Ese es el título de un memorable western spaghetti de Sergio Leone protagonizado por Clint Eastwood en 1964. El western spaghetti fue un género de películas de los años 60 sobre vaqueros del oeste americano, rodadas en Italia por realizadores italianos, mucho más crueles, ingeniosas y divertidas que las de Hollywood .
Por un puñado de dólares es también aquello por lo que dan la vida casi todos los hombres de buena voluntad que quieren habitar el suelo argentino . Tanto el 54% que votó el proyecto nacional, como los húngaros que conforman el 46% restante.
¿Por qué tanta desesperación por un verde? Nada nuevo: temores, inflación,olorcito a que algo no cierra , el clásico “ cuanto más me impiden comprarlo, más lo quiero ” y, por sobre todo, la tradición dolarizadora de nuestra sociedad. Décadas de impericias políticas y económicas se pagan carísimo. Más precisamente, a 4,70 mangos el billete . Eso en el paralelo (al menos al cierre de estas líneas). En el oficial, te lo podés llevar a 4,30 pero difícilmente te aprueben la operación, por lo que la gente, insaciable, gorila y búlgara , corre al paralelo y lo hace subir cada vez más.
Por suerte está Moreno, injustamente estigmatizado , para frenarlo. Yo lo banco. Me cae simpático él, me cae simpático su bigote (otra especialidad del kirchnerismo) y me cae simpática la Magnum 9 mm que desenfunda para explicarte las cosas , por si no las entendiste bien. Algunos dicen que a veces pela una Colt 45plateada como la que usaba Lee Van Cleef en otro glorioso western spaghetti de 1966: “El Bueno ( ¿Boudou? ), el Malo ( ¿Moreno? ) y el Feo (mmmm… ¡¡¡Aníbal!!)”.
Me preocupa un poco el exceso de laburo que tiene el secretario de Comercio. El tipo controla las importaciones, las exportaciones, el trigo, la leche, los autos, los celulares, los precios, los costos, las tasas, la inflación, el valor del dólar oficial y hasta el valor del dólar grone . Un fenómeno. Por suerte no hace falta instalar el control de la natalidad, si no sería insoportable . Aunque pensándolo bien, no estaría mal que Moreno se lance a controlar la natalidad, al menos en la Ciudad de Buenos Aires cuya población ya supera los 3.000.000 de fachos y en la que cada porteño nuevo que nace es un voto más para el fucking Mauri. Sería un nuevo capítulo de este western kirchnerista . Me imagino el guión.
Escena 1 . Noche. Dormitorio de un opositor. Luz de velas. Música chill out.
Suena el teléfono . Se interrumpe el clima. Atiende Majul que justo estaba recibiendo un masaje con cremita.
“Hola, con Majul por favor ”, dice Moreno del otro lado de la línea con voz justicialista.
“Habla Majul” , dice Majul.
“Ah, que tal viejo, te habla Moreno” , dice Moreno.
“Te estoy llamando para avisarte que en tu barrio, esta noche, no se puede chichar, ok?” . (Silencio en la línea) “Lo que pasa ministro es que ya estoy todo encremadito , vio? ”, dice Majul preocupado.
“A ver si me vas a entender” , dice Moreno (saca la 45 pero Majul no lo ve, obviamente) “¡¡HOY ACA NO GARCHA NADIE, OK?? Andá a buscar una toalla, sacate la cremita y a dormir !!!...” De esa manera, Moreno podría controlar la natalidad, el INDEC informaría bajos niveles de nacimientos en la ciudad y frenaríamos la reproducción de porteños fachos. Yo sé que esto fomentaría inmediatamente el chichaje clandestino y el sexo paralelo o blue , pero no debería alarmarnos: finalmente esto es lo que, de todos modos, hace la inmensa mayoría de la gente.
Corte a Escena 2 . Noche. Puerto Madero. Dormitorio de Amado Boudou . Luz de velas. Climita íntimo. Música de Teresa Parodi. La cámara hace un paneo y vamos descubriendo un afiche de La Cámpora en la pared , un ejemplar de “La razón de mi vida” de Evita en la mesita de luz, la famosa foto del General montando el caballo pinto (pegada en el techo), un número viejo del cancionero popular para guitarra y la última Fortune . Entra a cuadro el ministro Boudou, desnudo. Apenas se le ve un cachete. La cámara va bajando para que la escena hot sólo sea sugerida y descubrimos, debajo de la cama, libros escondidos entre los que se destacan “Participación e intervención del Estado en la economía” (1982) y “Bases liberales para un programa de gobierno” (1989), ambos escritos por Alvaro Alsogaray . Suena el teléfono. Es Moreno.
“Hola… ¿hablo con lo de Timerman?” , dice Moreno.
“No Guille, marcaste mal, soy Amado” , dice Amado.
“Ah, perdón -dice Moreno- me equivoqué de impostor. Aprovecho para decirte que, además de cortarte los subsidios de gas y luz en tu barrio, de aquí en más, sólo se puede chichar los viernes a la noche” , dice Moreno rascándose la oreja con la Magnum.
“Guille, es viernes a la noche”, dice Amado. (Silencio). “ Ok -dice Moreno- en Puerto Madero será todo lo viernes a la noche que quieras, pero acá en el INDEC es martes a la mañana, así que a pegarse una ducha fría y a laburar, ok?” Por suerte, las elecciones fueron ganadas por el proyecto del campo nacional y popular que ya empezó a recortar esta joda de los subsidios a los ricos inventada por el gobierno del campo oligarca y rumano que tuvimos hasta ahora.
El recorte de los subsidios es una medida, aparentemente, bien recibida. Digo aparentemente porque sospecho que ahora viene la gran “empezá por otro lado” . El progresismo nacional (hablo del verdadero progresismo, no del falsoprogresismo de unos que yo sé) se la pasó los últimos años reclamando que anulen los subsidios a las clases ricas y medias. Pero ahora, cuando empiecen a llegar las facturas, todos van a saltar… “bueno, bueno, arranquemos por otro barrio ¿Por qué empezaron conmigo? Sacale el subsidio a mi cuñado que tiene más guita !!” . Van a ver, esto recién empieza.
Allí comenzará un nuevo capítulo de esta saga cuya estructura de enredos es siempre la misma: un simpático grupo de amigos que ante cualquier problema que aparece, combina comedia negra con patota cruel , y lo resuelve de la manera más torpe y divertida posible.
Ahora también se metieron con el dólar. Si pese a todo, usted finalmente se hace de sus verdes, tenga bien claro que habrá sido fichado por los muchachos de Moreno . La venganza será terrible: amigo, usted ya está marcado. A propósito, “Un dólar marcado”, inolvidable western tano dirigido por Giorgio Ferroni en 1965 y protagonizado por Giuliano Gemma. Buenísima. Otra de las tantas películas en las que se inspira el kirchnerismo spaghetti .
fuente: Clarín
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