Cuando se escuchó el ruido de los aviones japoneses entrando a la bahía de Pearl Harbor, ya era demasiado tarde. Lo último que dijo el Lieutenant William Brooks, mientras abría el ojo de buey del acorazado USS Oklahoma con el cepillo de dientes en la boca, fue: “Oh, que bella y exótica gaviota negra se acerca a mi camarote” . Noventa minutos después, 414 aviones japoneses habían hundido media flota norteamericana en aquella mañana del 7 de diciembre de 1941. Histórico, dramático, cruento, devastador y fundacional.
Así fue aquel 7D . El de ellos.
En cambio el nuestro es un plomazo que ya no se aguanta más. No sé usted amigo lector, pero a mí el 7D ya me tiene los kinotos al plato. Lo veo a Martín Sabbatella explicando que Telefónica ni siquiera sabe dónde queda Telefe y me da ternura. Debe ser que en sus pagos de Morón, en lugar de Telefe, todavía pasan Teleonce. ¿Será que a la noche dan “El Reporter Esso”? En fin, seguramente allí anidan resabios de Rousselot, el lopezreguista que tomó los canales en 1974 , luego devenido en intendente de Morón a quien, paradójica y afortunadamente, ayudó a destituir por malversación de fondos el mismísimo Sabbatella. La historia suele tener recovecos impensados.
La Jefa dijo claramente que el 7D se termina la cadena del desánimo. O sea que según ella, sólo quedarán los medios que conforman la cadena del amor y el optimismo. Igual, algo raro debe estar pasando porque la cadena del desánimo tiene mucho más rating que la del amor . Y si no, revise las planillas de IBOPE. Hoy, en el clásico del domingo, Lanata vs Combinado de Falsoprogres, póngale local con los ojos cerrados. Y por goleada, como siempre.
Fallos, amenazas, cautelares, denuncias. Imbancable. Y lo peor de todo es que seguramente el lunes 10 a la mañana vamos a estar igual que el viernes 7 a la noche.
Lo único que debería preocuparnos es la preservación de las fuentes de trabajo. Si se llega a terminar el maldito monopolio, ¿de qué va a laburar Orlando Barone?
Supongo que ya está previsto.
Estas tediosas cuestiones esconden la verdadera discusión, que no es el rol de los medios sino el rol del Estado. Los que apoyan al kirchnerismo proclaman un Estado fuerte que intervenga y regule, mientras etiquetan a los opositores como conservadores de derecha que quieren volver al libremercado neoliberal y al capitalismo salvaje de los 90. El hecho de que aquel neoliberalismo haya sido apoyado por muchos de estos funcionarios actuales , es sólo un detallecito. Como hubiera dicho el Compañero Antonini Wilson: “No se puede hacer la revolución sin una valija llena de guita”.
La realidad es que hay millones que critican al gobierno, que no son de derecha, y que jamás apoyaron ni apoyarían una economía salvaje de libremercado. De hecho también quieren un Estado fuerte que intervenga, que regule y que defienda a los que menos tienen. Pero no les gusta que al Estado lo manejen tipos que cada vez son más ricos , ni que el gobierno se apropie del Estado, ni que se utilicen sus recursos para disciplinar a gobernadores e intendentes, ni que se manipule al Poder Judicial, ni que se quieran llevar puesta la Constitución, ni que Moreno dicte normas con la pistola sobre el escritorio , ni que se usen los medios del Estado para propaganda política, ni que dibujen las estadísticas, ni que falseen la historia, ni que, ni que.
El falso progresismo oficial tiene mil ejemplos. Millones de opositores aplaudieron el final de las AFJP y están de acuerdo con que el Estado administre las jubilaciones, pero nunca que el Gobierno disponga de esa guita como se le cante , sin ningún control parlamentario de los fondos. Eso no es progresismo. Eso es autoritarismo liso y llano.
Democratizar los medios y regularlos está fenómeno, pero llamar a los canales y a las radios todo el día para presionarlos y decirles lo que pueden decir o no, tampoco es progresismo, es autoritarismo . ¿Hay que bancarse que en la Televisión Pública, mientras un puntero derecho corre a patear un córner, te digan que Macri es un inútil, Scioli no sabe administrar, De la Sota es un irresponsable o Perfil un diario golpista?
Eso no es progresismo, y dicho desde el Estado, está muy cerquita del fascismo . Demasiado cerca.
¿Quién se anima a firmar ante un escribano público que Moreno, Boudou, Timerman, Jaime, Cavalieri o De Vido son más progresistas que Stolbizer, Gil Lavedra, Binner, Pino, Donda, Micheli o De Gennaro, por ejemplo?
Si me apuran un poquito creo que hasta Macri es más progre que Boudou . Y además ya tiene guita para comprarse lo que quiera. En cambio a Boudou todavía le vamos a tener que comprar el barco, la casa en Punta del Este, el Audi, algún derpa más. No sé cuánto más progre es, pero seguramente Macri nos va a salir mucho más barato .
Esta semana el Vice se fue a bucear a Puerto Madryn, lo cual no tiene nada de malo. Es más, está buenísimo. Personalmente, creo que la foto disfrazado de Eternauta no le suma, pero bueno … allá él. Lo que es difícil de explicar es que haya ido en avión privado . Si el avión era del Estado, ¡mamita! Si el avión lo garpó él, ¡mamita! Si el avión era de un empresario millonario que lo “invitó”, ¡mamita! Recordemos que al último presidente alemán lo echaron por aceptar pasar un finde en la casa de un cineasta amigo al que el Estado le había dado un crédito para su película. A Boudou no hay justificación del avión que lo salve. Esto no es el “rol progresista del Estado”.
Esto es “hago con el Estado lo que se me canta” . Puedo imaginarme la furia de la Jefa: “Oíme vos revolucionario del mar, ¿Por qué no te sacaste un pasaje en Aerolíneas??!!” Alguien debería explicarle al Compañero Amado que si con su tarjeta de crédito acumula millas en el plan “Sospechamos que hay algo raro” , con lo de Ciccone, él ya se las consumió todas.
La vuelta de Ramón Díaz a River es una metáfora genial de que el menemismo no se fue nunca. El Diputado Yoma no lo podría haber explicado mejor. Esta semana declaró: “Los K son más menemistas que yo” .
Este texto no es muy divertido que digamos, porque el tema ya me aburrió. Pasamos el 8N y el 20N. Ahora vamos por el 7D. Personalmente, prefiero el 31D. Se come rico, lechoncito adobado, ensalada rusa, pavita y familia. En fin, esas cosas normales que hace la gente normal en los países normales de los planetas normales.
Acá es otra cosa . Acá vivimos esta patética guerrita de aldea donde discutimos todo, menos lo importante.
El Lieutenant William Brooks se reiría de nosotros. Si no fuera que su 7D lo dejó durmiendo en el fondo del Pacífico.
fuente: Clarín
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