- 31/12/11
Se acabó el año, Mi Reina (yo preferiría seguirllamándola Compañera Jefa pero como viene la mano últimamente, me parece que Mi Reina es más apropiado).
Por esas cosas que tiene la vida, otra vez tenemos un fin de año raro.
“No ganamos para sustos” es una frase común que tiene cierto sentido dependiendo del salario que uno gana, de cuanto se lo morfa la inflación y, fundamentalmente, del tamaño del susto.
Por duras que sean las últimas noticias, hay que asumir que la vida es así: no terminamos de digerir un bolonqui que ya aparece uno nuevo. Disfrutemos del sol mientras no hay nubes, diría Nadia, la meteoróloga del noticiero del 7 (no le nombro al de Telenoche porque usted no lo mira, pero créame que también es buenísimo: le pifia al pronóstico igual que todos).
Es curioso, pero cuando se acercan las fiestas, a todos nos agarra un ataque de amor, de comprensión, de cariño, de paz, de armonía, de amistad, de piedad y sobre todo de reconciliación.
A todos, menos al kirchnerismo. Esto no es novedad. Ya estamos acostumbrados (pegame y decime Magdalena).
Además de la batalla del proyecto nacional contra el 46% de húngaros, veo cierto ensañamiento contra otros batienemigos de la Patria : los malditos medios, Macri, Moyano, Scioli. A propósito, ¿es verdad que para Navidad le regaló a Scioli un reloj despertador que cuando suena se escucha una voz que dice “Hola buen día, soy Mariotto”? A Moyano lo tenemos rodeado. Es muy buena la idea de reemplazar a un tipo que es un burócrata sindical con un pasado confuso, por Gerardo Martinez, que es un burócrata sindical con un pasado confuso, pero completamente distinto.
Con el tema de los medios, yo sería más cauto y no me apuraría a dinamitar Clarín , La Nación y Perfil, invadir Canal 13 y pasar por las armas a María Laura Santillán, Pablito Codevilla y todo el elenco de El Puntero. No sea cosa que terminemos con este tema y después todos se aviven que los problemas del país son otros.
En cambio con Macr i sí me apuraría. Hay que tirarle los subtes por la cabeza ya mismo. No le digo mañana porque es domingo, pero el lunes tempranito yo le estacionaría todos los vagones y las locomotoras en la esquina de Avenida de Mayo y Bolívar así el tipo ya va entendiendo lo que le espera para los próximos 4 años. Pensar que soñó toda la vida con ser Jefe de Gobierno y justo tiene la mala leche de que le tocó los 8 años con nosotros. Además no le daría un sope. Que el costo lo paguen los fachos porteños que no nos entienden. Total perder 65 a 35 o perder 90 a 10 es casi lo mismo.
Dato sugestivo sobre la Capital: el territorio donde habita el núcleo duro kirchnerista y patrulla la falange escrachadora oficialista es el territorio donde peor nos va. Acuérdese lo que le digo siempre: la manipulación de los medios estatales y el fanatismo obsecuente es un boomerang que sale rápido, fácil y aceitadito , pero siempre vuelve lento, pesado, cargado de elefantes que aplastan, inexorablemente, al gobierno que lo lanzó . La historia argentina no tiene un solo ejemplo que me contradiga.
En fin, este es un camino. Pero hay otro. Con todo respeto, cuando a uno le suceden cosas como la que ahora nos tiene a todos en vilo , se suele aprovechar para repensarlo todo. ¿Qué es lo importante? ¿Vale la pena vivir con enconos, resentimientos y peleas? El gran arquitecto Mario Roberto Alvarez dijo una vez: “Una de las razones por las que logré superar los 90 años es que perdoné a todos mis enemigos” . ¿No habrá llegado el momento de tenderles la mano a nuestros adversarios? ¿Acaso entre la sidra y el pan dulce, no solemos terminar diciéndole “te quiero mucho” a ese idiota que uno tiene por cuñado? (no al mío que es un fenómeno, pero digo en general).
Yo sé que la rodean un montón de tipos adorables que desean que el 46% de húngaros oligarcas se vuelvan a Budapest, ya. Pero se supone que usted es más inteligente. Por algo es la Reina y ellos simplemente los cortesanos .
La vida nos da señales que uno puede o no escuchar. ¿Sabe cuál es el chiste preferido d e Woody Allen? Dos mujeres conversan en un asilo de ancianos durante el almuerzo. Una le dice a la otra: “Estoy harta de esta comida, cada vez viene más fría, con menos gusto, pasada, es un asco”.
“Sí -dice la otra-, y para colmo las porciones son cada vez más chicas”. Así es la vida: llena de dolores, tragedias, angustias, enfermedades, pérdidas, sufrimientos y lo peor de todo es que se pasa demasiado rápido.
¿Usted conoce la teoría al respecto del doctor Oscar Abramzon (psicólogo, filósofo y pensador latinoamericano aún no debidamente reconocido por el mundo)? La vida se divide en 5 etapas: infancia (desde el nacimiento hasta los 10 años), adolescencia (10 a 20), juventud (20 a 40), adultez (40 a 65) y vejez (desde los 65 hasta que Él nos llame, cuando digo Él me refiero a Dios, ¿se entiende, no?). Según Abramzon, una buena manera de entender lo efímero de la vida es asimilar estas 5 etapas a los 5 días hábiles de la semana: la niñez sería el lunes, la adolescencia al martes y así sucesivamente. Por ejemplo, para mi hijo de 15 años hoy es martes al mediodía. Tiene casi toda la semana por delante. Para uno de la Cámpora que tiene 27 y cree que el Tío fue un estadista revolucionario y John William Cooke una marca de ropa, hoy sería miércoles a las 11 de la mañana. Para mí, hoy es jueves al mediodía. Para usted, hora más hora menos, también. Para ambos, mañana es viernes. Ultimo día. Lo malo del viernes es que nunca sabemos a qué hora sale el vuelo. Puede ser que esté un poquito demorado, pero al final siempre sale.
La pregunta del millón es: ¿Vamos a vivir lo efímero peleando, juntando bronca, inventando enemigos, combatiendo molinos de viento o nos vamos a amigar con la humanidad y vivir lo que nos queda con amor y brazos abiertos? Por suerte, esta decisión no depende de nadie más que de uno mismo. En los últimos años, yo elegí transitar mi historiacon el corazón abierto y más tolerancia. Deseo fervientemente que usted también. De usted depende.
Por las dudas que este gobierno se siga portando como muchos temen, la saludo como Mi Reina. Yo todavía apuesto a los buenos tiempos, Compañera Jefa. Mientras usted decide y se recupera permítame decirle: tranqui morocha, va a estar todo bien. Feliz año nuevo. Fin de temporada.
FUENTE: CLARÍN
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