivanco y se organizaba la salida del país.-

            El padre Metz siempre iba al estudio del Dr Francisco Perette, porque de esa forma no despertaba sospechas, pues eran hombres del fútbol que habitualmente se reunían por problemas de la Liga paranaense de Football y era cuando volcaba todo lo que sabia o se había enterado. Así caminabamos, así trabajabamos, nos trasladabamos a cárceles, recuedo los viajes junto al Dr Educardo Solari sin ayuda económica de nadie y estando controlados permanentemente.-

           Un noche tembló mi casa de familia y mi estudios, una bomba de alto poder explosivo explotó,  hubo destrozos materiales grandes y un perjuicio en la salud de mi hija que fue  superado. La mano de Dios evito una masacre, no era un aviso,simplemente el cumplimiento de una sentencia que no logró su objetivo. la muerte mía y de mi familia.-

           No había abogados para defender perseguidos, eran pocos, yo he nombrado a quienes trabajabamos en equipo o nos anudábamos mutuamente, se que había otros en nuestro Entre Ríos.-

          Yo me he visto en la  obligacion en estos días de recordar a quienes ya nadie los nombra, a quienes desafiando todo el peligro, sufriendo el castigo de la merma del trabajo profesional, quienes fueron victimas de atentados criminales
cumplieron la misión de defender a los que nadie quería defender, de defender a todo perseguido fuere el color político que fuere, a los que siempre tuvieron las puertas abiertas de sus estudios para recibir los perseguidos y sus familiares.

          Honor a  a los que defendieron a los perseguidos. Satisfación inmensa de ser custodios de la democracia en una lucha mas que peligrosa y silencio en su recordación.-

           Como  ayer cuando actuabamos somos pocos los que recordamos.-

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