sábado, 23 de febrero de 2013

La Cámpora enseña a pensar y a vivir. Por Carlos M. Reymundo Roberts


Semana tras semana, todos los militantes de La Cámpora recibimos por mail un completo manual de instrucciones sobre la marcha del país y los temas en boga, en el que nos indican qué cosas tenemos que decir, qué cosas tenemos que hacer, qué cosas debemos callar. Me he hecho tan dependiente de ese informe que no puedo salir a la calle sin habérmelo leído de punta a punta. Está buenísimo. Me encanta que gente más preparada se ocupe de nosotros.
Esta forma de organizarnos tiene, entre otras, la virtud de que unifica el relato. Ni 6,7,8 ni Víctor Hugo Morales ni la cadena oficial de medios ni yo, por supuesto, damos medio paso sin consultar el manual, y así nuestras voces se elevan en un discurso majestuosamente único. La pluralidad consiste en eso: mucha gente distinta diciendo lo mismo.
Hay semanas en que nos ordenan: "A pegarle a Scioli". Y ahí vamos todos, encuadrados, obedientes, y lo destruimos. A la semana siguiente: "Silencio de radio con Scioli hasta nuevo aviso". Y entonces, al segundo, enmudecemos. Resulta más seguro trabajar así, en coro, que en la orfandad de un solista. Fíjense Timerman: de puro perezoso muchas veces no lee las instrucciones y se pega unos despistes terribles. La versión de que en realidad los lee pero después los reinterpreta, lo cual lo conduce necesariamente al extravío, me parece agraviante y falsa. Hace años que don Héctor no reinterpreta nada. Él prefiere acatar. Está convencido de que la sumisión es un estadio superior de la política.
El manual tiene varias secciones, y si bien todas son una delicia, algunas me gustan más que otras. La que siempre leo primero es "¡Apunten, fuego!", una suerte de lista negra de gente a la que hay que salir a matar (es allí donde cada tanto aparece Scioli, y, por supuesto, Macri es un abonado). También disfruto con "Amigos son los amigos", la lista blanca del kirchnerismo, y con "El silencio es salud", donde nos indican qué temas o a qué personas debemos ignorar esa semana.
Lo interesante es la movilidad de esos espacios. Moyano, como muchos otros, empezó en "Amigos.", pasó por "El silencio." y ahora no deja de aparecer en "¡Apunten.!" Boudou estuvo meses en "El silencio.", hasta que logró salir. Un gran triunfo personal, un hito en su carrera.
Una sección tremendamente instructiva es "Diccionario", donde con palabras simples nos explican verdades complejas. En la voz "inflación" dice: "Suba de precios determinada por la acción inescrupulosa de los monopolios. La forma más eficaz de combatirla es poner gente amiga en el Indec". Otras definiciones. Control de precios: "Como bien ha dicho nuestra Presidenta, los controles nunca son efectivos. El mejor control es el que ejerce la propia gente. Por eso ahora el congelamiento está en manos de Moreno, no en su condición de secretario de Comercio, sino de gente". Pauta oficial: "La pauta publicitaria que reciben los medios que apoyan al oficialismo". Aprobación de leyes: "El trámite que más ha simplificado nuestro gobierno". Inseguridad: "En el territorio nacional es sólo una sensación irracional de miedo. En la provincia de Buenos Aires, un flagelo espantoso, y en la provincia de Santa Fe, una consecuencia del narcosocialismo". Aliados: "Los que están con nosotros y los que, sin estarlo, se muestran dispuestos a escuchar ofertas". Enemigos: "Los que no están dispuestos a escuchar ofertas". Poder Judicial: "Corporación que por no apoyarnos en el caso Clarín va a ser castigada con la democratización". Oyarbide: "El único juez democrático". Irán (hasta 2010): "Estado terrorista que perpetró el salvaje atentado contra la AMIA". Irán (hoy): "Principal aliado internacional de nuestro amigo y aliado Chávez, que nos ayudará a encontrar a los verdaderos culpables". Riqueza: "Renta excesiva que debe ser distribuida entre los que menos tienen". Riqueza de los Kirchner: "Fruto del ahorro de dos abogados exitosos, compartido con Máximo y Florencia". La Matanza: "Un lugar que desde Harvard se ve espantoso, pero que cuando uno lo visita, como le pasó a la Presidenta, descubre que es una maravilla". Vamos por todo: "Plegaria laica de hondas raíces democráticas". Árbol: "Planta perenne que debe ser defendida a toda costa". Bosque de Tecnópolis: "Conjunto de plantas perennes que tuvo que ser sacrificado por designios superiores". Tren: "Transporte no siempre seguro, proclive a no frenar". Once: "El número que le sigue al diez".
Otra cosa que me encanta del manual es que da espacio al humor y a la ironía, hasta con tinte autocrítico. La sección se llama "Para no dejar de reír" e incluye discursos de Boudou, declaraciones de Aníbal Fernández, estadísticas del Indec e intervenciones de Orlando Barone en 6,7,8.
¿Lo mejor del instructivo? Las indicaciones que nos baja la Presidenta. Por ejemplo, "mañana no dejen de escucharme", "vuelvan a leer mi discurso del miércoles", "los quiero a todos siguiéndome en Twitter" o, madre al fin, "ayúdenme con Máximo, que no para de jugar a la Play".
Tengo que agradecerle a La Cámpora. El manual me nutre e instruye, me prepara mejor para la vida diaria. El manual piensa por mí, y eso es impagable. Ahí adivino también la mano generosa de una madre.
fuente: La Nación

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