Durante el último viaje a Londres, el canciller Timerman perdió su iPad al salir de la reunión con los parlamentarios ingleses, a los que verdugueó como si los que hubieran perdido la guerra fueran ellos y los que camináramos felices por Malvinas fuéramos nosotros.
La tableta cayó en manos del MI6 (Servicio de Inteligencia Británico). Allí encontraron los borradores de la autobiografía que el canciller estaba escribiendo.
Dado el valor de los textos, el MI6 entregó el material a una editorial inglesa que próximamente lo publicará en homenaje al canciller argentino que más hizo por su país (el país de los ingleses, obviamente).
Wikileaks revela, en forma exclusiva, algunos apuntes. La única modificación que hicieron los pícaros del MI6 es cambiar el orden cronológico.
Escribió Timerman: Idea: escribir un libro que refleje mi sensibilidad social, mi compromiso con los sectores populares y mi trayectoria política. No tengo derecho a escatimarle al mundo el valor de mi experiencia ni a negarles a los sectores populares la posibilidad de que conozcan mi legado (¿Se entenderá esta frase? Chequearla con la mucama que me trae el desayuno a la cama).
Título: “Yo, Timerman”. Me gusta el título, da importante, da trascendente, da yo. Vale. Además “El Santo de la Espada” ya lo usaron.
Prólogo: tengo que convocar a alguien importante para que lo escriba. ¿Henry Kissinger? ¿Mijail Gorbachov? ¿Giorgio Armani? Después veo.
Apuntes varios. Marzo del 73. Verano. Sol. Mar. Punta.
Miro a lo lejos hacia el mar y veo las masas populares junto a su líder. Pienso en mis años de lucha y sacrificio. Miro más cerca y veo mi plato de mejillones a la provenzal. Con la fuerza de mi compromiso militante grito: “¡Mozo! Están fríos … lléveselos!!” A veces me pregunto si estos proletarios de mierda son merecedores de mi entrega.
Verano del 76. Plena Triple A. El Secretario de Prensa y Difusión de Isabelita, Osvaldo Papaleo, acaba de clausurar el diario de mi padre “La Opinión” acusándolo de golpista y subversivo. La peor derecha del peronismo nos persigue abiertamente. Extraño los mejillones.
Agosto de 2010.
Casa Rosada. Mi Presidenta habla por Cadena Nacional. Compartimos la velada en el Salón Blanco con lo mejor del progresismo kirchnerista. Me abrazo con Papaleo, viejo compañero de militancia. Qué alegría.
(Ojo con este párrafo, me hace ruidito con algo que creo haber escrito antes).
Recordatorio: hablar con mi terapeuta sobre la contradicción de denunciar a los medios por apoyar el golpe del 76 siendo que, en ese momento, yo mismo dirigía el diario “La Tarde” que lo apoyó más que cualquier otro.
(¿Me convendrá decírselo? ¿Para qué avivarlo? Me va a cobrar el doble).
Invierno de 1978. Después de años de dolor, y gracias a la presión internacional y a que el Estado de Israel se metió de lleno, logramos salir del país con un salvoconducto a Tel Aviv. Allí nos esperan con los brazos abiertos. La pesadilla familiar acabó.
Verano de 2013. Israel me pide explicaciones por nuestros acuerdos con Irán. ¿Quién carajo se creen que son estos tipos para meterse en nuestros asuntos internos? Ya mismo les escribo una de mis cartas, qué joder.
Febrero de 2011. Tal vez mi foto revisando las valijas del avión militar norteamericano pase a la historia como la de los soldados levantando la bandera de Estados Unidos en la playa de Okinawa.
(Ojo, revisar este párrafo. No sea cosa que la embajada me anule la visa y no pueda ir nunca más a Disney).
Octubre 8 de 2010, 8:20 AM. Mando este tweet para demostrar mi histórico compromiso peronista: “Feliz cumpleaños, General y un beso grande a la Compañera Evita”.
(Espero que nadie se acuerde de que en 2001 yo estaba con Lilita y fui su candidato a diputado nacional) . Nota del MI6: el tweet es literal.
Invierno de 2010. Tengo que preparar una buena catarata de tweets contra Morales Solá, Grondona, Mitre y toda la banda conservadora de “La Nación”.
Primavera de 2004. Años de periodismo me han enseñado que mantener principios y valores es la base de la credibilidad. Debo hacerlo valer. Hoy mismo le pido a Mariano Grondona que me aumente mis honorarios por ser panelista fijo en Hora Clave. Si no, me voy a otro programa. ¿Neustadt pagará mejor?
Enero de 2013. Llegamos a Vietnam con Mi Presidenta y Moreno. Miro Saigón desde la ventana del hotel y me parece escuchar el ruido de los helicópteros. Pienso en la Guerra Fría, soy Kissinger, soy Gromiko, soy John Le Carre, soy Rita Pavone. Voy a cerrar el acuerdo con los iraníes, averiguar el teléfono de la Academia Sueca y proponerme para el Nobel de la Paz. El mundo a mis pies. Lástima que Moreno me obligó a tirar mis zapatos italianos y a comprar mocasines en Coto. Maldito peruca.
Noviembre de 2011. Debería fundar una agrupación joven que me apoye, con el nombre de alguna figura peronista histórica como “La Cámpora” o “La Juan Domingo” de Scioli o “La Gelbard” de las pymes K o “La Solano Lima” del PJ PRO. Necesito la mía … ¿“La Timerman”, sonará muy mal?
Recordatorio: una vez que se disipe el impacto del éxito de “Yo, Timerman”, debo empezar mi segundo best seller. Más espiritual. Tengo el título: “La soberbia como sanación”. Encargarle el prólogo al Ravi Shankar (averiguar el teléfono de este ravino ).
Idea: voy a firmar como Don Héctor Timerman. Excelentísimo Señor Canciller de la República Argentina. Buenos Aires, a los X días, del mes X, del año X DT (Después de Timerman).
Wikileaks espera que estas revelaciones del pensamiento del estadista sirvan para responder algunas preguntas sobre el memorándum con Irán.
¿Por qué hacer un acuerdo para averiguar quién planificó el atentado con los tipos que lo planificaron? ¿Por qué tanto apuro en aprobarlo? ¿Qué cambió para que la Presidenta viole su compromiso de 2011 de no tomar ninguna medida sin el apoyo de todas las fuerzas políticas oficialistas y opositoras, y de las entidades judías?
¿Por qué no ponen el mismo énfasis en investigar la conexión local siendo que se trata de tipos que caminan entre nosotros? ¿Por qué Timerman dice que no confía en Irán y firma un acuerdo con ellos?
¿Nadie le explicó que la base de un acuerdo o un contrato siempre es la confianza? ¿Acaso alguien le alquilaría o le vendería algo a alguien si no confiara en que le va a pagar?
¿A nadie del Gobierno se le ocurrió pensar que este absurdo debate iba a permitir que los antisemitas vuelvan con la infamia de que los judíos se ponen las bombas ellos mismos, concepto primo hermano de “el Holocausto es un invento”, y ambos sostenidos por Irán?
Simples preguntas cuyas respuestas Wikileaks no responde pero imagina.
FUENTE: CLARIN
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