El presidente de la Corte Suprema utilizó el discurso de apertura del año judicial para marcar la cancha y enviar claros mensajes políticos: dejar en claro que la Corte no gobierna, pero sí tiene la función de ponerle límites al Gobierno.
Lorenzetti dejó en claro que no hablaba por su propia boca, sino en nombre de toda la Corte
El discurso de Lorenzetti fue ambiguo, pero inteligente: salió a responder el anuncio que hace dos meses hizo la Presidenta de que hay que democratizar la Justicia. Los sectores más kirchneristas de la Justicia, entre quienes milita la procuradora general Alejandra Gils Carbó,salieron a darle contenido a esa idea. Ayer, el discurso de Lorenzetti parecía apuntar al Gobierno y, también, a esos sectores.
Lorenzetti dejó en claro que no hablaba por su propia boca, sino en nombre de toda la Corte.
Y los dos ejes sobre los que estructuró su discurso se pueden resumir en pocas palabras:
1) Lorenzetti sostuvo que pueden proponerse cambios y haber debates fuertes, pero afirmó que la Corte está por encima de esos debates y su tarea es hacer respetar las reglas de juego. Puede haber disensos, pero tiene que haber un consenso básico de respetar la Constitución.
2) Las mayorías políticas, desde el Ejecutivo y el Congreso, pueden adoptar políticas, pero es la que decide si son constitucionales.
Dos mensajes centrales, muy claros, cuando el país enfrenta un año político extremadamente difícil. Por un lado, porque la Corte sabe que tiene que expedirse sobre la validez o inconstitucionalidad de la ley de medios, una norma con la que el Gobierno apuesta a desarticular al Grupo Clarín. Y, por otro, porque no sólo estamos en un año electoral sino, también, porque el Gobierno está deslizando la idea de una reforma constitucional para habilitar un tercer mandato de Cristina Kirchner y podría usar el argumento de reformar la Justicia como una excusa para justificar esa reforma.
Lorenzetti aprovechó que la Corte cumple 150 años. Pero no esperó hasta octubre, cuando se cumple el aniversario del primer fallo. Marcó su terreno antes de que la Presidenta hable el 1° de marzo, en el Congreso Nacional.
FUENTE: LA NACION
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