La ceremonia de entrega de los Premios Turro, que anualmente otorga el Club de los Malos, es nuestra gran fiesta de fin de año. Esta vez los organizadores propusieron hacerla temática, y eligieron un asunto entrañable: el transporte público , uno de los arietes preferidos del CDLM y un verdadero símbolo de la demolición espiritual y moral de los pobres corderitos de Dios.
El evento se realizó en una estación de subte especialmente ambientada. Las mesas estaban dispuestas sobre una gran plataforma que unía ambos andenes por sobre las vías. Frente a uno de los túneles por donde asoman los trenes se instaló un escenario y en el túnel opuesto se proyectaban imágenes emblemáticas del año como los cortes de luz, cadenas nacionales, Ciccone, el INDEC, la tarjeta SUBE, los gendarmes, los estudiantes de Harvard, etc. Cada vez que en el video aparecía Guillermo Moreno, todos aplaudían.
En el escenario, unas bellísimas bailarinas se movían escondiendo sus rostros tras una careta de Raúl Moneta que, al correrse, dejaba ver otra careta de Vandenbroele, debajo de la cual aparecía otra careta: la de Boudou. Un número obvio, pero simpatiquísimo.
La ceremonia arrancó con uno de los platos fuertes: Premio Turro, Mejor Labor Opositora . Entregaban la estatuilla los ganadores (premio compartido) del año pasado: Ricardo Alfonsín y Duhalde, ambos responsables de arruinar, en las elecciones 2011, la posibilidad de confeccionar un frente electoral de centro derecha y otro de centro izquierda. Todos suponían que ganarían los talentosos fachos que el CDLM infiltró en el cacerolazo del 8N para desacreditarlo. Sin embargo, el ganador fue la agrupación PROPeronista “La Solano Lima” que, en ese mismo 8N, paseó un camioncito con las imágenes de la Presidenta y su vice colgados de una horca en Plaza de Mayo. Una bandita con un potencial increíble. Se quedó sin premio el radical Leopoldo Moreau, que también se lo merecía por su constancia en pos de destruir la UCR .
Obviamente, el otro gran momento fue el anuncio del Premio Turro,categoría Mejor Labor Oficialista . ¿Quién le hizo más daño al gobierno en 2012? ¿Quién se llevaría la estatuilla que supieron ganar Antonini Wilson en 2008, Luis D’Elía en 2009 y Ricardo Jaime en 2010? ¿Sería la imagen de la Presidenta en Rosario gritando “vamos por todo”? ¿Ganaría finalmente Moreno, un eterno candidato? Premio en mano, Sergio Shocklender, el ganador 2011, anunció: “And the winner is… Amado Boudou!!” El aplauso unánime se contradecía con el enojo de Timerman, otro eterno postergado.
“¿Qué más tengo que hacer para ganar?” comentó el canciller con sus compañeros de mesa, unos terroristas iraníes invitados por él mismo que llegaron disfrazados de odaliscas para engañar a la Interpol.
En otra mesa, el gobernador Alperovich mostraba orgulloso sus dos trofeos: categoría Mejor Labor Federal (le ganó a Gildo Insfrán de Formosa por pocos votos) y el que obtuvo con su mujer, Beatriz Rojkés de Alperovich, en la categoría Doble Mixto .
La categoría Mejor Labor en Traición de Reparto la ganó el vicegobernador Mariotto y el premio lo entregó el ex vicepresidente Cobos. Ambos sonrieron para la foto en una muestra de sana convivencia guacha.
El nerviosismo aumentaba. ¿Quién se llevará el Turro de Oro 2012 ? ¿Schiavi? ¿Cirigliano? ¿Se animarán a dárselo a De Vido por sus diez años junto al transporte público? ¿O recibirá el premio a la trayectoria? ¿Y quién se llevará el Premio Turro a la Mejor Labor en Justicia? ¿Los jueces de Tucumán? ¿Oyarbide? ¿El ministro Alak? Una categoría muy peleada, donde es difícil elegir quién le hizo más daño a la Justicia .
De pronto, en el escenario se dispusieron grandes fotos de Magdalena, Sábato, Gil Lavedra, Strassera, Arslanián, Lanata, Sarlo, Alfonsín, Donda, Caparrós, Abraham, Kovadloff, Sebreli, Tenembaum, Bonasso, Eliaschev, Birmajer, Sábat, Binner, Stolbizer, Pérez Esquivel, Campanella, y muchos más.
Con los retratos de fondo, el CEO del Club reveló el Gran Premio Turro de Oro 2012 : una sustancia especialmente elaborada por el Departamento Científico del CDLM y que fuera vertida en el agua que beben los miembros y referentes del gobierno nacional. La pócimatiene la virtud de envenenar sus mentes y hacer que vean en los otros el enano fascista que ellos mismos llevan adentro.
Los comensales escuchaban admirados el relato sin saber que en sus propias copas se había puesto la perversa sustancia que explica el presente nacional. El efecto es inmediato y en minutos los asistentes empezaron a los gritos. Frente al retrato de Victoria Donda, que nació en la ESMA, algunos gritaban: “¡Sos cómplice de la derecha y el fascismo!” Otros se paraban frente al retrato de Gil Lavedra, uno de los jueces que condenaron a las Juntas en 1985, y le gritaban: “¡¡Sos un enemigo de los derechos humanos!!” Boudou, con su premio en la mano y un escudito de la UCeDé en el ojal, le gritaba al retrato de Magdalena: “¡¡Vos apoyaste el neoliberalismo de Cavallo y Alsogaray!!” La ira inoculada en las copas de los invitados consumía la racionalidad de sus espíritus. Volaban panes, copas y sillas. El CEO bramaba: “¡Hemos logrado desatar la furia irracional entre argentinos!” .
En el medio de la batahola, sonaron las sirenas que anunciaban la tradicional ceremonia dorada de fin de año. Los principales jerarcas del CDLM corrieron hacia el cuartel general de la organización. Subieron a la terraza del edificio y, una vez allí, bragueta en mano, se pararon en el borde de la cornisa. Frente a la ciudad que yacía a sus pies escucharon las oraciones del líder.
“No importa cuán devastados estén los tiernos Corderitos de Dios. Nunca es suficiente. No debemos dormirnos en los cactus. Miembros del CDLM, abrid vuestras braguetas y marcad territorio . ¡Meadlos!
”.
Una tenue lluvia dorada comenzó a caer sobre las cabezas de los pobres corderitos que caminaban por la calle. Felices desconocedores de nuestro accionar, aún creen que sus desgracias son producto de la impericia ajena o de la desidia de sus dirigentes . Ignoran que en cada carencia de su barrio, en cada vagón de su tren, en cada atropello a sus derechos o en cada despojo de su dignidad no se oculta un destino meado por los perros, sino el implacable trabajo de una organización cuya existencia explica lo inexplicable. Las cosas son como son porque nosotros hacemos lo que hacemos.
Todo lo que ha ocurrido en el pasado ha sido obra del Club de los Malos. Todo de lo que ocurre ahora también. Y por supuesto, todo lo que vaya a ocurrir. Fue un gran 2012.
Ya llega el 2013 . Preparaos
fuente: Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario